Hacemos un recorrido por la
campaña presidencial colombiana –salpicada por los
“falsos positivos”, la parapolítica, el narco y la
guerra–, así como por sus principales candidatos.
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Antanas
Mockus |
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Bogotá, Colombia.– A pesar de todos
sus intentos, el presidente Álvaro Uribe no consiguió
obtener la habilitación de la Corte para volver a
presentarse a las elecciones del 30 de mayo y ser reelegido
para su tercer mandato. Impedido para celebrar un triunfo
que tenía asegurado (las últimas encuestas le daban un 70%
de apoyo), Uribe nombró a su controvertido ex ministro de
Defensa, Juan Manuel Santos, para sucederlo en la
presidencia. Junto a Santos, compiten en esta campaña la
“partidocracia” clásica colombiana (Partido Conservador
y Partido Liberal), aunque en esta ocasión, una organización
de nuevo cuño, el Partido Verde, la llamada popularmente
“marea verde”, tiene posibilidades de ocupar el sillón
presidencial en la Casa de Nariño.
El ala dura del uribismo
El candidato uribista, Juan Manuel
Santos, ha sido fundamental para implementar la política de
“seguridad democrática” diseñada por Uribe y los
logros en el campo militar que se han tenido en los últimos
años frente a las FARC. Santos, envalentonado por un
triunfo que preveía fácil, abandonó en mayo de 2009 el
Ministerio de Defensa con la finalidad de ser el candidato
uribista en estas elecciones.
Las elecciones legislativas del 14 de
marzo, le dieron la razón, la coalición uribista, surgida
de la alianza Partido de la U, de Uribe, y el Partido
Conservador, barrió tanto en el Senado como en el Congreso.
Muchos analistas y medios consideraban que Juan Manuel
Santos sería el presidente de Colombia sin necesidad de
segunda vuelta.
Para sorpresa del uribismo, el pasado
14 de abril, surgió un inesperado acuerdo político entre
dos ex alcaldes, Antanas Mockus, que fue alcalde de Bogotá,
y Sergio Fajardo, quien lo fue de Medellín. Su alianza ha
dado pie a que una campaña electoral que se preveía
aburrida se anime con una “fiesta verde” del Partido
Verde que nadie esperaba.
Aun así, Santos es el aspirante
oficialista, goza del apoyo de Uribe y corre solo en esta
primera vuelta, dado que el otro gran partido de la coalición
de gobierno, el Partido Conservador, presenta candidata
propia, Naomí Sanín.
A pesar de que Santos sea el candidato
del Partido de la U, ha tenido fricciones importantes con
Uribe, consecuencia de las declaraciones públicas del
candidato recomendándole que proceda de inmediato con la
disolución del Departamento Administrativo de Seguridad
(DAS, servicio secreto colombiano) por su corrupción
interna y su aplicación de la “seguridad preventiva”.
De este modo, Santos se justifica por
el conflicto diplomático y la amenaza de guerra con
Venezuela y el bombardeo de marzo del 2008 de un campamento
clandestino de las FARC en territorio ecuatoriano, que
conllevó la ruptura de relaciones diplomáticas. En plena
campaña, Santos declaró que “se sentía muy orgulloso”
de haber protagonizado el bombardeo en territorio
ecuatoriano que acabó con la vida de, entre otros, Raúl
Reyes, olvidando que Uribe había pedido perdón a la
comunidad internacional por este hecho.
En 2007, el líder paramilitar
Salvatore Mancuso declaró en una audiencia que, en 1997,
Santos había planeado derrocar al entonces presidente
Ernesto Samper. Mancuso también dio datos sobre las
vinculaciones del vicepresidente y Juan Manuel Santos con
los grupos paramilitares. Uribe tuvo que aparecer públicamente
a apoyar a sus ministros y amigos.
Ya iniciada la campaña, Mancuso ha
vuelto a denunciar esto a través de un teleconferencia
desde la cárcel de Washington, donde está desde 2008,
cuando el gobierno colombiano lo extraditó a EE UU. Según
Mancuso, Santos fue a los campamentos de los paramilitares
para pedir respaldo al golpe contra Samper, y reunirse con
el que en aquel momento era el líder máximo de los
“paras”, Carlos Castaño.
Paralelamente, el fiscal general ha
puesto en marcha una investigación y órdenes de captura
sobre media docena de agentes del DAS, como consecuencia de
intercepciones telefónicas y de correos electrónicos de
opositores, periodistas, jueces, militares y funcionarios.
El actual director del DAS es uno de los activos políticos
de Juan Manuel Santos.
El ex presidente César Gaviria,
preguntado por este tema, se limitó a decir: “Estamos
viendo lo que sucede cuando la inteligencia de un Estado está
en manos de criminales y la convierten en una policía política”.
El candidato “verde”, Antanas Mockus, ha subido
diariamente en los sondeos y ya está igualado con Santos,
lo que deja a la líder conservadora Naomí Sanín en el
tercer puesto.
Para el analista Juan Felipe Cardona,
“Mockus y Fajardo representan la nueva política”. Por
eso suben, pero a su vez, el Partido Verde “no cuenta con
el aparato necesario y tienen poca presencia en los ámbitos
rurales”. Ante el riesgo de que Santos por sí mismo no
gane las elecciones, Álvaro Uribe solicitó públicamente a
los 90 congresistas de la coalición de gobierno que busquen
una fórmula para ir unidos a la primera vuelta de las
elecciones presidenciales del 30 de mayo próximo.
De igual manera, sectores pro uribistas
del Partido Conservador acusan a su candidata de estar
distanciándose de Juan Manuel Santos, y haciendo
aproximaciones a Antanas Mockus. El uribismo está
movimiento los resortes de cara a la recomposición de su
coalición con el Partido Conservador y otros partidos más
pequeños, siendo conscientes que la alianza Mockus y
Fajardo y los apoyos que reciban de antiuribistas en la
segunda vuelta, pueden sorprendentemente dejarles fuera de
la Casa de Nariño.
Lo cierto es que la preocupación es
tan grande por parte de Santos y Uribe, que el mismo
presidente se ha enfrentado con Mockus. “Aquellos que
nunca combatieron al terrorismo, a la guerrilla, al
paramilitarismo, ni en sus ciudades ni en el país, ahora se
presentan como las candidaturas de los independientes y de
los honestos”, dijo Uribe sobre Mockus, en una emisora
local. Marcela Prieto, directora del Instituto de Ciencias
Políticas Hernán Echavarría Olózaga, indica que Uribe
“está incurriendo en un delito al pronunciarse a favor y
en contra de una campaña”. Esta profesora se pregunta por
qué las autoridades electorales no se hayan pronunciado aún
a este respecto.
¿Y la izquierda colombiana?
Para el ex magistrado Carlos Gaviria,
miembro del Polo Democrático Alternativo, la opción Mockus
no constituye una alternativa al uribismo: “Cuando se crea
un mito en torno a una persona, es a la leyenda y no a la
persona a la que se remiten todos sus hechos. Como la
leyenda que se inventó es impecable, la persona no puede
equivocarse. Entonces, no se confrontan sus opiniones, sino
que se aceptan sin crítica”, y prosigue “existe una
gran distancia entre el Polo Democrático Alternativo y
Mockus. Nosotros consideramos que es necesario un cambio de
modelo económico en Colombia, dado que el actual ha
permitido un crecimiento de la riqueza muy significativo,
pero no ha generado empleos ni reducido la brecha entre
ricos y pobres”, concluye.
Gustavo Petro registra en torno al 5%
de intención de voto. Así, se hace improbable que el Polo
Democrático Alternativo consiga los 2,7 millones de votos
que obtuvo en 2006 cuando el candidato era el ex magistrado
Carlos Gaviria. Según éste, “el partido perdió en estos
cuatro años lo que ganó en la pasada contienda
presidencial. Ahora, muchos de esos votos van a ir a parar
al Partido Verde y por tanto a Mockus”. Otros miembros del
Polo nos indican: “Mockus es una farsa mediática, no
denunció el Acuerdo militar con los EEUU, no denunció la
violación de soberanía de Ecuador, y no ha abierto sobre
el conflicto con Venezuela, pero qué tipo de cambio puede
encarnar…”.
Los candidatos a la
presidencia
• J. M. Santos, Partido de la U:
Pertenece a una de las familias más poderosas e influyentes
de Colombia, que además es dueña de El Tiempo, el
principal diario de la nación. Desde hace años, Santos ha
estado siempre en espacios de poder: ocupó la cartera de
Defensa con Álvaro Uribe, Hacienda con Andrés Pastrana y
Comercio Exterior con César Gaviria. Su hermano Francisco,
en la actualidad es como vicepresidente de la República.
Políticamente ha evolucionado desde posiciones socialdemócratas
liberales de “la tercera vía” hasta posiciones mucho más
conservadoras y reaccionarias. Bajo su gestión, Uribe ha
obtenidos logros importantes en su política de guerra,
dejando detrás 7.000 desaparecidos, y el bombardeo de
territorio ecuatoriano que acabó con Raúl Reyes y los
“falsos positivos”.
• Antanas Mockus: Hijo de
lituanos, fue alcalde de Bogotá en dos ocasiones
(1995–1997 y 2001–2003). En su gestión, redujo en un
40% la tasa de homicidios, saneó en parte las finanzas,
introdujo el presupuesto participativo y mejoró la calidad
de la educación, salud e infraestructura. Es el candidato
del Partido Verde.
• Noemí Sanín: Candidata del
Partido Conservador, fue ministra de Comunicaciones en el
Gobierno de Belisario Betancourt. Cuando en 1985 el M–19
ocupó el Palacio de Justicia, ordenó televisar un partido
de fútbol en lugar de la crisis política. Ha sido
embajadora en España y Reino Unido, y canciller con César
Gaviria.
• Rafael Pardo: Ocupó cargos
públicos durante los gobiernos de Virgilio Barco y César
Gaviria, y ejerció como ministro de Defensa de este último.
Fue nombrado Consejero Presidencial para la Paz, lo que hizo
que guiase los procesos de paz con el M–19, EPL, PRT y
Movimiento Quintín Lame. Representa al Partido Liberal.
• Gustavo Petro: Del Polo
Democrático Alternativo, fue senador de 1991 a 1994 y de
1998 a 2006, y se destacó por su valentía al denunciar la
complicidad entre paramilitares, militares y gobierno, así
como las violaciones de Derechos Humanos y la corrupción.
Estuvo dos años en la cárcel, donde fue torturado, por ser
miembro del grupo guerrillero M–19.
• G. Vargas Lleras: Desde
1994, Germán Vargas, de Cambio Radical, ha sido cuatro
veces elegido para el Senado. Preside uno de los partidos
con más nexos e implicaciones con los paramilitares, que
tiene varios miembros expulsados o privados de libertad por
los procesos de la parapolítica. Ha sido director del
semanario Nueva Frontera.
Mockus consolida su ventaja sobre
Santos,
el delfín de Uribe
Bogota.– Cuando faltan 22 días para
las elecciones presidenciales, el candidato del Partido
Verde, Antanas Mockus, consolida su ventaja por sobre el
oficialista Juan Manuel Santos: le lleva 12,5 puntos y ganaría
la presidencia en la segunda vuelta, según una encuesta de
la firma Datexco difundida ayer.
Mockus, ex alcalde de Bogotá, registra
el 37,7% de intención de voto para la primera vuelta
electoral, que tendrá lugar el 30 del actual, y Santos, un
25,2%. Detrás figuran Noemí Sanín (6,7%), del
cogobernante Partido Conservador; Gustavo Petro (4,2%), del
izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA); Germán
Vargas (3,1%), de Cambio Radical; y Rafael Pardo (1,4), del
Partido Liberal.
Como ninguno de los candidatos
conseguiría la mitad más uno de los votos, Mockus y Santos
tendrían que enfrentarse en una segunda vuelta, prevista
para el 20 de junio. En esa instancia, según Datexco, el
candidato del Partido Verde ganaría con un 52% frente a un
30,5% de Santos.
El sondeo muestra un aumento de la
ventaja de Mockus. Un estudio divulgado hace una semana por
la misma consultora de opinión pública indicaba que el
aspirante verde obtendría, en segunda vuelta, el 41,5% de
los votos frente a un 29% de Santos.
Otra encuesta difundida ayer por el
Centro Nacional de Consultoría (CNC) reveló que Mockus
mantiene la ventaja sobre Santos en la intención de voto y
ganaría con el 50% de los sufragios en el ballottage.
Santos obtendría en esa instancia un 43%.
La anterior encuesta del CNC, revelada
el 29 de abril, indicaba que Mockus ganaría la presidencia
en la segunda vuelta con el 53% de los votos frente a un 42%
de Santos.
Mockus comentó ayer que, de ganar las
elecciones, comenzará de inmediato a trabajar en la
transición con el presidente Alvaro Uribe, cuyo gobierno de
ocho años (fue elegido en 2002 y reelegido en 2006)
terminará el próximo 7 de agosto.
"Heredo del presidente Uribe una
serie de resultados, de transformaciones importantes. Voy a
cuidarlas; voy a construir sobre lo construido [...]",
dijo Mockus ayer.
"Politiquería"
Según varios analistas, la corrupción
y los actos de abuso de poder atribuidos al gobierno de
Uribe juegan en favor de Mockus, que se presenta como adalid
de la legalidad.
La propuesta de legalidad y lucha
contra la corrupción es el plus de Mockus sobre Santos,
dijo el analista León Valencia, director de la fundación
Nuevo Arco Iris, una ONG que ha denunciado vínculos de
congresistas, la mayoría oficialistas, con paramilitares de
extrema derecha.
"El tema de la politiquería y la
corrupción son el lunar del gobierno de Uribe", dijo
Valencia, quien destacó entre ellos los escándalos de
espionaje ilegal a la oposición y el de los "falsos
positivos": la ejecución de civiles por parte de
militares, que los presentaban como "guerrilleros
muertos en combate".
Mientras que Mockus goza de una aureola
de honestidad por su doble gestión como alcalde de Bogotá,
a Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, la oposición le
endilga responsabilidad política en esos hechos.
"Santos no ofrece cambio y centra
su campaña en el tema de la seguridad y el temor",
explicó Valencia. Añadió que Mockus ha prometido mantener
los logros en materia de seguridad de Uribe "por lo que
la gente no siente temor de votar por él".
Para Fernando Giraldo, catedrático en
Ciencias Sociales, "se rompió tanto la legalidad que
Mockus logró colocar como eje temático de la campaña ese
tema, sustituyendo el de la seguridad".
Además, las encuestas parecen indicar
que la gente no está dispuesta a darle a Santos el amplio
respaldo que le dio a Uribe en aras de su política de mano
dura contra la guerrilla marxista Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Los colombianos permitían muchas
licencias a Uribe en aras de resultados, lo que parecen no
están dispuestos a otorgarle a Santos", dijo
Villarraga, que lamenta que la campaña electoral se haya
centrado en el tema de la legalidad.
"Resulta un poco trágico que el
respeto a la ley se haya convertido en el fin, en el
objetivo, y no en punto de partida", afirmó.
Por otra parte, el senador Petro,
candidato presidencial del izquierdista PDA, dijo que dará
su respaldo a Mockus en una eventual segunda vuelta.
"Si votas amarillo [color del PDA] en primera vuelta
habrá coalición amarillo–verde en segunda vuelta",
escribió Petro en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, expresó que no habrá una
alianza para los comicios del 30 de mayo y ratificó en su página
que sus seguidores deben votar por el PDA en primera vuelta.