En un video difundido ayer
atacó al gobierno de Uribe pero le ofreció a su sucesor negociar el fin de
una guerra civil que ya lleva 60 años.
A casi un año de su última
aparición, el número uno de las FARC se mostró para extender al nuevo
gobierno colombiano una oferta de diálogo. “Lo que estamos en disposición
de analizar es hasta qué punto en Colombia necesitamos seguir combatiendo con
las armas en la mano para que haya democracia y para poder abrirle paso a una
nueva Colombia. Eso lo podemos discutir”, aseguró Alfonso Cano en un video
difundido ayer por la cadena qatarí Al Jazeera.
Durante todo momento mantuvo
un tono relajado, pero no dudó en criticar a Uribe y a su sucesor, que asume
el 7 de agosto. “La victoria de Juan Manuel Santos le garantiza a la
oligarquía colombiana la continuidad de sus políticas y de sus
estrategias”, advirtió el hombre que reemplazó al histórico líder de las
FARC, más conocido como Tirofijo.
Con un toldo camuflado de
color rojizo tapando dos tercios del fondo, el líder guerrillero habló
durante más de media hora.
Según el canal qatarí, la
filmación fue hecha este mes en algún lugar de las montañas colombianas. El
momento de la difusión de su discurso no fue azaroso. En las últimas semanas
el ejército colombiano anunció la muerte de alias Mayerly, la mano derecha
de Cano, y la captura de su jefe de seguridad, alias Araceli, lo que desató
una serie de rumores en los medios locales, en los que sostenían que el número
uno de las FARC tenía los días contados. Hace dos semanas, los medios
colombianos informaron que Cano estaba incomunicado y cercado por los
militares.
Además, la propuesta de diálogo
de la principal guerrilla colombiana se conoció justo en medio del conflicto
entre Bogotá y Caracas, provocado por la presunta presencia guerrillera en el
territorio venezolano. Cano no se refirió a la crisis bilateral, que provocó
la ruptura de las relaciones entre los gobiernos vecinos la semana pasada, ni
al pedido que les hizo Hugo Chávez hace unos días para rever la lucha
armada. Sin embargo, las palabras del líder guerrillero parecen coincidir con
los reclamos que venían haciendo los presidentes de la región. “Estamos
convencidos de que Colombia podrá cerrarle las puertas a la guerra civil si
encuentra el resquicio, el camino para que nos podamos encontrar y conversar
para darle a esto una posibilidad, una perspectiva distinta de la de matarnos
entre colombianos. A nosotros no nos alegra la guerra”, sentenció.
La última vez que las FARC
se sentaron a dialogar oficialmente con un gobierno colombiano fue con el
presidente Andrés Pastrana. Pero con el fracaso del diálogo en 2002, el
conflicto se recrudeció, se hicieron fuertes los paramilitares y llegó Uribe
al poder. Desde entonces Uribe y Santos, como su ministro de Defensa, le
asestaron un golpe tras otro a la guerrilla más importante del país. Por eso
al mismo tiempo que Cano se mostró abierto a un diálogo, le pegó con todo
lo que tenía a su nuevo interlocutor, Santos.
“Juan Manuel Santos tiene
la tarea de blindar al alto gobierno saliente de la acción de la Justicia,
tanto nacional como internacional, y también de recomponer el régimen político
porque está empapado de ilegitimidad, porque ha sido permeado profundamente
por el narcotráfico, por la corrupción administrativa, por la impunidad.
Porque su aparato electoral está podrido y porque a este régimen lo
caracteriza la violencia terrorista de una manera sustancial”, denunció el
máximo jefe de las FARC, quien se veía más canoso y con unos kilos más que
en su última aparición, en noviembre pasado.
Al cierre de esta edición el
gobierno de Uribe no había comentado sobre el video de Cano. Tampoco lo hizo
Santos, quien ayer cerró su gira regional en Puerto Príncipe, visitando los
campos de desplazados por el terremoto de enero pasado en Haití.