Matan
al comandante Jorge Briceño “Mono Jojoy”
Un
duro golpe para las FARC
Por
Constanza Vieira
Inter Press Service (IPS), 23/09/10
La muerte del comandante
guerrillero Luis Suárez, conocido como "Jorge Briceño" y
"Mono Jojoy", es un "golpe devastador" para las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), advirtió a IPS el analista en
temas militares Ariel Ávila.
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Manuel
Marulanda, fundador de las FARC, y el “Mono Jojoy” |
Bogotá.– Briceño, muerto
el miércoles 22 en una operación militar y policial, era miembro del
Secretariado del Estado Mayor de las FARC, fundadas en 1964. Además,
comandaba el Bloque Oriental, con jurisdicción en casi 40 por ciento del
territorio de este país –de 1,1 millones de kilómetros cuadrados–, en la
región suroriental, que comprende la Orinoquia y parte de la Amazonia.
El deceso del insurgente se
habría confirmado la víspera entre la hora local 16:00 y las 17:00, aunque
fue dado a conocer poco antes de la ocho de la mañana de este jueves. Briceño
cayó en un bombardeo masivo de dos días, durante una operación que comenzó
el domingo y en la que actúan entre 700 y 800 efectivos de la fuerza pública.
Los combates se mantenían este jueves.
En el ataque se emplearon
"bombas inteligentes" de fabricación estadounidense, lanzadas desde
aviones Super Tucano adquiridos a Brasil. El mecanismo de estas bombas permite
dar en el blanco con gran precisión, con ayuda de un microprocesador (chip),
que envía señales desde tierra, en o cerca del punto a ser bombardeado. Este
chip pudo ser ingresado al campamento del jefe guerrillero mediante una
operación de inteligencia de alto calibre que posiblemente contó con
delatores o infiltrados.
El operativo tuvo lugar en un
valle entre los poblados de La Macarena, La Uribe y Vista Hermosa, en pleno
Parque Nacional de la Serranía de La Macarena, en el centro del país y una
de las cunas de las FARC. Fuentes en el terreno relataron que el bombardeo
"fue brutal, devastador, quemaron todo". Supuestamente cayeron unas
50 bombas.
"Si usted suma la muerte
de (‘Manuel) Marulanda’, de ‘Raúl Reyes’ e ‘Iván Ríos’, los
tres no son un golpe tan fuerte como este", indicó Ávila, coordinador
del Observatorio del Conflicto Armado de la no gubernamental Corporación
Nuevo Arco Iris, en referencia a la seguidilla de pérdidas en la cúpula de
las FARC en marzo de 2008.
Ese mes falleció de viejo el
jefe histórico y comandante de las FARC, Manuel Marulanda; el negociador
internacional Reyes pereció en un bombardeo similar al de esta semana, pero
en territorio de Ecuador; y Ríos fue asesinado por un traidor.
La muerte de Briceño es
"un golpe devastador", reiteró Ávila, "en primer lugar porque
era muy querido al interior de las FARC, era el mito que reemplazó a Manuel
Marulanda" en el imaginario de la tropa de campesinos y colonos de esta
guerrilla izquierdista. Marulanda fue sucedido en la comandancia por
"Alfonso Cano", antropólogo bogotano de la estatal Universidad
Nacional quien, según Ávila, "es visto como un hombre de ciudad"
por la base insurgente.
Briceño nació en 1953 en
Boavita, municipio del noreste del país, en el departamento de Boyacá,
escenario de una fuerte violencia desatada por el gobierno conservador en la
guerra que comenzó en 1946. Y se crió en las FARC, pues su madre,
guerrillera, habría sido cocinera del subjefe insurgente "Jacobo
Arenas", ya fallecido.
Nunca habría ido a una
escuela formal, aprendió a leer en la guerrilla y en ella estudió la
historia de Colombia y textos marxistas. De aguda inteligencia, atento
conversador, con conocimientos de medicina práctica que aplicaba a sus
propias dolencias, se mantenía informado por igual sobre qué ocurría en el
mundo o sobre el detalle del funcionamiento de la guerrilla bajo su mando.
"Se convirtió en un
mito militar y cultural en las FARC", señaló Ávila sobre el hombre que
habría llegado a comandar, en el mejor momento del Bloque Oriental en
1998–1999, a unos 9.000 combatientes.
Tras aguantar el Plan
Colombia y el Plan Patriota (operaciones militares de largo aliento
financiadas por Estados Unidos), y el Plan Consolidación, una campaña cívico–militar
que cuenta además con apoyo de varios países europeos, ese bloque podría
tener hoy unos 4.000 guerrilleros repartidos en 32 frentes de guerra, según
Ávila.
Mientras el gobierno y
algunos analistas aseveraban que este golpe acerca la negociación de paz
porque debilita a la guerrilla, Ávila consideró que las FARC no funcionan
con ese criterio.
"Habrá que esperar.
Unos tres o cuatro meses", dijo el analista, "esto va a traer en
poco tiempo algunas desmovilizaciones y puede haber algunas fracturas, puede
haber desestructuración", estimó. Pero advirtió: "Las FARC se van
a recuperar".
La cúpula
La cúpula de las FARC está
conformada actualmente por los comandantes Alfonso Cano, "Joaquín Gómez",
"Pablo Catatumbo", el médico Mauricio Jaramillo, el ex
parlamentario "Iván Márquez" y "Timochenko". Briceño
debe ser reemplazado. Los suplentes del Secretariado son los guerrilleros
"Pastor Alape" y "Bertulfo".
Desde
su niñez formó parte de las guerrillas
campesinas
La historia
de Jojoy
Por
Ariel Ávila
Corporación Nuevo Arco Iris, 24/09/10
Jorge Briceño trepó en la
estructura de las Farc gracias al padrinazgo de Jacobo Arenas. Luego, ejerció
su propio poder, hasta llegar a consolidarse como el jefe sin discusión del
Bloque Oriental. Por eso, su muerte es un golpe tan importante a las Farc.
La historia de 'Jojoy', como
la historia de las guerrillas, arrancó hacia mediados del siglo XX. Nació en
Boavita, Boyacá, en 1953. De allí, debido a la fuerte violencia partidista
que azotó al departamento, se desplazó hacia la zona del Sumapaz, en
Cundinamarca, con su familia. Tenía entonces 6 años de vida. Otras fuentes
aseguran que nació en Cabrera, Cundinamarca.
Allí sus padres se
encontraron con el movimiento de autodefensa campesina que estaba formando el
partido comunista y que se gestaba en gran parte de Cundinamarca y Tolima. Esa
autodefensa, al mando de Juan de la Cruz Varela, terminaría entregándose en
un proceso de paz, mientras otro grupo de ellos se transformaría de una
autodefensa a una guerrilla.
Junto con guerrilleros
liberales llamados ‘comunes’, debido a su cercanía con los comunistas que
luego entrarían en una guerra abierta con los liberales ‘limpios’, que
obedecían a la dirección del Partido Liberal, se echarían los cimientos de
lo que años siguientes serían las Farc.
Su madre se convirtió en la
cocinera de Jacobo Arenas. De hecho, ‘Jojoy’ o Víctor Julio Suárez, más
que cercano a Marulanda, se convirtió en uno de los consentidos de Jacobo. Su
sobrenombre proviene de su cabello rubio cuando era niño, lo llamaban el
‘mono’.[1] Cuando Arenas comenzaba a dictar sus cursos de historia de
Colombia, obligaba al ‘mono’ a ir a las clases. Cuando lo gritaban por su
nombre para que regresara a la clase, él respondía ‘jojojoy’, y así
quedaría bautizado. Desde los 8 años el mito de “el hombre más
sanguinario de las FARC” comenzaba a echar raíces.
Inicialmente, se asentó en
el páramo del Sumapaz; allí se convirtió en el amo y señor de los
municipios de Cabrera, Pasca, Venecia y San Bernardo. Junto con su hermano
‘Grannobles’ y ‘Romaña’ conformaría lo que en la década de los 90
serían los frentes 53, 54 y 55. Sin embargo, su historia como comandante
guerrillero se remonta hacia la década de los 80. Acudía junto a Iván Márquez
a la Universidad de la Amazonia en Florencia, Caquetá. Su clase preferida era
la que dictaba ‘Joaquín Gómez’, hoy igualmente miembro del secretariado
de las Farc.
En 1983 fue nombrado jefe de
seguridad de Jacobo Arenas y le entregaron a su mando dos escuadras del frente
7 de las Farc, que más tarde serían los cimientos del frente 26, que opera
en La Uribe, Meta. Su participación en los diálogos de La Uribe sería
marginal: apenas el encargado militar de cuidar la zona, aunque
acontecimientos en la segunda mitad de la década de los 80 lo catapultarían.
En 1989, el entonces
comandante del frente 7 fue descubierto por Jacobo Arenas comercializando con
pasta de hoja de coca en la Serranía de La Macarena y fue sancionado, en su
reemplazo temporal se asignó a ‘Jojoy’. Este frente fue desplazado hacia
el Guaviare. En La Macarena fue puesto al frente del 27, uno de los frentes
madres de las Farc creado por ‘Jojoy’. Meses después se crearon los
frentes 43 y 44 en el sur de Meta, y 'Jojoy' inició así su carrera de
ascenso.
Importantes victorias
militares en Meta, la guerra sucia contra la UP (Unidad Popular) y, con ello,
la radicalización de las Farc potenciarían el ala militar de las Farc.
A la muerte de Jacobo Arenas
en 1990, 'Jojoy' ingresó al Secretariado y se convirtió en el comandante del
Bloque Oriental. En 1993 se realizó la octava conferencia guerrillera y fue
ratificado como comisario político en el estado mayor del Bloque Oriental (EMBO),
es decir, en el corazón de las Farc. Así inició en el 95 la estrategia de
la llamada “nueva forma de operar”: la movilización de grandes
contingentes de tropa era la característica. Con ello se produjeron las
principales golpes del grupo guerrillero. En 1998, dirigió la operación
Marquetalia o la toma a Mitú.
Un año antes, en 1997, las
Farc habían iniciado la estrategia de vacío de poder, que significaba el
aniquilamiento de los sectores políticos legales en sus zonas de influencia.
Cientos de concejales, alcaldes y gobernadores renunciaron a su cargo. Los
principales lugartenientes de ‘Jojoy’ desplazaron una ola de violencia por
todo el país. Urías Cuéllar y ‘Romaña’ comandaban contingentes de
tropa de más de 100 guerrilleros por las selva del Yarí.
En el proceso de paz del Caguán,
‘Jojoy’ era el amo y ejercía como jefe militar. Fue tal su dominio en los
tiempos de las negociaciones con la administración Pastrana, que 'Alfonso
Cano' salió rápidamente del Caguán y se instaló en el occidente del país.
En ese mismo período las
fuerzas militares habían iniciado un proceso de reestructuración que daría
frutos durante el gobierno Uribe. Urías Cuéllar murió en el 2001, luego
murieron ‘Acacio’, Felipe Rincón, y gran parte de su estructura fue
golpeada.
Hasta cierto punto, el bloque
oriental aguantó el Plan Patriota, el Plan Consolidación y el Plan Colombia,
pero el costo de ello fue un proceso de debilitación constante. Si bien las
Farc lograron aprender cómo funcionaba la Política de Seguridad Democrática
y por ello plantearon el Plan Renacer, ‘Jojoy’ quedó en condiciones de
inferioridad frente al Comando Conjunto de Occidente, al mando de Cano. Sin
embargo, en la zona de ‘Jojoy’ cerca de 4.000 guerrilleros continuaban en
la actualidad hasta hace muy poco a su lado.
Se conoce que se las
arreglaba para no pasar hambre y que seguía tomando decisiones, como cambios
en el mando de los frentes 1 y 43. Eso significa que si bien aún estamos
lejos del final del Bloque Oriental, sin lugar a dudas este es el golpe más
fuerte a las Farc en su historia.
Nota
de SoB:
1.- En
Colombia popularmente se llama “mono” o “mona” a las personas con
cabellos rubios.
Comunicado
de las FARC
Reiteran su
disposición al diálogo, pero sin rendición
Revista
Resistencia, 24/09/10
De “Resistencia”, a la
comunidad nacional e internacional, con motivo de los acontecimientos en las
selvas del sur de Colombia:
El pueblo de Colombia y el
mundo observan el triunfalismo macabro y la euforia guerrerista de la clase
gobernante colombiana, hecho perfectamente reflejado en la prensa amarillista
del régimen, que acuciosa ha desplegado ediciones especiales, no para
lamentar la violencia y clamar por la paz, como demandan los colombianos, sino
para cantar una falsa y victoriosa aniquilación de la insurgencia.
Voceros de gobierno y
analistas de bolsillo nutren la pretensión que por medio siglo ha amamantado
la clase terrateniente y corrompida que gobierna: exterminar por la vía
militar a la rebelión insurgente.
Cuán lejos están de la
realidad que representan las FARC–EP en Colombia, y su símbolo
revolucionario de resistencia, guías que hoy se propagan incluso más allá
de la América Latina.
Sabemos que los ejecutores de
la guerra del régimen, ni por un minuto piensan que sus bombas de racimo
pueden alcanzar a sus soldados y policías que permanecen como nuestros
prisioneros de guerra en la selva. Nada les detiene de lanzar sus bombardeos
feroces, inclusive asesinar a mansalva a sus propios hombres que dignamente
han defendido sus políticas.
Esta es la personalidad
violenta y excluyente del régimen que enfrentamos, y que pese a los avatares
de la confrontación, seguiremos enfrentando mientras tengamos, como hasta
hoy, el respaldo popular de las gentes humildes y negadas que engrandecen la
resistencia guerrillera. Ahí está el secreto que nos proyecta al futuro
tanto en las selvas como en las ciudades de Colombia.
Mientras haya injusticia,
desplazados y desterrados, acaparamiento de la tierra y la riqueza, bandas de
narcotraficantes y paramilitares cogobernando, impunidad, corrupción, pobreza
extrema, falta de garantías para participar políticamente por la vía pacífica
y democrática, y mientras haya pérdida de soberanía y saqueo de nuestros
recursos naturales, ahí seguirán apareciendo sin cesar los semilleros
genuinos para la existencia de las FARC–EP.
No obstante seguimos
reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición como obstinada y
estúpidamente lo piensa el régimen. Lo que reclamamos ya lo comunicó con
meridiana claridad nuestro comandante Alfonso Cano: el único camino es la
solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y
en ella somos y seremos factor determinante, las demás estrategias solo
contribuyen a prolongar el espiral de la guerra.
Finalmente queremos
corroborar que no nos alegra la muerte de nuestro adversario. Jamás la
revista y la emisora Resistencia, órganos informativos de las FARC–EP, han
celebrado muerte alguna.
Por el contrario, asumimos
con disciplina el pensamiento fariano y los lineamientos del Estado Mayor y el
Secretariado Nacional, que claramente y desde siempre han lamentado la
violencia, y en cambio hemos defendido y propuesto el dialogo y la paz. Acaso
no fue esa la inspiración de la exterminada Unión Patriótica ¿y no son los
mismos lineamientos democráticos, pluralistas y pacifistas del Movimiento
Bolivariano por la Nueva Colombia?
Convocamos a la comunidad
nacional e internacional a que no se deje engañar fácilmente con los cantos
de sirena que han proclamado el presidente J. M. Santos desde Nueva York y sus
esbirros desde los periódicos y micrófonos de Colombia.
No es por la vía de la
exterminación del contrario que Colombia encontrará la paz y la reconciliación.
En su momento el Secretariado habrá de comunicar la realidad de los hechos
sucedidos en las selvas del sur de Colombia, por lo mismo no agregamos nada
sobre estos acontecimientos. Entretanto, nos cubre el honor y la gloria de
seguir luchando y resistiendo hasta alcanzar una Nueva Colombia, en paz con
justicia y democracia.
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