La
crisis que provocó la burbuja inmobiliaria sigue sin solución
En
busca de salvataje, inundan de fondos la plaza financiera
mundial
Página
12, 19/12/07
La
fabulosa inyección de fondos al sistema alcanzó ayer,
entre el Banco Central Europeo y la FED, a 500 mil millones
de dólares.
Una
semana después de que los principales bancos centrales
lanzaran un salvataje conjunto por 89 mil millones de dólares,
ayer la Reserva Federal estadounidense, el Banco Central
Europeo y el de Inglaterra anunciaron nuevas medidas para
intentar evitar un agravamiento de la crisis por los créditos
hipotecarios, que amenaza con golpear las economías de
Estados Unidos y de Europa. El BCE inyectó entre bancos la
friolera de 500 mil millones de dólares. Tras varias
jornadas de caídas, los mercados reaccionaron con cautela
frente a los anuncios, aunque hubo mayoría de alzas en las
bolsas.
En
las últimas semanas se sucedieron los paquetes de medidas
que intentan encauzar la situación. Cuando explotó la
crisis, con la ola de impagos en los créditos hipotecarios
de baja calidad, los bancos centrales inyectaron liquidez
para poner a salvo a los bancos. La sensación de que los
problemas de solvencia no se solucionaron obligó a George
Bush a sacar un plan de rescate para 1,2 millón de
deudores. Ni siquiera las sucesivas bajas de la tasa por
parte de la FED calmaron la situación.
Ayer,
la FED propuso ponerle límites al otorgamiento de hipotecas
de riesgo. El plan será debatido ahora en audiencias públicas
y, de ser aprobado, las nuevas normas serán aplicadas a
partir del próximo año. El paquete prohíbe a los bancos
extender un préstamo sin estimar la capacidad del deudor de
amortizar la deuda independientemente de la posible venta de
la casa. Tampoco podrán otorgarse créditos hipotecarios
sin comprobar los ingresos y activos del individuo, algo que
se pasó por alto durante los momentos de máximo auge del
mercado.
Algunas
de las normas anunciadas dejan en claro la escasa
transparencia con la que actuaron los bancos estadounidenses
con tal de colocar créditos. Por ejemplo, de ahora en
adelante quedaron prohibidas las publicidades engañosas,
como la de anunciar una tasa de interés “fija” cuando,
en verdad, esa condición se cumple en los primeros dos años,
pero luego el costo pasa a ser variable.
Esta
característica de las líneas hizo que más de un millón
de personas haya caído en mora y, en muchos casos, se les
embargó la propiedad. Se estima que en los primeros meses
de 2008 otros dos millones de deudores correrán riesgos de
que les rematen las viviendas. “Queremos que los
consumidores tomen decisiones sobre las opciones
hipotecarias con confianza, con garantías de que las prácticas
sin escrúpulos no serán toleradas”, dijo Ben Bernanke,
titular de la Reserva Federal, al presentar el nuevo
paquete. La actitud de los bancos estadounidenses,
escondiendo datos a los clientes, se repitió algunos años
atrás, cuando entidades financieras europeas vendían bonos
de la deuda argentina sin avisarles a los inversores los
riesgos que asumían.
Desde
Europa también se anunciaron nuevas iniciativas. La más
relevante fue la del BCE. Asignó a los bancos nada menos
que 500 mil millones de dólares, con el objetivo de que no
haya sobresaltos en el fin de año, una época en que,
estacionalmente, existe una fuerte demanda de liquidez. La
tasa de esos préstamos de corto plazo fue del 4,21 por
ciento anual. Es un costo más bajo que el habitual. Ayer,
la tasa interbancaria Libor a un día cotizó en el 5 por
ciento anual. Un total de 390 entidades financieras se
favorecieron con la licitación.
Por
su parte, el gobierno británico volvió a salir al rescate
del Northern Rock, el banco más castigado por la crisis de
los créditos hipotecarios de baja calidad. Ahora amplió
las garantías para los depósitos de la institución
financiera. En la city evaluaron que la iniciativa era una
forma de ganar tiempo hasta la venta del banco. Hasta ahora,
el Northern Rock percibió una ayuda estatal por 35 mil
millones de euros (51 mil millones de dólares).
Frente
a los anuncios, Wall Street y las bolsas europeas
reaccionaron con leves alzas. El índice Dow Jones se elevó
0,5 por ciento mientras que el panel tecnológico Nasdaq lo
hizo en un 0,8 por ciento. En Europa hubo alzas de entre 0,5
y 0,8 por ciento.
La
fabulosa inyección de fondos al sistema alcanzó ayer,
entre el Banco Central Europeo y la FED, a 500 mil millones
de dólares. La crisis que provocó la burbuja inmobiliaria
sigue sin solución.
Una
semana después de que los principales bancos centrales
lanzaran un salvataje conjunto por 89 mil millones de dólares,
ayer la Reserva Federal estadounidense, el Banco Central
Europeo y el de Inglaterra anunciaron nuevas medidas para
intentar evitar un agravamiento de la crisis por los créditos
hipotecarios, que amenaza con golpear las economías de
Estados Unidos y de Europa. El BCE inyectó entre bancos la
friolera de 500 mil millones de dólares. Tras varias
jornadas de caídas, los mercados reaccionaron con cautela
frente a los anuncios, aunque hubo mayoría de alzas en las
bolsas.
En
las últimas semanas se sucedieron los paquetes de medidas
que intentan encauzar la situación. Cuando explotó la
crisis, con la ola de impagos en los créditos hipotecarios
de baja calidad, los bancos centrales inyectaron liquidez
para poner a salvo a los bancos. La sensación de que los
problemas de solvencia no se solucionaron obligó a George
Bush a sacar un plan de rescate para 1,2 millón de
deudores. Ni siquiera las sucesivas bajas de la tasa por
parte de la FED calmaron la situación.
Ayer,
la FED propuso ponerle límites al otorgamiento de hipotecas
de riesgo. El plan será debatido ahora en audiencias públicas
y, de ser aprobado, las nuevas normas serán aplicadas a
partir del próximo año. El paquete prohíbe a los bancos
extender un préstamo sin estimar la capacidad del deudor de
amortizar la deuda independientemente de la posible venta de
la casa. Tampoco podrán otorgarse créditos hipotecarios
sin comprobar los ingresos y activos del individuo, algo que
se pasó por alto durante los momentos de máximo auge del
mercado.
Algunas
de las normas anunciadas dejan en claro la escasa
transparencia con la que actuaron los bancos estadounidenses
con tal de colocar créditos. Por ejemplo, de ahora en
adelante quedaron prohibidas las publicidades engañosas,
como la de anunciar una tasa de interés “fija” cuando,
en verdad, esa condición se cumple en los primeros dos años,
pero luego el costo pasa a ser variable.
Esta
característica de las líneas hizo que más de un millón
de personas haya caído en mora y, en muchos casos, se les
embargó la propiedad. Se estima que en los primeros meses
de 2008 otros dos millones de deudores correrán riesgos de
que les rematen las viviendas. “Queremos que los
consumidores tomen decisiones sobre las opciones
hipotecarias con confianza, con garantías de que las prácticas
sin escrúpulos no serán toleradas”, dijo Ben Bernanke,
titular de la Reserva Federal, al presentar el nuevo
paquete. La actitud de los bancos estadounidenses,
escondiendo datos a los clientes, se repitió algunos años
atrás, cuando entidades financieras europeas vendían bonos
de la deuda argentina sin avisarles a los inversores los
riesgos que asumían.
Desde
Europa también se anunciaron nuevas iniciativas. La más
relevante fue la del BCE. Asignó a los bancos nada menos
que 500 mil millones de dólares, con el objetivo de que no
haya sobresaltos en el fin de año, una época en que,
estacionalmente, existe una fuerte demanda de liquidez. La
tasa de esos préstamos de corto plazo fue del 4,21 por
ciento anual. Es un costo más bajo que el habitual. Ayer,
la tasa interbancaria Libor a un día cotizó en el 5 por
ciento anual. Un total de 390 entidades financieras se
favorecieron con la licitación.
Por
su parte, el gobierno británico volvió a salir al rescate
del Northern Rock, el banco más castigado por la crisis de
los créditos hipotecarios de baja calidad. Ahora amplió
las garantías para los depósitos de la institución
financiera. En la city evaluaron que la iniciativa era una
forma de ganar tiempo hasta la venta del banco. Hasta ahora,
el Northern Rock percibió una ayuda estatal por 35 mil
millones de euros (51 mil millones de dólares).
Frente
a los anuncios, Wall Street y las bolsas europeas
reaccionaron con leves alzas. El índice Dow Jones se elevó
0,5 por ciento mientras que el panel tecnológico Nasdaq lo
hizo en un 0,8 por ciento. En Europa hubo alzas de entre 0,5
y 0,8 por ciento.
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