Larry
Summers, ex secretario del Tesoro, pide estímulos fiscales
para evitar una recesión
Por
Michael M. Phillips
Wall Street Journal, 19/12/07
Washington
– El ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence
Summers, alguna vez considerado como el miembro fiscalmente
austero del equipo de Bill Clinton, afirma que el gobierno
debería considerar un paquete de recorte tributario y gasto
fiscal de entre US$ 50.000 millones y US$ 75.000 millones
para evitar una fuerte recesión.
Summers,
que ahora ejerce como profesor en la Universidad de Harvard
y como gestor en un fondo de inversión, también urgió a
la Reserva Federal a tomar medidas más agresivas para
asegurarse de que los recortes en las tasas de interés en
verdad lleguen hasta los consumidores y así estimulen el
gasto.
"Las
medidas insuficientes para contener las fuerzas de recesión
tienen consecuencias mucho más serias que medidas excesivas
para contener esas fuerzas", afirmó Summers en una
entrevista realizada ayer, en vísperas de un esperado
discurso que dará hoy en el centro de estudios Brookings
Institution.
Sus
comentarios lo colocan en el campo de los más pesimistas
respecto de la economía estadounidense y son una bofetada a
la manera en que el gobierno de George W. Bush ha manejado
la crisis de las hipotecas subprime y la contracción en los
mercados de crédito. "El tipo de enfoque amplio que se
necesita para minimizar los riesgos no existe", dijo.
"Pienso
que la probabilidad de una recesión es mayor a 50% y que
existe una posibilidad cierta de una recesión más seria
que lleve al peor desempeño económico desde finales de los
años 70 y comienzo de los 80", afirmó. Incluso una
recesión suave le costaría a la familia estadounidense
promedio de cuatro miembros entre US$ 4000 y US$ 5000 al año,
mientras que elevaría el déficit anual del gobierno en US$
100.000 millones.
El
gobierno, afirmó Summers, debería enfrentar el bajón
mediante gastos específicos y temporales, incluyendo una
extensión preventiva de los beneficios de desempleo y una
rebaja universal en los impuestos, entre otras cosas.
Críticas
a la Fed
Durante
el fin de semana, el ex presidente de la Fed, Alan
Greenspan, hizo comentarios en la TV que llevaron a algunos
observadores a pensar que él también defiende la postura
de un estímulo fiscal. Pero en comentarios a The Wall
Street Journal ayer, Greenspan disputó esa caracterización.
"Hablo de ayuda de emergencia, similar a lo que el
gobierno hace cuando ocurren desastres naturales".
Greenspan dijo que se opone a cualquier medida del gobierno
que pudiera alterar los términos de los contratos
hipotecarios, al igual que cualquier intervención que
pretenda evitar que los precios de las viviendas caigan.
Esto "retrasaría el clímax, tan necesario para
terminar con la actual crisis".
Las
críticas de Summers también se extendieron a la Fed. Dijo
que los recortes de las tasas de interés apenas han tenido
efecto debido a la desgana de las instituciones financieras
a conceder créditos. La Fed ha reducido su tasa de interés
de referencia de corto plazo en un punto porcentual desde
agosto, de 5,25 a 4,25%.
Summers
analizó de una forma similarmente pesimista la parte clave
de la respuesta del gobierno Bush a la creciente ola de
embargos hipotecarios entre los propietarios de bienes raíces
con préstamos ajustables de alto riesgo. El actual
secretario del Tesoro de EE.UU., Henry Paulson, ha
respaldado un plan voluntario que otorgaría nuevas
hipotecas o tasas congeladas para hasta 1,2 millones de
prestatarios de alto riesgo en los próximos dos años.
Sin
embargo, Summers también se opuso a este plan. En su lugar,
propuso cambios en las leyes de bancarrota para que permitan
a los propietarios insolventes reducir su deuda existente.
Argumentó que un plan así haría que la gente pudiera
quedarse con sus casas, pero costándoles menos dinero a los
prestamistas que lo que supondría la ola de embargos que
vaciaría los vecindarios y hundiría aún más los precios
de las viviendas.
Summers
también destacó que sus comentarios no están
influenciados por el hecho de que se desempeñe como
director gerente de D.E. Shaw, un firma de inversión y
capital privado de Wall Street. "En D.E. Shaw son
conscientes de mis puntos de vista", dijo. "Sus
estrategias de inversión no están motivadas por
consideraciones de política macroeconómica."
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