El hambre
mundial no sólo es una bendición para los burgueses del
campo de países como Argentina, también hace engordar a
las multinacionales (SoB)
La inflación
alimentaria crea una bonanza para firmas
como Nestlé, ADM y
Danone
Por David Kesmodel
y Lauren Etter en Chicago
y Aaron Patrick en
Londres
Wall
Street Journal, 30/04/08
Mientras el alza
en los precios de los alimentos irrita a los países pobres,
un amplio espectro de compañías de alimentos se da un
banquete.
Las ganancias de
las empresas que procesan granos, venden fertilizantes,
fabrican maquinaria agrícola y proveen semillas a los
agricultores se han disparado. Algunos fabricantes de
alimentos procesados tampoco se pueden quejar. Estas firmas
cosechan los beneficios de un aumento en la demanda global
de alimentos y granos en momentos en los que los suministros
apenas satisfacen la demanda.
La señal más
reciente de esta bonanza para las empresas de alimentos
provino de Archer–Daniels–Midland Co. (ADM). El
procesador estadounidense de granos divulgó el martes un
salto de 42% en sus ganancias del tercer trimestre fiscal,
incluyendo la septuplicación de las utilidades de la filial
que almacena, transporta y comercia granos como trigo, maíz
y soya. "La volatilidad en los mercados de materias
primas presenta oportunidades sin precedentes", dijo
Patricia Woertz, presidenta ejecutiva de la compañía.
Los súbitos
aumentos en los costos de los alimentos han ocasionado
disturbios en Africa, el acaparamiento de arroz en algunas
partes de Asia y ha motivado a algunos países a limitar sus
exportaciones.
La crisis, que
algunos califican como la más grave de las últimas tres décadas,
es causada por un aumento de la demanda de países de rápido
crecimiento como China e India, una caída en los
inventarios de granos producida por las inclemencias del
clima y la mayor cantidad de tierras usadas para cultivar
plantas para hacer combustibles en vez de comida.
Ban Ki–moon,
secretario general de Naciones Unidas, solicitó el martes
la creación de un panel de alto nivel para enfrentar el
impacto de los altos precios de los granos y el petróleo.
Aseguró que los países deben hacer más para evitar
"el descontento social en una escala sin
precedentes".
En particular,
aseveró, los países deberían aportar fondos para
compensar el déficit de US$ 755 millones del Programa
Mundial de Alimentos, cuya misión es alimentar a los
hambrientos del mundo.
Las compañías
que trabajan más estrechamente con los agricultores derivan
los mayores beneficios de los altos precios de los
alimentos, mientras que las que se encuentran más abajo en
la cadena alimenticia, como el productor de carne Tyson
Foods Inc., no pueden tras pasar todos los incrementos a los
consumidores.
Los agricultores,
que desde hace años no tenían los bolsillos tan llenos,
están pagando más dinero por semillas, fertilizantes y
maquinaria para cumplir con la mayor demanda.
Monsanto Co., que
produce semillas y herbicidas, aseguró que sus ganancias en
el último trimestre se duplicaron con creces. Sus rivales
DuPont Co. y Syngenta AG acaban de revisar al alza sus
predicciones de ganancias.
El fabricante de
maquinaria agrícola Deere & Co. registró un aumento de
55% en sus ingresos del último trimestre. Las ganancias
netas del productor de fertilizantes Mosaic Co. en el tercer
trimestre se multiplicaron por 12.
Woertz, la máxima
ejecutiva de Archer–Daniels–Midland, dijo que comprende
el descontento de los consumidores que están pagando más
por sus alimentos, pero atribuyó la culpa al alza en los
precios del combustible, no a los granos y los
biocombustibles. "Alejarse de los biocombustibles es
una insensatez", manifestó.
El incremento en
los costos de los ingredientes ha afectado a varias compañías
estadounidenses de alimentos procesados, como Kraft Foods
Inc. En Europa, sin embargo, la inflación de los alimentos
ha propulsado los resultados de dos de los mayores
productores de alimentos del mundo, la suiza Nestlé SA y la
francesa Groupe Danone SA. Ambas han traspasado las alzas de
precios a los consumidores sin resentir sus ganancias.
Al igual que
muchas compañías europeas, Nestlé no reveló sus
ganancias del primer trimestre. No obstante, las ventas
crecieron 6%, frente al primer trimestre del año anterior,
para ascender a los 25.700 millones de francos suizos (US$
24.800 millones). Al eliminar los efectos cambiarios, de
adquisiciones y retiros de capital, las ventas subieron
9,8%, un gran salto para una empresa de tal envergadura.
"Este desempeño es sin precedentes", dijo el
director de relaciones con los inversionistas de Nestlé,
Roddy Child–Villiers, en una conferencia con analistas el
21 de abril. Nestlé planea elevar sus márgenes de ganancia
este año, una señal de que ha logrado traspasar sus
mayores costos a los consumidores sin afectar sus ganancias.
El aumento de sus
precios ha reducido las ventas de la leche, los yogures y
otros productos lácteos de Danone, pero eso no ha afectado
el crecimiento de los ingresos. La empresa parisina dice que
produce un quinto de los productos lácteos frescos del
mundo. Los mayores costos de los concentrados para animales
han encarecido la cría de vacas, disparando los precios de
la leche al por mayor.
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