Tres
necesidades vitales en peligro
La
crisis global: alimento, agua y combustible
Por
Michel Chossudovsky (*)
Global
Research, 05/06/08
Rebelión,
10/06/08
Traducido
por Germán Leyens
Las
balas cubiertas de azúcar del "libre mercado" están
matando a nuestros hijos. El acto de asesinar es
impremeditado. Es instrumentado de un modo indiferente
mediante negocios programados por computadoras en las bolsas
mercantiles de Nueva York y Chicago, donde se deciden los
precios globales de arroz, trigo y maíz.
La
pobreza no es sólo el resultado de fracasos de políticas
en el ámbito nacional. La gente en diferentes países está
siendo empobrecida simultáneamente como resultado de un
mecanismo de mercado global. Un pequeño número de
instituciones financieras y corporaciones globales tiene la
capacidad de determinar, mediante la manipulación del
mercado, el nivel de vida de millones de personas en todo el
mundo.
|
Protagonistas
corporativos destacados en este artículo (entre muchos
otros actores corporativos importantes)
Comercio
especulativo con petróleo crudo:
Goldman Sachs, Morgan Stanley, British Petroleum (BP),
Deutsche Bank, Société Générale, Bank of America,
Mercuria, de Suiza
Privatización
del agua:
Infraestructura:
Veolia, Bechtel–United Utilities, Thames Water y RWE–AG,
de Alemania. Minoristas, distribución de agua potable:
Coca–Cola, Danone, Nestlé y PepsiCo
Precios
de alimentos semillas genéticamente modificadas:
Monsanto, Syngenta, Aventis, DuPont, Dow Chemical,
Cargill, Arch Daniel Midland.
Complejo
militar–industrial:
Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grunman, Boeing,
General Dynamics, British Aerospace Systems Corporation
(BAES)
|
Nos
encontramos en la encrucijada de la crisis económica y
social más seria de la historia moderna. El proceso de
empobrecimiento global desatado al comienzo de la crisis de
la deuda de los años ochenta ha llegado a un importante
punto decisivo, llevando a la erupción simultánea de
hambrunas en todas las principales regiones del mundo en
desarrollo.
Hay
muchas características complejas que subyacen a la crisis
económica global, que tienen que ver con mercados
financieros, la disminución de la producción, el colapso
de instituciones estatales y el rápido desarrollo de una
economía de guerra motivada por beneficios. Lo que es
mencionado pocas veces en este análisis, es como esta
reestructuración económica global afecta forzosamente a
tres necesidades fundamentales de la vida: el alimento, el
agua, y el combustible.
El
suministro de alimento, agua y combustible es un
prerrequisito para la sociedad civilizada: son factores
necesarios para la supervivencia de la especie humana. En
los últimos años, los precios de esas tres variables han
aumentado dramáticamente en el ámbito global, con
devastadoras consecuencias económicas y sociales.
Esos
tres bienes o artículos de consumo esenciales, que en
sentido real determinan la reproducción de la vida económica
y social en el planeta Tierra, están bajo el control de un
pequeño número de corporaciones e instituciones
financieras globales.
Tanto
el Estado como la gama de organizaciones internacionales –
a las que se refieren a menudo como la 'comunidad
internacional' – sirven los intereses libres de trabas del
capitalismo global. Los principales organismos
intergubernamentales, incluyendo a Naciones Unidas, las
instituciones de Bretton Woods y la Organización Mundial de
Comercio (OMC) han avalado el Nuevo Orden Mundial por cuenta
de sus patrocinadores corporativos. Gobiernos en países
desarrollados y en desarrollo han abandonado su papel histórico
de reguladores de las variables económicas cruciales, así
como de asegurar un sustento mínimo para sus pueblos.
Movimientos
de protesta dirigidos contra los aumentos de los precios de
alimentos y gasolina han hecho erupción simultáneamente en
diferentes regiones del mundo. Las condiciones son
particularmente críticas en Haití, Nicaragua, Guatemala,
India, Bangladesh. La escalada de los precios de alimentos y
combustible en Somalia ha precipitado a todo el país a una
situación de hambruna masiva, combinada con una grave falta
de agua. Una situación similar e igualmente seria prevalece
en Etiopia.
Otros
países afectados por el aumento fuera de control de los
precios de alimentos incluyen a Indonesia, las Filipinas,
Liberia, Egipto, Sudán, Mozambique, Zimbabue, Kenia,
Eritrea, una larga lista de países empobrecidos..., para no
hablar de los que están bajo ocupación militar extranjera,
incluyendo a Iraq, Afganistán y Palestina.
Desregulación
El
suministro de alimento, agua y combustible ya no es objeto
de regulación o intervención gubernamentales o
intergubernamentales a fin de aliviar la pobreza o evitar el
estallido de hambrunas.
La
suerte de millones de seres humanos es dirigida tras puertas
cerradas en las salas de consejo de las corporaciones como
parte de una agenda motivada por los beneficios.
Y
como estos poderosos actores económicos operan a través de
un mecanismo de mercado aparentemente neutral e
"invisible," los devastadores impactos sociales de
aumentos amañados en los precios de alimentos, combustible
y agua son descartados a la ligera como resultado de
consideraciones de oferta y demanda.
Naturaleza
de la crisis económica y social global
Confundidas
en gran parte por informes oficiales y mediáticos, tanto la
"crisis alimentaria" como la "crisis del petróleo"
son el resultado de la manipulación especulativa de valores
del mercado por parte de poderosos protagonistas económicos.
No
se trata "crisis" distintas y separadas de los
alimentos, el combustible y el agua, sino de un proceso
global de reestructuración económica y social.
Los
dramáticos aumentos de los precios de estos tres recursos
esenciales no son algo casual. Estas tres variables,
incluyendo los precios de de alimentos básicos, del agua
para la producción y el consumo y de los combustibles son
objeto de un proceso de manipulación deliberada y simultánea
del mercado.
Al
centro de la crisis alimentaria están los crecientes
precios de alimentos básicos, combinados con un aumento
dramático del precio del combustible.
Al
mismo tiempo, el precio del agua que es un insumo esencial
para la producción agrícola e industrial, la
infraestructura social, la higiene pública y el consumo doméstico,
ha aumentado abruptamente como resultado de un movimiento a
escala mundial para privatizar los recursos acuíferos.
Estamos
frente a una gran agitación económica y social, una crisis
global, caracterizada por la relación triangular entre el
agua, los alimentos, y el combustible: tres variables
fundamentales, que afectan en conjunto los medios mismos
para la supervivencia humana.
En
términos muy concretos, estos aumentos de precios
empobrecen y destruyen vidas humanas. Además, el colapso a
escala mundial de los niveles de vida ocurre en un tiempo de
guerra. Está íntimamente relacionado con la agenda
militar. La guerra en Oriente Próximo tiene una relación
directa con el control sobre las reservas de petróleo y del
agua.
Aunque
el agua no es actualmente una materia prima comercializada
internacionalmente de la misma manera como el petróleo y
los alimentos básicos, también es objeto de la manipulación
del mercado a través de la privatización del agua.
Los
actores económicos y financieros que operan detrás de
puertas cerradas son:
*
Los principales bancos y firmas financieras de Wall Street,
incluyendo los especuladores institucionales que juegan un
papel directo en los mercados de materias primas, incluyendo
los mercados del petróleo y los alimentos.
*
Los gigantes del petróleo anglo–estadounidenses,
incluyendo a British Petroleum (BP), ExxonMobil,
Chevron–Texaco, Royal Dutch Shell.
*
Los conglomerados de la biotecnología y del agronegocio,
que poseen los derechos de propiedad intelectual sobre
semillas e insumos agrícolas. Las compañías de
biotecnología también son importantes actores en las
bolsas mercantiles de Nueva York y Chicago.
*
Los gigantes del agua incluyendo a Suez, Veolia y
Bechtel–United Utilities, involucrados en la amplia
privatización de los recursos acuíferos del mundo.
*
El complejo militar–industrial anglo–estadounidense que
incluye a los cinco grandes contratistas de la defensa de
EE.UU. (Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grunman, Boeing
y General Dynamics) en alianza con British Aerospace Systems
Corporation (BAES) constituye una poderosa fuerza
superpuesta, estrechamente aliada con Wall Street, los
gigantes del petróleo y los conglomerados del agronegocio y
de la biotecnología.
La
burbuja del precio del petróleo
El
movimiento en los precios globales en las bolsas mercantiles
de Nueva York y Chicago no tiene nada que ver con los costes
de producción del petróleo. Los precios disparados del
petróleo crudo no resultan de una escasez de petróleo. Se
calcula que el coste de un barril de petróleo en Oriente Próximo
no excede los 15 dólares. Los costes de un barril de petróleo
extraído de las arenas bituminosas de Alberta, Canadá, es
del orden de 30 dólares (Antoine Ayoub, Radio Canadá, mayo
de 2008)
El
precio del petróleo crudo es actualmente más de 120 dólares
por barril. El precio de mercado es en gran parte el
resultado de la acometida especulativa.
Precios
del petróleo 2006–2008
Precios
del petróleo 1994–marzo de 2008
Fuente:
NYMEX
El
petróleo forma parte de la producción de virtualmente
todas las áreas de la manufactura, la agricultura y la
economía del sector de servicios. Los aumentos en los
precios del combustible han contribuido, en todas las
principales regiones del mundo, a precipitar a la bancarrota
a decenas de miles de pequeñas y medianas empresas así
como a debilitar y potencialmente paralizar los canales del
comercio interior e internacional.
El
mayor coste de la gasolina en el sector minorista lleva a la
desaparición de las economías en el ámbito local, a un
aumento de la concentración industrial y a una masiva
centralización del poder económico en manos de un pequeño
número de corporaciones globales. Por su parte, los
aumentos en el combustible tienen una repercusión negativa
sobre el sistema de transporte urbano, las escuelas y los
hospitales, los transportes por camión, los embarques
intercontinentales, el transporte aéreo, el turismo, la
recreación y la mayor parte de los servicios públicos.
Inflación
El
aumento en los precios del combustible desata un proceso
inflacionario más amplio que resulta en una compresión del
poder adquisitivo real y una disminución consecuente de la
demanda de consumo. Son afectados todos los mayores sectores
de la sociedad, incluyendo a las clases medias en los países
desarrollados.
Estos
movimientos de precios son dictados por los mercados de
materias primas. Son el resultado del comercio especulativo
en los fondos índice, los futuros y las opciones en todos
los principales mercados de materias primas, incluyendo el
ICE [Intercontinental Exchange] de Londres y las bolsas
mercantiles de Nueva York y Chicago.
La
dramática subida de precios no es el resultado de una
escasez de combustible, alimento o agua
Este
trastorno en la economía global es deliberado. Las políticas
económica y financiera del Estado son controladas por
intereses corporativos privados. El comercio especulativo no
es objeto de políticas reguladores. La depresión económica
contribuye a la formación de riqueza, a realzar el poder de
un puñado de corporaciones globales.
Según
William Engdahl: "Por lo menos un 60% del precio de 128
dólares por barril del petróleo crudo proviene de la
especulación en futuros no regulada de fondos
especulativos, bancos y grupos financieros que utilizan las
bolsas de futuros ICE de Londres y NYMEX de Nueva York y el
comercio inter–bancos o sobre el mostrador para evitar un
análisis minucioso. Las regulaciones del gobierno sobre el
margen en futuros en EE.UU. de la Comisión del Comercio en
Futuros sobre Mercancías, permiten que los especuladores
compren un contrato de futuros de petróleo crudo en la
NYMEX y que tengan que pagar sólo un 6% del valor del
contrato. Al precio actual de 128 dólares por barril, eso
significa que un negociante en futuros sólo tiene que
depositar unos 8 dólares por cada barril. Pide prestados
los otros 120 dólares. Este extremo 'apalancamiento' de 16
a 1 ayuda a impulsar los precios a niveles salvajemente
irreales y a compensar las pérdidas de los bancos en
hipotecas de alto riesgo y otros desastres a costas de la
población en general.” (Vea más sobre la verdadera razón
detrás de los altos precios del petróleo, en Global
Research, mayo de 2008)
Entre
los otros protagonistas en el mercado especulativo para el
petróleo crudo están Goldman Sachs, Morgan Stanley,
British Petroleum (BP), el conglomerado bancario francés
Société Générale, Bank of America, el mayor banco de
EE.UU., y Mercuria de Suiza. (Vea Miguel Angel Blanco, La
Clave, Madrid, junio 2008)
British
Petroleum controla la Bolsa Internacional del Petróleo
(IPE) basada en Londres, que es una de las mayores bolsas
del mundo para futuros y opciones en energía. Entre los
principales accionistas de IPE están Goldman Sachs y Morgan
Stanley.
Según
Der Spiegel, Morgan Stanley es uno de los principales
actores institucionales en el mercado especulativo del petróleo
(IPE) basado en Londres. Según Le Monde, Société Générale,
de Francia, junto con Bank of America y Deutsche Bank han
estado involucrados en la difusión de rumores a fin de
aumentar el precio del petróleo crudo. (Vea Miguel Angel
Blanco, La Clave, Madrid, junio de 2008)
Se
disparan los precios de los alimentos
La
crisis alimentaria global, caracterizada por considerables
aumentos en los precios de los alimentos básicos, ha
conducido a millones de personas en todo el mundo hacia el
hambre y la pobreza absoluta crónica.
Según
la FAO [Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación], el precio de los alimentos
básicos en granos ha aumentado en un 88% desde marzo de
2007. El precio del trigo ha aumentado en un 181% en un período
de tres años. El precio del arroz ha aumentado en un 50%
durante los últimos tres meses. (Vea Ian Angus:
"Crisis Alimentaria – La mayor demostración del
fracaso histórico del modelo capitalista", Rebelión,
mayo de 2008):
El
precio del arroz se ha triplicado durante un período de
cinco años, de aproximadamente 600 dólares por tonelada en
2003 a más de 1.800 dólares por tonelada en mayo de 2008.
(Vea gráfica a continuación)
"La
calidad más popular de arroz de Tailandia se vendió a 198
dólares por tonelada hace cinco años y por 323 dólares
hace un año. En abril de 2008, el precio llegó a 1.000 dólares.
Los aumentos son aún mayores en mercados locales – en
Haití, el precio de mercado de un saco de 50 kilos de arroz
se duplicó en una semana a fines de marzo de 2008. Son
aumentos catastróficos para los 2.600 millones de personas
en todo el mundo que viven con menos de 2 dólares al día y
gastan entre un 60 y un 80% de sus ingresos en alimento.
Cientos de millones no tienen suficiente dinero para
comer." (Ibíd.)
Los
principales actores en el mercado de los granos son Cargill
y Archer Daniels Midland (ADM). Estos dos gigantes
corporativos controlan una gran parte del mercado global de
granos. También participan en transacciones especulativas
en futuros y opciones en la NYMEX y en la Bolsa de Futuros
de Chicago (CBOT). En EE.UU., "el mayor productor de
cultivos GM [genéticamente modificados], Cargill, ADM y el
competidor Zen Noh, controlan entre ellos un 81% de todas
las exportaciones de maíz y un 65% de todas las
exportaciones de soja." (Greg
Muttitt, Control Freaks, Cargill and ADM, The Ecologist,
marzo de 2001)
TRIGO
MAÍZ
Fuente: Chicago Board of Trade
Antecedentes
históricos de la reforma agrícola
Desde
inicios de los años ochenta, coincidiendo con la embestida
de la crisis de la deuda, la gama de reformas neoliberales
de política macroeconómica ha contribuido en gran parte a
debilitar la agricultura local. Durante los últimos 25 años,
el cultivo de alimentos en los países en desarrollo ha sido
desestabilizado y destruido por la imposición de reformas
del FMI y del Banco Mundial.
El
dumping de excedentes de granos de EE.UU., Canadá y de la
Unión Europea ha llevado a la desaparición de la
autosuficiencia alimentaria y a la destrucción de la economía
campesina local. A su vez, este proceso ha resultado en
beneficios multimillonarios para el agronegocio occidental,
resultantes de contratos de importación por los países en
desarrollo, que ya no son capaces de producir sus propios
alimentos.
Estas
condiciones históricas preexistentes de pobreza masiva han
sido exacerbadas y agravadas por el reciente aumento en los
precios de los granos, que han llevado en algunos casos a la
duplicación del precio minorista para los alimentos básicos.
Los
incrementos de precios también han sido exacerbados por el
uso de maíz para producir etanol. En 2007, la producción
de maíz fue del orden de 12.320 millones de fanegas de las
cuales 3.200 millones fueron utilizadas para la producción
de etanol. Casi un 40% de la producción de maíz en EE.UU.
será canalizada hacia el etanol.
Semillas
genéticamente modificadas
Coincidiendo
con el establecimiento de la Organización Mundial de
Comercio (OMC) en 1995, ha ocurrido otro importante cambio
histórico en la estructura de la agricultura global.
Bajo
los artículos de acuerdo de la Organización Mundial de
Comercio (OMC), se ha garantizado a los gigantes
alimentarios una libertad irrestricta para penetrar a los
mercados de semillas de los países en desarrollo.
La
adquisición de "derechos de propiedad
intelectual" exclusiva sobre variedades de plantas por
intereses agroindustriales internacionales, también
favorece la destrucción de la biodiversidad.
Actuando
por cuenta de un puñado de conglomerados de biotecnología,
las semillas OMG han sido impuestas a los agricultores, a
menudo en el contexto de "programas de ayuda
alimentaria". En Etiopia, por ejemplo, kits de semillas
OMG fueron distribuidos a agricultores empobrecidos para
rehabilitar la producción agrícola después de una sequía
importante.
Las
semillas OMG fueron plantadas, produciendo una cosecha. Pero
luego el agricultor llegó a darse cuenta de que las
semillas OMG no podían ser vueltas a plantar sin pagar
derechos a Monsanto, Arch Daniel Midland, y otros.
Luego
los agricultores descubrieron que las semillas sólo podían
ser cosechadas si utilizaban los insumos agrícolas que
incluían el fertilizante, el insecticida y el herbicida,
producidos y distribuidos por las compañías biotecnológicas
del agronegocio. Economías campesinas completas fueron
recluidas bajo la sujeción a los conglomerados del
agronegocio.
Los
principales gigantes de la biotecnología en OMG incluyen a
Monsanto, Syngenta, Aventis, DuPont, Dow Chemical, Cargill y
Arch Daniel Midland.
Rompiendo
el ciclo agrícola
Con
la adopción generalizada de semillas OMG, ha ocurrido una
importante transición en la estructura y la historia de la
agricultura establecida desde sus comienzos hace 10.000 años.
La
reproducción de semillas en semilleros locales en el ámbito
de la aldea ha sido desorganizada por el uso de semillas genéticamente
modificadas. Se rompió el ciclo agrícola, que posibilita
que los agricultores almacenen sus semillas orgánicas y
vuelvan a plantarlas para obtener la próxima cosecha. Este
modelo destructivo – que invariablemente resulta en
hambrunas – es reproducido en un país tras el otro
llevando a la desaparición a escala mundial de la economía
campesina.
El
consenso de la FAO y del Banco Mundial
Después
de la Cumbre de Roma de la FAO en junio de 2008 sobre la
crisis alimentaria, políticos y analistas económicos por
igual abrazaron el consenso del libre mercado: el estallido
de hambrunas fue presentado como el resultado de la usual
oferta y demanda y de consideraciones climáticas, fuera del
control de los responsables políticos. "La solución"
canaliza ayuda de emergencia a áreas afectadas bajo los
auspicios del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP,
por sus siglas en inglés). No se interviene en la interacción
de las fuerzas del mercado.
Irónicamente,
esas "opiniones expertas" son refutadas por los
datos sobre la producción global de granos: la FAO
pronostica que la producción mundial de cereales alcanzará
un resultado récord en 2008.
Contradiciendo
sus propias explicaciones de manual, se espera, según el
Banco Mundial, que los precios mundiales sigan siendo altos,
a pesar del pronóstico de un creciente suministro de
alimentos básicos.
En
los pasillos de la FAO y del Banco Mundial no consideran que
la regulación estatal de los precios de los alimentos básicos
y de la gasolina sea una opción. Y, por cierto, es lo que
enseñan en los departamentos de economía de las
universidades más prestigiosas de EE.UU.
Mientras
tanto, los precios a la puerta de la granja en el ámbito
local apenas cubren los costes de producción, llevando la
economía campesina a la bancarrota.
La
privatización del agua
Según
fuentes de la ONU, que subestiman enormemente la seriedad de
la crisis del agua, mil millones de personas en todo el
mundo (un 15% de la población mundial) no tienen acceso a
agua limpia "y 6.000 niños mueren cada día debido a
infecciones ligadas a agua sucia" (BBC News, 24 de
marzo de 2004)
Un
puñado de corporaciones globales incluyendo a Suez, Veolia,
Bechtel–United Utilities, Thames Water y RWE–AG de
Alemania, están obteniendo el control y la propiedad de
servicios públicos de agua y de disposición de residuos.
Suez y Veolia tienen aproximadamente un 70% de los sistemas
acuíferos privatizados en todo el mundo.
La
privatización del agua bajo los auspicios del Banco Mundial
se alimenta del colapso del sistema de distribución pública
de agua potable segura: "El Banco Mundial sirve los
intereses de compañías suministradoras de agua a través
de sus programa regulares de préstamos a gobiernos, que a
menudo vienen con condiciones que requieren explícitamente
la privatización del suministro de agua..." (Maude Barlow y Tony Clarke, "Water Privatization:
The World Bank's Latest Market Fantasy," Polaris
Institute, Ottawa, 2004))
"El
modus operandi [en India] es obvio – desatender el
desarrollo de recursos acuíferos [bajo medidas de
austeridad presupuestaria del Banco Mundial], afirmar una
"crisis de recursos" y permitir que los sistemas
existentes se deterioren." (Ann Ninan, Private Water,
Public Misery, India Resource Center 16 de abril de 2003)
Mientras
tanto, los mercados para agua embotellada han sido
absorbidos por un puñado de corporaciones, incluyendo a
Coca–Cola, Danone, Nestlé y PepsiCo. Estas compañías no
sólo trabajan en estrecha colaboración con las compañías
de suministro de agua, están vinculadas con las compañías
de agronegocios–biotecnología involucradas en la
industria alimentaria. El agua del grifo es comprada por
Coca–Cola de una instalación municipal de agua y luego
revendida al por menor. Se estima que en EE.UU., un 40% del
agua embotellada es agua del grifo. (Vea: Jared Blumenfeld, Susan
Leal The real cost of bottled water, San Francisco
Chronicle, 18 de febrero de 2007)
En
India, Coca–Cola ha contribuido al agotamiento de las
napas subterráneas en detrimento de comunidades locales:
"Comunidades
en toda India que viven cerca de plantas embotelladoras de
Coca–Cola están viviendo una severa falta de agua,
directamente como resultado de la masiva extracción de agua
por Coca–Cola de los recursos comunes de agua subterránea.
Los pozos se han secado y las bombas manuales de agua ya no
funcionan. Estudios, incluyendo uno del Consejo Central de
Agua Subterránea en India, han confirmado el importante
agotamiento del nivel freático.
Cuando
el agua es extraída del recurso común de napas subterráneas
cavando más profundo, el agua huele y gusta de modo extraño.
Coca–Cola ha estado descargando indiscriminadamente sus
aguas servidas en los campos alrededor de sus plantas y a
veces dentro de ríos, incluyendo el Ganges, en el área. El
resultado ha sido que el agua subterránea también ha sido
contaminada, así como los suelos. Autoridades de la salud pública
han colocado letreros alrededor de los pozos y de las bombas
manuales informando a la comunidad que el agua no es
adecuada para el consumo humano...
Ensayos
realizados por una serie de agencias, incluyendo el gobierno
de India, confirmaron que los productos de Coca–Cola
contienen altos niveles de pesticidas, y como resultado, el
Parlamento de India ha prohibido la venta de Coca–Cola en
su cafetería. Sin embargo, Coca–Cola no sólo sigue
vendiendo bebidas con una dosis de venenos en India (que
nunca podrían ser vendidas en EE.UU. y en la UE), también
introduce nuevos productos al mercado indio. Y como si no
bastara que vende bebidas con DDT y otros pesticidas a
indios, una de las últimas instalaciones embotelladoras de
Coca–Cola en India, en Ballia, está ubicada en un área
con una severa contaminación de arsénico en su agua
subterránea. (India Resource Center, Coca–Cola Crisis in
India, sin fecha).
En
los países en desarrollo, los aumentos en precios de
combustibles han aumentado los costes del embotellamiento de
agua de grifo por los grupos familiares, lo que por su parte
favorece la privatización de recursos acuíferos.
En
la fase más avanzada de la privatización del agua, se
contempla la propiedad real de lagos y ríos por
corporaciones privadas. Mesopotamia no fue sólo invadida
por sus amplios recursos de petróleo, el Valle de los dos ríos
(Tigris y Éufrates) tiene amplias reservas de agua.
Comentarios
finales
Estamos
encarando una constelación compleja y centralizada de poder
económico en la que los instrumentos de la manipulación
del mercado tienen una influencia directa en las vidas de
millones de personas.
Los
precios de los alimentos, del agua y del combustible son
determinados a nivel global, fuera del alcance de la política
gubernamental nacional. Los aumentos de precios de esas tres
materias primas esenciales constituyen un instrumento de
"guerra económica," realizada a través del
"libre mercado" en las bolsas de futuros y
opciones.
Estos
aumentos en los precios de los alimentos, del agua y del
combustible contribuyen en un sentido muy real a
"eliminar a los pobres" mediante "muertes por
hambre." Las balas edulcoradas del "libre
mercado" matan a nuestros hijos. El acto de matar es
instrumentado de un modo indiferente mediante el comercio
programado por computadora en las bolsas de materias primas,
donde se deciden los precios globales del arroz, el trigo y
el maíz.
"La
Comisión sobre crecimiento de la población y el futuro de
EE.UU."
Pero
no encaramos sólo conceptos de mercado. El estallido de
hambrunas en diferentes partes del mundo, resultantes de que
los precios de los alimentos y del combustible se han puesto
por las nubes, tienen amplias implicaciones estratégicas y
geopolíticas.
Al
comenzar su mandato en 1969, el presidente Richard Nixon
afirmó "su creencia en que la sobrepoblación amenaza
gravemente la paz y la estabilidad del mundo." Henry
Kissinger, en aquel entonces consejero Nacional de Seguridad
de Nixon, instruyó a diversas agencias del gobierno para
que emprendieran conjuntamente "un estudio sobre el
impacto del crecimiento de la población del mundo en la
seguridad y los intereses de EE.UU. en el exterior."
En
marzo de 1970, el Congreso de EE.UU. estableció una (Comisión
sobre el Crecimiento Demográfico y el Futuro de EE.UU. (Vea
Center for Research on Population and Security). La Comisión
no era una Fuerza de Tareas corriente. Integraba a
representantes de USAID, el Departamento de Estado y el
Departamento de Agricultura con responsables de la CIA y del
Pentágono. Su objetivo no era ayudar a los países en
desarrollo sino más bien limitar la población del mundo a
fin de servir los intereses estratégicos y de seguridad
nacional de EE.UU. La Comisión también veía el control de
la población como un medio para asegurar un entorno estable
y seguro para los inversionistas de EE.UU. así como para
obtener el control sobre los recursos minerales y de petróleo
de los países en desarrollo.
Esta
Comisión completó su trabajo en diciembre de 1974 y circuló
un documento confidencial intitulado "Memorando Estudio
200 de Seguridad Nacional: Implicaciones del Crecimiento
Mundial de la Población para los Intereses de Seguridad y
Exteriores de EE.UU." dirigido a "determinados
secretarios y jefes de Agencia para su estudio y
comentarios." En noviembre de 1975, el informe y sus
recomendaciones fueron refrendados por el presidente Gerald
Ford.
Kissinger
había ciertamente dado a entender en el contexto del
Memorando Estudio 200 de Seguridad Nacional (NSSM 200) que
la recurrencia de hambrunas, enfermedades y guerra podrían
constituir un instrumento de facto para el control de la
población.
Aunque
el informe NSSM 200 no asignó, por razones obvias, un rol
político explícito a la generación de hambrunas, sin
embargo dio a entender que la ocurrencia de hambrunas podría,
bajo ciertas circunstancias, suministrar una solución de
facto a la sobrepoblación.
"Consecuentemente,
aquellos países donde hambre y desnutrición ya están
presentes en gran escala enfrentan la triste perspectiva de
poca, si alguna, mejora en el consumo de alimentos en los años
por venir, a menos que haya un importante programa
financiero de ayuda alimentaria, una expansión más rápida
de la producción interna de alimentos, una reducción del
crecimiento de la población o alguna combinación de los
tres factores. Peor aún, una serie de desastrosas cosechas
podría transformar algunos de ellos en típicos casos
maltusianos con hambrunas que involucrarían a millones de
personas.
Aunque
la ayuda externa probablemente seguirá estando disponible
para encarar situaciones de emergencia a corto plazo, como
ser la amenaza de muerte masiva por hambre, es más
cuestionable si los países donantes de ayuda estarán
dispuestos a suministrar el tipo de ayuda alimentaria masiva
requerida por las proyecciones de importación sobre una
base continua a largo plazo.
Tasas
reducidas de crecimiento de la población podrían
evidentemente producir un alivio significativo a más largo
plazo...
En
los casos extremos en los que las presiones de la población
conduzcan a hambrunas endémicas, disturbios por alimentos,
y una ruptura del orden social, esas condiciones seguramente
no serán favorables para una exploración sistemática de
depósitos de minerales o para las inversiones a largo plazo
requeridas para su explotación. Fuera de hambrunas, a menos
que se pueda satisfacer un cierto mínimo de las
aspiraciones populares de mejora material, y a menos que los
términos de acceso y explotación persuadan a gobiernos y
pueblos de que este aspecto del orden económico
internacional "contenga algo para ellos," es
probable que las concesiones para compañías extranjeras
sean expropiadas o sometidas a intervenciones arbitrarias.
Sea a través de acción gubernamental, conflictos
laborales, sabotaje, o disturbios civiles, el flujo sin
problemas de los materiales necesarios será puesto en
peligro. Aunque la presión de la población obviamente no
es el único factor involucrado, estos tipos de
frustraciones son mucho menos probables bajo condiciones de
un crecimiento lento o nulo de la población."
(1974 National Security Study Memorandum 200:
Implications of Worldwide Population Growth for U.S.
Security and Overseas Interests". (énfasis
agregado)
El
informe concluye con un par de preguntas clave relativas al
papel de los alimentos como "un instrumento del poder
nacional," que podría ser utilizado para lograr los
intereses estratégicos de EE.UU.:
*
"¿Sobre qué base deberían suministrarse esos
recursos alimentarios? ¿Se consideraría a los alimentos
como instrumentos del poder nacional? ¿Nos veremos
obligados a seleccionar a quién podemos razonablemente
ayudar, y si es así, deberían los esfuerzos relacionados
con la población ser un criterio respecto a una tal ayuda?
*
¿Está dispuesto EE.UU. a aceptar el racionamiento de
alimentos para ayudar que no pueden o no quieren controlar
el crecimiento de su población?" (Ibíd., énfasis
agregado)
En
boca de Henry Kissinger: "Controla el petróleo y
controlarás a las naciones; controla el alimento y
controlarás a la gente."
(*)
Michel Chossudovsky es profesor de economía en la
Universidad de Ottawa y director del Center for Research on
Globalization (CRG). Es
autor de “The Globalization of Poverty and the New
World”, segunda edición, Global Research, 2003.
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