Economía de EEUU
Poco que festejar
Por
Abid Aslam
Inter
Press Service (IPS), 04/07/08
Washington.– Estados Unidos, la mayor
economía mundial, conmemoró este viernes su independencia
con pocos motivos de alegría. Las pérdidas de empleo son
las peores en seis años. La recesión parece dominar, de
hecho, de todos los sectores económicos.
Estadísticas difundidas antes del
feriado nacional del 4 de julio ofrecen pocas esperanzas de
una pronta recuperación. Tanto los países pobres como los
ricos sienten por igual los efectos de la recesión que
experimenta Estados Unidos.
Los problemas económicos son los que
primero aparecen en la lista de preocupaciones de la
ciudadanía ante las elecciones de noviembre, según
numerosas encuestas.
La pérdida de puestos de trabajo
genera particular ansiedad y contribuye con la caída de
confianza de los consumidores.
"Demasiados estadounidenses pasarán
este feriado sin del trabajo y haciendo denodados esfuerzos
por mantener a sus familias, por culpa de las fallidas políticas
de los últimos ocho años", dijo el jueves el
candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama.
Por su parte, el rival republicano de
Obama, John McCain, señaló que "Washington ya no
puede abdicar de su responsabilidad para actuar".
"Nuestra prioridad debe ser clara: implementar políticas
para crear trabajos hoy", manifestó.
Los patronos se desembarazaron de
438.000 trabajadores desde enero, informó el jueves el
Departamento de Trabajo. Sólo en junio, despidieron a
62.000, más de lo pronosticado por los economistas. Fue el
sexto mes consecutivo de pérdidas netas de empleos.
Las masivas pérdidas de puestos de
trabajo sobrepasaron los escasos avances observados en
atención a la salud, educación, la industria turística y
el gobierno.
La economía necesita crear más de
100.000 nuevos puestos cada mes sólo para mantenerse al día
con los nuevos ingresos al mercado de trabajo.
Un día antes, la enorme firma
procesadora de planillas laborales Automatic Data Processing
(ADP) dijo que empresas privadas no agrícolas despidieron a
79.000 trabajadores el mes pasado, la mayor pérdida de
empleos en ese sector desde noviembre de 2002.
El desempleo nacional se mantuvo
estable en 5,5 por ciento, un punto porcentual más que hace
un año, según el Departamento de Trabajo. A nivel
nacional, hubo 8,5 millones de desocupados en junio. En el
mismo mes del año pasado eran siete millones.
Sin embargo, es probable que las cifras
del gobierno no reflejen la realidad, pues excluyen a
quienes dejaron de buscar trabajo, y también a los que se
perdieron su trabajo de tiempo completo y debieron aceptar
uno de tiempo parcial.
Muchos economistas pronostican que el
desempleo continuará aumentando hasta bien avanzado 2009,
con un pico de seis por ciento.
En junio, "la reducción en el
empleo se basó, fundamentalmente, sobre la industria, y
sugiere una debilidad continuada", dijo Joel Prakken,
presidente de Macroeconomics Advisers LLC, que elaboró los
datos de planilla de ADP para el informe del miércoles.
Las empresas productoras de bienes
(sector que exceptúa los servicios) dominaron la sangría
del mes pasado, con 76.000 trabajadores despedidos. Fue el
decimonoveno mes consecutivo de caída en el empleo del
sector.
La industria manufacturera se deshizo
de 44.000 empleados, en lo que fue su vigésimo segundo mes
consecutivo de pérdida, señaló ADP.
Pero el sector de servicios, que
continuaba creciendo de modo constante mientras otras áreas
de la economía se estancaban, anunció su primera contracción
de empleos desde noviembre de 2002, pues despidió a 3.000
trabajadores en junio, según ADP.
El Instituto para la Administración de
Suministros (ISM, por sus siglas en inglés), que reúne a
gerentes de compras de todo el país, anunció el jueves que
el índice de actividad del sector de servicios cayó de
51,7 puntos en mayo a 48,2 en junio. Una lectura por debajo
de 50 refleja contracción.
El índice de producción de la
industria manufacturera del ISM para junio aumentó
inesperadamente a 50,2, pero el grupo evaluó que se trata
de una mera racha. Las mercaderías no vendidas se están
acumulando, lo que probablemente conduciría a una mayor
reducción de costos, agregó en su informe.
La asociación atribuyó el
empeoramiento principalmente al encarecimiento del
combustible, los alimentos y las materias primas.
Las órdenes de compra de bienes de
capital –maquinarias y otros equipos para la industria–
también caen, dijo el miércoles el Departamento
(ministerio) de Comercio. Las empresas cuyas ganancias se
reducen están recortando sus gastos y su capacidad de
producción. El Departamento también reportó un aumento en
mercaderías no vendidas.
La crisis en el sector hipotecario de
Estados Unidos, que ya va por su tercer año, continúa cobrándose
empleos en la industria de la construcción y entre firmas
financieras especializadas en ventas de viviendas y préstamos
hipotecarios.
La evaluación de planillas de ADP
"sugiere que no se atenuó la reciente presión sobre
el empleo en estas industrias", dijo Prakken.
Las empresas constructoras eliminaron
349.000 puestos en los últimos dos años, y las firmas
hipotecarias redujeron sus plantillas en 3.000 sólo en el
mes pasado, según ADP.
Pero lo peor está por venir. La
problemática firma hipotecaria Countrywide Financial anunció
la semana pasada que recortaría 7.500 empleos, mientras
Bank of America, el segundo banco de Estados Unidos,
adquiere al problemático prestamista hipotecario.
Además, las pérdidas de empleo se
propagan a otras áreas de la economía de servicios.
Starbucks, símbolo de la expansión de ese sector, dijo que
cerraría 600 de sus cafeterías en Estados Unidos el año
próximo, o casi una de cada cinco abiertas en los últimos
dos años.
La compañía señaló que enviaría
notificaciones de despido a 12.000 empleados, alrededor de
siete por ciento de su fuerza laboral mundial.
Los empleados de las aerolíneas también
se preparan para los despidos, ya sufridos por los de
Chrysler y otros fabricantes de automóviles de Estados
Unidos, algunos de los cuales dijeron esta semana que sus
ventas habían caído a bajas inéditas en los últimos 15 años.
Habrá más dolor, dijeron los
economistas, y se sentirá en todo el mundo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI)
y el Banco Mundial advirtieron en varias ocasiones desde
fines del año pasado que el estancamiento de la economía
estadounidense arrastra a otros países, lo que podría
conducir a una recesión mundial.
América Latina y los países
vinculados al debilitado dólar han sido muy perjudicados,
pero las pérdidas también afectan a China e India, dos
importantes comerciantes. Los problemas económicos en los
países ricos también podrían aplastar a los más pobres,
que dependen de la asistencia, advirtió el FMI.
Expertos internacionales esperan que
gobiernos con considerables reservas de divisas y los que,
con relativamente poca dependencia de la asistencia, las
inversiones o los mercados exportadores de Estados Unidos,
podrían capear la tormenta.
Pero el FMI advirtió esta semana que
los desenfrenados precios de las materias primas estaban
devorándose las finanzas de algunos países.
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