Colapso
bancario imperial
Se
derrumban tres gigantes financieros de Wall Street
IAR
Noticias, 12/07/08
La crisis
"subprime" y las proyecciones recesivas en la
economía estadounidense siguen impactando cada vez más en
la economía y en el sistema bancario de EEUU cuyas
principales instituciones financieras ya fueron (o están
siendo) afectadas por la debacle crediticia que arrastra a
la primera potencia imperial.
En este
escenario, la crisis financiera esta vez impactó al banco
Lehman Brothers, cuya acción cayó 15%, y a dos gigantescos
brokers de papeles hipotecarios, Fannie Mae y Freddie Mac,
que se desplomaron entre el 14 y el 23% en Wall Street.
Fannie Mae
y Freddie Mac han acumulado pérdidas del 70% en bolsa en un
año por sus dificultades para dotarse de liquidez frente a
la crisis y hay serias dudas de que las rescate.
El temor
generalizado cundió entre los especuladores y a Wall Street
no le convenció que ni el presidente de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, ni el secretario del Tesoro, Henry Paulson,
aseguraran en el Congreso que las dos entidades cuentan con
el capital suficiente.
El pánico
a una escalada de nuevos derrumbes en cadena llevó a que el
presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el
secretario del Tesoro Henry Paulson, salieran el jueves a
tranquilizar los ánimos antes del naufragio.
"Fannie
Mae y Freddie están trabajando durante este difícil período",
dijo Paulson ante el Congreso. Sus respectivos reguladores
han dejado en claro que tiene suficiente capital.
No
obstante, el ex presidente de la Reserva Federal del estado
de St. Louis, William Poole, que conoce bien a ambas
instituciones, salió a desmentir a Paulson.
Durante una
entrevista el lunes con Bloomberg dijo que ambas firmas están
al borde de la bancarrota. Se requiere al menos US$ 70 mil
millones para rescatarlas. Y ese dinero no esta.
Según
Bloomberg, Freddie debe 5.200 millones de dólares más del
valor de todos sus activos, mientras que Fannie se está
acercando a la misma situación.
El Congreso
debería reconocer que estas instituciones son insolventes ,
dijo Poole, un gran crítico del apoyo que el Estado siempre
le ha dado a Fannie y a Freddie a fin de que los
estadounidenses puedan cumplir con el sueño de tener un
casa propia.
En cuanto
al banco banco de inversiones Lehman Brothers, ya perdió
cerca de 50% desde el 17 de marzo, la fecha en la cual su
rival BearStearns fue adquirido a precio de saldo por el
banco JPMorgan Chase, para evitarle la quiebra. En Wall
Street se interrogan si Lehman Brothers no va a sufrir igual
suerte.
El respaldo
brindado por la Reserva Federal a la adquisición de Bear
Stearns por el banco comercial JPMorgan Chase fue criticado
por los legisladores demócratas, que lo consideraron un
rescate gubernamental que podría hacer peligrar miles de
millones de dólares del erario.
El
presidente la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el secretario
del Tesoro, Henry Paulson, dijeron el jueves al Congreso que
son necesarios nuevos poderes reguladores para proteger la
economía nacional de las consecuencias derivadas del
colapso de cualquier entidad importante de Wall Street.
Sus
recomendaciones forman parte de un debate más amplio ante
la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara sobre la
reforma del anticuado sistema regulador de Estados Unidos,
que data en su mayor parte de la Gran Depresión de los años
30.
El objetivo
–señalan– es blindar el sistema para que pueda
responder mejor a una crisis como la de la vivienda y la del
crédito, muy nocivas para la economía.
Tanto
Bernanke como Paulson respaldaron la creación de nuevos
procedimientos para que el gobierno pueda liquidar
ordenadamente un banco de inversiones quebrado, aislando con
ello al sistema financiero y la economía en general.
Esos
poderes y procedimientos, existentes en lo que a la banca
comercial se refiere –señala el titular de la Reserva
Federal– podría haber facilitado una disolución más
ordenada de Bear Stearns.
Según
expertos de Wall Street, los resultados trimestrales de los
bancos estadounidenses que serán anunciados próximamente
registrarán una nueva depreciación de los activos que podrían
conducir a saldos negativos.
Los
analistas dicen que, por su fuerte exposición en los créditos
inmobiliarios, se espera por ejemplo que Citigroup y
Washington Mutual registren una pérdida y que Merrill Lynch
debería también quedar en negativo, por cuarto trimestre
consecutivo. Wachovia, el cuarto banco estadounidense por
sus activos, anunció que perderá un mínimo de US$ 2.600 a
2.800 millones en estos tres meses.
La crisis
bancaria (como efecto de las "subprime")
proyectada de EEUU a Europa tiene como protagonistas
centrales a los líderes hegemónicos de la especulación
financiera a escala global: Bear Stearns, Lehman Brothers,
Merrill Lynch, Goldman Sachs, Citigroup y J.P. Morgan, entre
otros.
Estas
transnacionales del dinero capitalista "sin
fronteras", ya pusieron en marcha recortes de personal
y achicamiento de sus estructuras operativas.
Según la
estimación de The Wall Street Journal, como efecto
globalizado de la crisis subprime, las principales entidades
financieras del mundo han recortado cerca de 90.000 puestos
de trabajo desde que las hipotecas devaluadas infectaran a
los mercados de crédito provocando cerca de 400.000
millones de dólares en pérdidas.
Los grandes
bancos de inversión (incluidos los europeos) han tenido que
hacer enormes provisiones para tapar los
"agujeros" de las "subprime", depreciar
sus activos y reducir drásticamente sus costos, lo que ha
supuesto la caída de presidentes y consejeros delegados de
esas entidades, acompañados por decenas de miles de
trabajadores despedidos.
El pasado
17 de abril se supo que el banco suizo UBS y el
estadounidense Merrill Lynch eliminarían hasta 1.300
empleos en las oficinas que mantienen en Londres debido a
las turbulencias en los mercados financieros.
El banco
suizo, una de las mayores víctimas europeas de la crisis
"subprime" (obtuvo pérdidas de unos 23.200
millones de euros en el primer trimestre y 11.500 en el
segundo), decidió suprimir un 10% de su plantilla en
Londres y 5.500 en todo el mundo; por su parte, Merrill
Lynch (a comienzos del año presentó pérdidas de 1.232
millones de euros) eliminó el 9% de sus asalariados.
Por otro
lado, el 5 de mayo, el banco de inversión estadounidense
Morgan Stanley planteó una ronda de despidos que afectarían
a unos 1.500 trabajadores, alrededor del 5% de su plantilla.
El 23 de
junio se conoció que otra entidad financiera, Citigroup,
preparaba el despido de 6.500 empleados en su división de
banca de inversión.
Este jueves
Bernanke afirmó que "Ante el episodio de Bear Stearns,
el Congreso debería considerar si son necesarios nuevos
medios para lograr la liquidación sistemáticas de
importantes firmas (de Wall Street) que se encuentren al
borde de la bancarrota, junto con un procedimiento más
oficial para decidir cuándo deber ser usados estos
procedimientos".
El año
pasado los expertos ya habían advertido que si la crisis
seguía avanzando, el precio de las propiedades hipotecadas
caerían por debajo del valor de los créditos hipotecarios,
lo que podría precipitar un hundimiento financiero
generalizado con quiebras bancarias, tal como está
sucediendo en el presente
En la
crisis bancaria que se proyecta desde USA y se expande por
el planeta, se entrelazan dos factores: el alto costo del crédito
y el retroceso del mercado inmobiliario, este último
afectado por la sobreoferta de propiedades y por la
incapacidad de numerosos deudores de continuar pagando las
cuotas.
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