Europa
¿Recesión
a la vista?
Por
Marcus Walker, en Berlín; Joellen Perry, en Francfort;
y
Jonathan House, en Madrid
The
Wall Street Journal, 16/07/08
Hasta
hace unas semanas, Europa pensó que podría eludir lo peor
del bache de la economía global. Ahora, sin embargo, parece
que la eurozona se encamina a un aterrizaje forzoso y tal
vez una recesión. El deterioro de Europa agrava la
desaceleración de la economía mundial.
El
martes, España fue víctima de la mayor quiebra de su
historia cuando el grupo inmobiliario Martinsa–Fadesa SA,
con activos por cerca de 10.800 millones de euros (unos
US$17.170 millones) se acogió a las leyes de protección de
bancarrota (lo que en España se conoce como una solicitud
de Concurso Voluntario). Esto la convierte en la mayor víctima
europea del estallido de las burbujas inmobiliarias.
El
euro, animado por el combate contra la inflación del Banco
Central Europeo y los temores por la salud del sistema
financiero estadounidense, alcanzó ayer un nuevo récord al
superar US$1,60 durante la jornada y sigue amenazando la
competitividad de los exportadores europeos. Asimismo, el ánimo
inversionista en Alemania cayó a su nivel más bajo desde
la recesión de principios de los años 90.
El
mayor riesgo de que Europa caiga en recesión demuestra que
a pesar de la fortaleza de mercados emergentes como Rusia y
China, el bajón económico que se inició en Estados Unidos
el año pasado se está contagiando a otras regiones. Esto
echa un balde de agua fría a las esperanzas de que la
economía global logre "desacoplarse" lo
suficiente como para que el resto del mundo pudiera salir
relativamente ileso a pesar de la desaceleración
estadounidense.
Una
señal de que muchos inversionistas ya no creen en el
desacoplamiento es el comportamiento de los mercados. Ayer,
las bolsas europeas y asiáticas tambalearon después de que
el gobierno estadounidense anunciara un paquete de rescate
para los gigantes semiestatales de financiación hipotecaria
Freddie Mac y Fannie Mae. En Tokio, el Nikkei 225 descendió
2% para alcanzar su nivel más bajo en tres meses como
consecuencia del temor de los inversionistas a que más
bancos de EE.UU. colapsen. Los mismos temores también
afectaron a algunos de los principales índices bursátiles
de América Latina. El Bovespa, que agrupa a las principales
acciones de la Bolsa de São Paulo, cedió 3% y el Merval,
de la Bolsa de Buenos Aires, perdió 2,24%. El IPC, de la
Bolsa Mexicana de Valores, cayó un más moderado 0,30%.
Después
de 2001, la última vez que Alemania y las principales
economías de la eurozona sufrieron una crisis, España,
Irlanda y otros países más pequeños ayudaron a mantener
el ritmo, mientras que el Reino Unido, la mayor economía
fuera del bloque, devoraba importaciones. Europa esquivó
una recesión y comenzó una recuperación que se prolongó
hasta ahora.
En
esta ocasión, Gran Bretaña hace frente a una caída de los
bienes raíces y un alza de la inflación. El sector
inmobiliario español está en descenso y se espera que la
economía, centrada en lo que en el país se conoce como
"la cultura del ladrillo", entre en recesión este
año, terminando con una década de crecimiento acelerado.
Los precios de las viviendas registraron una baja de 0,1% en
el segundo trimestre, su primera caída en más de 10 años.
Hasta
hace poco, la economía de la eurozona, de US$12,2 billones
(millones de millones), ofrecía un panorama sólido pese al
auge en los precios de los alimentos y la energía, la
fortaleza del euro y las turbulencias financieras. Las
saludables exportaciones a los mercados emergentes y una
buena disposición hacia las inversiones corporativas,
especialmente en Alemania, además de un sólido gasto
nacional en Francia, impulsaban el crecimiento. El mercado
inmobiliario de España había bajado de ritmo, pero los
precios seguían subiendo.
El
Banco Central Europeo sigue pronosticando un declive para la
región
Durante
una conferencia de prensa a principios de este mes en la que
el BCE subió su tasa de interés de referencia, su
presidente Jean–Claude Trichet reconoció que el
crecimiento de Europa del segundo trimestre sería
decepcionante. Además, advirtió que "el tercer
trimestre tampoco será especialmente halagador". Sin
embargo, destacó los pilares básicos del bloque, como las
sólidas inversiones corporativas, las ganancias
empresariales y los bajos niveles de desempleo, como razones
para anticipar "un persistente crecimiento
moderado". La previsión oficial del banco sigue siendo
que la economía de la eurozona "sobrevivirá" el
segundo trimestre, y crecerá en torno a un 1,8% este año y
un 1,5% el año que viene. "Están equivocados",
opina Olivier Gasnier, economista con el banco francés Société
Générale, en París. Según su pronóstico, Europa crecerá
sólo 1,1% este año.
Se
espera que la bancarrota de Martinsa–Fadesa, cuya deuda
bordea los 5.200 millones de euros, repercuta negativamente
en un sector que ya está sintiendo los estragos del
derrumbe en las ventas de viviendas y estándares de crédito
más estrictos provocados por la crisis de las hipotecas de
alto riesgo en EE.UU. En la oficina de empleo Águeda Díez
en el distrito de Carabanchel, en el centro de Madrid, los
desempleados hacen cola a las puertas del edificio desde las
5 de la mañana, según un funcionario que prefirió el
anonimato. "Sólo podemos atender a 300 personas al día.
Cientos quedan fuera", señala. El distrito alberga a
muchos inmigrantes que encontraron, y luego perdieron,
empleo en el sector de la construcción.
Los
crecientes problemas en el mercado inmobiliario español son
un anticipo de un episodio más sombrío para los bancos
europeos. Además de las pérdidas relacionadas a los
mercados de valores estadounidenses, la desaceleración de
sus economías y las caídas de los mercados de bienes raíces
podrían forzarlos a provisionar más dinero para protegerse
contra posibles pérdidas.
Sector
de bienes raíces seguirá temblando
Por
Sui–Lee Wee
The
Wall Street Journal, 16/07/08
Al
mercado español de bienes raíces, conmocionado por el
colapso de la empresa inmobiliaria Martinsa–Fadesa S.A.,
le esperan más malas noticias.
La
superabundancia de viviendas sin vender, condiciones de crédito
más estrictas y los temores ante la amenaza de una recesión
probablemente debilitarán aún más el sector, dicen los
analistas. Su previsión es de que España será seguramente
uno de los mercados de bienes raíces más afectados de
Europa.
Martinsa–Fadesa,
que se dedica sobre todo a la construcción de hoteles,
centros comerciales y apartamentos, presentó ayer la
solicitud del concurso voluntario de acreedores, el
equivalente a una bancarrota. La noticia provocó una venta
masiva de otras acciones relacionadas con el sector de
construcción, en medio de temores de que la compañía
pudiera ser la primera de muchas otras en problemas en dicha
industria.
Por
una década, el sector español de la vivienda creció
ininterrumpidamente, a medida que las bajas tasas de interés
alentaban los préstamos. El precio promedio de la vivienda
se ha casi cuadruplicado en los últimos 10 años. En 2006,
se construyeron en España unas 750.000 casas, más que en
Francia, Alemania y el Reino Unido juntos.
Los
prestamistas en España no han otorgado el tipo de hipotecas
de alto riesgo que provocaron el colapso del mercado de
bienes raíces en Estados Unidos. Pero las políticas
crediticias y de inversión practicadas por los prestamistas
han sido excesivamente arriesgadas, generando "serias
dudas sobre la solvencia de ciertas instituciones
financieras", según Lorenzo Bernaldo de Quiros,
presidente de Freemarket International Consulting, en
Madrid.
El
alza de las tasas de interés ha afectado seriamente la
demanda por inmuebles. El precio de la vivienda cayó 4,3%
la primera mitad de este año, según el sitio Web de bienes
raíces facilisimo.com. Los datos del sitio difieren de los
del gobierno, que el martes indicaban un alza de 2% para el
segundo trimestre, comparado con el mismo período de 2007.
Según los datos oficiales, se trata del menor incremento en
una década.
El
Banco de España informó que entre enero y marzo se
emitieron 108.275 nuevos permisos de vivienda, 36% menos que
en igual lapso del año pasado. Mayte Ledo, economista jefa
para Europa del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, estima
que en 2008 se construirán entre 300.000 y 400.000 casas.
En 2007, se emitieron 650.000 nuevos permisos.
Aparte
de Martinsa–Fadesa, la caída del mercado de la vivienda
ha afectado a otras empresas inmobiliarias españolas. Entre
las más perjudicadas hasta hoy está Inmobiliaria Colonial
SA, que busca vender activos para reducir una deuda de 9.000
millones de euros (US$ 14.300 millones). Afirma Grupo
Inmobiliario —antes conocido como Astroc Mediterráneo—
fue forzado a fusionarse con otras dos compañías después
de que el precio de su acción se viniera abajo. La acción
de Colonial ha perdido casi 88% de su valor en los últimos
12 meses.
Los
bancos que ha financiado el auge inmobiliario también se
encaminan a pérdidas. Los préstamos bancarios a las
inmobiliarias y constructoras representan casi la mitad de
todos los créditos, según datos del Banco de España. Los
impagos en valores residenciales respaldados por hipotecas
se incrementaron en el primer trimestre del año, según
Standard & Poor's.
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