Un
repaso de la prensa francesa hasta el 22 de julio de 2008
Por
primera vez en la historia de la economía
todos los indicadores de EEUU están en rojo
Por
Michel Porcheron
Tlaxcala (versión francesa), 24/07/08
Traducido por Jorge
Aldao y Rocío Anguiano.
Revisado por Caty R.
«Vivimos
tiempos difíciles» recitaba hace mucho tiempo aquel poeta
a quien se llamaba «comprometido» ¡Qué diría ahora!
Hace un año
todavía vivíamos en un mundo maravilloso, al menos según
el Journal des Finances (JdF) del 12 de julio. A pesar de
algunos nubarrones en Estados Unidos, el horizonte económico
aparecía despejado. Inflación, crisis financiera y recesión
económica no ocupaban las primeras planas de los diarios. Y
el común de los mortales todavía no había oído hablar de
las subprimes, las hipotecas basura,
escribía Roman Geugneau del JdF.
Desde
entonces el mundo ha cambiado radicalmente. Las subprimes
hicieron su aparición en los diccionarios. El barril de
petróleo se ha convertido en un producto de lujo y el alza
de los precios es un tema de conversación frecuente. El
resultado es que la economía mundial se tambalea.
El 15 de
julio, la inquietud por la salud económica y financiera de
Estados Unidos llevó el euro a más de 1,6038 dólares, que
batió así un nuevo récord.
Un
importante diario matinal francés titulaba el 16 de julio:
«América inquieta en todos los frentes». Inquieta como
adjetivo e inquieta como verbo transitivo.
Le Journal
du Dimanche señalaba: «las malas noticias llegan de
Estados Unidos en oleadas».
La economía
-de los países ricos- se enfrenta al mismo tiempo a
diversas amenazas: además del choque del petróleo y la
crisis inmobiliaria, una crisis crediticia, la subida de los
precios de los alimentos, una crisis financiera y monetaria,
con un dólar muy
bajo, hasta el punto de que el Euro, empezando por los países
productores de petróleo, se revaloriza progresivamente en
detrimento del dólar en la «cesta de divisas», que les
permite mantener su poder adquisitivo (1). Algunos analistas
añaden que el instrumento de la política monetaria (el
Banco Central) se ha vuelto más poderoso en Europa que en
Estados Unidos, pero «¡El Banco Central Europeo no siempre
se atreve a aprovecharse de ello! Considerado durante mucho
tiempo como el más eficaz de los bancos centrales, la FED
(Reserva Federal Estadounidense) se encuentra hoy casi
impotente» (Philippe Martin, profesor de la universidad de
París-I Panteón Sorbona, el 22 de julio).
Esta
primavera, dos profesores de universidad estadounidenses,
Menzie Chinn y Jeffery Frankel, hicieron una simulación que
demuestra que el euro reemplazará al dólar como primera
moneda de reserva en los próximos diez o quince años. Pero
no habían contemplado en su análisis la crisis actual, que
podría provocar una aceleración de esa tendencia. En la actualidad, el euro
representa un poco más de un cuarto de las reservas
mundiales, frente a los dos tercios de dichas reservas en
billetes verdes.
Si la
economía estadounidense –que vive su peor crisis desde
1929- sufre al mismo tiempo una desaceleración y la inflación
más grave desde hace 26 años (el índice de precios de
producción subió un 9,2% en los últimos 12 meses), el
resto del planeta no tiene por qué sufrir sus efectos
inmediatos. Pero aunque la crisis actual es, esencialmente,
una crisis estadounidense, Europa y gran parte del mundo no
están a salvo;
aunque en cambio algunas regiones, por ejemplo Asia, se
desarrollan de forma paralela a la crisis. De todos modos,
todavía no se percibe una gran inquietud allí. Hasta
ahora.
«La
coincidencia de estas perturbaciones es algo nuevo en la
historia de la economía. Sin duda, la economía
estadounidense es la más maltratada. Pero Europa no saldrá
indemne» (Philippe Martin).
El
resultado es que las austeras páginas de color salmón de
la sección de Economía de un periódico francés, entre
otros, influyen sobre las páginas verde pálido de un
semanario (2) más conocido por el impacto de sus fotografías.
La fuerza de las palabras se refleja en esta página de
julio titulada «El
drama de la catástrofe mundial en cinco actos» por Anne
Sophie Lechevallier, para quien la última reunión del G8
(en Japón) se realizó «sobre un volcán» y mientras «el
mundo gira al revés».
En sus
cinco actos, la autora pasa revista a este «mecanismo
infernal»: Acto I: el alza incontrolada del precio del petróleo
y de las materias primas… Acto II: …alimenta la inflación
asociada a un débil crecimiento… Acto III: …que induce
al alza de las tasas de interés… Acto IV: …tras la caída
del mercado inmobiliario y las Bolsas… Acto V: …y hace
temer una reactivación del desempleo. Todo ello escrito
acertadamente en rojo, como todos los indicadores.
Dominique
Strauss-Kahn, Director del FMI, quien ha recuperado su
nombre tras haber sido el elefante DSK (NdT1) dice lo mismo:
la economía mundial está acorralada «entre el hielo de la
recesión y el fuego de la inflación». «La situación se
ha vuelto más complicada»: por culpa de la inflación, y
asegura que es «una cuestión de vida o muerte». Y no
disminuirá «en un futuro previsible», o sea, que no
ocurrirá mañana.
«Hay
siempre un riesgo de una recesión mundial y este riesgo se
mantiene en el informe de abril» estima Simon Jonson, economista jefe del
FMI.
«La crisis»
ha obligado a
Washington, de manera totalmente excepcional, a acudir
en auxilio del sistema financiero, con una
crisis en Wall Strett producida por las dificultades
encontradas por los gigantes de la «refinanciación» de
los préstamos inmobiliarios, Freddie Mac y Fannie Mae, que representan el 45% de ese
mercado, es decir, 5,3 billones de dólares.
El propio
inquilino de la Casa Blanca, futuro ex presidente, acaba de
pedir al Congreso que apruebe rápidamente un plan de ayuda
del gobierno a los dos gigantes de capitales privados. Las
cotizaciones de Fannie Mae y Freddie Mac pueden hundirse
todavía cerca de un 25%. La caída de su valor en la Bolsa
-80% en un año- amenaza al conjunto del sistema financiero.
La secretaría del Tesoro está intervenida (NdT2). Al
mismo tiempo el presidente de la FED, Ben Bernanke,
reconocía que las tensiones en los mercados bursátiles, el
aumento del desempleo así como el del coste del petróleo y
las materias primas alimentarias, unidas a la crisis
inmobiliaria, dificultarán el control de la inflación. Es
difícil pintar un cuadro más sombrío.
Algunas
cifras en miles de millones de dólares:
945.000
millones de dólares: Estimación del coste de la crisis por
el FMI en marzo.
900.000
millones de dólares: Cuantía de los capitales perdidos
después de la caída en la bolsa de los bancos europeos.
400.000
millones de dólares: Total de la depreciación de los
activos registrados en las cuentas de los bancos de todo el
mundo.
130.000
millones de dólares: Monto del dinero emitido (por la FED)
e inyectado en
el sistema bancario estadounidense.
Fannie Mae
y Freddie Mac se beneficiarán de tres medidas muy
importantes: aumento de las líneas de crédito permitidas a
estos bancos por el Tesoro; «si es necesario», participación
en un aumento del capital por medio de la compra «provisional»
de acciones por parte del mismo Tesoro; e inyección de préstamos.
Pero estas medidas financieras adoptadas en la emergencia no
van acompañadas de una nueva legislación inmobiliaria que
haga más transparente el control del sistema. En estas
circunstancias, las perspectivas podrían ser más
inquietantes todavía.
«El dólar
y el Tesoro de Estados Unidos van sufrir las consecuencias.
Hacía falta un apuntalamiento para evitar el efecto dominó,
pero seamos claros, Fannie y Freddie no ‘merecen’ que
los salven (…) Este salvamento debería ir acompañado de
un plan para reducir a Fannie y Freddie a un tamaño lo
bastante pequeño para que puedan desaparecer. Henry
Paulson, secretario del Tesoro, declaró que quería que
siguieran existiendo con su tamaño actual. ¿Cuándo
aprenderemos la lección?».
(Hugo Dixon, extraído de sitio breakingviews.com)
Un nuevo
debate se ha abierto en Estados Unidos sobre un
replanteamiento del papel del
Estado en la economía
Así, una
vez más, se ha pedido ayuda al Estado federal, como ocurrió
en el anterior salvamento del Banco Bear Stearns en marzo.
También vimos a otros gigantes del sector privado, como el
Banco Goldman Sachs (GS) llamar al Estado en su auxilio.
«¿Nacionalizar? Jan Hatzius, el economista jefe del GS (el
11 de julio) insinúa que no está necesariamente contra esa
idea» (Le Monde, 15 de julio). De momento, se trata de «ponerlos
bajo una tutela temporal».
Desde el sábado
12 de julio, los lectores del Wall Street Journal no salen
de su asombro. En el editorial se pedía una rápida
intervención del Estado. «No nos hemos vuelto socialistas»,
se leía, «pero el contribuyente debe entender que Fannie y
Freddie están practicando el socialismo. Y de la manera más
deshonesta posible. Se privatizan sus ganancias y sus pérdidas
se socializan. Proponemos una forma más honrada de
socialismo, con una perspectiva de reforma a largo plazo».
Lo menos que se puede decir de semejante comentario es que
es, realmente, poco habitual y está en
las antípodas de los análisis anteriores.
Por otra
parte, el banco de crédito californiano IndyMac Bancorp,
uno de los mayores prestamistas hipotecarios de Estados
Unidos, el 12 de julio quedó bajo el control de la Federal
Deposit Insurance Corp (FDIC), el organismo federal que
garantiza los depósitos bancarios. Esta quiebra bancaria ha
sido la más importante en Estados Unidos en veinticuatro años.
IndyMac volverá a abrir hoy sus puertas con el nombre de
Banco Federal IndyMac. Su gestión estará asegurada por el
FDIV, señala el diario Libératión (14 de julio) Esto no
ha impedido que cientos de clientes hayan retirado sus
fondos a razón de un máximo de 100.000 dólares por
persona. Antes de la puesta bajo el control de la FIDC,
cientos de ahorradores habían retirado 10.300 millones de dólares
en pocos días. Unos días antes el banco, que ya
había cerrado su sección de préstamos, anunció el
despido de 3.800 empleados.
Se prevé
que, según las estimaciones más pesimistas, podrían
cerrar sus puertas de 100 a 150 bancos regionales
estadounidenses.
El banco
Merrill Lynch también está amenazado por la quiebra. El 17
de julio anunció una pérdida de más de 5.000 millones de
dólares en el segundo trimestre. El Wachovia Bank, cuarto
banco estadounidense por el volumen de sus activos, declaró,
el 9 de julio, 26.000 millones de dólares de pérdidas. El
gran banco Lehman Brothers hace todo lo posible para evitar
la quiebra. Y el banco de Charlotte (Carolina del Norte) ha
hecho una provisión de 42.000 millones por créditos
dudosos. Por otra parte, el FBI ha emprendido una
investigación sobre las actividades de IndyMac, así como
sobre otras veinte instituciones financieras
estadounidenses.
Todo el
sistema bancario estadounidense -que se ha revelado más frágil
de lo previsto- está afectado: sus pérdidas ascienden a 3
billones de dólares desde la crisis de las subpprimes. Y a
pesar de las medidas federales, no se ha recuperado
la confianza en el sistema.
En efecto,
como es sabido, el hundimiento del mercado inmobiliario y
del valor de las hipotecas basura encendieron la mecha y
fueron los desencadenantes y los primeros signos evidentes
de que algo no iba bien en la economía de EEUU.
Desde hace
más de un año no pasa un día sin que miles de páginas de
los diarios de todo el mundo denuncien y critiquen el mal
funcionamiento de sectores claves de esa economía. Los
hechos probados son necesariamente idénticos pero las
consecuencias y los remedios necesariamente distintos.
Journal
des Finances nº 6293. La Investigación / Los bancos
estadounidenses se caen de su pedestal:
«No
hace falta ser premio Nobel de economía para comprender que
la crisis financiera, que se mantiene desde el verano de
2007, ha encontrado sus principales víctimas en el sector
bancario anglosajón. El Citygroup y el Bank of América,
que hace un año estaban entre los primeros diez consorcios
financieros más grandes del mundo, ahora aparecen relegados
más allá del quincuagésimo puesto.
El banco
chino ICBC los ha reemplazado en la clasificación de los
mayores bancos del mundo. De allí, a construir castillos
financieros en el aire... Las instituciones bancarias
europeas, a excepción de la suiza UBS, han sufrido menos
que sus homólogas estadounidenses y podrían aprovecharse
de un dólar débil (…) Las grandes compañías de seguros
son las otras víctimas directas de la crisis económica.
AIG, primera aseguradora mundial, ha visto su capital
reducido a un tercio en un año. Hay una gran pérdida de
confianza hacia este grupo estadounidense, aunque sus
directivos reconocieron sus dificultades para evaluar los
riesgos de las inversiones que realizaba, especialmente en
los créditos hipotecarios. Los aseguradores europeos salen
mejor parados».
El gobierno
federal de Estados Unidos interviene ocho días después del
anuncio de la amenaza de quiebra del hipergigante
estadounidense General Motors (GM), uno de los líderes
mundiales de la industria del automóvil. El diario francés
Le Monde escribía el 9 de julio en primera página: GM, dueña
de ocho marcas de vehículos, «lucha por la supervivencia».
Con recesión, pánico de los inversores, estallido de los
precios de la gasolina y, además, del acero, la emblemática
firma estadounidense tampoco se libra de las turbulencias de
la economía.
¿GM puede
desaparecer? «Hace diez años yo hubiera respondido:
‘Imposible’. Hoy no podemos excluir esa posibilidad»
opinó Craig Fitzgerald, experto en industria automotriz de
la consultora Plante & Moran (Michigan)
Por primera
vez en su vida, los estadounidenses –o por lo menos dos
tercios de ellos- ponen el precio del carburante a la cabeza
de sus preocupaciones… muy por delante de la guerra en
Iraq. De ahí la notable desaparición en las avenidas y
autopistas de Estados Unidos de los habituales, hasta ahora,
4x4 o pickups, grandes consumidores de combustible. Todo el
mercado de los SUV (vehículos deportivos utilitarios) podría
hundirse. En junio las ventas de GM cayeron un 19%
(con relación a junio de 2007). A estas pérdidas
gigantescas se añaden los miles de empleos suprimidos, técnicos,
obreros y los mismos directivos.
Las próximas
semanas serán cruciales para GM y para muchas instituciones
del patrimonio económico de Estados Unidos. En la industria
del automóvil, Ford y Chrysler, 2ª y 3ª respectivamente,
se encuentran en el
mismo barco.
«Estados
Unidos cambia. GM podría no salir de esta» concluye
–provisionalmente- el diario francés. Las acciones de GM
(en la Bolsa de Nueva York el 7 de julio) nunca estuvieron
tan bajas en los últimos 50 años.
«Si en los próximos doce o dieciocho meses el
contexto económico no mejora notablemente y continúan
complicándose las condiciones para acceder a créditos,
puede llegar el momento en que los socios
de GM exigirán la declaración de quiebra», según
Craig Fitzgerald.
Así,
aunque GM pudiera adoptar internamente medidas drásticas,
por primera vez su destino está fuera de control (precio
del acero, precio del combustible, caída de los créditos,
crisis inmobiliaria, etcétera) «Yo apostaría a que GM, en
un plazo entre seis semanas y un año, se desprenderá de
algunas marcas. Mantendrá Hormis Chevrolet (59% de las
ventas en el 2007) y Cadillac, las otras seis (GMC, Pontiac,
Saturn, Buick, Hummer y Saab) son potencialmente «descartables» (Le Monde).
El 15 de
julio, GM emprendió «un plan heroico» (diario Le Figaro,
16 de julio): reducir los costes salariales de los altos
ejecutivos, suprimir
los subsidios de salud para sus jubilados, suspender la
distribución de dividendos entre los accionistas, etcétera,
ya que GM, falta de efectivo, debe liberar muy rápidamente…
15.000 millones de dólares.
El
pan y las tortas
Pero no
todo el mundo clama contra la crisis. En primer lugar están
los especuladores que ganan fortunas. Los fondos invertidos
en activos han pasado de 70.000 a 220.000 millones de dólares
en tres años. Estos financieros provocan el alza de los
precios y condenan al hambre a los más pobres. Después, la
renta petrolera (con el barril a 147 dólares, 92 euros en
los últimos días) hace que ciertos sectores de la economía
se disparen al alza. Especuladores, nuevas fortunas privadas
y además los nativos de los países productores, los
grandes del petróleo, que «hacen la felicidad de las
grandes joyerías, de los inmuebles de lujo en muchas
capitales del mundo y en la Costa Azul (diario francés Libération,
14 de julio, Julia Pascual). Por hablar sólo de Francia,
aunque las grandes marcas en general prefieren la discreción,
una de ellas habla sin problemas; se trata de la marroquinería
Longchamps. En seis meses tendrá siete u ocho tiendas en
Oriente Medio y, próximamente, dos en Venezuela. «Esto es
totalmente nuevo. Hemos abierto dos
tiendas en Moscú pero muchos rusos prefieren hacer
sus compras en Dubai», declara el director general de la
marca.
La Federación
de la industria relojera suiza (Rolex, Choppard, etcétera)
aumenta sus ventas en dos cifras por año. Sus exportaciones
han aumentado más del 15% desde principios del año y
Oriente Medio es uno de sus mejores mercados, sin olvidar el
mercado ruso (que creció un 57% en el año 2007)
En la
empresa aeronáutica Dassault Aviation, «las aeronaves de
alta gama, caras y capaces de volar lejos, se venden muy
bien». Se habla también de Dubai, los oligarcas rusos y
las grandes fortunas asiáticas. En la constructora aeronáutica
estadounidense Cessna las ventas, siempre según Libération,
pasaron de 307 unidades en 2006 a 470 en 2008. A finales de
junio, la estadounidense Gulfstream concretó el mayor
negocio de todos los tiempos: 19.000 millones de dólares
por 40 aviones para
la compañía NetJets.
Para el
–optimista- presidente de Boeing
«el elevado precio del petróleo es una oportunidad».
Así, recibió 475 pedidos a finales de junio y otros 478
Airbus. El aumento vertiginoso del precio del petróleo
activará los pedidos de modelos recientes de aviones que
consumen entre un 20% y un 30% menos de combustible.
Esta
conclusión sirve para titular el artículo de Libération:
algunos sectores del mercado prosperan con la explosión de
los precios del petróleo. Dubai podría ser el centro
mundial del lujo en los próximos años. Así, en el mar de
Dubai (Emiratos Árabes Unidos) se están construyendo 300
islas artificiales que conforman un proyecto gigantesco
llamado «The World». En cualquier caso, la bien denominada
Isla Moda debería convertirse, con la ayuda del modisto
Kart Lagerfeld, en «el auténtico centro neurálgico del
mundo de la moda».
Los
países pobres se quedarán atrás. En 2015 volveremos a
hacer balance
Con el alza
de los precios de los alimentos básicos, la pobreza aumenta
a pesar de un índice de crecimiento igual o superior al 7%
de los 50 «países menos desarrollados» (PMD) entre 2005 y
2006. De los 767 millones de habitantes de dichos PMD, 581
millones «viven» con
menos de dos dólares diarios (1,26 euros), y según la
CNUCD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el comercio
y el desarrollo), el objetivo de reducir a la mitad la
pobreza de aquí a 2015 no se conseguirá.
Para los
que no creen que Estados Unidos vive una época singular: se
están viendo en todo el país, desde Boston hasta San
Francisco, ciudadanos estadounidenses que han descubierto
las caminatas y las bicicletas. ¿Se convencen? Ya se lo decimos, la crisis es grave.
Notas
del autor:
(1)
Un análisis de tres economistas del Observatorio Francés
de Coyunturas Económicas (OFCE), publicado por Le Monde,
dice en una nota del 9 de julio, «petróleo y euro:
amistades peligrosas» señalando el nuevo papel del euro.
«Hace algunos años creíamos que el aumento del precio del
barril provocaría un crecimiento de la demanda de dólares,
utilizados para las transacciones petroleras o acumulados
como reservas de cambio por los países productores. La
relación prevista haría que una subida del oro negro
acarrease una revalorización del billete verde» Pero hoy,
continúa el análisis, los países productores protegen su
poder adquisitivo por medio de una cesta de divisas donde el
euro ha ocupado su lugar. El precio del petróleo se ajustaría,
pues, para compensar el valor de la moneda única. Por lo
tanto, «el alza del euro inducida por la política anti
inflacionista del Banco Central Europeo, sería parcialmente
asumida por los países productores de petróleo aumentando
el precio del barril que, al incrementarse, alimentaría la
inflación…».
(2)
En este mismo número, Paris-Match, ya que se trata de esa
revista, dedicó 40 páginas «especiales» a Ingrid
Betancourt.
Notas
de la traducción:
(1)
El autor hace referencia al mote de «elefantes» que se
aplica a un sector del Partido Socialista de Francia (al que
pertenece Dominique Strauss-Kahn), derrotado por la
candidata, también socialista, Ségolène Royal. Un
periodista describió a sus miembros como «la selecta casta
de políticos de cuello y corbata, siempre vestidos con
trajes de color oscuro, que se creían inmortales en la política
francesa» (de ahí el mote de elefantes, por su tradicional
longevidad).
(2)
Se refiere a la renuncia del secretario del Tesoro, John
Snow, el martes 27 de mayo, que fue sustituido por
Henry Paulson, presidente del banco de inversiones
Goldman Sachs.
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