Ahora
ni siquiera una guerra es capaz de levantar
los precios de las materias primas
Por
Ann Davis
Wall Street Journal, 12/08/08
Hace apenas
unas semanas, el mero atisbo de una mala noticia bastaba
para disparar los precios en los mercados de materias
primas. Esa psicología ahora se ha revertido y la jornada
del lunes demuestra que ni siquiera una guerra puede detener
el retroceso actual del petróleo.
En los
pisos de transacciones y casas de corretaje, la conversación
no gira en torno a si se trata de una caída de corto plazo,
sino a su extensión y magnitud. Esto quedó claro ayer
cuando los mercados digirieron imágenes cada vez más
violentas del conflicto entre Rusia y Georgia. Los precios
del crudo en Nueva York cayeron hasta los US$112,72 el
barril antes de cerrar en US$114,45 el barril, un descenso
de 75 centavos para el contrato para entrega en septiembre.
Hasta hace
unas semanas, incluso los temores de conflictos geopolíticos
tendían a impulsar los precios. A principios de junio, por
ejemplo, el petróleo saltó más de US$10 cuando, entre
otras cosas, un funcionario israelí advirtió que Irán
podría ser atacado si busca un programa de armas nucleares.
Desde el 30
de junio, el petróleo en la Bolsa Mercantil de Nueva York
ha caído un 18,3% y el gas natural un 37% a US$8,349 por
millón de unidades termales británicas.
La caída
en los precios de la energía se ha propagado a otras
materias primas. En lo que va del tercer trimestre, el oro
anota un declive superior al 11% y varios metales
industriales han caído bruscamente. El declive de los
commodities agrícolas ha sido más pronunciado. El maíz ha
cedido un 31%, la soya un 24% y el trigo un 10%.
Muchos
observadores esperan que los fundamentos de la oferta y la
demanda establezcan un piso para los precios muy por encima
de lo que se comerciaban los commodities hace un año. En
aquel momento, el crudo aún estaba en el rango de los US$70
por barril, el oro bordeaba los US$670 la onza frente a los
US$821,50 de hoy y el maíz se cotizaba en US$3,33 el bushel
frente a los US$4,97 del lunes. Los participantes del
mercado consideran probable que haya nuevas alzas en el
futuro.
¿Un
nuevo escenario?
Sin
embargo, los bruscos descensos recientes sugieren que
algunas de las circunstancias que ayudaron a catapultar los
precios a niveles inusitados se han moderado.
El jueves,
un día antes de que el petróleo registrara una de sus caídas
más precipitadas en varias semanas, analistas de Goldman
Sachs Group dijeron que era hora de comprar. Sostuvieron que
las escaladas imprevistas en los precios del crudo y las
cosechas de granos de los últimos meses habían provocado
una debilidad "temporal" de la demanda, pero que
ésta debería repuntar una vez que los precios retomaran un
equilibrio más aceptable. Pese a la desaceleración en
EE.UU, los inventarios en los mercados petroleros se
mantienen en "niveles alarmantemente bajos". Esto
indicaría que cualquier disponibilidad de suministro
provocada por la menor demanda de EE.UU. está siendo
absorbida por los países emergentes. Los inventarios de maíz
y soya también podrían empezar a bajar el año que viene,
por lo que los precios podrían subir, explican. Goldman
Sachs proyecta que el petróleo ascenderá a los US$145,30
el barril en tres meses, y a US$147 dentro de un año.
Jim
Rogers, un destacado inversionista en materias primas,
insistió en una entrevista que no ha perdido la fe.
"Hace ya siete años que estoy escuchando que la
burbuja de los commodities ha estallado", dice.
"Tal vez se acabe, pero no creo que eso suceda hasta
dentro de unos años", señala. Según Rogers, el
mercado simplemente se está consolidando. El mercado
alcista del petróleo tiene su origen en 1999, dice, y desde
entonces ha sufrido varios repliegues, "los cuales
asustaron a los inversionistas optimistas", señala.
Existe un
desacuerdo al interior de los grandes bancos de inversión
sobre si los precios de las materias primas pueden
sostenerse en los niveles actuales. Analistas del grupo de
macroestrategia global de Deutsche Bank AG dijeron el 31 de
julio que el petróleo caería a US$100 el barril a
principios de 2009 y a US$85 a inicios de 2010. No obstante,
los especialistas en commodities del banco no descartan ver
precios de US$135 en el tercer trimestre de este año.
Mientras tanto, los mercados estuvieron más agitados en
vista de los rumores de que importantes corredores estaban
liquidando portafolios en los volátiles mercados energéticos,
especialmente después de que SemGroup LP, un gran corredor
estadounidense de petróleo, se acogiera en julio a las
leyes de protección por bancarrota.
El analista
de Citigroup Tim Evans, que ha advertido repetidamente que
el petróleo estaba sobrevalorado, dijo ayer que el péndulo
ahora se encontraba en el territorio de los inversionistas
pesimistas. "Los mercados petroleros están
considerando oscilar de nuevo al terreno alcista, pero
parecen enfrentar dificultades para evitar la continua ola
de ventas".
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