Alarma
mundial: potencias bajo presión
EEUU
y el G–7 en emergencia
IAR
Noticias, 10/10/08
El
crash y las vísperas
Con
el derrumbe mundial de los mercados financieros, la mayor caída
de los precios de las materias primas en 50 años y la
crisis bancaria que se expande como una epidemia desde las
potencias centrales a los países de la periferia, el
sistema capitalista trasnacionalizado ingresó en un colapso
generalizado que ha desatado la alarma a escala global.
Cada
jornada es un vértigo que conduce a un desenlace que parece
inevitable: Recesión con suba de precios, baja del consumo
y desempleo masivo.
Técnicamente,
el sistema financiero imperial (USA–UE) está en un
"crash": La recesión con suba de precios, baja
del consumo y desempleo masivo ya se proyecta por todas las
variables de la economía real con los peores pronósticos
de los analistas y las autoridades mundiales.
Las
medidas 1 y 2 de los bancos centrales imperiales (plan de
rescate financiero y baja de tasas) resultaron impotentes
para detener el pánico y la fuga del dinero efectivo de los
mercados con sus efectos inevitables: Crisis del crédito y
desaceleración de la economía (piedras basales de la
"estanflación" que ya comienza a expandirse por
todo el planeta).
Más
allá de las condiciones objetivas, del análisis concreto
de la realidad, hay una "psicologización" de la
crisis.
Como
dicen los expertos: Hay "furia vendedora"
compulsiva en los mercados.
Lo
único que se aprecian y se valorizan son los "activos
en efectivo" (dinero contante y sonante, en especial dólares
USA) mientras las acciones, bonos, títulos, los cadáveres
de la "burbuja financiera", se apilan en los sótanos
de los gigantes financieros quebrados.
Hay
coincidencia generalizada entre analistas y autoridades
sobre dos puntos: El sistema financiero internacional está
definitivamente colapsado y EEUU (la potencia económica
locomotora del Imperio "unipolar") ya ingresó a
un proceso recesivo.
Y
hay dos puntos que todavía no están claros: Cómo se va a
proyectar el colapso financiero y crediticio en la economía
real a escala mundial, y que harán EEUU y las potencias
centrales para controlar y/o detener una crisis global que
los alarmistas presentan como el "ocaso del dólar y
del Imperio USA".
Por
ahora, ninguna receta parece viable para contener el pánico
y la sangría "vendedora" de
los mercados.
Este
fin de semana, en el "peor de los escenarios" de
la crisis, EEUU y las potencias mundiales inician una nueva
contraofensiva para "recrear la confianza" entre
los "inversores" que hoy huyen despavoridos de los
mercados.
Los
analistas están escépticos: La crisis está
"psicologizada" y la paranoia puede más que
cualquier medida lógica que puedan instrumentar las
potencias este fin de semana..
Sólo
una medida la podría parar (a la paranoia),
señalan: Un largo feriado bursátil y bancario a
escala global.
Cerrar
temporariamente los
bancos y los mercados financieros: Es mejor (y más
saludable para la preservación del sistema) que el escaso
dinero en efectivo que aún queda circulando emigre hacia
los colchones y las cajas fuertes de los empresarios y
especuladores capitalistas en "shock" de pánico.
Imposible
de imaginar, pero la dinámica de la crisis (y el peligro de
vaciamiento monetario)
puede vencer todos los pronósticos. El sistema
capitalista (todavía) no está maduro para el suicidio, y
todas las opciones, por más descabelladas que parezcan, son
válidas.
Y
no hay que olvidarse de dos datos claves:
A)
Mientras la crisis "seca" de activos los mercados,
parte de esos activos pasan a registrarse como ganancias
multimillonarias de los gigantes bancarios que se engullen a
otros gigantes quebrados y derrumbados por el colapso
financiero.
B)
Mientras la
crisis se devora al sistema financiero imperial, los bancos
privados que conforman la red de bancos centrales de Europa
y EEUU realizan un festín de negocios con los créditos y
el rescate de las entidades quebradas, en operaciones
garantizadas por el Estado.
En
resumen, y probado por la práctica, el sistema por un lado
se cae, y por otro se recicla (la conversión de las
"crisis" en nuevos ciclos de rentabilidad
capitalista).
Lo
que no evita un emergente final: El impacto social de la
crisis con suba de precios, desempleo masivo, huelgas y
estallidos sociales a escala global.
Ese
es (la crisis financiera a la larga o a la corta es
controlable) el "verdadero peligro" que les está
quitando el sueño a EEUU y las superpotencias del
capitalismo imperial.
Potencias
bajo presión
La
debacle mundial del sistema capitalista continúa y nadie
sabe cuál es el piso del colapso: La peor crisis financiera
de los últimos 80 años (luego de que el jueves Wall Street
sufriera su peor caída desde el 11–S) está provocando
una nueva jornada de vértigo y pánico en las bolsas
europeas y asiáticas que sufren pérdidas estrepitosas este
viernes.
El
miércoles, los bancos centrales imperiales de EEUU y la UE
abrieron un nuevo frente en su "batalla" contra la
crisis financiera al reducir en forma simultánea las tasas
de interés a corto plazo. La medida, sin embargo, no calmó
los nervios de los inversionistas.
Funcionarios
estadounidenses indicaron en Washington que el país podría
seguir los pasos de Gran Bretaña y comprar acciones de
preferencia en bancos en dificultades, nacionalizándolos
parcialmente, en un intento por aumentar la liquidez en los
mercados crediticios.
Marc
Chandler, analista de Brown Brothers Harriman, dijo que a
pesar del negro contexto, el G7 aún cuenta con varias
opciones.
"Hay
una creciente especulación de que la reunión del G7 puede
resultar en otra gran medida, que es la garantía de todos
los préstamos interbancarios", dijo.
Una
ola de recortes de emergencia de las tasas de interés,
paquetes de rescate y masivas inyecciones de capital en los
flujos monetarios no han logrado contener el pánico.
"Estamos
al borde de una recesión global", advirtió el jueves
el titular del FMI, Dominique Strauss–Khan, que instó a
adoptar medidas conjuntas porque "no existe una solución
nacional" para esta crisis.
La
debacle indetenible del sistema financiero (proyectado desde
las naciones centrales hacia la periferia) ya desató la
alarma mundial, y este
fin de semana, ministros de Economía de todo el mundo se
reunirán en el encuentro anual del Fondo y el Banco
Mundial.
Los
mercados bursátiles volvieron a desplomarse el viernes,
primero en Asia y después en Europa, alarmados por el
derrumbe de Wall Street, pocas horas antes de una reunión
crucial de los ministros de Finanzas y los gobernadores de
los bancos centrales del G7.
Este
nuevo hundimiento de los mercados aumenta la presión sobre
la reunión de ministros de Economía y Finanzas y de
gobernadores de los bancos centrales de los siete países más
industrializados (G7) que empezará en Washington a las
14H00 (18H00 GMT).
Hablarán
"de las iniciativas de cada uno para luchar contra esta
crisis y de los medios para reforzar nuestros esfuerzos
colectivos", señaló el secretario norteamericano del
Tesoro, Henry Paulson.
Estados
Unidos podría encontrarse en posición de acusado frente a
los otros miembros del club (Alemania, Canadá, Francia,
Gran Bretaña, Italia y Japón).
El
presidente norteamericano, George W. Bush, hará una
declaración a las 14H00 GMT para "asegurar a los
estadounidenses que pueden tener confianza" porque
"los responsables económicos están actuando enérgicamente
de todas las maneras posibles para estabilizar nuestro
sistema financiero", informó su portavoz.
Según
The Wall Street Journal, el
gobierno de Estados Unidos evalúa respaldar
temporalmente la totalidad de los depósitos bancarios si
las condiciones económicas continúan empeorando, una
medida que marcaría otro paso sin precedentes en la carrera
de las autoridades para contener la crisis financiera.
La
decisión, que sólo está en etapa de gestación, estaría
dirigida a prevenir una mayor fuga de efectivo de las
instituciones financieras, incluyendo bancos pequeños y
regionales, algunos de las cuales empiezan a doblegarse ante
la presión de clientes en pánico.
Antes
de eliminar el límite sobre los seguros a los depósitos,
muchas agencias gubernamentales tendrían que acordar que
existe un "riesgo sistémico" para la economía y,
de este modo, invocar una facultad legal raramente usada.
Luego de los reiterados esfuerzos de las últimas semanas
para apuntalar los bancos, algunos reguladores piensan que
la medida se justifica, precisa el Journal.
La
semana pasada, el Fondo de Garantía de Depósitos de
EE.UU., conocido como FDIC por sus siglas en inglés, utilizó
por primera vez la cláusula del "riesgo sistémico"
cuando acordó asumir pérdidas potenciales y ayudar a
concretar la compra de Wachovia Corp. por parte de Citigroup
Inc. El pacto se desmoronó el jueves, sin embargo, cuando
Citigroup lo abandonó tras una áspera disputa legal con
Wells Fargo & Co.
Ante
la indetenible caída de las bolsas y los mercados
finacieros, Japón, que preside este año el G8, se dijo
dispuesto a convocar una cumbre extraordinaria de este grupo
de grandes potencias si la reunión del G7 de Finanzas del
viernes en Washington no ofrece soluciones a la crisis
financiera mundial.
El
primer ministro británico, Gordon Brown, también mencionó
la posibilidad de reunir al G8. La reunión del G7 de
Washington el viernes estará seguida el sábado por un
encuentro de los ministros de Finanzas y gobernadores de los
bancos centrales de los países más ricos del G20, como
Rusia, China, India y Brasil.
Los
analistas de Wall Street son escépticos: Salvo nuevas
"inyecciones de liquidez" en los mercados (que ya
se mostraron impotentes para contener la crisis) difícilmente
se pueda coordinar en pocas horas una acción coordinada de
fondo entre las potencias,
que ni siquiera se muestran capaces de consensuar una
estrategia común para Europa.
¿Nueva
"semana negra" de los mercados?
La
prensa europea y norteamericana, este viernes, ya no creía
en milagros.
Nueva
jornada de vértigo de los mercados
Las
bolsas asiáticas y europeas se desploman
arrastradas por el
pánico en Wall Street
IAR
Noticias, 10/10/08
La
debacle mundial del sistema capitalista continúa y nadie
sabe cual es el piso del colapso: La peor crisis financiera
de los últimos 80 años (luego de que el jueves Wall Street
sufriera su peor caída desde el 11–S)
ha provocado una nueva jornada de vértigo y pánico
en Wall Street y en las bolsas europeas y asiáticas que
sufren pérdidas estrepitosas este viernes.
El
miércoles, los bancos
centrales imperiales de EEUU y la UE abrieron un nuevo
"frente de batalla" contra la crisis financiera al
reducir en forma simultánea las tasas de interés a corto
plazo. La medida, sin embargo, no calmó los nervios de los
inversionistas.
En
sintonía con Wall Street, el pánico contamina este viernes
a los mercados finacieros de Asia y Europa. Después de un día
negro en Estados Unidos, Europa y Sudamérica, las bolsas de
Japón y Australia abrieron con una fuerte caída de las
principales acciones.
En
línea con lo que pasó durante el día jueves en EEUU y
Europa, el Nikkei abrió el viernes con una baja del 10,87%
en Japón. En Australia, en tanto, se desplomó un 7,4% en
las primeras operaciones.
La
Bolsa de Tokio cerró con un declive de 9,62%, tras
suspender brevemente algunas cotizaciones a futuro, y el
Nikkei tuvo su mayor caída desde el crac de octubre de
1987.
La
inyección fresca de 45.500 millones de dólares en los
mercados monetarios japoneses no logró detener la
hemorragia, y la crisis se cobró su primera víctima en Japón,
la aseguradora Yamato Life Insurance, que declaró la
bancarrota.
De
esta manera el índice Nikkei se ubicó por debajo de los
9.000 puntos por primera vez en más de cinco años. En
Sydney, en tanto, el mercado se desplomó un 7,4 %.
Lo
mismo ocurre con la plaza de Hong Kong. Allí el índice de
referencia, el Hang Seng, arrancó la jornada del viernes
con pérdidas del 7,7%.
Wall
Street se desplomaba este viernes tras la apertura y el índice
S&P 500 caía por debajo de los 900 puntos presionado
por los temores a que la crisis crediticia pueda llevar a la
economía mundial a una recesión.
A
las 13:45 GMT, el promedio industrial Dow Jones caía un
4,68 por ciento a 8.167,92 unidades, recuperándose de su caída
inicial de casi el ocho por ciento. Mientras, el más amplio
Standard & Poor's 500 se depreciaba un 4,06 por ciento a
871,99 puntos.
Por
su parte, el selectivo tecnológico Nasdaq Composite bajaba
un 2,58 por ciento a 1.604,22 unidades.
Las
bolsas de Europa tampoco pueden despegarse y este viernes
muestran caídas históricas en sus cotizaciones.
El
Ibex de Madrid (–5.57%) moderaba las pérdidas una hora y
media después de la apertura, hasta situarlas en un 6%. El
índice ya perdió el jueves la barrera psicológica de los
10.000 puntos por primera vez en tres años y ahora se
acerca a la barrera de las 9.000 unidades.
El
resto de plazas europeas también se desplomaban en los
primeros minutos de negociación, aunque más tarde
moderaban en parte los retrocesos.
El
FTSE (–205.41 / –4.76%) de Londres y el Dax Xetra
(–347.84 / –7.12%) de Francfort llegaron a caer más del
10%, mientras el Cac (–206.85 / –6.01%) de París
retrocedió en los primeros compases un 8%.
La
Bolsa de Londres se hundía más de 10% antes de recuperarse
levemente, la de Fráncfort también se desplomaba más de
10% antes de reducir la sangría y la Bolsa de París perdía
un 9,68%. La Bolsa de Madrid retrocedía un 7,85%.
Los
mercados bursátiles, de Tokio a Londres, sufrieron nuevas
caídas de vértigo antes de una reunión clave de los
ministros de Finanzas del Grupo de los Siete países más
industrializados (G7) esta tarde en Washington.
Justin
Urquhart–Stewart, director de marketing de Seven
Investment Management, con sede en Londres, dijo que el
mundo se enfrenta en este momento a una "tormenta
perfecta" con un sistema bancario en crisis y una
economía mundial en dramática desaceleración.
"La
conjunción de estas dos cosas está creando algo
profundamente desagradable", indicó.
Wall
Street cerró el jueves en el nivel más bajo desde agosto
de 2003, perdiendo más de 600 puntos y la línea
psicológica de los 9.000 puntos.
La
bolsa estadounidense acumula así su peor periodo desde hace
siete décadas, desde 1937, antes de la Segunda Guerra
Mundial.
El
derrumbe de los mercados se fraguó en la recta final de la
sesión, cuando surgió el rumor de que algunos fondos
apalancados estaban teniendo problemas con la financiación,
entre ellos, los hedge funds. Las ventas volvieron a ser
masivas y ordenadas, probablemente, desde grandes inversores
institucionales.
Wall
Street encadenó su séptima sesión consecutiva en números
rojos desde el pasado 3 de octubre ( cuando la Cámara de
Representantes de EEUU diera su visto bueno al plan de
rescate financiero diseñado por el secretario del Tesoro,
Henry Paulson, que cuenta con 700.000 millones de dólares
para la adquisición de activos ilíquidos, además de un
importante recorte fiscal), y ha cerrado por debajo de los
9.000 puntos por primera vez desde 2003.
Además,
el deterioro del Dow Jones se está produciendo con una
rapidez que asombra a los analistas más veteranos de Wall
Street, pues el pasado 26 de septiembre cerró por encima de
los 11.000 puntos y el 3 de octubre por encima de las 10.000
unidades.
Por
su parte, el mercado Nasdaq, donde cotizan la mayoría de
las empresas de tecnología e informática, perdió 95,21
puntos (–5,47%) hasta 1.645,12 unidades, mientras que el
selectivo S&P 500 retrocedió 75,02 puntos (–7,62%)
hasta 909,92 unidades, un año después de que alcanzara un
récord de 1.565,15 puntos.
En
España, el Ibex 35 cayó en la jornada de este jueves un
3,8%, para quedarse en los 9.902,90 puntos, su mínimo desde
julio de 2005, en una jornada en el que todas bolsas
europeas registraron fuertes caídas a raíz del anuncio del
director gerente del Fondo Monetario Internacional,
Dominique Strauss–Kahn, sobre la posibilidad más que
cierta de una "recesión global" en 2009.
Los
precios del petróleo cayeron este viernes a su nivel más
bajo en lo que va de año, como consecuencia del temor a una
recesión económica mundial.
El
precio del petróleo estadounidense del tipo de referencia
West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre bajó
en la mañana del viernes en el comercio asiático a US$
82,41 el barril (159 litros), US$ 4,18
menos que al cierre del mercado el jueves.
El
crudo Brent del Mar del Norte, de referencia en Europa, se
abarató a US$ 3,71 s, para ubicarse en US$ 78,95.
Los
operadores temen que la economía mundial pueda sumirse en
una recesión a causa de la persistente crisis financiera,
lo que traería consigo un descenso de la demanda de petróleo.
Además,
son cada vez más los inversores que se retiran de los
mercados del petróleo para depositar su dinero en puertos más
seguros, como los bonos de Estado de países que gozan de
una buena salud económica.
Los
ministros de Finanzas de las siete principales economías
del mundo se preparan para reunirse en Washington como parte
de las iniciativas adicionales que se están coordinando
para hacer frente a la emergencia.
El
gobierno de EEUU evalúa respaldar temporalmente la
totalidad de los depósitos bancarios si las condiciones
económicas continúan empeorando, una medida que marcaría
otro paso sin precedentes en la carrera de las autoridades
para contener la crisis financiera.
El
Fondo Monetario Internacional (FMI), que celebra el fin de
semana su asamblea anual junto al Banco Mundial, llamó a
los gobiernos a trabajar juntos, y reactivó sus préstamos
de emergencia, utilizados por primera vez para rescatar a
economías en problemas durante la crisis financiera asiática
en 1997.
Funcionarios
estadounidenses indicaron en Washington que el país podría
seguir los pasos de Gran Bretaña y comprar acciones de
preferencia en bancos en dificultades, nacionalizándolos
parcialmente, en un intento por aumentar la liquidez en los
mercados crediticios.
Marc
Chandler, analista de Brown Brothers Harriman, dijo que a
pesar del negro contexto, el G7 aún cuenta con varias
opciones.
"Hay
una creciente especulación de que la reunión del G7 puede
resultar en otra gran medida, que es la garantía de todos
los préstamos interbancarios", dijo.
Una
ola de recortes de emergencia de las tasas de interés,
paquetes de rescate y masivas inyecciones de capital en los
flujos monetarios no han logrado contener el pánico.
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