Entrevista
a Nouriel Roubini
“Estamos
a punto de una recesión global muy grave”
La
Vanguardia, Barcelona, 25/10/08
El gurú y
profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini,
es un visionario. Adelantó hace dos años el crac del 2008.
Pocos le hicieron caso. Sus previsiones se cumplieron a pies
juntillas. Ahora vaticina que la recesión durará dos años
en Estados Unidos y un poco menos en Europa. Considera que
"estamos al borde de una debacle financiera". A su
juicio, se trata de la peor crisis desde la depresión de
1929. Pronostica que estamos al borde de la hecatombe si no
se actúa rápido. Su receta para los próximos días: echar
el cerrojo en algunos mercados bursátiles hasta que se
tomen medidas políticas concretas para clarificar la
situación. Ayer, pasó como un rayo por Madrid, en un
encuentro organizado por el IESE al que acudieron casi 3.000
ex alumnos, y conversó con La Vanguardia.
¿Cómo
se puede frenar lo que está sucediendo?
Estamos a
punto de una recesión global muy grave. Creo que las próximas
dos semanas se deben cerrar algunos mercados bursátiles
porque estamos viviendo una situación extrema. Los mercados
están siendo tan disfuncionales, hay tanto pánico, que la
gente vende por estrés. Ayer por la mañana, el mercado de
futuros en EE. UU. cayó tanto que se suspendió la
negociación. Esto ya ha sucedido en Rusia y en otros
mercados algunos días. También hay otros cortocircuitos,
que se tendrán que activar. Por ejemplo, en Estados Unidos,
si la bolsa cae más de un 10%, hay una normativa que obliga
a cerrarla.
¿En qué
países pueden producirse aún focos de crisis?
Hay más de
15 mercados emergentes que tienen problemas con la economía.
No todos van a sufrir una crisis severa, pero muchos de
ellos están sometidos a una presión financiera
importantes. Depende de las ayudas y apoyos que reciban del
FMI y del Banco Central Europeo.
Entre los
que están en riesgo, que no significa que vayan a sufrir
una crisis profunda, destacan los tres países bálticos
(Letonia, Lituania y Estonia), Hungría, Rumanía, Bulgaria,
Turquía, Bielorrusia, Ucrania. También se puede destacar:
Corea, Pakistán, Indonesia y Sudáfrica. Y en América
Latina los que más peligro tienen son Ecuador, Venezuela y
Argentina. Si responden con buenas políticas sus gobiernos,
quizás puedan evitar una crisis financiera severa.
¿Saldrá
algún acuerdo concreto de la reunión del G–20?
Se quiere
empezar a redefinir un nuevo orden financiero internacional,
pero considero que el sistema financiero internacional se va
a colapsar, con lo que urge más tomar medidas políticas a
corto plazo para intentar controlarlo. Lo primero que hay
que conseguir es que el paciente no se muera en la UVI y
después ya veremos qué le damos de comer. Aún no se sabe
en qué se va a basar el nuevo orden, pero está claro que
de las futuras cumbres entre EE. UU., Europa y países
emergentes va a salir un mundo con mayor normativa y más
supervisión en los bancos y el resto de las instituciones
financieras.
¿Va a
producirse una segunda ola de recapitalizaciones en la banca
estadounidense?
Ahora
quieren inyectar 250.0000 millones de dólares en el sector
financiero. Yo creo que la cifra real va a ser entre 600.000
y 700.000 millones de dólares. Los 250.000 millones van a
ser insuficientes. Y esto se va a producir también en el
Reino Unido y en otros países europeos.
¿La
bancarrota de Lehman Brothers puede provocar un efecto dominó
en la banca europea?
Bueno, el
G–7 creo que se dio cuenta de que el colapso de Lehman
Brothers fue un error porque la siguiente semana se
desplomaron AIG y otras instituciones financieras. Este
efecto negativo conllevó que el G–7 tomara la decisión
de que ninguna institución sistemáticamente importante
europea iba a caer en bancarrota. El problema es que el
nivel de apalancamiento de las entidades financieras
norteamericanas es de 20 o 30 veces; mientras que en las
europeas se sitúa entre 50 y 60. Si se suma la recesión
europea y la exposición a países de Europa del Este, como
Hungría, Rumanía, Turquía o Bulgaria, el cóctel esta
servido. Para colmo, la Fed ha bajado los tipos de interés
mucho más que el BCE, que sólo ha recortado ahora 0,5
puntos. El problema es que si caen bancos de Holanda, Bélgica
o Suiza, por ejemplo, son tan grandes que sus respectivos
estados no tendrían dinero para rescatarlos. Por eso cae
tanto la bolsa estos días.
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