En
Europa la crisis financiera se transformó en recesión económica
Ya
siente el impacto
Por
Eduardo Febbro
Corresponsal
en París
Página
12, 28/10/08
Gigantes
de la industria automotriz como PSA Peugeot–Citroën y
Renault decidieron un prolongado cese de su producción. Los
efectos también llegan al sector inmobiliario, la
construcción, empresas de trabajo temporario y de
servicios.
Las
noticias de la economía real son opacas. Sector
inmobiliario, automotriz, construcción, empresas de trabajo
temporario, servicios, cada semana una nueva rama se suma a
la extensa lista de víctimas de la crisis financiera
mundial. El tren de la crisis ha dejado sobre el andén de
las economías reales un pesado tributo cuyas consecuencias
tocan incluso los hábitos de los consumidores del Viejo
Continente.
La
transformación de la crisis financiera en recesión económica
en los países de la zona euro ya no es más una especulación.
Mientras el Banco Central Europeo (BCE) se apresta a bajar
nuevamente sus tasas de interés para atenuar la asfixia del
círculo depresivo, gigantes franceses de la industria
automotriz como PSA Peugeot–Citroën y Renault decidieron
un prolongado cese de su producción.
Los
analistas calculan que el transporte aéreo comercial podría
ser el próximo sector vulnerable. El retroceso del tráfico
mundial de pasajeros disminuyó un 2,9 por ciento en
septiembre con respecto al mismo mes del año pasado. Ello
constituye la primera caída desde 2003.
Acusado
por la oposición socialista de “no hacer nada por la
crisis social”, el presidente francés hará este martes
una serie de propuestas para evitar que el mercado laboral
caiga en picada. Las fechas y el lugar funcionan como un
espejo comparativo. Nicolas Sarkozy anunciará las medidas
sociales a favor del empleo en la misma región en donde, en
2006, lanzó lo que sería el slogan más contundente y más
irrealizable de su campaña electoral para la elección
presidencial de 2007: “Trabajar más para ganar más”.
Lejos
del credo liberal entonado en ese momento, Sarkozy saldrá a
la arena social con un doble objetivo: adelantarse a lo que
se vaticina serán las malas cifras del desempleo y empezar
a esbozar una respuesta social a las consecuencias ya
palpables de la crisis. La opinión pública espera una acción
complementaria en el campo social equivalente a la que se
llevó a cabo en el terreno financiero cuando, en plena
hecatombe, Nicolas Sarkozy puso sobre la mesa un plan
combinado de 360 mil millones de euros destinados tanto a
activar el mercado de crédito interbancario –320 mil
millones– como a capitalizar los bancos en dificultades
–40 mil millones–.
Con
el telón de fondo de la crisis y de los rescates
megamillonarios empezó a gestarse un fuerte discurso
anticapitalista en la opinión pública. La semana pasada,
durante una movilización a favor de la educación nacional,
los manifestantes gritaban: “Fondos para la educación, no
para la especulación”. Analistas políticos y
protagonistas de la vida económica contemplan una línea
del horizonte llena de bombas de tiempo. Un informe del mes
de octubre elaborado por la asociación de directores de
Recursos Humanos y citado por el diario Le Monde adelanta el
riesgo de “conflictos duros”. Semejante “escenario de
explosión social podría resultar de la conjunción de las
fuertes dificultades económicas, incluso de situaciones de
desesperación social, y de un poder percibido como duro, en
nada equitativo o simplemente imponente”.
En
Francia, los constructores Renault y Peugeot son dos
emblemas. Cuando estos dos grandes fabricantes de autos
anuncian planes de economía, ello significa que el fondo
está cerca. Renault anunció una reducción del 20 por
ciento de su producción en el cuarto trimestre de 2008.
Ello condujo al fabricante a cerrar temporariamente varias
de sus plantas durante una o dos semanas en Francia y
durante algunos días en el extranjero. Fuera de Francia la
producción se suspenderá entre uno y cuatro días en las
plantas de Bursa (Turquía), Moscú y Novo Mesto
(Eslovenia).
“Estamos
en un período en que, indiscutiblemente, los mercados se
desploman y para evitar que la situación en la empresa se
degrade demasiado hay que gestionar las reservas de manera
muy estricta, y evidentemente hay que organizar una baja de
la producción”, explicó un portavoz de la constructora.
Por su parte, PSA Peugeot–Citroën siguió los pasos de
Renault. Sus plantas de producción en Europa se verían
afectadas por el paro parcial de actividades con la meta de
reducir un 30 por ciento la producción en el cuarto
trimestre. Este sector faro de la economía francesa marca
una tendencia que ya afecta a otros sectores. Las empresas
de trabajo temporario –Manpower, etc.– perdieron 11 por
ciento de actividad en los últimos 8 meses.
Los
porcentajes son todavía más descendentes en lo que toca el
mercado inmobiliario. Además de sus consecuencias
previsibles sobre la economía mundial, la crisis acarreó
efectos colaterales: 1) los consumidores modificaron de
manera drástica su comportamiento; 2) la convulsión
financiera legitimó el hasta no hace mucho denigrado modelo
social francés. El sistema de jubilaciones por reparto de
las cotizaciones –las nuevas generaciones cotizan para los
jubilados– sale así reforzado como principio de
estabilidad frente al modelo por capitalización; 3) las 35
horas de trabajo semanales que tanto opusieron a los
patrones y al gobierno socialista de 1997 y, posteriormente,
a la izquierda en la oposición y a la mayoría conservadora
gobernante, empiezan a tener una imagen menos deteriorada;
4) hoy no son los socialistas quienes empuñan el escudo del
Estado protector sino la misma derecha, que antes soñaba
con ponerlo en el placard de los recuerdos.
Fuerte
retracción del consumo y la inversión en España
La
economía deja de crecer
Por
Juan Carlos Algañaraz
Corresponsal
en Europa
Clarín,
01/11/08
La
economía española ha tenido en el tercer trimestre de este
año un crecimiento negativo del 0,2%, por primera vez en 15
años, y entrará en recesión si la caída se vuelve a
verificar en el cuarto trimestre. Dos trimestres de
crecimiento negativo significan la recesión y las causas
que según el gobierno explican este retroceso –una fuerte
retracción del consumo y la inversión– se están
agravando, por lo que es muy difícil que la temida crisis
no se oficialice como en otros países europeos.
Los
pronósticos son bastante sombríos porque las principales
economías europeas también están en el umbral de la
recesión o ya han caído en ella. Lo mismo sucede con
EE.UU. Los economistas insisten en que el año próximo será
el momento en que más va a arreciar la crisis y sus
consecuencias dramáticas, sobre todo el aumento de la
desocupación.
En
septiembre pasado, España registró la subida del paro más
alta de la Unión Europea que alcanza al 11,9% de la población
activa. Con un aumento de la producción de riqueza inferior
al 1% no se puede aumentar el empleo, por lo que la recesión
empujará cada vez más, a medida que transcurran los próximos
meses.
En
la comunidad europea hay 16,71 millones de desocupados, un
7,5% de la población activa, de los cuales 11,69 millones
están en la zona de la moneda común, el euro. El Banco de
España señala en un informe que "detrás de esta
desaceleración del PBI se encuentra el significativo record
de la tasa de avance de la demanda nacional. Todos los
componentes por los que se miden los niveles del consumo
contribuyen a la caída de la demanda interna, en primer
lugar el de los hogares.
La
pérdida del consumo de las familias radica, según los
analistas del banco central español, en la pérdida de
confianza por la crisis financiera mundial y el
empeoramiento de la mala situación económica interna. Además
la evolución de los factores que determinan ese consumo es
más desfavorable, como la destrucción de empleo y la menor
renta disponible por la inflación. La destrucción del
empleo se extiende a las distintas ramas productivas. La
situación hace vaticinar al Banco de España que la
destrucción de puestos de trabajo se va a intensificar en
el futuro inmediato. España tiene, además, un déficit
exterior elevado. Necesita por lo tanto captar recursos, una
alternativa que el informe ve difícil "en mayor medida
que hasta ahora si se mantiene la alta tensión en los
mercados financieros".
El
fuerte descenso en el valor de las acciones –la caída de
la bolsa madrileña en octubre ha sido la segunda peor de la
historia– y el descenso en picada de los precios de la
vivienda tiene un efecto "desfavorable" sobre la
riqueza de las familias. En consecuencia, se posponen los
gastos en bienes de consumo duradero. Otro fenómeno
negativo es el creciente problema de muchas familias españolas
para pagar las hipotecas que contrataron en las épocas del
dinero fácil y los bajos intereses. Según la asociación
AESCO, ya hay unas 180.000 familias que enfrentan grandes
dificultades para saldar sus hipotecas y corren serio de
perder sus viviendas en un plazo de 18 meses. Más prudentes
son los cálculos de la Organización de Consumidores y
Usuarios (OCU) que estima en 75.000 las familias que corren
el riesgo del desalojo.
Habría
que añadir que estas mismas personas contrataron además, a
mayor interés, préstamos personales para pagar gastos
producidos por la adquisición de la vivienda como seguros,
comisiones, reforma y adquisición de muebles y electrodomésticos.
Todas las instituciones financieras están informando sobre
un aumento considerable de la morosidad. De estos afectados,
el 60% son españoles y, el 40% restante, inmigrantes que
tienen muchísimas menos defensas familiares para afrontar
los gastos personales.
Prevén
que en Italia habrá recesión hasta el 2010
Por
Julio Algañaraz
Corresponsal
en Europa
Clarín,
23/10/08
Italia
ya estaba en recesión por la mala performance de su economía,
y la crisis financiera mundial agrava la situación con la
perspectiva de que la coyuntura negativa se prolongue hasta
fines del año próximo. El pronóstico es del Fondo
Monetario Internacional, aunque ayer la Bolsa de Milán
pareció mejorar con un aumento del 3% gracias al anuncio
del gobierno en defensa de los bancos y los depositantes,
pero al final de la rueda electrónica el índice Mibtel
registro una baja del 1,63%.
El
grupo bancario Unicredit, que había registrado pérdidas
acumuladas de hasta un 30% en las últimas ruedas, subió
ayer un 9,2%, pero el otro coloso bancario italiano, Intesa,
se derrumbó un 7,58%. También el Banco Popular de Milán
perdió el 8,85% y el gigante de la energía, Enel, perdió
el 8,3% mientras crecen los temores de que la recesión se
profundice en las próximas semanas.
El
primer ministro Silvio Berlusconi, que está a punto de
viajar a Washington convocado por su amigo, el presidente
norteamericano George Bush, dijo que el lunes y martes podría
haber una reunión extraordinaria del Grupo de los Ocho, los
países industriales más importantes del mundo.
"A
nosotros no nos preocupa el movimiento en las bolsas
–agregó–, sino el impacto que la crisis puede tener
sobre la economía real". Y señaló que "la
economía real podrá ser sostenida si el gobierno reduce
los impuestos".
Berlusconi
afirmó que las medidas anunciadas en la noche del miércoles
en favor del sistema bancario y los depositantes apuntan al
objetivo de que "los bancos continúen ofreciendo el
sostén indispensable a las empresas". En caso
contrario "podría ocurrir que los bancos, con excesiva
prudencia, quiten oxígeno a las empresas, con las
consecuencias de una menor producción y un menor consumo,
con una regresión de nuestro Producto Bruto Interno".
Desde
hace varios meses Italia tiene puesta la "camiseta
negra" entre las grandes economías de la Unión
Europea, que la ha llevado en el último trimestre a la
recesión. Según el FMI, la península puede terminar el año
con un menos 0,1% de actividad económica. Para el año próximo,
la recesión se ampliaría al 0,2%, aunque muchos analistas
locales creen que la crisis financiera mundial puede agravar
sensiblemente la situación italiana. Por otro lado, Italia
tiene el más alto volumen de deuda pública interna, que
supera el cien por ciento del PBI.
La
oposición ha organizado un multitudinario acto de protesta
para el sábado 25. El líder del partido Democrático de
centroizquierda, Walter Veltroni, dijo que hay que apoyar
las medidas en favor del sistema bancario anunciadas el miércoles,
pero que son "insuficientes". Faltan "medidas
en favor de los trabajadores y los jubilados, así como de
las pequeñas y medianas empresas", dijo Veltroni,
"que están por ser embestidas por los efectos de la
crisis financiera mundial sobre la economía real".
En
Italia es continuo el deterioro de los ingresos y las
condiciones de vida de los sectores más débiles de la
sociedad. Crece el número de trabajadores precarios, muchos
jubilados tienen hasta problemas de alimentación y hay
millones de familias que con serios problemas para llegar a
fin de mes.
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