Crisis mundial

China: la industria pierde fuerza

Brusca caída del sector manufacturero

BBC World, 01/11/08

El sector manufacturero de China se contrajo bruscamente en el mes de octubre, de acuerdo con las últimas cifras dadas a conocer en ese país.

Los datos, recopilados por la Federación China de Logística y Compras (CFLP, por sus siglas en inglés) muestran que este sector se contrajo en tres de los últimos cuatro meses.

En concreto, las órdenes de exportación parecen haber sido las más golpeadas, al tiempo que los mercados externos del gigante asiático enfrentan una recesión.

Los datos parecen confirmar el temor de que la economía del llamado "gigante asiático" tendrá este año un crecimiento de un sólo digito, lo que ocurriría por primera vez en seis años.

De hecho en 2009, el Producto Interior Bruto (PIB) chino subió 9% en el tercer trimestre, lo que representa un descenso de 3% respecto al mismo periodo del año anterior.

De acuerdo con el analista de la BBC, Andre Vornic, el sector manufacturero es el motor de la economía china.

Nivel más bajo

Vornic señala que las últimas cifras ubican a este sector en su nivel más bajo desde que hace cuatro años comenzaran las mediciones.

En general, se esperaba un período de calma en la economía china a raíz del empuje de los juegos olímpicos.

Por otro lado, India anunció un recorte en una tasa de interés clave para estimular el crecimiento económico.

El Banco Central de ese país decidió bajar en medio punto la tasa de interés de préstamos a corto plazo para ubicarla en 7,5%.


Desaceleración "severa" en China

BBC World, 20/10/08

La producción industrial de China ha caído por tercer trimestre consecutivo, en medio de temores de que su economía estaría próxima a sufrir un bajón.

Las últimas cifras muestran que el crecimiento económico chino fue del 9% en el tercer trimestre del año.

Según funcionarios chinos, es la primera vez en al menos cinco años que se registra un crecimiento de un solo dígito, debido al impacto de la crisis de crédito global y a la debilidad en el sector inmobiliario local.

El director de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, Li Xiaochao, dijo el lunes a los periodistas que el impacto de la crisis financiera mundial ha excedido de lejos las expectativas del gobierno.

Caída

Quentin Sommerville, corresponsal de la BBC en Pekín, informó que sólo la semana pasada el gobierno dijo que la mitad de los fabricantes de juguetes del país se habían quebrado.

Sommerville agregó que Pekín planea impulsar el consumo interno, lo que significa que es posible que por tercera vez este año se corten las tasas de interés.

Sin embargo, indica que la clase media china ya está sintiendo el efecto: el precio de la vivienda está cayendo, así como las ventas de autos, lo que muestra que los consumidores están reduciendo sus gastos porque creen que se avecinan tiempos difíciles.

Los números empezaron a caer desde el primer trimestre, cuando se registró un crecimiento de 10,4%, para luego bajar a 10,1% en el segundo, y finalmente alcanzar 9% en el tercero.

Estas cifras dan un crecimiento promedio de 9,9% de enero a septiembre de 2008, lo que equivale a US$2,95 billones, explicó el portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas en rueda de prensa celebrada en Pekín. Este promedio está por debajo del 11,9% que se logró en todo 2007.


¿Y qué pasa en China?

Por Marina Wentzel
BBC, Hong Kong, 13/10/08

China no podrá impulsar sola la economía mundial para solucionar la actual crisis financiera global, pero sufrirá menos que Occidente, a pesar de mostrar indicios de desaceleración, según señalaron especialistas consultados por la BBC.

"China no es la salvadora de la crisis mundial", dijo Dong Tao, economista jefe para Asia del banco Credit Suisse Boston First.

Los economistas creen que China, a pesar de financiar buena parte de la divisa estadounidense, ya que posee más de US$518.000 millones en títulos del gobierno de Estados Unidos, todavía no cuenta con una economía completa y lo suficientemente compleja como para estimular a todo el organismo global.

Los ciudadanos chinos aún consumen muy poco y no podrían absorber lo que dejarán de comprar los estadounidenses, pero diversas medidas intervencionistas y de desarrollo adoptadas por Pekín garantizarán un ritmo de crecimiento de entre el 8% y el 9% en 2009.

Se trata de una cifra modesta si se compara con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) chino en 2007, que fue superior al 12%, pero todavía es muy superior a las previsiones de crecimiento para las principales economías de Occidente, que se espera entren en recesión.

La desaceleración del crecimiento de las exportaciones en los últimos doce meses y el enfriamiento del mercado inmobiliario son algunos de los indicios que apuntan a un ritmo más lento de expansión del PIB chino.

Control accionario

Para hacer frente a la crisis, Pekín anunció un recorte de 0,25 puntos porcentuales de las tasas de interés, que ahora en la región están situadas en el 6,9%.

Además, el banco central chino tiene control de las acciones de los grandes bancos del país y ha comprado más títulos de esas instituciones para garantizar que su nivel de capitalización les permita operar.

A mediano y largo plazo, el gobierno comunista quiere revertir la dependencia de la economía china de las exportaciones y aumentar el consumo interno, mediante una serie de reformas.

"También la falta de consumo es la razón por la que China no logra, a diferencia de EE.UU. antes de la crisis, garantizar la economía de todo el mundo", afirma Dong.

Según Belle Chan, directora ejecutiva para metales de la empresa BOC International, con sede en Hong Kong, China no podrá aumentar su consumo para impulsar al mercado global.

Chan coincide con Tao en que el crecimiento chino no se encuentra completamente amenazado pero seguramente se desacelerará.

Reforma agraria

El problema es que el consumidor chino es muy cauteloso, ya que el gobierno no garantiza servicios de seguridad social como las pensiones o la salud gratuita.

Por miedo a la inseguridad del futuro, los ciudadanos chinos prefieren no gastar para no tener que endeudarse.

En total, la deuda de los consumidores chinos corresponde al 13% del PIB, mientras que en EE.UU. esa proporción llega al 100%.

Por eso, el gobierno chino tiene planes de impulsar cambios en el sector de la seguridad social y poner en marcha una reforma agraria que enriquezca a más del 55% de la población que todavía vive en el campo.

Los líderes del Partido Comunista anunciaron una serie de reformas en el área rural que tienen por meta duplicar, antes de 2020, los ingresos per cápita de los casi 800 millones de campesinos.

En la actualidad, los trabajadores rurales siembran en tierras que les arrienda el gobierno o que pertenecen a cooperativas vinculadas al estado.

"Esta reforma va a ayudar, a corto plazo, a estimular la confianza de los consumidores que trabajan en el campo y, a largo plazo, a fomentar las inversiones y a aumentar la productividad rural", le dijo al diario South China Morning Post el analista del banco Morgan Stanley Wang Qing.

Además, los economistas esperan que Pekín estimule obras de desarrollo infraestructural para la generación de empleos y anuncie, en breve, recortes impositivos.

China y Brasil

"EE.UU. es el gran comprador mundial de manufacturas y China es una importante suministradora de las mismas", señaló Dong Tao.

"China es la gran compradora de materias primas y Brasil es el gran suministrador, por eso la desaceleración de las exportaciones chinas está vinculada a la desaceleración de las exportaciones brasileñas", añadió.

Con la reforma agraria, podría aumentar la producción de soja en China, lo que disminuiría las compras de este grano a Brasil.

Además, hay indicios de una caída en la adquisición de mineral de hierro, otro importante producto brasileño de exportación.

Según Chan, los embarques de este mineral para China están suspendidos en todo el mundo, incluso en Australia.

Mercado inmobiliario

Chan señala que "cerca de 70 millones de toneladas de mineral de hierro están estacionadas en los puertos de China, a la espera de su consumo", lo que justifica la reducción de las importaciones.

Esto se debe a la caída de las ventas y del procesamiento de acero en las pequeñas empresas siderúrgicas chinas, que no consiguen obtener crédito para operar, y también al enfriamiento del mercado inmobiliario.

La venta de los inmuebles en las grandes ciudades chinas cayó un 50% en el último año y, aunque el sector no ha enfrentado una burbuja especulativa similar a la de EE.UU., desde el año 2000 el precio de las propiedades ha bajado en relación con el ingreso promedio de los ciudadanos.