Mientras el Citi amenaza desplomarse y despide a
53.000...
La burguesía yanqui debate qué hacer con GM
y
la
industria automotriz
Por Claudio Testa
Socialismo o Barbarie, periódico, 21/11/08
Ante la bancarrota que amenaza a General Motors pero
también a las otras dos firmas históricas, Ford y Chrysler,
se ha abierto un debate en la burguesía estadounidense.
Las automotrices, en primer lugar la GM, han demandado un
paquete de ayuda, como el que se dio a las entidades
financieras. Piden “sólo” 30.000 millones de dólares,
una cifra modesta frente a los 4 billones que, según
algunos cálculos, el Estado ya está gastando o perdiendo
de recaudar en el sector financiero. [1]
Obama estaría dispuesto a dar esta “ayuda”, aunque aún
no hay anuncios firmes. Es que, mientras tanto, se ha
desatado una polémica en la burguesía estadounidense.
Parece haber sectores importantes que –increíblemente– están
a favor de su quiebra, especialmente de GM que es la más
comprometida. Hay más objeciones a este “rescate” que
al de las financieras.
Un reciente artículo del New York Times informa
extensamente este debate.[2]: “Algunos
expertos señalan que, aunque una quiebra sería penosa, tal
vez sea preferible a un rescate del gobierno que podría
demorar, a un costo considerable, las medidas dolorosas que
GM debe tomar para convertirse en una empresa más fuerte y
ágil.” Por supuesto, el “dolor” correrá por cuenta
de los 266.000 trabajadores que en EEUU y el resto del mundo
trabajan en GM.[3]
¿Dónde
está el negocio de todo esto? Los “contratos laborales de
GM correrían riesgo de cancelarse con una quiebra –lo que
potenciaría el enfrentamiento con los sindicatos–...”
Pero, “tal como demostraron otras empresas, la quiebra
puede ofrecer un nuevo comienzo con una estructura de costo
más competitivo...”. O sea, reemplazar a los actuales y
costosos obreros sindicalizados con nuevos trabajadores de
bajos salarios.[4]
Y,
por supuesto, comienzan a opinar los “expertos”: “«Hay
que dejar actuar a las fuerzas del mercado», dijo Matthew
Slaughter, de la Universidad de Dartmouth... William Ackman,
un prominente inversor que encabeza Pershing Square Capital,
dijo el martes que GM debía considerar la posibilidad de
una quiebra. «La manera de resolver el problema no es
prestarle más dinero.»... En cambio, GM debería presentar
una quiebra preestructurada, con los pasos que planea
cumplir una vez declarada, señaló Ackman. «Prefiero que
el dinero del gobierno se use para otros fines»”. [5]
Notas:
1.– Cálculo
del canal empresarial CNBC, citado por Democracy Now!,
19/11/08.
2.–
Micheline
Maynard, “G.M.’s Troubles Stir Question of Bankruptcy
vs. a Bailout”, New York Times, 12/11/08.
3.– “Global 500, Annual ranking of the world's largest
corporations – 2008”, Fortune, nov. 2008.
4.– “Auto giant aims to replace much of U.S. workforce with
lower–paid new hires”, CNNMoney, 12/02/08.
5.– Micheline Maynard, cit.
En los últimos cinco días su capitalización bursátil
cayo 68%
El Citi tambalea en medio de la crisis
Por Cristian Carrillo
Página 12, 23/11/08
El fantasma de la quiebra amenaza a la emblemática
entidad estadounidense, aunque en el mercado internacional
descartan que se mantendrá a flote gracias a la ayuda del
gobierno de George W. Bush y el recorte de gastos que ya
inició.
El Citigroup busca mantenerse a flote con un cartel de
venta en una mano y un salvavidas del gobierno en la otra.
En los últimos cinco días su capitalización bursátil cayó
68 por ciento y acumula un derrumbe del 90 por ciento desde
fines de 2006, lo que llevó a la firma a buscar medidas
para reducir los gastos e incrementar sus fondos. Sin
embargo, el anuncio de más de 75.000 despidos y el
incremento del 5 por ciento de la participación del capital
por parte del príncipe saudita Walid Bin Talal no
impidieron otra ola de ventas y salida de depósitos del
banco. Bajo ese panorama, la entidad estaría buscando
comprador para algunos de sus negocios financieros y Goldman
Sachs encabeza la lista de posibles interesados. Los
analistas del sector advierten que la estructura global del
Citi amerita un salvataje de la administración Bush,
adicional a los 25.000 millones de dólares que ya entregó
el mes pasado. Al respecto, el secretario del Tesoro, Henry
Paulson, afirmó ayer seguir de cerca la situación aunque
prefiere no adelantar ningún movimiento. Finalmente, la
Bolsa recuperó el entusiasmo con la designación del actual
titular de la Reserva Federal de Nueva York, Timothy
Geithner, al frente del Tesoro (ver página 19).
Castigado al igual que otros bancos de inversión por
malas decisiones de endeudamiento, el Citi pasó de ostentar
una capitalización bursátil de 274.000 millones de dólares
a fines de 2006 a 18.000 millones al cierre de las
operaciones de ayer. De esta manera, la compañía se
trasladó del primero al quinto lugar entre los mayores
bancos de Estados Unidos, detrás de Bancorp de Minneapolis.
El hundimiento del Citigroup se vio en los últimos meses
profundizado por la fallida fusión con el Wachovia. Esa
operación se realizó finalmente con el Wells Fargo; no sin
antes una demanda judicial del Citi por no respetar el
Wachovia la exclusividad, luego de recibir fondos de éste.
La trunca operación implicó resignar 418.800 millones de dólares
en depósitos que el Wachovia traspasaría al Citi.
En medio de esa situación el consejo de administración
de Citi, presidido por Win Bischoff y dirigido por el
consejero independiente Richard Parsons, se reunió por la
mañana en Nueva York de forma extraordinaria para estudiar
las opciones de la compañía. En el encuentro no se descartó
la posibilidad de fusiones, vender algún área de negocio o
buscar una inyección de capital adicional, según publicó
The Wall Street Journal. Las autoridades no se pronunciaron
públicamente al respecto y sólo insistieron en que las
posiciones de capital y liquidez de la compañía son “muy
fuertes”. No obstante, el presidente ejecutivo del grupo,
Vikram Pandit se comunicó con sus empleados para
transmitirles que no habría ninguna fusión del ala de
negocios Smith Barney.
A pesar de la afirmación de Pandit, no queda claro qué
decisión tomará el Citi para restaurar en el corto plazo
la confianza de los inversores. Por lo pronto, en las últimas
cinco sesiones perdió el 68 por ciento de su valor bursátil.
En la firma apuntan a que, además de los 25.000 millones
que el Tesoro inyectó el mes pasado como parte del
mega–salvataje, el grupo tiene al menos 50.000 millones de
capital sobre el monto requerido por los reguladores para
calificarlo como “bien capitalizado”. La situación será
más comprometida el próximo año, dado que para ese período
se estima una pérdida operativa de 20.000 millones de dólares.
Con el objetivo de reducir el rojo del próximo
ejercicio, el directorio del banco anunció que eliminará
en los próximos meses 52.000 puestos de trabajo en todo el
mundo, que se suman a los 23.000 empleos que ya fueron
eliminados en septiembre último. Pandit detalló que
recortará el 15 por ciento de la plantilla laboral de la
firma en todo el mundo, y llevarla de 375.000 a 300.000
empleados en “el corto plazo”.
Los cálculos en carpeta del Citi prevén un gasto para
el 2009 en torno de los 50.000 millones de dólares, contra
los 62.000 millones que se utilizarán este año. El banco
anunció además el rescate de cerca de 17.000 millones de dólares
en inversión subprime. Esos son los únicos que aún le
quedan desde que a fines del año pasado integrara parte de
ellos por valor de 49.000 millones de dólares.
En definitiva, todo apunta a que la administración Bush
encare una nueva inyección antes de fin de año. Fuentes
del Tesoro reconocen seguir de cerca la salud del grupo,
aunque Paulson prefirió no referirse a una nueva inyección
de liquidez.
La realidad del Citi se convirtió así en un pesado
lastre para la Bolsa neoyorquina durante los primeros
negocios de la jornada. Pero la información acerca de que
un hombre pro mercado, como Geithner, estará al frente del
Tesoro en la administración Obama impulsó a los mercados
sobre el cierre. El índice Dow Jones se catapultó el 6,6
por ciento, mientras el panel tecnológico Nasdaq recuperó
5,2 por ciento.
Los papeles corporativos también se vieron beneficiados.
Las acciones de Wal Mart, la mayor cadena minorista del
mundo, subieron un 4,5 por ciento, mientras las de General
Motors avanzaron un 6,3 por ciento y Ford 2,9 por ciento.
Estas empresas, las más castigadas en las últimas semanas,
avanzaron con la expectativa de que finalmente Washington
acuda al rescate del sector real.
Del otro lado del océano las operaciones se iniciaron
con la advertencia del titular del Banco Central Europeo,
Jean Claude Trichet, sobre una nueva baja en la tasa de
interés rectora para la región, ya que la crisis expone al
mercado a “una nueva catástrofe”. Las plazas del Viejo
Continente respondieron en negativo. La plaza parisina perdió
3,4 por ciento; Milán, 3,1 por ciento; Londres, 2,4 por
ciento; y Estocolmo, 3,3 por ciento. En Asia la Bolsa de
Tokio terminó la sesión al alza de 2,7 por ciento.
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