“No
sólo está cuestionado el neoliberalismo, sino también el
capitalismo”
Sobre
la Cumbre en Washington
Por
Julio C. Gambina (*)
ALAI
(América Latina en Movimiento), 17/11/08
La
reunión en Washington sobre "Los mercados financieros
y la economía mundial" es la primera de una serie que
se sucederá en el tiempo para pensar como salir de la
crisis actual, que ya es recesión en la Europa del Euro y
aceleradamente se acerca en EEUU, y con desaceleración económica
en los países emergentes, atrasados o dependientes,
configurando un cuadro recesivo de la economía mundial.
Existe
una importante caída de las ventas en las empresas,
expresado en bajas considerables de la facturación,
afectando seriamente el empleo y el consumo. La OIT indicó
que serán 20 millones en el mundo los nuevos desempleados
por esta crisis. El desempleo y la pérdida de ingresos
agravan la tendencia decreciente del consumo popular y ello
afecta a la inversión. Esa es la razón para que en la
reunión del G20 se pensara en "medidas
keynesianas" de reactivación de la inversión y el
gasto público.
En
realidad es poco lo que surge de la reunión y no podría
ser de otra manera, pues hasta ahora el tema ha sido tratado
en forma "nacional" por cada país, siendo que la
crisis es un tema global que requiere respuestas integrales
y mundiales.
No
alcanza con decir que la crisis es de EEUU, o que empezó en
EEUU. Es evidente que la crisis es de la economía mundial.
Otro
de los problemas pasa por concentrar el tema en la dimensión
financiera y es por ello que las principales recomendaciones
estuvieron concentradas:
a)
en la regulación de las calificadoras de riesgo;
b)
los derivados financieros y el control sobre las entidades
bancarias de inversión no controladas o insuficientemente
reguladas y en el conjunto de instrumentos financieros
productos de la ingeniería financiera desarrollada en los
últimos años;
c)
en los organismos financieros internacionales, con el
intento de reflotar al FMI en sus funciones de asistencia
financiera, para lo cual hay que dotarlo de mayores recursos
(Japón habla de contribuir con 100.000 millones de dólares
al efecto). En rigor, el problema no es solo financiero,
sino económico, e incluso de carácter civilizatorio,
afectando el orden social en conjunto.
El
problema de fondo es el orden capitalista, y no alcanza con
pensar en "otro capitalismo" tal como indicó la
presidenta de la Argentina en el cónclave de los jefes de
gobierno. No alcanzan con cambios cosméticos en el orden
capitalista, sino que hacen falta profundas modificaciones
al orden socioeconómico vigente.
No
es un problema de que la crisis pasa ahora de lo financiero
a lo productivo y por lo tanto resolviendo algunas
regulaciones todo se normaliza; sino de cambiar también el
modelo de producción y en consecuencia la circulación. En
definitiva, producción y circulación en conjunto. La
crisis no es de las finanzas y su difusión en la economía
real, sino que es una crisis económica que objetivamente
cuestiona el modelo de producción capitalista.
Nada
de esto último fue parte del debate en Washington y por eso
George W. Bush (desprestigiado internacional y localmente)
insistió en la defensa del capitalismo, el libre cambio y
la apertura de la economía. EEUU presionó al G20 para
incluir en la resolución final una apelación para un final
de la Ronda de Doha que se negocia en la OMC. El objetivo es
la liberalización de la economía mundial y que varios países
entre los presentes vienen rechazando, ya que los países
capitalistas desarrollados piden facilitar el ingreso de
bienes industriales a nuestros países y protegen sus
mercados del ingreso de productos primarios. Mientras ellos
demandan apertura, no dudan en destinar gigantescos
subsidios a la producción y exportación, potenciando la
asimetría de la inserción de las empresas y los países en
el mercado mundial.
Algunos
imaginaron que esta reunión sería un "Bretton Woods
II", a imagen y semejanza del de 1944 cuando al final
de la segunda guerra se organizó el orden mundial bajo
hegemonía del dólar y EEUU. El problema es que ahora no
existe una potencia de reemplazo, sin perjuicio de que China
puede terminar siendo una de los países que adquiera mayor
protagonismo en el orden multipolar que pretenden los países
en desmedro de la unipolaridad ejercida por EEUU. Hoy no
existe esa potencia militar, económica con fortaleza
suficiente para encarar un nuevo liderazgo del sistema
mundial, tal como ocurrió en la posta traspasada de
Inglaterra a EEUU en las postrimerías de la segunda guerra.
Al
mismo tiempo que se realizaba el encuentro de los
presidentes se realizó en varias ciudades del mundo un día
de acción global. En la Argentina, en Rosario y Buenos
Aires se realizaron acciones de un conjunto de
organizaciones sociales y personalidades para difundir una
carta dirigida a la Presidente de la Argentina relativa a la
preocupación y rechazo por la presencia de Cristina Fernández
en la Cumbre de Washington. La misiva encabezada por Adolfo
Pérez Esquivel "pone en discusión las políticas
hegemónicas en los últimos treinta años en el ámbito
mundial que promovieron la liberalización de la economía a
favor del capital transnacional" La nota critica a
quienes visualizan este encuentro "como una importante
oportunidad para fortalecer los cimientos del capitalismo,
al abordar como mejorar la liberalización del comercio y la
inversión" Se critica el libre comercio y a los
organismos internacionales para proponer un conjunto de
medidas que apuntan en resolver los problemas de los pueblos
y no de los bancos o de quienes propiciaron la crisis. Se
sustentan propuestas de integración alternativa y de nuevo
orden mundial sobre la base del protagonismo popular en la
toma de decisiones. Es el camino de la protesta y la
constitución de sujetos para enfrentar la estrategia del
poder.
Puede
verificarse entonces la crisis y los problemas del
capitalismo para superarla. Un asunto adicional a considerar
es la capacidad de construir propuesta alternativa al
capitalismo. Si el capitalismo está en crisis, es un
problema también la estrategia de confrontación al
capitalismo y la constitución de propuestas
anticapitalistas y por el socialismo. Es un tema que empieza
a discutirse en algunas de las realidades sociales y políticas
de la región latinoamericana y caribeña, aunque debe
consignarse que esas voces estuvieron ausentes en el debate
en Washington, salvo en la protesta callejera, en esa y
otras ciudades del mundo. Se discute la crisis, sí, pero
también la posibilidad de otro orden social para la
sociedad. No sólo está cuestionado el neoliberalismo, sino
también el capitalismo.
(*)
Julio C. Gambina es profesor Titular de Economía Política
en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Presidente
de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas,
FISYP. Miembro del Comité Directivo del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.
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