Estados Unidos sufre de un exceso de capacidad instalada
A la Fed le preocupa que esto desate
presiones
deflacionarias
Por Jon Hilsenrath
Wall
Street Journal, 20/03/09
La decisión de la Reserva Federal de inyectar US$1,15
billones (millones de millones) en el sistema financiero
refleja su temor de que la economía padece un mal que se
agrava cada día. Desde habitaciones de hotel desocupadas a
máquinas industriales apagadas, Estados Unidos sufre de un
exceso de capacidad.
Esto indica que, incluso si la crisis se revierte mañana,
la economía probablemente operará muy por debajo de su
verdadero potencial durante muchos meses, tal vez años.
El tema también preocupa al banco central por otra razón.
En dosis limitadas, la capacidad ociosa puede generar
presiones inflacionarias porque la escasez de suministro y
mano de obra permite que empresas y trabajadores exijan más
dinero por sus servicios. Sin embargo, cuando hay demasiada
capacidad ociosa, como en la actualidad, la inflación
declina.
Si el exceso de capacidad se profundiza o persiste por un
período prolongado, podría producir deflación, un declive
pronunciado en los precios, algo que la Fed quiere impedir a
toda costa porque es un nudo difícil de desatar. "A la
luz de la creciente capacidad ociosa en la economía
estadounidense e internacional, el comité espera que la
inflación se mantenga a raya", declaró el Comité de
Mercado Abierto de la Fed el miércoles, tras anunciar la
inyección adicional de efectivo a través de compras de
bonos del Tesoro y valores hipotecarios.
Las señales de un exceso de capacidad son fáciles de
divisar. El número de casas vacías en EE.UU. llegó a los
19 millones en el cuarto trimestre de 2008, un alza de 6%
frente al mismo período del año anterior. Las tasas de
ocupación hotelera han caído de 65,5% hace un año a 55,2%
a principios de marzo, según la firma de estudios de
mercado Smith Travel Research. Las plantas manufactureras
operaron en febrero a un promedio de 67,4% de su capacidad,
el nivel más bajo desde que la Fed empezó a seguir estos
datos en 1948.
En circunstancias normales, la Fed combatiría un exceso
de capacidad reduciendo las tasas de interés de corto plazo
con el fin de rebajar los costos de financiamiento para
empresas e individuos. Pero el banco central estadounidense
ya ha recortado su tasa de referencia a casi cero. Es por
eso que la Fed anunció el miércoles un drástico aumento
de las compras de bonos del Tesoro a largo plazo y valores
respaldados por hipotecas. El banco central espera que tales
medidas amplíen el acceso al crédito y estimulen la
demanda.
Los trenes en la estación
Un ejemplo de exceso de capacidad es Union Pacific
Railroad. La mayor operadora estadounidense de ferrocarriles
puede operar cerca de 200.000 vagones de carga por semana,
pero sólo está utilizando unos 150.000.
"Como los volúmenes siguen siendo débiles, estamos
actuando de manera enérgica para ajustar nuestros recursos,
dando vacaciones sin sueldo a 3.600 empleados y sacando de
circulación 1.400 locomotoras y 53.000 vagones de
carga", explicó el director financiero, Rob Knight,
durante una conferencia con inversionistas la semana pasada.
La señal más clara del exceso de capacidad está en el
mercado laboral. Ayer, el Departamento del Trabajo informó
que el número de nuevas solicitudes de seguro de desempleo
cayó la semana pasada a 646.000. El promedio de cuatro
semanas, sin embargo, subió a 654.750, el nivel más alto
en 26 años. El total de estadounidenses que recibe seguro
de desempleo saltó a casi 5,5 millones, un nuevo récord.
En general, el número de desempleados en EE.UU., ajustado
por temporada, ascendió a 12,5 millones en los últimos 12
meses, elevando la tasa de desempleo a 8,1%. Otras 8,6
millones de personas están trabajando a tiempo parcial,
pero preferirían tener un puesto a tiempo completo. Cuando
se contabilizan estos trabajadores, la tasa de
"subempleo" —un índice más amplio de la
capacidad ociosa en el mercado laboral— llega a 14,8%. Eso
no es sólo un problema para los desocupados, sino que
ejerce una fuerte presión a la baja en los sueldos.
Para las autoridades estadounidenses, la clave para
reducir el exceso de capacidad es impulsar la demanda de
bienes, servicios, bienes raíces y empleo. Esa es una razón
por la que los economistas creen que el Congreso necesitará
aprobar un nuevo paquete de estímulo. El plan de US$787.000
millones del presidente Barack Obama, aprobado en febrero,
tiene la meta de ayudar la economía a través de programas
de gasto y recortes de impuestos para la clase media.
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