Problemas
para la banca estadounidense: necesitan fondos públicos o
privados para sobrevivir
No
pasaron el examen y quieren premio
Por
Tomás Lukin
Cash,
08/05/09
El
test practicado por la Reserva Federal de Estados Unidos
sobre 19 entidades, que pretendía llevar tranquilidad al
transparentar su situación, provocó el efecto contrario.
El Citi y el of America, muy comprometidos.
El
Citi, el Bank of America y Wells Fargo, tres de los bancos más
grandes de Estados Unidos, no pasaron los test de estrés de
la Reserva Federal. De las 19 entidades examinadas, 10
necesitarán nuevas inyecciones de liquidez para asegurar su
funcionamiento. El gobierno considera que necesitan 74.600
millones de dólares de capital adicional. Una porción de
las necesidades podría ser cubierta convirtiendo parte de
la deuda con el Estado por los rescates en acciones comunes,
seminacionalizando las compañías. Los tests consistieron
en probar la viabilidad y la necesidad de capital de las
entidades financieras en posibles escenarios económicos
adversos. El mensaje que buscó enviar el gobierno de Barack
Obama es que el sector financiero está mejor, pero para
muchos analistas los tests no son una radiografía creíble
del estado de salud de los bancos. El Tesoro seguirá
ofreciendo dinero “casi sin condiciones”, aunque las
autoridades esperan que se recapitalicen con fondos
privados. Algunas de las entidades “afectadas” se
anticiparon a la difusión de los datos y anunciaron que se
lanzaban al mercado para buscar fondos frescos.
–
El Citi deberá juntar 5500 millones de dólares. La entidad
recibió 50 mil millones de fondos públicos y ahora buscará
convertir el 90 por ciento del rescate en acciones
ordinarias. Cuando suceda, el Estado será el dueño del 36
por ciento de la corporación.
–
El resultado del examen no salió bien para el Bank of
America: tiene que conseguir 33.900 millones. Más allá de
las declaraciones públicas de sus directivos, los analistas
consideran que seguirá los pasos del Citi y transformará
las acciones preferenciales (sin derecho a voto) del
gobierno en acciones comunes. La entidad necesitó 45 mil
millones de dólares del Tesoro para frenar su caída.
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Wells Fargo necesita 13,7 mil millones de dólares para
fortalecer su capital. El rescate a la empresa costó 25 mil
millones de dólares. Una hora antes de conocerse los
resultados oficiales del programa de supervisión, el banco
anunció que buscaría colocar en el mercado seis mil
millones de dólares en acciones comunes.
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GMAC, la pata financiera de General Motors, necesitará
acumular hasta 11.500 millones de dólares. La automotriz
está negociando la reestructuración de su deuda para
evitar el default y la tambaleante GMAC está cumpliendo un
rol fundamental en la venta de Chrysler.
–
Morgan Stanley anunció que planea captar cinco mil millones
de dólares, colocando acciones por 2000 millones en el
mercado y obligaciones por 3000 millones. Para Bernanke, el
ex banco de inversión necesita reunir 1800 millones. La
entidad recibió un salvataje de 10 mil millones.
–
El resto de las instituciones financieras tendrán que
conseguir entre 600 y 2500 millones de dólares cada una
para fortalecer sus posiciones. El grupo está compuesto por
cinco de los mayores bancos regionales –Regions Financial,
SunTrust Banks, KeyCorp, Fifth Third Bancorp y PNC Financial
Services–, que necesitan 8200 millones de capital
adicional para sobrevivir a un potencial agravamiento de la
recesión.
Los
bancos que deben aumentar su capital tienen un mes de plazo
para diseñar un plan detallado y hasta noviembre para
ejecutarlo. Los tests apuntaron a “reemplazar
incertidumbre por transparencia y proveer mayor claridad
sobre los recursos que tienen los grandes bancos para
absorber futuras pérdidas”, señaló el Tesoro. Pero para
el economista Nouriel Roubini, “el sistema financiero está
cerca de la insolvencia en términos agregados, las
conclusiones de los tests de resistencia son demasiado
optimistas acerca de la salud de los bancos; temo que
estemos de vuelta en el purgatorio de los salvatajes”.
“El
objetivo fue estimar las potenciales pérdidas futuras y
asegurar que los bancos tuvieran suficiente capital para
seguir prestando aun frente a una depresión más
profunda”, apuntó el secretario del Tesoro, Timothy
Geithner. En el peor contexto, la FED estimó que las pérdidas
de las 19 entidades ascenderían a los 600 mil millones de dólares
entre 2009 y 2010. La mayor parte, 455 mil millones,
provendrían de sus préstamos comerciales e hipotecarios.
Esa cifra representa el 9,1 por ciento del total de los préstamos
del sector.
Si
bien la intención del gobierno es que los bancos obtengan
los fondos de inversores privados, es posible que los
resultados de los tests dificulten las operaciones de
ampliación del capital. En ese caso, las entidades volverían
a requerir dinero público al Tesoro. Todavía quedan
disponibles 110 mil millones del Plan de Alivio. En cambio,
Geithner consideró que la mayor disponibilidad de información
incentivará la entrada de capital en el sistema financiero
y simplificará el pago de las deudas con el Estado. De
todas formas, algunos analistas consideran que el gobierno
de Obama debería comenzar a condicionar los préstamos a
las entidades financieras, como viene haciendo con las compañías
de otras ramas de actividad.
Las
perdidas de GM empañan las perspectivas
Automotrices
yanquis aún empantanadas
Página
12, 08/05/09
A
pesar de que los gurúes económicos vaticinan que lo peor
de la crisis pasó, la realidad de las automotrices parece
contradecir sus presagios. La compañía estadounidense
General Motors volvió a anunciar ayer otro abultado rojo en
sus resultados. La firma, que negocia por estas horas con
FIAT la venta de la marca Opel, informó una pérdida de
6000 millones de dólares en lo que va de este año y un
desplome de 47 por ciento en sus ingresos. Para reducir sus
gastos y eliminar su stock excedente de unidades, GM cerró
trece plantas en Estados Unidos y una en México. De todos
modos, requerirá de un auxilio adicional para subsistir. El
ala financiera de la constructora de vehículos, GMAC,
requiere de 11,5 mil millones de dólares de capitalización
(ver aparte). FIAT y Chrysler, en tanto, avanzan en el
proceso de integración. Incluso, el titular de la firma
italiana, Sergio Marchionne, asumirá la dirección de la
estadounidense.
Desde
que se desató la crisis, la compañía que integra junto
con Chrysler y Ford los Tres Grandes de Detroit se convirtió
en una verdadera aspiradora de recursos públicos. Los
rescates oficiales no evitaron los constantes rojos en sus
balances y su presidente, Rick Wagoner, tuvo que renunciar
ante su negativa para aceptar la bancarrota de la
automotriz. El mes pasado, la segunda compañía más grande
del mundo –supo ser la primera hasta que fue desplazada
por la japonesa Toyota– suspendió hasta mediados de julio
sus actividades en catorce plantas. Ayer General Motors
informó haber perdido 6000 millones de dólares en el
primer trimestre del año, unos 2700 millones más que en el
mismo período de 2008, mientras que sus ingresos se
desplomaron un 47 por ciento, para ubicarse en 22.400
millones de dólares.
El
presidente y consejero delegado de GM, Fritz Henderson,
afirmó que el plan de reestructuración de la compañía
“está diseñado para arreglar los aspectos fundamentales
de nuestra empresa”. La firma tiene hasta el 1º de junio
para reestructurar su deuda. De lo contrario, tendrá que
declararse en quiebra, como hizo Chrysler.
Por
su parte, FIAT ofreció a GM mantener una participación en
Opel de hasta el diez por ciento, a cambio de negocios en
Europa y Latinoamérica de la firma estadounidense, informó
el diario The New York Times. Pero GM quiere al menos 30 por
ciento. Mientras, el titular de la firma italiana se colocará
también al frente de Chrysler. “Marchionne se convertirá
en el nuevo director general de Chrysler cuando concluya el
procedimiento de quiebra”, declaró el portavoz de la
compañía.
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