El
lunes, Obama llevaría a GM a la corte de bancarrota
Por Neil King Jr.,
John D. Stoll y Kevin Helliker
Wall Street Journal,
29/05/09
El
gobierno del presidente Barack Obama se prepara para llevar
a General Motors Corp. a la corte de bancarrota este lunes y
presionar por un plan de reestructuración que les costará
a los contribuyentes estadounidenses miles de millones de dólares
más de lo previamente proyectado. La medida busca convertir
la que alguna vez fue una de las compañías más rentables
del mundo en una empresa tutelada por el Estado.
La
posibilidad de un proceso de bancarrota rápido aumentó el
jueves después de que el gobierno alterara los términos de
su plan de reestructuración para GM. El gobierno le ofreció
a los tenedores de bonos un acuerdo más favorable si
acordaban perdonar US$27.000 millones en deuda no asegurada
y prometían no oponerse a la reorganización en el
tribunal.
Como
parte de los nuevos términos, el gobierno acordó dar a GM
hasta US$30.000 millones en financiación para que la
empresa siga operando durante el proceso de bancarrota, un
aumento sustancial sobre los US$20.000 millones en préstamos
que EE.UU. ya ha otorgado a la automotriz. También acordó
convertir los préstamos en acciones, una gran apuesta que
les podría salir caro a los contribuyentes estadounidenses
si GM no logra recuperarse.
A
cambio, el gobierno asumirá una participación de 72,5% en
la automotriz reorganizada. La nueva estructura de propiedad
significa que podrían pasar entre 6 y 18 meses antes de que
GM vuelva a ser una empresa que cotiza en bolsa,
reconocieron los funcionarios.
Varias
personas involucradas dicen que GM estaría planeando hacer
oficial el proceso de bancarrota el lunes aunque aún queda
pendiente definir detalles importantes durante el fin de
semana. Entre estos estaría el papel que el presidente
ejecutivo, Frederick Henderson, jugará en el anuncio que el
gobierno hará sobre la bancarrota y cómo exactamente GM
organizará la nueva empresa que se creará bajo la protección
de la corte, dijo una de las personas que trabajan en el
desarrollo del plan.
En días
recientes, ha habido un intenso diálogo entre las partes
sobre cómo el gobierno de Obama posicionará la quiebra de
GM, dijeron personas al tanto de la situación. La prioridad
para GM y sus asesores ha sido evitar una repetición del
anuncio de quiebra de Chrysler LLC, cuando los ejecutivos de
la empresa estuvieron ausentes y el presidente Obama regañó
a los fondos de cobertura por tratar de ganar con el colapso
de Chrysler. "No quieren que eso sea un obstáculo esta
vez", dijo una persona que trabaja en el plan.
En
su lugar, se espera que el presidente Obama anuncie los
planes del gobierno para GM en un discurso el lunes, en el
que ciertamente repetirá lo que ya ha dicho antes en otras
declaraciones sobre la industria automotriz: que el gobierno
está interviniendo de manera reacia, pero con la confianza
de que puede reconstruir GM y Chrysler LLC y recuperar al
menos parte de las enormes inversiones que los
contribuyentes están haciendo.
El
presidente luego enviará a varios de sus secretarios,
incluyendo los de Energía, Transporte, Interior, y
Comercio, a recorrer los estados de la región central de
EE.UU. golpeados por la profunda caída en las ventas de
autos.
Los
asesores de Obama reconocen que los riesgos implícitos del
proceso de bancarrota de GM superan con creces los de
Chrysler, que podría empezar a salir de su propio proceso
de reestructuración incluso la próxima semana, más o
menos un mes después de haberse acogido a las leyes de
protección de bancarrota. Por su parte, GM podría tardar
entre dos y tres meses para armar su nueva estructura,
dijeron funcionarios del gobierno.
La
velocidad de la reorganización dependerá en gran parte de
si GM y el equipo de trabajo de Obama para la industria
automotriz logran llegar a un acuerdo con los tenedores de
bonos.
Como
parte de los nuevos términos delineados por el Departamento
del Tesoro, esos tenedores de bonos no asegurados obtendrían
10% de las acciones de GM así como garantías que les
permitirían elevar su participación en la empresa a poco más
de 20%. A cambio, tendrían que aceptar los términos de la
reorganización bajo la protección de bancarrota y entregar
sus títulos existentes a la empresa. Esto eliminaría hasta
US$27.000 millones en deuda no asegurada.
El canje, un factor clave
El
intercambio de bonos es un factor clave en la fecha límite
del 1 de junio para que GM se acoja a las leyes de protección
por bancarrota porque ese día también se vence el plazo
para que GM le pague a un grupo de tenedores de bonos US$1.000
millones, y la empresa no planea hacerlo.
Un
comité que representa a los tenedores de bonos dijo que
aprobó el nuevo acuerdo porque el gobierno estaba dispuesto
a asumir un mayor riesgo en GM al intercambiar una suma
sustancial de deuda por acciones. Antes, GM había ofrecido
a los bonistas no más de 10%, una propuesta fuertemente
rechazada por los acreedores. Un grupo que representa
inversionistas individuales, sin embargo, dijo que no cree
que los términos revisados sean atractivos.
Un
fideicomiso controlado por el sindicato de trabajadores, UAW,
y que será utilizado para cubrir los gastos de seguro médico
para los empleados jubilados recibirá 17,5% de las acciones
de GM. Antes, se había previsto que el fideicomiso recibiría
39% de la automotriz.
El
jueves, el presidente del sindicato, Ron Gettelfinger,
declaró que su grupo había tratado de conseguir una
participación mayor, pero que aceptó el 17,5% para
facilitar a que se llegara a un acuerdo. "¿Nos hubiera
gustado una participación mayor? Probablemente. Nos
esforzamos en elevar el porcentaje. pero es lo que
tenemos", dijo.
Adicionalmente,
se espera que el gobierno canadiense inyecte hasta US$9.000
millones para ayudar a GM en su proceso de bancarrota, por
el cual también recibirá una participación.
La
oferta mejorada del jueves a los tenedores de bonos vino con
un ultimátum: acéptenla antes de las 5 de la tarde del sábado
o arriésguense a recibir mucho menos en la corte de
bancarrota. Un alto funcionario del gobierno resumió la
amenaza en una teleconferencia con la prensa, diciendo que
si "los acreedores no aceptan esta oferta, pueden
esperar poca o ninguna recuperación en el tribunal de
quiebras".
La
reorganización propone crear lo que los inversionistas y
ejecutivos han proyectado por años: una automotriz más
concentrada y libre de costos laborales insostenible y montañas
de deuda. Pero incluso si esa visión se cumple, podría ser
demasiado tarde. En medio de una caída de 40% en las ventas
de autos nuevos en EE.UU. desde octubre, ninguna recuperación
es posible sin el regreso de los compradores.
"Estamos
enfrentando niveles de demanda que no se han vistos en
EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial", dijo Henderson.
Cuando se le preguntó su grado de optimismo por una nueva
GM, dijo que "un líder necesitaba ser optimista y
realista". El plan de reestructuración vislumbra que
GM alcance su punto de equilibrio con ventas de 10 millones
de unidades en EE.UU. en un año. Según el ritmo de ventas
en lo que va del año, los estadounidenses comprarían sólo
9,5 millones de autos nuevos este año.
(*)
Matthew Dolan y Sharon Terlep contribuyeron a este artículo.
Visteon
(ex Ford) se acoge a la bancarrota
Por Jeffrey
McCracken y Andrew Grossman
Dow
Jones Newswires, 28/05/09
Detroit
(Dow Jones).– Visteon
Corp., una ex división de Ford Motor Co. y una de las
mayores proveedoras de autopartes de Estados Unidos, solicitó
el jueves la protección de las leyes de bancarrota para sus
operaciones en el país, después que los permanentes
recortes en la producción de las empresas automotrices
erosionaran la estabilidad financiera de la compañía.
Al
declarar la bancarrota, Visteon pasó a ser la víctima más
reciente en el sector automotriz de Estados Unidos, golpeado
por la quiebra de Chrysler LLC y la inminente bancarrota de
General Motors Corp. (GM).
Aunque
se esperaba desde hace meses, la solicitud de Visteon podría
complicar el panorama para Ford, empresa que hasta el
momento no ha pedido ayuda al Gobierno.
Visteon
no tiene preparada financiación bancaria y tendrá que
depender considerablemente de Ford y otras empresas
automotrices para obtener efectivo y avanzar en su
reestructuración.
"Visteon
está dando este paso para maximizar el valor a largo plazo
de la compañía", dijo el presidente ejecutivo de
Visteon, Donald J. Stebbins, en un comunicado.
"Durante
el período de reorganización, buscaremos hacer frente a
nuestra estructura de capital y costos heredados que no son
sostenibles dado el actual ambiente económico", agregó.
Visteon
espera financiar las operaciones con su balance de efectivo
en Estados Unidos, flujos de caja y una línea de crédito
de deudor en posesión.
Ford
ha ejecutado una carta de intención para respaldar la
financiación de deudor en posesión de las medidas de
reestructuración de Visteon y asegurar la continuidad del
suministro a largo plazo.
Al
31 de diciembre, Visteon contaba con 11.000 trabajadores
asalariados y 22.500 por hora a nivel mundial. Tenían, además,
US$893 millones en obligaciones por pensiones no
financiadas.
Visteon
es por lejos la principal proveedora de partes de Ford y la
empresa automotriz genera un tercio de los US$9.000 millones
en ventas anuales de Visteon. Hyundai Motor Co. es el
segundo mayor cliente.
Visteon
no ha podido registrar una ganancia anual desde que se
escindió de Ford en el 2000.
La
solicitud del Capítulo 11 de la ley de bancarrotas fue
presentada ante un tribunal federal de Wilmington, Delaware.
General
Motors, a un paso de la convocatoria
Reuters,
27/05/09
Detroit.-
La automotriz General Motors no logró convencer a
suficientes acreedores con su plan de canje de deuda por
acciones, lo que empujaría a la empresa a declarar a fin de
mes la mayor convocatoria de acreedores de la historia de
Estados Unidos.
Según
informó anoche The New York Times , el gobierno de Estados
Unidos podría tener una participación del 70 por ciento en
el nuevo paquete accionario de General Motors.
La
automotriz estadounidense está muy lejos de conseguir un
nivel de aceptación del 90 por ciento a la oferta de canje
por 27.000 millones de dólares como se había propuesto,
informaron dos fuentes cercanas a las negociaciones.
Según
lo estipulado, la automotriz tiene hasta el próximo 1° de
junio para reestructurar sus negocios o declararse en
convocatoria de acreedores, y hoy publicará los detalles
del canje de deuda.
"Diría
que es un rechazo firme a una propuesta inapropiada",
comentó Pete Hastings, analista crediticio de Morgan Keegan
que ha estudiado el caso de General Motors.
"He
dicho durante un tiempo que esto había muerto al nacer y
que sólo esperábamos que el médico declarara la muerte.
Ahora ha sucedido", expresó.
Por
otro lado, se estima que General Motors anunciará el cierre
de 14 plantas, además de las 16 ya anunciadas, a fin de
reducir su producción y costos laborales.
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