Cumbre del BRIC en Yekaterinburgo, 16 y 17 de junio
¿Hacia el fin del régimen del dólar?
Por Michael R. Krätke (*)
Freitag, 18/06/09
Sin Permiso 21/06/09
Traducción de Amaranta Süss
Las grandes crisis son tiempos de grandes cambios y ajustes. En el sistema
mundial capitalista los equilibrios están alterándose a
toda velocidad, y no juega en ello una parte menor la
actuación de los Estados BRIC. Tal parece como si de una
figura artística creada en otro tiempo por Goldman Sachs
surgiera ahora una magnitud global capaz de competir con los
EEUU y la UE: China, la potencia mundial venidera, y Rusia,
la decadente, han sido las primeras en entenderse; Brasil y
la India les han seguido. Desde hace un año, vienen
sosteniendo reuniones informales como Estados BRIC. Esta
semana se realiza la primera cumbre oficial de países BRIC
en la ciudad rusa de Yekaterinburgo.
Brasil, Rusia, India y China representan casi el 46% de la población
mundial, y son potencias económicas de nivel mundial como
exportadoras de materias primas y productos agrícolas, como
taller del mundo, fábrica de ideas y centro de prestación
de servicios. De consuno, disponen del mayor volumen de
reservas monetarias: 2,9 billones de dólares. Sus economías
nacionales crecen, aun si, ahora, a un ritmo claramente
menor. No les queda otra opción, sin o la de quitarse de
encima lo antes posible la mordaza de la recesión. Y tienen
posibilidades de lograrlo, porque sus gobiernos no se
limitan a una política de gestión de la crisis, como el
gobierno norteamericano y la UE, sino que están resueltos a
inducir cambios. De conseguirlo, en unos pocos años
alcanzarían o aun superarían económicamente a los Estados
el G–7. Porque entonces estarían más imbricados entre sí
que nunca antes, y va de suyo que eso podrá constatarse
objetivamente en el momento en que China desplace a los EEUU
como socio comercial principal del Brasil.
El FMI
puede estar contento
Lo que en la cumbre de Yekaterinburgo anda en juego es, ni más ni menos,
que una alianza estratégica en la política económica de
alcance planetario, a fin de ejercer de contrapeso al
“modelo” del capitalismo euronorteamericano de los
mercados financieros. Quien quiera superar la presente
crisis sin sentar las bases para un próximo desplome
financiero, no puede limitarse a rescates billonarios de
bancos y a regular los mercados financieros, escribe el
ministro brasileño de estrategia Roberto Mangabeira Unger,
autor de varios libros en los que ha abogado por la
importación a la América latina del socialismo democrático
de impronta europea.
¿A dónde llevan esas maniobras de cambios de los Estados BRIC? Ya antes de
su cumbre, chinos, brasileños y rusos han venido abogando
por el final del régimen del dólar y por una nueva divisa
mundial. Los bancos centrales de estos tres países que,
junto con el de la India, han experimentado, en las últimas
cuatro semanas, un incremento de 60 mil millones en sus
reservas de dólares, están resueltos a fragmentar y
diversificar. Ya han anunciado su intención de adquirir
bonos de empréstito del FMI y, al propio tiempo, vender
bonos del Tesoro norteamericano por un valor de 100 mil
millones de dólares. Los títulos del FMI serán emitidos
como derechos especiales de giro, es decir, que se tratará
de dinero fiduciario internacional, fundado en una cesta
monetaria compuesta de dólares, euros, libras esterlinas,
yenes y francos suizos. Estará contento el FMI, porque su
planeada emisión de bonos de empréstito se convertirá así
en un negocio seguro, aunque no admirable. En contrapartida,
los Estados BRIC pueden endurecer sus exigencias de igualdad
en las deliberaciones del FMI.
En la batahola de las acciones de los Estados por rescatar empresas en el
espacio de la UE, se ha puesto sordina a algunas de las
crisis que habrán de resultar decisivas para el transcurso
de la presente Gran Depresión del año 2009 (la cuarta del
capitalismo moderno): la crisis de hambrunas, la crisis agrícola,
la crisis energética, la crisis de materias primas y las
amenazantes consecuencias de la catástrofe medioambiental.
Del
BRIC al BRIICSS
Los Estados BRIC no pueden dejar de ver que todas esas crisis mundiales no sólo
llaman a la puerta de su casa, sino que irrumpen en el seno
mismo de sus países. Así que fácilmente podrían los
Estados BRIC reconvertirse en un grupo de Estados BRIICSS,
si Indonesia, Corea del Sur y Suráfrica se incorporaran.
Entonces podría hablarse con propiedad de un contra poder
de alcance económico mundial. La Unión Europea, ahora en
situación de espera, tendrá que decidir con quién quiere
ir de la mano: si hacia el abismo con los EEUU, o con los países
BRIC, hacia un nuevo orden económico mundial.
(*)
Michael R. Krätke, miembro del Consejo Editorial de
SINPERMISO, es profesor de política económica y derecho
fiscal en la Universidad de Ámsterdam, investigador
asociado al Instituto Internacional de Historia Social de
esa misma ciudad y catedrático de economía política y
director del Instituto de Estudios Superiores de la
Universidad de Lancaster en el Reino Unido.
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