EEUU
“ajusta” a los pobres mientras Goldman Sachs gana USA
100 millones diarios
Los
“ganadores” de la crisis
Por
Manuel Freytas (*)
IAR
Noticias, 10/08/09
Las
noticias van por vía paralela (y no se tocan entre sí):
Por un lado, Goldman Sachs, los pulpos financieros de Wall
Street y las bolsas mundiales, reciclan una nueva
“burbuja” ganancial, no ya con dinero especulativo
proveniente del sector privado, sino con fondos públicos
(de los impuestos pagados por toda la sociedad), puestos
compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de
rentabilidad capitalista con la crisis. Simultáneamente, la
economía real del Imperio y de las potencias centrales
colapsa en todas sus variables, y los sectores más
desprotegidos ya sufren los “ajustes” mientras una
crisis social, todavía de efectos imprevisibles, asoma de
la mano de los despidos masivos en Europa y EEUU.
Las
dos noticias generalmente se sitúan en las antípodas: Por
un lado, los datos oficiales y privados indican
que las principales variables de la economía
estadounidense siguen debilitadas y sin atisbo inmediato de
recuperación, y por otro, y desde hace más de tres meses,
los grandes pulpos financieros y las bolsas no dejan de
acumular ganancias.
De
acuerdo con el último informe de la Reserva Federal (Fed),
del 31 de julio pasado, aunque el ritmo de descenso económico
parece haberse “desacelerado”, el mercado laboral continúa
debilitándose, los mercados financieros permanecen bajo
tensión y las condiciones crediticias siguen siendo
inferiores a lo normal.
La
tasa de desempleo -según un
documento de la Oficina Nacional de Investigación
Económica (NBER)- se
está acercando al pico registrado en la recesión de
1981-82 y la magnitud de la pérdida de trabajos es la peor
desde la recesión de 1948-49.
La
caída en el Producto Interno Bruto es la más profunda
desde la crisis de 1957-58 y los estadounidenses no han
visto sus ahorros personales evaporarse tanto desde la Gran
Depresión.
En
este escenario de “crisis estructural”, no obstante, las
bolsas mundiales con Wall Street a la cabeza (y con el
dinero estatal de los fondos de rescate), registran
ganancias siderales, y los grandes bancos y entidades
financieras (los súper pulpos de la especulación
financiera que han sobrevivido como los “ganadores” de
la crisis) cosechan dividendos multimillonarios.
Así,
mientras en el Estado de California la crisis recesiva con
desempleo masivo ya obligó a realizar un “ajuste
salvaje” que amenaza con extenderse al resto de los
Estados colapsados, otra información consigna que la mayoría
de los grandes bancos estadounidenses ( Morgan Stanley, Bank
of América, Goldman Sachs, JPMorgan Chase,
etc) han cosechado ganancias siderales pese a la
crisis económica recesiva que derrumba a la economía real.
Todas
estas instituciones madres del sionismo financiero USA,
reportaron ingresos exorbitantes en el segundo trimestre, y
se configuraron como las “grandes ganadoras” entre los
que hacen negocios con la crisis recesiva en la primera
potencia imperial.
Por
supuesto que, entre ambas noticias (la crisis estructural y
la burbuja bursátil), no se consigna (como detalle) que una
porción significativa de los ingresos bancarios del
segundo trimestre provienen de la especulación financiera
con el petróleo y las materias primas en los “mercados a
futuro” que vuelve a impactar como suba en el precio de
los alimentos y de la energía mundial.
Un
caso emblemático es el del gigante financiero Goldman Sachs,
uno de los mayores beneficiados con los fondos públicos de
los “rescates financieros”, que anunció ganancias récord
en el segundo trimestre del año.
Según
informó Goldman Sachs, el
jueves 5 de agosto, los operadores de la entidad
ganaron más de US$ 100 millones
(69,42 millones de euros) de ingresos durante cada
uno de los cuarenta y seis días del segundo trimestre,
registrando pérdidas en tan sólo dos jornadas,
lo que -según el Financial Times-
pone de manifiesto la “solidez de sus
operaciones”.
El
mes pasado, Goldman dio a conocer los resultados del segundo
trimestre, con unos beneficios de US$ 2.700 millones
y unos ingresos récord de US$ 6.800 millones de
operaciones derivadas de renta fija, materias primas y
divisas, y tipos de interés (léase negocios con la
especulación financiera en los mercados de las materias y
el petróleo).
Los
conocidos como ingresos FICC se incrementaron frente al
anterior récord de US$ 6.600 millones
del primer trimestre. Expertos de Goldam Sachs
atribuyen estos resultados, presentados ante la Comisión
del Mercado de Valores de EEUU (SEC), a un boom en las
operaciones de renta fija y renta variable (léase
especulación finaciera) .
Los
resultados del segundo trimestre de Goldman también
reflejan que la entidad ha seguido ganando elevadas
comisiones por sus operaciones (de especulación
financiera), en parte por la menor competencia a la que se
enfrenta, apunta el Financial Times.
En
opinión de Brad Hintz, analista de Sanford Bernstein citado
por el Financial, las condiciones favorables se mantendrán.
“Los mercados tienen más liquidez y el volumen de las
operaciones va en aumento, dos noticias positivas para las
grandes operadoras de bonos de Wall Street,” explica Hintz
en su último informe.
Y
mientras Goldman Sachs vive la “alegría” ganancial con
la burbuja especulativa ¿Como le va a la economía real de
EEUU?
“La
economía de EEUU sigue en situación precaria, con uno de
cada seis trabajadores en paro o subempleado. Aun así,
Goldman Sachs acaba de anunciar beneficios trimestrales históricos,
y se prepara para repartir enormes primas, comparables a las
que pagaba antes de la crisis”, señala el premio Nóbel
de economía Paul Krugman en un artículo titulado: La alegría
de Goldman Sachs.
Para
Krugman las elevadas ganancias de Goldman Sachs demuestran
en primer lugar que “los malos hábitos de Wall Street
(sobre todo, el sistema de compensación que contribuyó a
generar la crisis financiera) no han desaparecido. Segundo,
demuestra que, al rescatar el sistema financiero sin
reformarlo, Washington no ha hecho nada para protegernos de
una nueva crisis y, además, ha hecho que sea más probable
que se vuelva a producir”.
“Las
enormes primas que Goldman pronto repartirá -apunta el
economista- ponen de manifiesto que las empresas de altos
vuelos del sector financiero siguen funcionando según el
sistema de que si sale cara ellas ganan y si sale cruz otros
pierden”.
Refiriéndose
al sector donde Goldman gana dinero, señala Krugman:
“Durante la generación anterior (desde la liberalización
de la banca de los años de Reagan), la economía
estadounidense ha estado financiarizada. La importancia del
negocio de mover el dinero, de rebanar, trocear y reenvasar
activos financieros, ha subido vertiginosamente en comparación
con la de la producción real de cosas útiles. Eso que se
ha dado en llamar oficialmente sector de “seguros,
contratos de mercancías e inversiones” ha crecido muy
deprisa, desde sólo un 0,3% del PIB a finales de los años
setenta hasta el 1,7% en 2007.
Hay
que destacar, en ese sentido, que, según analistas
especializados de Wall Street,
un 60% del precio del petróleo crudo y de las
materias primas alimentarias
tiene como causal a la especulación en futuros no
regulada, de fondos precisamente autodenominados
“especulativos”, bancos y grupos financieros que
utilizan las bolsas de futuros ICE de Londres y NYMEX de
Nueva York y el comercio inter-bancos.
En
este tercer frente del negocio agro-energético financiero
(productor directo de la hambruna y la inflación mundial)
se encuentran en primera línea Goldman Sachs y
Morgan Stanley, súper-gigantes de la especulación
financiera en alta escala del capitalismo trasnacional
sionista con asiento en Wall Street.
En
este escenario, los precios no se fijan sólo por la demanda
del consumo, sino básicamente por las necesidades
comerciales y la demanda especulativa en los mercados
financieros agro-energéticos.
De
este accionar monopólico y de la acción especulativa en
los principales mercados de materias primas, entre cuyas
herramientas financieras se encuentra el ICE
[Intercontinental Exchange] de Londres y las bolsas
mercantiles de Nueva York y Chicago, provienen
principalmente las ganancias siderales del mega-consorcio
financiero Goldman Sachs.
En
consecuencia, controlados por las corporaciones
trasnacionales, y despojados de su condición de “bien
social”, el petróleo y los alimentos se convierten en
mercancía capitalista con un valor fijado por la especulación
financiera, convirtiéndose
en la causa principal de las hambrunas y conflictos sociales
que ya empiezan a desarrollarse por todo el planeta, y que
ya despunta una crisis social en Europa y en la primera
potencia imperial.
Forzado
por la debacle económica y un déficit fiscal histórico,
el Imperio USA se ve obligado a aplicar sus propias recetas
en casa para afrontar una crisis que ya ha derivado en
crisis social de la mano de la desocupación y de los
despidos laborales en masa que se suceden por todo el
territorio estadounidense.
Del
mismo modo que la crisis financiera obligó a romper con el
“libre mercado” (haciendo intervenir al Estado en el
salvataje del capital privado), el colapso recesivo y el
estallido del déficit fiscal obliga a la primera potencia a
aplicar recortes en el gasto social de su propia población,
que ya padece en carne propia el costo social del derrumbe
de la economía.
El
mismo Imperio que ya puso US$ 4 billones de los fondos del
Estado (que hoy impulsan las ganacias siderales de los
pulpos financieros como Goldman Sachs) al servicio del
salvataje de los bancos y empresas privadas quebradas por la
crisis, en California, el primer Estado de la Unión ,ya
empezó a reducir los gastos destinados a los sectores más
pobres y desprotegidos de la población.
En
resumen, las noticias van por vía paralela:
Por
un lado, Goldman Sachs y los pulpos financieros de Wall
Street y las bolsas mundiales reciclan una nueva
“burbuja” ganancial, no ya con dinero especulativo
proveniente del sector privado, sino con fondos públicos
(de los impuestos pagados por toda la sociedad) puestos
compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de
rentabilidad capitalista con la crisis.
Simultáneamente,
la economía real del Imperio y de las potencias centrales
colapsan en todas sus variables, los sectores más
desprotegidos ya sufren los “ajustes”
y una crisis social, todavía de efectos
imprevisibles, asoma de la mano de los despidos masivos en
Europa y EEUU.
(*)
Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de
estructuras del poder, especialista en inteligencia y
comunicación estratégica.
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