¿Fin
de la recesión?:
la Unión Europea frena expectativas y
anuncia más desocupación
Los
“efectos retrasados” de la crisis
IAR
Noticias, 15/08/09
En
su último informe, el jueves, el Banco Central Europeo
advierte que si bien se detectan “señales débiles” de
un principio de salida de la recesión, las condiciones
generales de la economía continúan siendo precarias,
mientras que las proyecciones indican un agravamiento de las
condiciones del mercado laboral con cifras de desocupación
que seguirán en crecimiento durante todo el 2010.
El dato –que coincide con evaluaciones de la
Reserva Federal de EEUU– refuerza la estimación de un
“crecimiento débil” de la economía dentro de un cuadro
de crisis social en ascenso, como producto del
“achicamiento” del costo empresarial y su emergente más
inmediato: Los despidos y la reducción de salarios de
trabajadores.
Si
bien los analistas del Banco Central Europeo (BCE) detectan
“cada vez más indicaciones” de que la recesión mundial
“está tocando fondo”, advierten sobre los
“efectos adversos retrasados” de la crisis.
En
su boletín mensual de agosto difundido el jueves, el Banco
Central Europeo (BCE) señala que el más grave de esos
efectos retrasados se va a expresar en “un mayor deterioro de los mercados de trabajo”.
Si
bien el BCE prevé un leve repunte de la coyuntura económica
para 2010, con un crecimiento del 1,5% interanual, proyecta
que “la actividad económica será débil” y se seguirán
agravando las condiciones laborales con nuevos despidos y
suba de la desocupación.
De
acuerdo con la estimación del BCE, 2010 empezará con
“una fase de estabilización” a la que seguirá una
recuperación gradual con moderados crecimientos económicos
trimestrales.
No
obstante, el banco europeo señala que el desempleo afectará
este año, como promedio, al 9,7% de la población activa de
la eurozona. El año que viene, 2010, este promedio trepará
a casi el 11% (10,9%). En 2011 caerá de nuevo pero en forma
insignificante: tres décimas, hasta el 10,6%. A largo
plazo, los expertos del BCE estiman una media de desempleo
del 8,5% de la población activa.
Esta
proyección oficial sobre el desempleo es clave a la hora de
analizar el comportamiento y la evolución de la crisis,
cuyo motor central se encuentra en el comportamiento del
mercado laboral.
La
crisis financiera recesiva, exportada originalmente de EEUU,
ya se expande por toda Europa y el colapso financiero con
desaceleración económica y desempleo se contagia
aceleradamente tanto por las economías centrales del euro
como por los países del Este que afrontan crecientes
huelgas y protestas sociales con “amenaza a la
gobernabilidad”.
De
acuerdo con lo que se desprende del informe del BCE, una
eventual “suavización” de la recesión con un
crecimiento débil de la economía no modifica
substancialmente y en forma inmediata las condiciones de la
“crisis social” subyacente desastada por los despidos
laborales y la baja del consumo.
Tanto
en Europa como en EEUU, economistas, medios y analistas
especializados examinan con preocupación y con acentuadas
dudas las tímidas señales de “salida de la recesión”
que exhiben algunas variables de la economía, tanto
estadounidense como europea,
mientras persisten los interrogantes sobre los
verdaderos alcances –y la duración–
de la crisis y de la desocupación con caída del
consumo.
Tal
como sostienen analistas en Wall Street (Ver: El gran debate
y las dudas en Wall Street: ¿Se sale o no de la recesión?)
una recuperación en cuentagotas del crecimiento por sí
solo no alcanza para reactivar el consumo y el mercado
laboral dañados por cuatro trimestres de crisis recesiva.
Por
otra parte, una mayoría abrumante de especialistas
coinciden en que las empresas no invierten ni retoman
empleados hasta no tener señales concretas de una
recuperación plena de la actividad económica, una situación
que se vislumbra todavía lejana a la luz de los pronósticos
de “crecimiento débil” tanto en Europa como en EEUU.
Tanto
el Banco Central Europeo como la Reserva Federal de EEUU
coinciden: Pese a las leves señales de salida de la recesión, la
economía sigue en un pozo y aún no es lo suficientemente
fuerte para sostener una recuperación a largo plazo.
Según
el boletín del BCE, difundido el jueves, en la eurozona la
situación se complica debido a que
la pronosticada caída del PBI del 3, 4% para este año,
ahora se proyecta a un 4,5% en una coyuntura de tímida
recuperación para el 2010.
Asimismo
–señala el BCE– , el aumento de precio de las materias
primas y el petróleo podrían agravar la situación y
complicar la recuperación económica, que “está lejos de
ser estable”.
A
esto se agrega otro dato: El BCE se muestra contrario a que
los Estados de la eurozona emprendan nuevos programas de
reactivación económica como los que pusieron en marcha
desde el verano pasado. “Dadas las perspectivas económicas
y el elevado endeudamiento de los Estados, las medidas serían
contraproducentes”, señala.
Los
expertos del BCE piden para 2010 “un compromiso de regreso
inmediato” a políticas presupuestarias “moderadas”.
Para
los expertos esta reducción presupuestaria aconsejada (para
paliar la debilidad económica)
implica, en primer término, un achique del gasto
social (salud, vivienda y educación) que impactará en un
incremento de la crisis social
(Ver: Cómo el capitalismo se salva a sí mismo
durante las crisis ).
Por
otra parte, el “crecimiento débil” pronosticado llevará
a que las empresas capitalistas sigan “achicando costos”
mediante el despidos de trabajadores para compensar pérdidas
rentabilidad.
En
esta ecuación, recesión “suave” significa
“crecimiento débil”, y esta situación implica s su vez “baja de ventas y de
producción”, con su consecuente efecto en el campo
social: Despidos de obreros y empleados con agravamiento de
la crisis social.
La
primer ley histórica del capitalismo es la preservación de
la rentabilidad (base de la concentración de riqueza en
pocas manos), aún durante las crisis.
De
manera tal que, cuando estallan las crisis de
“sobreproducción” (por recesión y achicamiento de
demanda) el sistema aplica su clásica fórmula
para preservar la rentabilidad vendiendo y
produciendo menos: Achicamiento de costos.
En
esa receta de “achicar costos” sobresalen claramente, en
primera línea, los laborales (de las empresas) y los
sociales (del Estado) para compensar la falta de ventas y de
recaudación fiscal.
En
consecuencia (y como ya está probado históricamente): Las
empresas mantienen sus rentabilidades, sube la recesión,
sube la desocupación, cae el consumo, y se expande la
pobreza y la exclusión social.
Este
punto es clave para entender lo que quieren decir tanto los
expertos del BCE como de la Reserva Federal de EEUU cuando
hablan de “crecimiento débil” y de una recuperación a
“largo plazo” de la economía.
Salida
“suave” de la recesión significa que las masas
asalariadas (la fuerza laboral mayoritaria) y los sectores más
desposeídos de la sociedad (los pobres estructurales)
seguirán pagando el grueso de la crisis capitalista por
medio de los ajustes
sociales, despidos, suspensiones, reducción de salarios,
supresión de beneficios sociales, abolición de indemnización
por despidos, reducción de aportes patronales, etc.
En
este escenario de la recesión “suave” que pronostican
los expertos del sistema , hay un “costo laboral” y un
“costo social” (que no resultarán precisamente
“suaves”) de salida de la crisis capitalista que seguirán
pagando –como siempre–
los asalariados y las mayorías más desposeídas.
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