No
se relanza la demanda interna
Los
consumidores de EEUU aún no abren sus billeteras
Por
Ann Zimmerman y Sara Murray
Wall
Street Journal, 19/08/09
Algunas de
las mayores cadenas minoristas de Estados Unidos informaron
el martes que los consumidores estadounidenses siguen con la
billetera cerrada, lo que pone en entredicho la
sostenibilidad del repunte del país y subraya la
importancia de la demanda externa para la recuperación de
la economía mundial.
Los malos
augurios provinieron de toda clase de minoristas. La cadena
de descuento Target Corp. divulgó una caída de 2,6% en el
segundo trimestre respecto al mismo lapso del año anterior,
mientras que la cadena de artículos de lujo Saks Inc.
anunció un descenso de 15,5% en las ventas de su segundo
trimestre fiscal. La cadena de materiales de construcción
Home Depot experimentó un declive de 9% en el segundo
trimestre y espera una baja de 9% en todo el año.
Los
ejecutivos del sector no esperan que las condiciones mejoren
mucho hasta el próximo año. Frank Blake, presidente
ejecutivo de Home Depot, dijo que no anticipa un aumento
interanual de ventas en los locales inaugurados hace más de
un año hasta el segundo semestre de 2010. "Seguimos
preocupados por el alto nivel de ejecuciones hipotecarias,
que creemos sigue ejerciendo presión en los mercados de la
vivienda", aseveró.
Los
consumidores estadounidenses parecen tan afectados por la
peor recesión que ha golpeado al país desde la Gran
Depresión de los años 30, y tan presionados por el alza
del desempleo, el estancamiento de los salarios y la
dificultad para acceder al crédito, que están gastando sólo
en productos básicos como alimentos, medicamentos y pequeñas
reparaciones del hogar.
Los
reportes de las cadenas minoristas sirven como un
recordatorio de la importancia del consumo, que representa
un 70% de la economía estadounidense.
La mayoría
de los economista espera que la economía estadounidense
reanude un crecimiento moderado en el segundo semestre a
medida que las empresas reponen sus inventarios y el mercado
inmobiliario se estabiliza. El consumo, no obstante, podría
ser un lastre para la recuperación. "No sólo ha caído
el desempleo, sino que mucha gente afronta una congelación
salarial u otros recortes", dice Lou Crandall,
economista jefe de Wrightson ICAP. "Eso va a reducir el
gasto en el futuro". A todo esto se suma el aumento de
la tasa de ahorros de los hogares de EE.UU., algo que muchos
economistas interpretan como una tendencia de largo plazo.
Los
descensos reportados el martes se suman a la caída de 1,2%
en las ventas en EE.UU. anunciada por Wal–Mart la semana
pasada. El Departamento de Comercio anunció la semana
pasada que las ventas minoristas declinaron en julio, luego
de subir en los dos meses anteriores.
Uno de los
pocos aspectos positivos es el repunte de las ventas de
autos, impulsadas por el programa del gobierno conocido como
Efectivo por Chatarra. General Motors dijo el martes que
planea añadir unos 60.000 vehículos a sus planes de
producción del tercer y cuarto trimestre. Ford Motor Co.
hizo un anuncio similar la semana pasada.
Ellen
Berent, de 56 años, planea ir de compras esta semana para
sacarle partido a los días libres de impuestos de Texas.
Pero Berent, que fue despedida de una empresa de partes de
computadoras en mayo, promete cuidar el bolsillo y no usar
tarjetas de crédito. "No compraré nada para lo que no
tenga dinero en la mano", aseguró.
Lucy
Inedzhyan, de 22 años, cuenta que la facturación de la
lavandería de su familia ha caído 30% y que ha tenido que
ajustar sus hábitos de consumo. "Significa ser un poco
menos egoísta", dijo. "Cuando gasto, eso le resta
a la familia". En lugar de hacer dos o tres visitas al
mes a la tiendas por departamentos Nordstrom o Bloomingdale,
ahora compra en oferta por Internet o usa cupones. "Ya
no despilfarro", dice.
Las
empresas, por su parte, han reducido costos e inventarios
para apuntalar sus márgenes de ganancia, con la esperanza
de evitar así las grandes rebajas del año pasado. Neiman
Marcus, un minorista de productos de lujo, ha reducido sus
compras en 25%. Esta clase de medidas agresivas recibieron
el visto bueno de los inversionistas el martes. La acción
de Target subió 7,6% y la de Saks 6,7% después de que
ambos reportaran una caída en su ganancia menor declive a
la esperada. La acción de Target ha avanzado 28% en lo que
va del año y la de Saks 30,6%.
Pero aunque
menores inventarios y menores rebajas pueden aumentar los márgenes
de ganancia, también pueden tener un efecto nocivo si los
consumidores se sienten molestos por la falta de productos
donde elegir o si han sido condicionados para esperar
rebajas. Gregg Steinhafel, presidente ejecutivo de Target,
dijo a inversionistas el martes que los consumidores son
"más sensibles a las promociones", es decir que
responden mejor al uso de cupones y a los anuncios de
descuentos. "Esa es una dinámica que funciona en
contra nuestra", manifestó.
El menor
acceso al crédito también ha tenido un efecto perjudicial.
Alrededor de un tercio de las ventas de Target, por ejemplo,
se realizan con tarjetas de crédito.
"Somos
mucho más cautos y mucho más conscientes de todo lo que
compramos", reconoce Jim Hussey, un residente de 50 años
de Hawthorn Woods, Illinois, que tiene cinco hijos de entre
11 y 18 años. Él y su mujer decidieron postergar el
reemplazo de su todoterreno de 2005, que tiene más de
164.000 kilómetros, hasta el año que viene. Tampoco irán
a Florida para las vacaciones de Navidad, como hicieron el año
pasado. La comprar una segunda vivienda también ha quedado
pospuesta. "Estamos tomando una actitud de cautela en
todo tipo de grandes compras", dijo.
Hussey, que
lidera una pequeña firma de alta tecnología, dijo que la
familia todavía sale a cenar, dona a la iglesia y pasó dos
semanas de vacaciones este año en una cabaña en Wisconsin.
Pero añadió que están ahorrando más.
|