Crisis mundial

La preocupación por el deterioro de las cuentas públicas en el mundo sacude los mercados

Desplome de la Bolsa y los bonos de Grecia
por la elevada deuda

Por M. J.
El País, Madrid, 09/12/09

La moratoria de la deuda de Dubai World fue un pintoresco aviso a navegantes. Pero la preocupación de los inversores se traslada ahora al endeudamiento de otras economías, entre ellas, la de Grecia, el último de la clase entre los países del euro, que vio ayer desplomarse sus mercados de renta fija y variable. El índice general de la Bolsa de Atenas (ASE) cayó un 6,04%. Los títulos de deuda pública también se depreciaron con fuerza y la rentabilidad del bono a 10 años (que se mueve en dirección inversa al precio) se disparó 22 puntos básicos, hasta el 5,34%.

La preocupación por el exceso de deuda que la salida de la crisis está dejando como factura en todo el mundo, unida a algunos datos empresariales negativos en EE UU, provocaron una sesión de pérdidas generalizadas en todas las Bolsas, incluida la española, donde el Ibex 35 cedió un 1,69%. La inquietud por la deuda no es exclusiva de Grecia. A otra escala, Moody's advirtió ayer que el deterioro de las finanzas públicas de EE UU y Reino Unido puede acabar poniendo a prueba su calificación Aaa.

Pero es en Grecia donde se encienden cada vez más alarmas. Hace un mes, el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, fue tajante tras rechazar sus planes para reconducir su déficit excesivo: "Grecia es una amenaza para toda la zona euro". El recién elegido primer ministro, el socialista Yorgos Papandreu, ha tenido que reconocer que el déficit llegará este año al 12,7% del PIB, más del doble de lo anunciado por el anterior Gobierno conservador. La deuda pública superará el 120% del PIB en 2010 y alcanzará el 135% en 2011.

Las malas perspectivas de las cuentas públicas llevaron ya a Fitch y Moody's a rebajar la nota de solvencia de Grecia en octubre. Ahora, las agencias de calificación vuelven a la carga. Standard & Poor's puso el lunes bajo vigilancia, con perspectivas negativas, la A– que otorga a la deuda griega a largo plazo y advirtió que puede rebajar la nota a BBB+ en dos meses. Ayer fue Fitch la que dio ese paso, situando la calificación sólo tres peldaños por encima de los llamados bonos basura.

La rebaja complica la vida a los bancos griegos, no sólo por el deterioro de su cartera, sino también porque dificulta el uso de los títulos de deuda como garantía ante el Banco Central Europeo para lograr financiación. Por ello, los bancos lideraron el desplome de la Bolsa. La mayor entidad del país, el Banco Nacional de Grecia, cayó un 9,95%; el Banco de Pireo, un 8%, y EFG Eurobank, un 6,5%.

En los mercados de deuda, la rentabilidad exigida a los bonos griegos a dos años se disparó 58 puntos básicos, hasta el 2,62%, y la de los títulos a 10 años escaló 0,22 puntos porcentuales, hasta el 5,34%. Eso amplía la prima de riesgo frente a Alemania, cuya deuda a 10 años renta un 3,13%. El golpe se dejó sentir también en la deuda de Portugal, Italia, Irlanda o Polonia, que vieron elevarse la rentabilidad de sus bonos entre dos y cinco puntos básicos. España, con el bono al 3,74%, se libró del contagio, aunque el diferencial con Alemania empeoró cinco puntos básicos porque la deuda germana, como el dólar, sirvió de refugio.

El riesgo de contagio y el plus de exigencia que los inversores tienen con países como España es una de las razones que han llevado al Gobierno a tratar de acelerar en el reequilibrio de las cuentas públicas con una subida de impuestos.


Problemas por la calificación de la deuda

Por Rafael Vidal
El País, Madrid, 09/12/09

Las agencias de calificación de deuda irrumpieron ayer en los mercados de valores con decisiones y advertencias notables. La deuda soberana de Grecia fue rebajada de categoría y el euro se resintió con ello, al tiempo que varias compañías estatales de Dubai pasaban por el mismo trance ante la falta de apoyo gubernamental, algo que sin duda ya figuraba desde hacía tiempo en los folletos de emisión.

Con todo, lo peor fue la advertencia de Moody's de que tanto Estados Unidos como Reino Unido están poniendo a prueba sus calificaciones, hasta ahora del máximo nivel, por el constante deterioro de sus finanzas públicas.

La Bolsa española, que venía de una sesión intrascendente y dispuesta a repetir, abrió con una razonable estabilidad que se vino abajo cuando las decisiones de las agencias de calificación comenzaron a circular por el mercado. El Ibex 35 había alcanzado los 12.035,00 puntos poco después de la apertura, pero la acumulación de papel le llevó a caer hasta los 11.758,40 puntos, nivel desde el que le sacó una tímida reacción final. Al cierre, el principal índice de la Bolsa española quedó en 11.808,90 puntos, con un recorte del 1,69%.

Para algunos observadores, la sensación de incertidumbre que generan unas decisiones que no aportan nada nuevo no son más que otra prueba de la tensión a que se ven sometidos los mercados en este tramo final del ejercicio. Las ganancias acumuladas por las expectativas de que la crisis durara poco parecen reclamar su transformación en plusvalías y, en días como estos, las circunstancias dan la razón a los que así piensan, aunque la alternativa de quedar ahora fuera del mercado parece una solución todavía peor.

La velocidad con que la mayoría de las economías están saliendo de la crisis, incluyendo a la española según los últimos datos, está sorprendiendo a la mayoría, al tiempo que da la razón a los que apostaron por esta posibilidad. Si algo hay de nuevo en esta crisis, es la velocidad con que se ha producido y la rapidez con que parece solucionarse, al menos hasta ahora.

La relativa debilidad del euro provocada por la rebaja de la calificación de la deuda griega es, en el fondo, una buena noticia para los países exportadores y para las sociedades con intereses en el área del dólar.


El ministro de Economía anuncia
recortes en los presupuestos

El País, Madrid, 09/12/09

El ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou, ha salido hoy al paso de la incertidumbre desatada en torno a la capacidad del país para hacer frente al creciente déficit de sus cuentas públicas, que ha provocado la rebaja en la nota de la calidad de la deuda del país, y ha defendido que Grecia no se convertirá en "la próxima Islandia o Dubai".

Pese a esta llamada a la tranquilidad del Ejecutivo de Atenas, las bolsas europeas han dado continuidad hoy a las fuertes pérdidas registradas en la jornada anterior hasta media mañana, cuando el rojo ha tornado en verde con ligeras ganancias en los principales parqués gracias a los futuros de Wall Street, que auguraban a la misma hora una apertura en positivo.

Volviendo a Atenas, en una comparecencia ante la Asociación de Prensa Extranjera, Papaconstantinou ha explicado que el nuevo Ejecutivo griego, que asumió el poder tras las elecciones del pasado mes de octubre, conoce los problemas del país y "hará lo necesario" para solucionar las dificultades y recuperar la credibilidad perdida, así como la confianza de los mercados.

"Quiero certificar que el Gobierno hará lo necesario para recuperar la credibilidad perdida mediante un plan a medio plazo con medidas precisas como la reducción del déficit y el control de la deuda pública", ha dicho antes de descartar que Grecia sea "la próxima Islandia o Dubai". Papaconstantinou ha adelantado que este plan se presentará en enero ante la Comisión Europea, después de su discusión en el Parlamento griego, y mostrará de una manera "clara" la hoja de ruta para devolver la normalidad económica y el control de la deuda pública. Entre estas medidas, el Ejecutivo ha anunciado que reducirá la partida de defensa y armamento.

Los temores respecto a la estabilidad económica de Grecia se han disparado en los últimos días, especialmente tras la rebaja de calificación de la deuda del país anunciada ayer por Fitch, que situó el rating a largo plazo de Grecia en 'BBB+' desde 'A–', lo que supone su nivel más bajo en una década, y dejó abierta la puerta a nuevos recortes en el futuro.

Sin embargo, el responsable griego de Finanzas ha restado importancia al impacto de estas decisiones a la hora de que los bancos del país puedan obtener financiación a través del Banco Central Europeo (BCE) y afirmó que las entidades cuentan con varias alternativas para financiarse. "2010 será un año difícil para Grecia, pero no tiene por qué ser imposile", ha declarado. "Las condiciones deberían mejorar cuando la comunidad internacional compruebe que el Gobierno adopta medidas serias", ha añadido.