Crisis mundial

Grecia y España alimentan los temores de
una crisis fiscal en Europa

Por Brian Blackstone (*)
Wall Street Journal, 10/12/09

España se convirtió el miércoles en el último de los países de la zona euro en enfrentar una posible rebaja de la calificación de su deuda soberana, lo que aumenta los temores de que problemas fiscales similares a los que se empezaron a ver en Grecia esta semana se estén expandiendo.

La situación resalta los diferentes rumbos que han tomado los países del bloque en su salida de la peor recesión económica desde los años 30. Irlanda y varios países del sur de Europa, que superaron el ritmo de crecimiento de los países más grandes durante los años de auge están emergiendo de la crisis con sus economías y finanzas en mucho peor estado que las de Alemania y Francia.

"Esos países que habían tenido tasas de crecimiento altas ahora están en problemas debido a que gran parte de ese crecimiento fue financiado con deuda", señala Paul De Grauwe, un profesor de economía de la Universidad de Lovaina en Bélgica.

Las penurias de España empeoraron el miércoles cuando la firma Standard & Poor's Corp. rebajó su perspectiva para la deuda con calificación AA+ del país de estable a negativa, aunque no modificó su calificación. S&P citó el riesgo de un "prolongado período" de crecimiento económico "bajo par" y "déficits fiscales persistentemente altos". En enero, la firma redujo la calificación máxima de AAA del país. La decisión de S&P se produce un día después de que Fitch Ratings rebajó la deuda del gobierno de Grecia un peldaño a BBB+, la calificación más baja en la euro zona.

Se espera que el déficit de España supere el 11% del Producto Interno Bruto este año, según la Comisión Europea, mientras que el de Grecia podría llegar a casi 13% de su PIB. Ambos están muy por encima del límite de 3% del PIB estipulado en las reglas presupuestarias de la UE.

Un vocero del Ministerio de Economía de España indicó que el país mantenía su calificación máxima con las agencias Moody's Investors Service Inc. y Fitch. "No compartimos la opinión de S&P (sobre España), y tampoco las otras agencias", dijo el portavoz.

El miércoles, la bolsa de Madrid cayó 2,3%, mientras que las acciones de Grecia, que descendieron más de 6% el martes, retrocedieron 3,4% más.

Fitch mantuvo su presión sobre Atenas, al señalar que su rebaja indicaba un "mayor —aunque aún remoto— riesgo de una cesación de pagos de deuda soberana".

Las autoridades griegas salieron a calmar los temores sobre las finanzas del país. El primer ministro, George Papandreou, describió las finanzas de Grecia como una amenaza para su soberanía. Su ministro de Economía, George Papaconstantinou, dijo ante reporteros en Atenas: "No estamos esperando a que alguien nos salve. Depende de nosotros resolver nuestros propios problemas".

A pesar de esas garantías, el spread —o la prima que demandan los inversionistas por tener ciertos bonos riesgosos— entre el rendimiento de la deuda soberana de Grecia y su equivalente alemán se amplió y alcanzó un máximo de siete meses de casi 2,5 puntos porcentuales. Los spreads sobre la deuda de España también se ampliaron, a cerca de 0,7 puntos porcentuales por encima del de los bonos alemanes.

Los analistas afirman que los spreads, que hacen que a Grecia y España les cueste más financiar su deuda, podrían llevar a estos dos gobiernos a implementar duros cambios estructurales para que sus economías sean más competitivas.

Pese a que la euro zona se expandió en el tercer trimestre luego de cinco períodos consecutivos de contracción, tanto España como Grecia se contrajeron. España tiene una de las tasas de desempleo más altas en Europa, actualmente en 19,3%. La tasa de desocupación de Grecia es mucho más baja, aunque sus estadísticas no están tan actualizadas.

"Los llamados del BCE por una reforma estructural no tuvieron efecto, así que tenemos una situación en la que el mercado está tomando control y ejerciendo presión", dijo Jacques Cailloux, economista de Royal Bank of Scotland.

Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional, cree que hay demasiado en juego para que Grecia siga el camino de la cesación de pagos y rescate. "La presión aumentará y ellos encontrarán una forma de resolverlo", aseguró.


(*) Nathan Becker y Jonathan House contribuyeron a este artículo.