Un posible rescate de Madrid saldría
mucho más caro que el de Atenas: ¿podrá capear la
tormenta?.
Grecia
desató la crisis que aflige a la zona euro. España, sin
embargo, es el país que podría determinar la supervivencia
de la moneda común.
La
cuarta mayor economía de la zona euro tiene una tasa de
desempleo de 19%, una deuda alta y un gigantesco déficit
fiscal. El Producto Interno Bruto se contrajo 3,6% en 2009 y
se espera que vuelva a caer este año en lo que constituiría
la recesión más profunda y prolongada del país en medio
siglo.
En
el centro de la crisis se encuentran millones de españoles
como Olga Espejo. Esta mujer de 41 años perdió su puesto
de empleada administrativa en un laboratorio en Madrid,
luego encontró un empleo temporal como reemplazo de una
persona con licencia médica. El trabajo se eliminó cuando
la persona a la que sustituía falleció. Su esposo y su
hermana, quien vive cerca, también fueron despedidos, con
lo que pasaron a engrosar las estadísticas según las
cuales uno de cada nueve españoles perdieron su empleo en
los últimos dos años.
Cada
uno recibe un pago por desempleo de 1.000 euros al mes, unos
US$1.350, parte del generoso paquete de gasto social que el
gobierno ha prometido no recortar. Pero los cheques de
Espejo dejarán de llegar en julio y los de su esposo en
mayo. "¿Qué perspectiva tenemos cualquiera de
nosotros?", pregunta Espejo.
Es
una cuestión que se plantean toda España y el resto de la
zona euro, en momentos en que el continente afronta su mayor
crisis financiera desde el nacimiento del euro en 1999.
El
problema es que, gracias a su pertenencia a la zona euro,
España no puede recurrir a la herramienta más tradicional
para sanar su economía.
El
país no puede devaluar su moneda para aumentar el atractivo
de sus exportaciones y sus destinos turísticos porque usa
el euro, que está ligado a la gigantesca y competitiva
economía alemana. Madrid tampoco puede reducir las tasas de
interés ni imprimir dinero, porque esas decisiones las toma
en Fráncfort el Banco Central Europeo (BCE).
España
podría tratar de estimular la economía mediante recortes
de impuestos y aumentos del gasto gubernamental. Pero el
gobierno ya implementó un sustancial paquete de estímulo
que, de paso, elevó el déficit fiscal a 11,4% del PIB.
Ahora, Madrid tiene que colocar más bonos para recaudar
capital fresco. Los posibles compradores, asustados por la
perspectiva de un incumplimiento de la deuda soberana
griega, ya han exigido tasas de interés más altas.
Fondos
especulativos de EEUU unen fuerzas
para atacar al euro
Las
grandes apuestas están surgiendo en exclusivos encuentros
como una denominada "cena de ideas" realizada
recientemente en la que participaron algunos de los mayores
fondos de cobertura, como SAC Capital Advisors LP y Soros
Fund Management LLC. Durante la reunión organizado por un
banco de inversión boutique en una mansión en Manhattan,
un reducido grupo de gestores sostuvieron que el euro caerá
probablemente a su paridad con el dólar, es decir que un
euro equivaldrá a US$1.
El
euro, que llegó a US$1,51 en diciembre, ahora bordea US$1,3550.
Muchos operadores apalancan sus apuestas, pidiendo prestado
a menudo 20 veces la cantidad de su apuesta, lo que acentúa
las ganancias y las pérdidas. La caída del euro a US$1
podría representar una oportunidad irrepetible. Si los
inversionistas colocan US$5 millones para hacer una operación
de US$100 millones, un movimiento de 5% en la dirección
elegida duplica la inversión inicial. "Ésta es una
oportunidad…para ganar mucho dinero", dice Hans
Hufschmid, director de GlobeOp Financial Services SA.
Durante
estas exclusivas reuniones, los fondos de cobertura pueden
analizar operaciones similares de las que pueden
beneficiarse mutuamente, usando métodos parecidos a los
fueron duramente criticados durante la crisis financiera de
2008.
En
aquel entonces, algunos de los mayores gestores de fondos de
cobertura, como David Einhorn de Greenlight Capital Inc.,
que también asistió a la cena en Nueva York, determinaron
que el futuro de Lehman Brothers Holdings y otras firmas
financieras era incierto y realizaron grandes apuestas
contra sus valores.
En
las últimas semanas, algunos operadores han comparado a
Grecia con Bear Stearns Cos., el banco de inversión
estadounidense que terminó en manos de J.P. Morgan Chase, y
a Portugal con Lehman, que tambaleó durante meses antes de
colapsar.
No
hay nada impropio en que los fondos de cobertura realicen
operaciones parecidas, a menos que sea calificado de colusión
por los reguladores, algo que no ha ocurrido.
Aaron
Cowen, gestor de SAC, quien le propuso al grupo atacar el
euro, considera que todos los escenarios para resolver la
crisis de la deuda griega son negativos, según fuentes
cercanas. La posición de SAC respecto al euro no está
clara y Cowen declinó comentar al respecto.
George
Soros, que encabeza un fondo de US$27.000 millones, advirtió
públicamente el pasado fin de semana que si la Unión
Europea no pone sus finanzas en orden, "el euro se podría
desintegrar". Soros declinó hacer comentarios para
este artículo a través de un portavoz de Soros Fund
Management.
Pocos
operadores anticipan un colapso del euro parecido al de la
libra esterlina en 1992, tras una gran apuesta a la baja de
Soros.
En
esa famosa operación, las ventas masivas lideradas por
Soros hicieron caer tanto el valor de la libra que Gran
Bretaña se vió obligada a retirarla del Mecanismo de Tipos
de Cambio (MTC) europeo, que mantenía los tipos de cambio
dentro de bandas de negociación bastante estrechas . La
operación le habría reportado a Soros una ganancia de US$1.000
millones, según los operadores.
Los
operadores estiman que las apuestas a favor y en contra del
euro representan una gran parte de los US$3 billones
(millones de millones) negociados diariamente en el mercado
mundial de divisas, una gran diferencia frente a 1992,
cuando el volumen global ascendía a apenas US$820.000
millones.
Al
igual que en la crisis financiera de 2008, los seguros
contra cesaciones de pagos (CDS) juegan un papel estelar.
Algunos de los mayores fondos de cobertura —incluyendo
Paulson & Co. Inc. que administra US$32.000 millones—
han comprado estos derivados, que protegen contra una cesación
de pagos de la deuda soberana griega. Los operadores
consideran que un alza en los precios de los CDS son una señal
de alerta de un posible cese de pagos.
Desde
enero, los precios de estos contratos casi se han duplicado,
lo que refleja los temores de los inversionistas sobre la
crisis fiscal de Grecia. Paulson ha acumulado importantes
posiciones en Europa, afirman fuentes cercanas, incluyendo
derivados que se harán efectivos si Grecia entre en cesación
de pagos en los próximos cinco años. Sin embargo, otra
fuente próxima indicó que Paulson se ha vuelto
recientemente más optimista sobre el euro. En una declaración,
Paulson declinó comentar "sobre posiciones
individuales" e indicó que "no manipula ni
pretende desestabilizar valores en ningún mercado".