Caída
del euro y de los bonos de Portugal, España e Irlanda
La
crisis griega se propaga
Por Marcus Walker y Stephen Fidler
Wall Street Journal, 28/04/10
La
crisis de deuda de Grecia se propagó a Portugal luego de
que rebajas en la calificación a los dos países
ahuyentaran a los inversionistas. El temor provocó una ola
de ventas en los mercados de todo el mundo y echó por la
borda las esperanzas de Europa de contener el descalabro.
Grecia
se convirtió en el primer miembro de la zona euro cuya
deuda recibe una calificación de "chatarra" de
parte de Standard & Poor's. La decisión dificulta el
financiamiento del país y probablemente perjudicará su
recuperación. Portugal, que al igual que Grecia lucha para
controlar su déficit fiscal, sufrió una rebaja de dos
peldaños, aunque mantuvo su calificación de grado de
inversión.
La
reacción de los mercados no se hizo esperar. El euro alcanzó
su mínimo del año contra el dólar y cerró a US$1,3222 en
Nueva York. El índice bursátil paneuropeo Stoxx Europe 600
cayó 3,1%. Los rendimientos de los bonos de Grecia y de
algunos países de la zona euro se dispararon, una señal de
inquietud en los mercados. La tasa del bono a 10 años de
Alemania descendió a 2,99%, su primer declive por debajo de
3% en más de un año, impulsada por inversionistas que
buscaban la seguridad de la deuda alemana. Los rendimientos
de los bonos del Tesoro estadounidense también bajaron.
Las
noticias de las rebajas llegan en un momento en que los
inversionistas están nerviosos por indicios de que el
paquete de ayuda para Grecia de 45.000 millones de euros
(US$60.000 millones) organizado por la Unión Europea y el
Fondo Monetario Internacional se atrasará debido a las
disputas políticas en Alemania.
Se
espera que el presidente del Banco Central Europeo, Jean
Claude Trichet, y el director gerente del FMI, Dominique
Strauss–Kahn, se reúnan con legisladores alemanes hoy y
los insten a actuar rápido sobre el plan de ayuda. La
diplomacia de último minuto ilustra el fracaso de que los
esfuerzos previos de la UE por calmar a los mercados con el
anuncio de un rescate. Los líderes de la zona euro ahora
analizan la posibilidad de convocar una cumbre en Bruselas
el 10 de mayo para activar la asistencia para Grecia, según
dijo un vocero del gobierno español a Reuters el martes.
Una
gran fuente de los temores que imperan en el mercado es la
puja política en Alemania, que debe proveer unos 8.400
millones de los 30.000 millones de euros en préstamos
prometidos por la UE. Una sólida mayoría de los ciudadanos
alemanes se oponen al compromiso de la canciller Angela
Merkel a contribuir al rescate de Grecia. Varios
legisladores de la coalición de centro–derecha de Merkel,
así como de los partidos de la oposición, también han
criticado el plan de rescate.
El
debate político en Alemania sobre la ayuda a Grecia se ha
intensificado en los últimos días debido a que el tema
estalló en medio de la campaña para cruciales elecciones
regionales que podrían afectar el equilibrio de poder en el
parlamento nacional. Eso ha llevado a varios políticos
alemanes a atacar al gobierno por su manejo de la crisis
griega, pese a las críticas de los países de la UE que
acusan a Alemania de generar inquietud en los mercados
financieros.
Se
espera que, a la postre, Alemania contribuya al rescate de
Grecia como han acordado los líderes de la UE, a pesar de
las riñas políticas en Berlín, señalan los analistas.
Los
opositores socialdemócratas han acusado a Merkel de estar
demasiado dispuesta a acudir al rescate de Grecia e incluso
los políticos de la coalición de centro–derecha que
apoya a la canciller han planteado quejas sobre el potencial
costo para los contribuyentes alemanes. Una encuesta de
opinión publicada el martes mostró que 57% de los alemanes
se opone al paquete de ayuda, mientras que sólo 33%
respalda el compromiso de Berlín a contribuir al rescate.
Merkel
ha intentado apaciguar a los opositores del rescate diciendo
que Grecia tendrá que comprometerse a hacer recortes
fiscales adicionales en lo próximos años a cambio de la
asistencia. El parlamento alemán deberá aprobar el plan de
ayuda una vez que se hayan negociado sus términos finales.
Alemania
ha invitado a Trichet y Strauss–Kahn a visitar Berlín el
miércoles para informar a los legisladores alemanes sobre
el paquete de ayuda. La medida forma parte de sus esfuerzos
para convencer al parlamento de que la ayuda es necesaria
para proteger la estabilidad de la moneda común europea.
Pese a sus objeciones, no se espera que los legisladores en
Berlín descarrilen el rescate.
Las
negociaciones entre Grecia, la UE y el FMI concluirían el 2
de mayo, lo que permitiría a los líderes del bloque y del
Fondo votar sobre el plan el 10 de mayo, según una nota del
gobierno alemán dirigida a su parlamento. El cronograma
permitiría que Grecia reciba los préstamos antes del 19 de
mayo, cuando tiene grandes vencimientos de deuda.
La
crisis griega se acerca al momento de la verdad
Por
Richard Barley
Wall Street Journal, 27/04/10
La
crisis de la deuda griega está llegando a su momento de la
verdad. Tras la pronunciada caída el lunes de los bonos de
Portugal, España e Irlanda, a las autoridades de la
eurozona se les está acabando el tiempo para detener una
crisis que está envolviendo a otros miembros del bloque y
amenazando al área del euro en su conjunto. Para evitar un
contagio, tres cosas deben ocurrir: el problema de Grecia
debe ser sellado herméticamente; los países deben cumplir
impecablemente sus promesas de reducción del déficit; y el
crecimiento global necesita ser fuerte. Esto es algo difícil
de lograr.
En
el corto plazo, las autoridades necesitan acallar cualquier
versión de una reestructuración de la deuda griega ya que
cualquier sugerencia de que un país de la eurozona podría
declararse en cesación de pagos sería desastroso para
otros miembros de la UE. Pero eso exige a los políticos
europeos persuadir a un mercado cada vez más escéptico de
que el problema de Grecia es uno de liquidez y no de
solvencia.
Hace
algunas semanas, un paquete de ayuda a un año de 45.000
millones de euros habría otorgado a Grecia y a la eurozona
cierto respiro, pero ahora los mercados parecen estar
demandando cada vez más una muestra de confianza mucho
mayor: Barclays Capital estima que podrían ser necesarios
90.000 millones de euros en un período de tres a cuatro años.
Si se equivocan en esto, se podría causar un serio daño al
sistema bancario europeo. Los bancos belgas, franceses,
alemanes y holandeses tienen una significativa exposición a
Europa del sur, destaca JP Morgan. Sin embargo, mientras
mayor sea el paquete de ayuda de liquidez mayor es el riesgo
de que otros miembros incurran en pérdidas si el problema
de Grecia termina siendo, de hecho, uno de solvencia. Esto
hace que la situación sea políticamente más complicada.
Pero
incluso una buena solución a corto plazo no pondrá fin a
la crisis a menos que el crecimiento mundial repunte, dados
los riesgos para la sostenibilidad de la deuda en varios
estados miembros. Tome el caso de Portugal: el plan del
gobierno de reducir su déficit desde el 9,4% del PIB en el
2009 a menos del 3% en el 2013 depende de un repunte en las
exportaciones dada la debilidad probable en la demanda
interna. Es verdad que Lisboa ha introducido cautelosas
proyecciones de crecimiento en su programa de estabilidad, a
un máximo de sólo el 1,7% en el 2013. Pero en los últimos
tres años, el 75% de las exportaciones de Portugal han
tenido como destino la Unión Europea, con un 25% a España.
El crecimiento en esos mercados será débil. En tanto, las
industrias exportadoras centrales de Portugal, como la
textil, hacen frente a dificultades para seguir siendo
competitivas.
Por
supuesto, Portugal no es impotente. Al igual que España e
Irlanda, su desafío es mejorar la productividad mediante
reducciones reales a los salarios y reformas en el lado de
la oferta. Estos tres países tienen mucha más credibilidad
que Grecia, debido a las consolidaciones fiscales previas y
a esfuerzos recientes para mejorar la competitividad.
Medidas decisivas de la eurozona aún podrían brindarles
tiempo para promulgar reformas que les permitiría salir de
los problemas de deuda, incluso si el crecimiento mundial es
lento. Lo que está en juego no podría ser mayor.
¿La
cesación de pagos podría significar el fin del euro?
Por
Daniel Gros (*)
Wall Street Journal, 28/04/10
El
gobierno griego ha presionado el botón de pánico y ha
activado el plan de rescate de la zona euro y el FMI. Sin
embargo, no está claro si el rescate (cuya implementación
aún requiere la aprobación del gobierno alemán) funcionará.
Los mercados financieros siguen sin convencerse, como se
evidencia por las elevadas primas de riesgo que se exigen
por la deuda griega. La experiencia de Argentina también
muestra que incluso varios programas de FMI no siempre
pueden evitar un colapso.
Para
los líderes de la Unión Europea esto genera una pregunta
fundamental: ¿Qué sucedería si el paquete de ayuda
propuesto de 45.000 millones de euros no pone fin a esta
tragedia griega? ¿Una cesación de pagos podría significar
el fin del euro?
Detrás
de esta recurrente pregunta se encuentra la asunción de que
la noción de "cesación de pagos" tiene un
significado preciso, el cual no es el caso. Las agencias de
calificación de deuda definen la cesación de pagos como el
no cumplir con un pago contractual más allá del periodo de
gracia. Sin embargo, los mercados a menudo han sido más
comprensivos en situaciones en las que un gobierno sólo
reprograma, es decir que no paga a tiempo, sino que hace una
promesa creíble de pagar por completo la cantidad que se
debe en una fecha posterior. Tal "cesación de pagos
suave" de seguro no representaría el fin del euro.
La
verdadera pregunta entonces es: ¿Una aparatosa (y masiva)
cesación de pagos bajo la cual el país se niegue a pagar
su deuda significaría el fin del euro? Si y no.
Una
cesación de pagos aparatosa de seguro pondría fin a la
idea del la zona euro como un club en el que todos sus
miembros son iguales y trabajan por una meta común, es
decir la estabilidad de la moneda común. La membresía en
tal club protege en contra de los problemas financieros
debido a que se supone que los miembros deben portarse bien
y ayudarse entre si en caso de ataques especulativos
injustificados. Aunque el tratado de la UE dice que sus
miembros no tienen que responder por la deuda pública de
los otros, hay un compromiso político implícito, como
estamos viendo actualmente, de proveer ayuda de emergencia.
El
quid pro quo para esta solidaridad es por supuesto, la
expectativa de que todos los miembros se rijan por ciertos
estándares, por ejemplo aquellos representados en el Pacto
de Estabilidad y Crecimiento, que apuntan a limitar los déficit
presupuestales y deudas. Los continuos informes falsos de
cifras fiscales presentados por Grecia ya han dañado
severamente la idea del euro como un "club de
caballeros". Pero el club aún podría ser salvado si
Grecia se embarcara en un esfuerzo nacional para cumplir con
su deuda y evitar una cesación de pagos.
Sin
embargo, incluso una cesación de pagos aparatosa de Grecia
no necesariamente significaría el fin de la zona euro. El día
después de una cesación de pagos formal, los bancos
griegos ya no tendrían acceso a las operaciones normales de
política monetaria del Banco Central Europeo, ya que el BCE
ya no podría aceptar su colateral, la deuda griega, la cual
inmediatamente tendría estatus de chatarra. Por lo tanto,
el país dejaría de ser parte de la zona euro. Su estatus
se parecería al de Montenegro, el cual adoptó al euro como
moneda legal sin convertirse oficialmente en un miembro de
la euro zona.
En
Grecia, luego de una cesación de pagos aparatosa, los
billetes y monedas aún circularían en la economía, pero
un euros en una cuenta de un banco griego dejaría de ser
automáticamente equivalente a un euro en una cuenta
bancaria en cualquier otra parte de la zona euro, ya que los
bancos griegos podrían volverse insolventes inmediatamente
y por lo tanto se les cerraría la puerta a los sistemas de
pago. Hasta que se reestablezca la solvencia griega, la euro
zona perdería de facto a uno de sus miembros, pese a que el
presidente del banco central griego seguiría teniendo una
silla en el Consejo de Gobierno del BCE y el ministro de
finanzas griego seguiría siendo miembro del Grupo Euro,
manteniendo intactos sus poderes de votación.
Dados
los problemas que esto ocasionaría en los mercados de crédito,
la economía griega recibiría un duro golpe. Sin embargo,
el impacto sobre el resto de la zona euro sería menos dado
que el país representa apenas sólo un 2% del PIB de la
euro zona y no alberga a ninguna institución financiera
sistémicamente relevante.
En
muchas formas, una aparatosa cesación de pagos griega dejaría
a la zona euro en mejor condición. Sus instituciones
probablemente se fortalecerían debido a que habría quedado
claro que la estructura es lo suficientemente fuerte para
soportar el colapso de uno de sus miembros. La tolerancia
hacia la violación de los estándares de déficit y reporte
se reduciría radicalmente. El club se transformaría en una
federación a cuyos miembros periféricos se les podría
decir que se vayan a "freír espárragos". Como
resultado de ello, los votos por mayoría tenderían
reemplazar al consenso como la forma normal de tomar
decisiones.
Lo
que podría descarrilar este tren sería, por supuesto, el
contagio. La principal razón por la cual incluso Alemania
ha accedido al paquete de rescate para Grecia es el temor de
que una cesación de pagos aparatosa desate ataques
especulativos sobre la deuda soberana y las instituciones
financieras en países sistémicos como España e Italia.
Sin
embargo, no ha una justificación fundamental para el
contagio. Las capacidades de auto financiamiento de España
y especialmente Italia son mucho más fuertes que las de
Grecia. No obstante, los mercados a veces pueden ser
irracionales. La prueba de fuego para la euro zona es si
puede proteger de ataques especulativos a aquellos miembros
que al menos siguen el espíritu de sus reglas. Pese a su
alto nivel de deuda, Italia, por ejemplo, por la mayor parte
del tiempo ha mantenido su déficit presupuestal por debajo
del 3% del PIB.
Hasta
el momento, las señales de los mercados financieros son
alentadoras. Después de una ola inicial de nerviosismo en
febrero, cuando se hizo claro por primera vez que la segunda
parte de la crisis financiera implicaría cesaciones de
pagos soberanas, los mercados han diferenciado cada vez más
a los miembros más débiles de la zona euro. Las primas de
riesgo han tendido a moverse juntas en la misma dirección,
pero con órdenes de magnitud completamente diferentes. (Los
seguros contra cesación de pagos de la deuda griega ahora
se cotizan en cerca de 600 puntos base, frente a sólo 170
para España e incluso menos para Italia).
La
cesación de pagos de cualquier país sistémico implicaría
el fin de la zona euro, pero por el momento esto sigue
siendo, afortunadamente, sólo un riesgo mínimo.
*
Gros es el director del Centro de Estudios de Política
Europea.
Mientras Alemania
acelera la aprobación de fondos
El
FMI podría incrementar su ayuda a Grecia
Por Andrea Thomas, Nina Koeppen y Geoffrey T. Smith (*)
Wall Street Journal, 28/04/10
La
factura por rescatar a Grecia acaba de subir, pero Alemania
se comprometió el miércoles a acelerar la entrega de su
parte de los fondos a condición de que tengan éxito las
negociaciones de reducción de deuda con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y la Unión Europea (EU).
En
un encuentro con legisladores alemanes en Berlín, el
director gerente del FMI, Dominique Strauss–Kahn, dijo que
el plan de rescate probablemente sería de entre 100.000
millones de euros y 120.000 millones de euros (entre
US$132.000 millones y US$158.000 millones) en un período de
tres años, según Jürgenn Trittin, un líder parlamentario
del opositor Partido Verde, quién leyó un comunicado tras
las reuniones. Esta cifra aumenta el total frente al paquete
de 45.000 millones que la UE y el FMI estaban preparando
para el primer año.
El
intento de conseguir un rápido compromiso alemán en medio
de la creciente presión de los mercados financieros se
produce después de que el presidente de la UE, Herman Van
Rompoy, dijera que planea convocar una cumbre alrededor del
10 de mayo para que los líderes de la eurozona voten sobre
la implementación de la parte del paquete que corresponde a
la UE. La posibilidad de que el contagio se extienda a los
mercados de deuda soberana europeos se intensificó el miércoles
después de que Standard & Poor's rebajara la calificación
de la deuda española de "AA+" a "AA",
provocando una venta masiva de bonos del gobierno italiano.
La decisión se produjo un día después de que S&P
redujera la solvencia de Grecia a estatus de
"chatarra" y bajara dos niveles la nota de la
deuda de Portugal.
En
Alemania, la cámara baja podría aprobar la legislación
necesaria el próximo viernes, dijo el miércoles el
ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble.
"El
objetivo es que el Fondo Monetario Internacional y el grupo
[de ministros de Finanzas] de la eurozona alcancen pronto un
acuerdo", dijo Schaeuble en una conferencia de prensa,
al término de una reunión con los responsables del Banco
Central Europeo (BCE) y del FMI.
En
espera de un acuerdo durante el fin de semana, añadió
Schaeuble, "estaríamos en posición de decidir el
lunes sobre un borrador del proyecto de ley".
El
gobierno alemán buscará la aprobación parlamentaria de un
paquete de ayuda a Grecia de hasta 8.400 millones de euros
en 2010 y de una cantidad sin especificar para 2011 y 2012,
según un borrador de un proyecto de ley al que tuvo acceso
Dow Jones Newswires el miércoles.
Grecia
solicitó el viernes pasado el plan de rescate conjunto de
la UE y del FMI, tras indicar que ya no podía seguir
recibiendo préstamos de los mercados financieros. La decisión
hizo resurgir las dudas de si el país heleno podría
repagar a los bonistas para el 19 de mayo, fecha límite de
un importante vencimiento de deuda.
El
retraso en la aprobación de Alemania ha sido uno de los
motivos de preocupación en los mercados financieros de que
el acuerdo no llegaría a tiempo. La opinión pública
germana es mayoritariamente contraria a la ayuda a Grecia,
convirtiendo al paquete de rescate en un tema políticamente
sensible antes de las importantes elecciones regionales del
9 de mayo.
En
la misma conferencia de prensa, el presidente del BCE, Jean
Claude Trichet, dijo: "Para nosotros, es extremadamente
importante que la decisión se tome extremadamente rápido...
se necesita un proceso acelerado en el parlamento alemán".
Un
funcionario griego que declinó ser identificado dijo a
primera hora del miércoles que el FMI está considerando
aumentar los préstamos de 15.000 millones de euros ($19.900
millones de euros) prometidos en entre 5.000 millones de
euros y 10.000 millones de euros, si bien expresó dudas de
que se aumente la cantidad. El FMI no estaba disponible
inmediatamente para hacer comentarios.
El
funcionario griego añadió que no estaba claro si cualquier
monto adicional del FMI incrementaría el total de 45.000
millones de euros (US$59.800 millones) prometidos el mes
pasado por la UE y el FMI o si la contribución del FMI
serviría para compensar una posible menor contribución de
la UE, si bien añadió que Atenas "tiene plena
confianza en que los miembros de la UE cumplirán sus
compromisos".
En
los mercados ha aumentado la especulación en los últimos días
de que Grecia necesitaría más fondos.
Pero
muchos inversionistas se muestran escépticos sobre la
capacidad de Grecia para eludir problemas adicionales con su
solvencia fiscal en los próximos meses, incluso si recibe
los fondos del rescate en las próximas semanas.
*
Contribuyeron a este artículo Nina Koeppen, Geoffrey T.
Smith y Costas Paris.
Grecia acepta adoptar nuevas medidas de
austeridad
Por Costas Paris y Alkman Granitsas
Wall Street Journal, 30/04/10
Atenas (Dow Jones)––Grecia ha
acordado con el Fondo Monetario Internacional y la Unión
Europea adoptar medidas adicionales de austeridad que le
lleven a economizar unos 23.000 millones de euros
–US$30.000 millones– como condición previa para poder
recibir la ayuda financiera, dijo una fuente oficial griega
cercana a las negociaciones.
"Hemos llegado a un acuerdo y habrá
anuncios durante el fin de semana", dijo la fuente
oficial, agregando que los detalles finales del paquete se
completarán el viernes.
Las medidas de austeridad ––desde
una revisión de las pensiones hasta recortes
salariales–– llegan tras dos semanas de negociaciones
entre el Gobierno griego y una "troika" de
negociadores visitantes del FMI, el BCE y la Comisión
Europea.
"No tuvimos mucho margen de
negociación", dijo la fuente oficial griega. "Así
es como funciona el FMI; si quieres el dinero, sigues sus términos".
Entre las medidas previstas está la
abolición de las bonificaciones que reciben los
funcionarios todos los años, que podría suponer un ahorro
de unos 1.400 millones de euros. También podrían subir la
tasa más alta del IVA desde el 21% actual a un 23%–24%, y
recortar la pensión a los jubilados de elevados ingresos,
dijo la fuente oficial.
El FMI y la UE han dicho que quieren
alcanzar un acuerdo con Grecia respecto a sus políticas
presupuestarias para este fin de semana con el fin de
preparar el terreno para la ayuda financiera a principios de
mayo.
El director gerente del FMI, Dominique
Strauss–Kahn, dijo el miércoles que el paquete de ayudas
conjunto del FMI–UE podría ascender a unos 120.000
millones de euros en los próximos tres años, de acuerdo
con los legisladores alemanes. El FMI ni ha confirmado ni
desmentido esto.
Los mercados financieros griegos
reaccionaron positivamente a las señales de que Grecia está
muy cerca de alcanzar un acuerdo definitivo sobre sus
medidas de austeridad.
Aún así, algunos analistas se
preguntan hasta qué punto la ayuda de 120.000 millones de
euros sería suficiente para tranquilizar a los inversores.
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