Los expertos lo definen así:
"Fiebre vendedora". Presionados por el pánico al "euro
colapso" los especuladores internacionales se desprenden de sus acciones
y se "refugian" en valores más "seguros" como el dólar,
el oro y las materias primas. En consecuencia, se derrumba el euro y colapsa
la fiesta bursátil internacional.
Los mercados internacionales
están a punto de despedir un mes catastrófico, el de mayo, que ha revivido y
potenciado viejos temores y ha vuelto a encender la luz de "alarma"
de los inversores con Europa y el euro.
El
temor a las huelgas y estallidos sociales que ya se perfilan como
respuestas a los ajustes salvajes en Grecia y en España, genera cada vez más
desconfianza y temores en los mercados internacionales que comienzan a dudar
de la efectividad del ajuste fiscal exigido
por el capitalismo usurario para "refinanciar" la deuda griega.
El desplome del euro frente
al dólar se profundiza, y las amenazas de huelgas y estallidos sociales se
convierten en señal emblemática de un proceso de crisis económica que pone
en peligro la solidez de la alianza política y económica de la eurozona.
El colapso es generalizado y
se expande por el conjunto de los de indicadores mundiales.
El Nikkei, el más castigado,
ha perdido un 10%. l Ibex 35 acumula una caída mensual del 7%, que se ha
visto mitigada en las últimas sesiones.
En EEUU, las principales plazas tampoco se han librado del castigo:
Nasdaq, Dow Jones y S&P 500 se han dejado entre el 7% y el 8%.
Los principales índices bursátiles
de EEUU concluyeron con pérdidas el viernes, en la última sesión de un pésimo
mes, luego que una rebaja de la calificación crediticia de España reavivara
los temores de los especuladores hacia
la crisis crediticia en Europa.
El Promedio Industrial Dow
Jones bajó 122 puntos, o el 1,2%, a 10137. Con el descenso del viernes, el
Dow cayó un 7,9% en mayo, su peor mes en más de un año.
El Índice Compuesto Nasdaq
cayó 21 puntos, o el 0,9%, a 2257, y el Standard & Poor's 500 retrocedió
14, o el 1,2%, a 1089.
"Lo que comenzó como
una retirada de posiciones en la renta variable europea se ha convertido en
una fuga de capitales a nivel mundial", señalaba en un informe esta
semana Citigroup.
Los principales indicadores
perdieron más de un 10% desde los máximos de abril y los inversores no
discriminan lo que venden. "No se molestan en distinguir entre diferentes
sectores o regiones. Sólo quieren vender", añade.
Los bruscos altibajos
experimentados por los principales indicadores mundiales y el euro colapso de
las últimas semanas revivieron un viejo fantasma: ¿Se repite la historia
tras la quiebra de Lehman Brothers?
El miedo paralizó
el mercado del crédito. "Cuando Lehman quebró nadie quería
prestar a nadie dentro del sistema financiero. Es cierto que desde entonces
los mercados de crédito no está funcionando tan bien como antes y aunque se
han tensado los mercados, no hemos llegado a esos extremos", puntualiza
Fernández-Figares. BCE, Reserva Federal, Banco de Inglaterra tomaron medidas
para evitar el credit crunch.
Para Citigroup, "el
moderado aumento de los spreads en el interbancario en Europa y EEUU ha
servido para recordar a los inversores la última vez que se cerró el grifo
del crédito.
La
crisis de deuda en Europa puso en duda la supervivencia del euro, que
actualmente se mueve cerca de mínimos de hace cuatro años frente al dólar.
Hace menos de un año se llegó
a hablar incluso de que la divisa comunitaria tomara el testigo del dólar
como moneda de referencia. El debate lo abrió la OPEP, que propuso fijar los
precios del crudo en euros ante la depreciación sufrida por la divisa
estadounidense en aquellos momento. Rusia, por su parte, quería cobrar el gas
en la moneda comunitaria.
Ahora las cosas cambiaron, y
la pregunta que se plantean los especialistas es si el euro-dólar van camino
de la paridad.
Desde enero, la moneda
europea pierde más del 10%. Cayó de 1,45 a 1,23 dólares y se asoma
a mínimos de hace cuatro años. En la segunda mitad de 2008, la moneda
europea llegó a fijar un máximos histórico en 1,6038 dólares.
Sobre el comportamiento
futuro de los mercados, se estima que los planes de ajuste puestos en marcha
en Europa provocarán el freno en la recuperación económica y no descarta
que incluso algunas economías vuelvan a recaer en la recesión.
Además, según los
especialistas, estos planes también tendrán un impacto en los resultados
empresariales, en las valoraciones y por ende, en el rendimiento y cotización
las bolsas.
Para el diario The Wall
Street Journal, los operadores y analistas habían mostrado recientemente cada
vez menos preocupación ante las probabilidades de que reacción en cadena de
incumplimientos en los países más endeudados de la zona del euro pueda
sacudir al sistema financiero global.
Pero ahora -precisa el
Journal- está aumentando la preocupación
por la posibilidad de que el continente tenga que atravesar un largo y
complejo recorrido antes de recuperar totalmente la salud económica.
"Nos está pareciendo
que los problemas de Europa no se expandirán necesariamente, pero son algo
que el resto del mundo va a sentir" en los próximos meses, afirmó Jack
Ablin, estratega jefe de inversiones en Harris Private Bank en Chicago.
En relación a la rebaja de
la calificación España, añadió: "Realmente pensé que los pasos
tomados (por el gobierno) mantendrían alejadas a las agencias de calificación.
Esto fue una gran decepción".
Las cuentas empresariales de
numerosas empresas estadounidenses entraron en pérdidas o se frenaron en seco
en el cuarto trimestre de 2008.
Ahora, el momento de los
resultados corporativos permanece fuerte, al tiempo que se han revisado al
alza numerosas previsiones de resultados, según apunta Citigroup. No
obstante, otros expertos señalan que los planes de ajuste fiscal adoptados en
Europa sí pueden afectar a las cuentas corporativas.
Con el sistema capitalista en
estado de crisis y de debilidad que supera todos los estadios anteriores,
Europa, acorralada por la quiebra de los Estados y por los "ajustes
salvajes" que empiezan a multiplicarse, parece estar ante el desenlace de
un colapso económico y político generalizado.
Las señales son
apabullantes. Por efecto de la "globalización" la eurocrisis incide
sobre todo el sistema financiero internacional y sobre las principales economías
mundiales, y los efectos
encadenados y el contagio pueden ser mucho más devastadores que en la crisis
del 2008.