El Gobierno alemán anunció
ayer el mayor plan de ajuste desde la Segunda Guerra Mundial, con el que
pretende ahorrar 80.000 millones de euros hasta 2014. En el camino, el
Gabinete de Angela Merkel pretende eliminar 10.000 puestos de trabajo entre
los funcionarios y suprimir ayudas y subvenciones. La deuda alemana ha llegado
a 1,7 billones –73% del PIB–, entre otras cosas, por ayudar a los bancos.
La política alemana se
dedica actualmente a escribir historia. Una semana después de la histórica,
por insólita, dimisión del presidente federal Horst Köhler, el bipartito de
la canciller cristianodemócrata Angela Merkel (CDU) ha presentado un «histórico»
plan de austeridad: hasta 2014, Berlín quiere ahorrar nada menos que 80.000
millones de euros, unos 11.000 millones ya en 2011. Los más afectados por el
recorte serán los desempleados y las familias, aunque se descarta un aumento
del impuesto sobre la renta y del IVA.
Tras dos días de reuniones a
puerta cerrada, Merkel y su vicecanciller, Guido Westerwelle, a la sazón
presidente del Partido Liberal (FDP), presentaron ayer su plan, que debe
mejorar la situación financiera del Estado alemán conforme con las
exigencias de la Ley Fundamental.
Según el Ejecutivo, hasta
2014 los 280.000 empleados del Estado se reducirán en 10.000. Además, se
anuncia una reforma de las Fuerzas Armadas, la Bundeswehr, que podrían verse
reducidas de 250.000 efectivos a 210.000. También se cuestionan varias
adquisiciones de material bélico. Asimismo, Merkel quiere eliminar una serie
de ventajas fiscales y de subvenciones.
La canciller quiso disimular
los recortes sociales anunciando que el Estado pospondría la reconstrucción
del palacio de los Reyes de Prusia y Emperadores de Alemania hasta dentro de
tres años. Berlín debe aportar uno 400 millones de euros a este prestigioso
proyecto del sector conservador en Alemania.
«En los últimos años hemos
vivido por encima de nuestras propias posibilidades», sentenció Westerwelle.
Si los 3,7 millones de desempleados están de acuerdo se verá en adelante,
porque a los dos millones de parados considerados como de larga duración se
les quitará una serie de ayudas. Además, los padres no cobrarán los 300
euros mensuales, si deciden dedicarse al hijo recién nacido. El objetivo es,
señaló Werterwelle, «llevarles lo antes posible al mercado de trabajo». A
esto se le añadirá una política de austeridad que afectará a todos los
ministerios.
Por otro lado, el bipartito
opina que podrá embolsar unos 2,3 mil millones de euros procedentes de las
empresas energéticas E.on, RWE, Vattenfall y EnBW porque ellos ganarán unos
beneficios adicionales al suspenderse el cierre de las centrales nucleares,
previsto por el ejecutivo rojiverde (1998–2005). Otro impuesto será
aplicado a las personas que en Alemania subirán a bordo de un avión.
1,7
billones de deuda
Las medidas, que aún tienen
que pasar por el proceso legislativo, son una consecuencia de los cambios
constitucionales decididos en 2009. La entonces «Gran Coalición» formada
entre la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD) acordó que los estados
federales no podrían endeudarse más a partir del año 2020. A cambio, al
Ejecutivo federal se le concede a partir del 2016 una margen de endeudamiento
del 0,35% del PIB. De acuerdo con el PIB actual, se trataría de una cantidad
en torno a los diez mil millones de euros.
Estas medidas son una reacción
a que las deudas del Estado alemán han ascendido a 1,7 billones de euros (73%
del PIB), entre otras cosas, por socorrer a los bancos en crisis. Para
quitarse la deuda estructural de encima, Berlín tiene que reducir sus gastos
por lo menos en diez mil millones de euros anuales.
Está por ver si a Merkel le
salen las cuentas. Una incógnita gira entorno a las ayudas que el Bundestag
prometió, primero a Grecia, y después al Pacto de Estabilidad del Euro.
Sobre ambas leyes ha de decidir la Corte Constitucional, que en su día
sentenció sobre el Tratado de Lisboa que Alemania no podría hacerse cargo de
las deudas de otros estados miembro de la UE.
Ademá,s el plan de Merkel
es, por ahora, nada más que un proyecto que aún no se ha puesto en marcha.
Por ejemplo la reducción de los efectivos de las FFAA es un tema que no
solamente levanta ampollas a nivel local, donde los diputados del bipartito
tendrán que justificar el cierre de cuarteles, también cuenta con el rechazo
de la hermana bávara de la CDU, la CSU, que llamó la atención a su propio
ministro de Defensa Karl Theodor zu Guttenberg, antes de que se encerrara con
el Gabinete de Merkel.
A ello se añade otro debate
sobre la reforma del muy complicado y contradictorio sistema fiscal alemán.
El retirado juez de la Corte Constitucional, Paul Kirchhof, opinó en una
entrevista concedida al semanario Der Spiegel que «un impuesto del 25% para
todos es justo», y el diario económico Handelsblatt ha publicado en Internet
una lista de «las 111 subvenciones más tontas» que, según sus cálculos,
cuestan al Estado unos 35.000 millones de euros al año.
10.000
empleos
Tras dos días de reunión a
puerta cerrada, Merkel y su vicecanciller Guido Westerwelle, que es el
presidente del Partido Liberal (FDP), presentaron ayer su plan, según el
cual, hasta 2014 se reducirán en 10.000 los 280.000 empleados del Estado. La
oposición, el SPD, Verdes y el Linke, y los sindicalistas han expresado su
rechazo.
Menos
ayudas
A los dos millones de parados
considerados como de larga duración, se les quitará una serie de ayudas, y
los padres no cobrarán los 300 euros mensuales si deciden dedicarse al hijo
recién nacido. El objetivo es «llevarles lo antes posible al mercado de
trabajo».
Los Dieciséis
aprueban el mecanismo de estabilización
Los ministros de Finanzas de
la zona euro aprobaron ayer el mecanismo temporal para proporcionar financiación
más barata a los estados que pudieran caer en una situación de insolvencia,
la llamada Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FESF), basada en un
sistema de garantías que aportarán los estados. GARA
Hungría
El Gobierno de Hungría dijo
ayer que ese país no necesita más recortes presupuestarios y reiteró su
objetivo de mantener el déficit público en el 3,8% del PIB. El primer
ministro, Viktor Orbán, dará hoy los detalles de su política económica.
Cameron
avisa de que su recorte será «inevitablemente duro»
El primer ministro británico,
David Cameron, afirmó ayer que el déficit público del Reino Unido está en
peor situación de lo que se estimaba en un principio, por lo que, advirtió,
el problema afectará al «modo de vida» de toda la población. En un
discurso pronunciado ante la prensa en la localidad de Milton Keynes, y
recogida por la agencia Efe, Cameron calificó de difícil la situación de
las finanzas públicas, ya que el déficit es de a 156.000 millones de libras
(177.840 millones de euros).
En una estrategia similar a
la utilizada por el nuevo Ejecutivo húngaro, el líder del Partido
Conservador británico acusó al anterior Gobierno del laborista Gordon Brown
de gastar de manera «excesiva», y dijo que la actual administración de
coalición tendrá que «poner las cosas en orden». Así, esgrimió para
justificar sus medidas que, si no hay recortes en el gasto público, el Tesoro
británico tendrá que pagar 70.000 millones de libras (79.800 millones de
euros) en intereses de la deuda en cinco años, una cantidad que supera a lo
que se invierte en áreas como la educación, el transporte y las medidas
contra el cambio climático.
El primer ministro, cuyo
discurso es una advertencia de lo que se espera en el presupuesto del Estado,
que se anunciará el día 22, explicó que el Gobierno de coalición entre
conservadores y liberaldemócratas ha tenido acceso a los libros contables,
que muestran que el problema «es mayor de lo que pensábamos». «El legado
que nos han dejado es tan malo que las medidas para afrontarlo serán
inevitablemente duras, pero la situación de la gente será peor a menos que
hagamos algo ahora», sostuvo.
A este ataque, el ex ministro
de Economía, el laborista Alistair Darling, respondió que los conservadores
estaban utilizando la excusa del déficit para efectuar los recortes que «siempre
habían querido hacer».«No hay nada nuevo ahora que no se anunciara en mi último
presupuesto del mes de marzo. Pretender que ha abierto los libros y ha
encontrado las cosas peor de lo que esperaba es una tontería», declaró
Darling a la BBC
Tras el discurso del primer
ministro, el secretario general de la confederación sindical británica Trade
Union Congress (TUC), Brendan Barber, dijo que la reducción del déficit sólo
a través de recortes públicos afectará inevitablemente a la gente sin
recursos. «El primer ministro habla de recortes que afectarán a cada persona
en este país, pero la reducción del déficit únicamente con recortes
golpeará inevitablemente a la gente sin recursos. Los que más ganan apenas
lo notarán», dijo Barber a la prensa. GARA
El
Eurogrupo pide a Madrid que prepare nuevas medidas para 2011
Los ministros de Economía de
la eurozona recomendaron ayer al Estado español y a Portugal que preparen
medidas de ajuste adicionales para 2011 y los años siguientes para garantizar
la reducción del déficit y de la deuda y para calmar a los mercados.
El presidente del Eurogrupo,
Jean–Claude Juncker, afirmó que las medidas de ajuste de Madrid y Lisboa
son «significativas y audaces» y «contribuirán sin ninguna duda a
estabilizar el nivel de deuda». No obstante, los países de la eurozona
coincidieron en que «será necesaria una consolidación adicional más allá
de 2011, así como más progresos con las reformas estructurales». «Los dos
países se han comprometido a tomar acciones en este sentido. También
trabajando en medidas adicionales, si son necesarias, para alcanzar los
objetivos de déficit en 2011», aseguró Juncker. Los ministros de Economía
volverán a examinar la situación en el Estado español y Portugal en su
reunión de julio, una vez se conozca el dictamen definitivo de la Comisión,
el 15 de junio.
Por su parte, el comisario de
Asuntos Económicos, Olli Rehn, destacó que los dos gobiernos «han anunciado
o anunciarán reformas estructurales sustanciales». «Se necesita hacer más,
y sólo puedo animar a los dos países a proseguir las reformas estructurales,
por ejemplo en el mercado laboral y en los sistemas de pensiones».
Antes de la reunión, la
vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Economía y
Hacienda, Elena Salgado, se había mostrado convencida de que el resto de países
de la UE considerarían suficiente el plan de ajuste aprobado por el Gabinete
de Zapatero para reducir el déficit.