Crisis mundial

Se desploma el índice de aprobación de Obama por la falta de empleo

General Motors gana 2.000 millones pero
genera sólo dos mil plazas laborales

Por David Brooks
Corresponsal en EEUU
La Jornada, 26/08/10

Nueva York.–  Para unos cuantos son los mejores tiempos, para todos los demás siguen siendo los peores, y eso, más que cualquier otra cosa aquí, es lo determinante en los procesos electorales y la peor amenaza al gobierno de Barack Obama y el liderazgo demócrata que ha tenido el control de Washington durante los últimos dos años.

Y es que cada vez es más claro que la peor crisis económica desde la Gran Depresión no afecta a todos por igual. En las últimas semanas empresarios han reportado ganancias astronómicas, mientras que uno de cada seis estadounidenses están desempleados o subempleados, y el futuro inmediato no promete ningún alivio.

En encuestas recientes, la economía, pero sobre todo el empleo, son las principales preocupaciones entre los estadounidenses. Un 72 por ciento afirma estar “muy preocupado” por el desempleo, según sondeo de Reuters/Ipsos.

Según una encuesta reciente de Gallup, la economía y el empleo son identificados como los problemas más serios que enfrenta el país (casi 30 por ciento afirma eso), muy por arriba de temas como el de migración (7 por ciento cree que es el más importante) y las guerras (4 por ciento).

Con esta creciente preocupación, el nivel de aprobación del gobierno de Barack Obama se desploma; por primera vez, más gente lo reprueba (52 por ciento) que lo aprueba (45 por ciento), de acuerdo con la encuesta de Reuters, y esto será un factor enorme en las elecciones legislativas programadas para este noviembre, cuando se pronostican serias derrotas para el partido del presidente.

Prosperidad y miseria

Las empresas han reportado enormes incrementos en sus ganancias y desde el segundo trimestre de este año lograron recuperar todo el terreno perdido durante la recesión; ahora son un 5.7 por ciento más que cuando estaban al iniciarse la recesión, indican cifras oficiales analizadas por el Economic Policy Institute (EPI). Según el Departamento de Comercio, las ganancias totales de las empresas estadounidenses alcanzaron 1.59 billones de dólares en el primer trimestre de 2010 comparado con 1.50 billones en el cuarto trimestre de 2007.

Esto contrasta dramáticamente con las condiciones del mercado laboral: durante ese mismo periodo (finales de 2007 a principios de 2010), el país perdió 8.2 millones de empleos, o sea, aproximadamente uno de cada 20 empleos se esfumaron, resume EPI.

Mientras tanto, Washington titubea cada vez más en estimular la economía con medidas para generar empleo ante argumentos impulsados por sectores conservadores de que el déficit presupuestario amenaza la prosperidad. Tan bueno ha sido el manejo de este debate por conservadores que han logrado convencer a la mayoría de la opinión pública: 67 por ciento, en la encuesta de Reuters, dice estar muy preocupado por el gasto gubernamental y el déficit.

Pero como lo explica el economista Paul Krugman, los mismos políticos que afirman que el gobierno no puede gastar más para evitar mayores recortes en servicios públicos “son los mismos que desean enviar cheques de un promedio de 3 millones cada uno para entregárselos a las 120 mil personas más ricas del país”. Es decir, son los efectos del recorte de impuestos a los más ricos impulsado durante el gobierno de George W. Bush. O sea, si son fondos destinados a estimular el empleo y asistir a los pobres, hay que preocuparse por el déficit, si es para los más ricos, con eso no hay problema, argumenta.

Ganancias astronómicas y nada de empleo

Mientras tanto, la población con empleo a lo largo del país no ha sentido los beneficios de la recuperación en ganancias empresariales, por el contrario, enfrentan demandas de sus patrones para reducir salarios, prestaciones y más.

Tal vez uno de los ejemplos más notables es el de General Motors, la gran empresa automotriz que tuvo que ser rescatada de la bancarrota por los contribuyentes. En el primer semestre de 2010, GM generó 2.2 mil millones de dólares en ganancias, algo considerado un gran triunfo empresarial. Pero durante el mismo tiempo, la empresa sólo creó 2 mil nuevos empleos en América del Norte. Economistas subrayan que este ejemplo se repite en todo el país.

Michael Moore, el documentalista, señala que los billones que invirtió el gobierno en rescatar a la empresas de un colapso “funcionó para las empresas”, y que el mundo empresarial ha encontrado la manera de generar enormes ganancias sin generar empleos. “Tenemos que enfrentar el hecho de que la mayoría de los ejecutivos en jefe estadounidenses no desean que ‘mejore’ la economía porque para ellos, no podría mejorar más, tienen ganancias que salen de sus orejas mientras que con una tasa de desempleo de 9.5 por ciento todos sus trabajadores están demasiado asustados como para pedir un incremento de 25 centavos”.

Huelga en Nueva York contra rebaja de salarios

En Williamson, Nueva York, unos 300 trabajadores están en huelga desde hace tres meses en a planta de Mott’s Original Apple Sauce, subsidiaria de Dr. Pepper Snapple Group, enorme empresa de alimentos y bebidas. La compañía demandaba una reducción de salarios, eliminación de pensiones de jubilación para nuevos empleados y reducciones de otras prestaciones. Y no es porque esté en apuros financieros, todo lo contrario: tuvo un ingreso neto de 550 millones en 2009. Sin embargo, la empresa afirma que los trabajadores reciben un salario demasiado alto para los niveles que se pagan en esa región ahora deprimida.

Un trabajador del comité de negociación contó al New York Times que un administrador de la planta dijo durante las negociaciones que los trabajadores eran “una mercancía, como el frijol de soya y aceite, y como los precios de las mercancías suben y bajan, y hay miles sin trabajo en esta zona”, pues podrían contratarlos por mucho menos.

El presidente internacional del sindicato nacional RWDSU que representa a los trabajadores, Stuart Appelbaum, declaró a The Nation que la huelga en Williamson “se ha vuelto un paradigma de lo que sucede en nuestro país. Ves a trabajadores viviendo en el temor por sus empleos, por si podrán mantenerse en sus casas y por cómo sobrevivirán sus familias, y encima les dicen que se sacrifiquen para que los que ya tienen mucho tengan más”.


¡Aumentan las ganancias de GM... y ustedes
siguen desempleados!

Por Michael Moore (*)
Progreso Weekly, 18/10/10

Así que General Motors de nuevo tiene miles de millones de dólares de ganancias. Y si se aprende algo del pasado, sabemos lo que eso quiere decir: es hora de algunos despidos.

O quizás no. Allá por las décadas de 1980 y 1990, cuando GM consistentemente reportaba gigantescas ganancias, simultáneamente despedía a decenas de miles de obreros en mi ciudad natal de Flint y el resto de Michigan.  En estos momentos parece que la única persona que van a despedir es al Director General Edward Whitcare. (Tan solo la semana pasada Whitcare decía que no tenía planes de marcharse por el momento –es una ironía que el ex presidente de los Boy Scouts de Estados Unidos no estuviera Simpre Listo.)

Pero si aún no están despidiendo gente, tampoco están contratando.

Durante la primera mitad de 2010, GM tuvo ganancias por $2,2 mil millones; sin embargo, según The Wall Street Journal solo han agregado 2 000 empleos en toda Norteamérica, con lo que aumentaron su fuerza de trabajo de 113 000 a 115 000.

Y lo que es cierto para GM es cierto para el país. El gobierno se apareció con billones de dólares en efectivo y garantías para impedir que las corporaciones norteamericanas colapsaran debido a su propia estupidez, miopía y avaricia. Y funcionó –para las corporaciones norteamericanas. Puede que ustedes no se dieran cuenta que les estaban ejecutando la hipoteca, pero las ganancias para los 500 más ricos de la revista Fortune ya casi son normales. Aumentó hasta $391 mil millones en 2009, un incremento de 335 por ciento con relación a 2008. Y las 500 mayores corporaciones no financieras están sentadas ahora sobre $1,8 billones en efectivo, más que en cualquier otro momento en los últimos 50 años. (Eso es lo que la prensa de los negocios siempre dice, que están “sentadas” en el dinero –aunque por lo que sé, eso no es literalmente cierto.

Eso es lo que debemos tener en cuenta cuando hablamos de GM y otras compañías que han aceptado la dádiva gratuita. No se trata del constante barajar de los tipos blancos de traje. ¿Qué significa que el nuevo Director General de GM es Daniel F. Akerson, un director ejecutivo del Grupo Carlyle? Probablemente que GM va a ser dirigida por algunos que nos agarrarán por los huevos y que no les importa desdeñar la ley y la decencia básica norteamericana.

Para comprender qué está sucediendo, tenemos que dirigir la mirada  a las esencias, tal como hacen ellos. Y las esencias dicen que todo el mundo de los negocios ha ideado la manera de ganar una enorme pila de dinero sin emplearnos para trabajar para ellos. No estoy seguro cómo beneficia esto a esas compañías a largo plazo. ¿Será que los mismos robots que fabrican la mayoría de las cosas ahora también están programados para comprarlas?

Pero el resultado final es el siguiente: tenemos que enfrentarnos al hecho de que la mayoría de los directores generales de Estados Unidos  no desean que la economía “mejore”. Porque para ellos,  no puede estar mejor –las ganancias les salen por las orejas, mientras que con 9,5 por ciento de desempleo toda su fuerza de trabajo tiene demasiado temor como para pedir un aumento de 25 centavos la hora. Estarían felices de que las cosas permanezcan como están ahora.  Para siempre.

Pero a pesar de lo mala que es la mala noticia, la buena noticia es aún  mejor. Millones de personas se dan cuenta ahora de que necesitamos otro Nuevo Trato. Tenemos que hacer la reingeniería de la civilización norteamericana, y para eso va a hacer falta mucha gente.

¿Saben que Portugal obtiene ahora 45 por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables –un aumento de 28 por ciento en comparación con hace solo cinco años? ¿O que Scientific American descubrió que podríamos eliminar todo el uso de combustible fósil para 2030?  ¿O que el viento en las grandes alturas podría suministrar por sí solo 100 veces la cantidad de energía que actualmente usa el mundo entero? Y lo mejor, podemos darnos el lujo de hacer el cambio –¡porque somos ricos! ¿Recuerdan esos $1,8 billones en las cuentas bancarias de nuestras corporaciones? Sin embargo, mientras el resto del mundo se dirige al futuro, nosotros estamos sentados aquí. Lo único que funcionará para llevarnos allí es lo que ha funcionado anteriormente: igual que hicimos en la década de 1930 y en la de 1960, tenemos que perderle el temor al 1 por ciento más rico y hacer que nos teman a nosotros. Es la única forma de que soltarán el agarre al cuello de este país, lo suficiente como para permitirnos que nos salvemos nosotros y los salvemos a ellos también.

Una cosa es cierta: Obama no va a hacer esto por nosotros. ¿El Congreso? Olvídenlo.

Si queremos para nosotros y nuestros hijos una vida que valga la pena, tendremos que buscarla nosotros mismos. No podemos seguir esperando a que llegue la caballería. Y eso es porque nosotros somos la caballería.

Y desde el último piso de la torre de GM en el centro de Detroit, debiéramos hacer que escuchen el tronar de las patas de nuestros caballos.


(*) Michael Moore, cineasta premiado por la Academia.