Crisis mundial

Europa: inflación, estanflación y deflación

Crece el desempleo en la zona euro y el Reino Unido

Por Marcelo Justo
BBC World, 31/08/10

Al crecimiento anémico de las economías de los 16 países de la eurozona y el Reino Unido en 2009–2010 se añade ahora la inflación.

Cuadro de texto: INFLACIÓN EN LA EUROZONA, julio de 2010
Grecia 	5,5%
Luxemburgo	2,9%
Belgica	2,4%
Francia	1,9%
España	1,9%
Portugal	1,9%
Italia	1,9%
Alemania	1,2%
República de Irlanda	–1,2%
Promedio de 16 naciones de eurozona	1,7%
Fuente: Capital Economics

Los precios de los países donde el euro es la moneda corriente registraron en julio el máximo aumento en 20 meses mientras que en el Reino Unido, la inflación fue del 3,1%, un 1,1% por encima de la meta fijada por el gobierno.

Según Robert Ward, director de Predicciones Económicas Globales del Economist Intelligence Unit (EIU), Unidad de Inteligencia del The Economist, esta tensión inflacionaria anticipa un doble peligro.

"En el Reino Unido, la inflación ha crecido sistemáticamente más de la meta establecida: el peligro de una estanflación es mayor. En la Unión Europea este peligro existe, pero es mayor el riesgo de deflación, un riesgo que también corren Estados Unidos y Japón", señaló Ward a BBC Mundo.

En la estanflación se mezcla el estancamiento (falta de crecimiento económico) con la inflación (subida de precios).

En la deflación, hay una caída constante de los precios en un contexto de creciente desempleo y disminución de los salarios y los valores de los activos (propiedades, empresas, etc)

Hoy esta sintomatología se encuentra presente con distinta intensidad en todas las economías del mundo desarrollado.

Los precios suben

A la recesión de 2009, siguió una tímida recuperación este año, tanto en la eurozona (con algunas excepciones), como en el Reino Unido. Esta tensión inflacionaria se da en este contexto.

En el Reino Unido, el director del Banco de Inglaterra, Mervyn King, indicó que sólo en 2012 se podría cumplir con la meta del 2% de inflación anual.

En su último informe el Banco Central Europeo (BCE) reconoce esta presión inflacionaria que atribuye al alza de los precios energéticos y de alimentos. En el informe el BCE anticipa que esta presión "continuará en los próximos meses"

Dos ejemplos de este fenómeno. El precio del trigo subió a su máximo nivel en dos años luego de que Rusia prohibiera la exportación del producto a partir del 15 de agosto.

En el Reino Unido, la cadena de venta de ropas Next anticipó un aumento de un 8% en sus precios el año próximo.

Next precisó que el aumento se debía al alza del precio internacional del algodón y el incremento del IVA (impuesto al consumo) que regirá a partir de enero, una de las medidas del gobierno para combatir el déficit fiscal.

Los precios bajan

Como con el colesterol, hay una deflación buena y una mala. La buena es el descenso "natural" de los precios como el de productos electrónicos por la innovación tecnológica y los avances en la productividad.

La mala se da con la disminución de los precios por el desempleo y la caída de la riqueza (deterioro salarial, valor más bajo de la propiedades, etc), tal como sucedió en Japón en la década de los 90 y en la gran depresión de los años 30.

En su variante más extrema, los precios caen en picada hasta valer menos que su costo en un intento desesperado por generar ventas.

"Ésta es la crisis más peligrosa y destructiva de todas", alerta Ward del EIU.

En la República de Irlanda, se ve una primera señal de la deflación: los precios bajaron en un 1,2%.

"Este es un proceso muy peligroso", dice Sean Sherlock, diputado del Partido Laborista irlandés. "El aumento del desempleo vuelve mucho más difícil la reducción del déficit".

Desempleo en aumento, EE.UU, China

El desempleo está creciendo en la eurozona y el Reino Unido y las perspectivas no son alentadoras si se tiene en cuenta que los planes de austeridad todavía no han entrado plenamente en vigor.

Un cálculo por lo bajo del impacto del ajuste en el Reino Unido, por ejemplo, estima una pérdida de 600.000 puestos de trabajo en los próximos dos años.

En su estrategia de reducción del déficit fiscal cortando el gasto y aumentando impuestos, los países europeos corren un riesgo similar al de la crisis argentina en 2000–2001: profundizar la recesión, lo que aumenta el déficit por la caída en la recaudación que acompaña a toda disminución de la actividad económica.

El peligro quedó patente con el consejo que la Comisión Europea le dio a Grecia el 20 de agosto.

Según la comisión, el gobierno que más cortes ha ejecutado en la eurozona, Grecia, debía realizar un corte adicional de 4.000 millones de euros (algo más de US$5.000 millones) para cumplir con su promesa de un déficit fiscal del 8% a fin de año debido a una recaudación menor de la esperada.

Si a esto se le suma que los dos países que pueden actuar como locomotora a nivel mundial, EE.UU y China, están enfrentando sus propios problemas, se ve que el invierno europeo que se avecina será más duro que de costumbre.


El paro de la eurozona sigue en máximos

España duplica la media europea con una tasa
de desempleo superior al 20%

El País – Madrid, 01/09/10

Europa ha dejado de centrar sus esfuerzos en el desempleo y el crecimiento para poner todo su empeño en la austeridad: en la contención del déficit. Y ni siquiera la sorprendente recuperación de Alemania, algo más que un indicio de que Europa empieza a ver la puerta de salida de la crisis, consigue detener la sangría del paro. La tasa de desempleo de la zona euro se situó en el 10% en julio, la misma cifra que en junio y en máximos de los últimos 12 años, según las cifras publicadas ayer por Eurostat. Casi 16 millones de personas no encuentran trabajo en la eurozona: el equivalente a la población entera de Bélgica más la de Irlanda.

Eurostat dio a conocer también los datos de inflación, que bajó una décima en agosto hasta el 1,6%, un dato en línea con los objetivos del Banco Central Europeo (BCE) y que demuestra que las medidas extraordinarias de política monetaria no están tirando al alza de los precios. La moderada inflación disipa los temores de que el BCE adelante las subidas de tipos de interés, que los analistas no esperan hasta 2011.

No hay problemas de precios, pero el desempleo es alarmante y esconde otros problemas: los datos del paro muestran con toda su crudeza la recuperación a dos velocidades que está protagonizando Europa. Tanto en la eurozona como en los Veintisiete. Al frente de la reactivación, países como Holanda y Alemania, con el paro por debajo del 7% y el sector exterior tirando de sus economías. Y en el furgón de cola, España (20,3%), y otros países como Letonia, Lituania, Eslovaquia, Irlanda y Grecia, donde la crisis hace estragos en el PIB y en el mercado de trabajo. "En la periferia hay países en los que el paro sencillamente no mejora, mientras que en el corazón del euro las buenas noticias en el mercado laboral se corresponden con la salida de la crisis", aseguró a Reuters Carstern Brzeski, economista de ING.

Alemania creció el 2,2% en el segundo trimestre, frente al 0,2% de España. El paro lleva 14 meses bajando en Alemania y en el último año la tasa de desempleo ha pasado del 7,6% a caer por debajo del 7%: España presenta los peores números de los Veintisiete y en el último año la tasa de paro ha subido dos puntos. Las diferencias entre Alemania y España ejemplifican dos problemas. Por un lado, que el proceso de convergencia entre los países ricos y los periféricos se ha detenido con la crisis. Por otro, que esa divergencia complica el trabajo del BCE: una subida de tipos sería muy mala para los países que salen con más dificultades de la recesión, mientras que mantener el precio del dinero puede provocar cierto recalentamiento en las economías que salen más aprisa.

España, además, lidera las tasas de desempleo en todas las categorías: paro masculino y femenino, y sobre todo paro juvenil, con una tasa del 41,2%, más del doble que la media de la eurozona y de la UE. "Las cifras europeas siguen siendo preocupantes: demuestran que aunque haya recuperación en términos de crecimiento económico, esta no se ha traducido todavía en un aumento del empleo. En el caso de España, las cifras dan cuenta de la dimensión del reto y de la necesidad de reformas estructurales importantes", explicó a Efe el portavoz europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Alfataj.

La lacra del desempleo es más preocupante en Europa que en otras grandes economías. En EE UU el paro alcanza el 9,5%, mientras que en Japón, con serias dificultades por la apreciación del yen y la deflación, la tasa superó ligeramente el 5% de la población activa en julio.

El crecimiento excepcionalmente fuerte de Alemania en el segundo trimestre –calificado de XL por las propias autoridades alemanas– desató el optimismo acerca de la recuperación de Europa. Pero ese cambio en el estado de ánimo de la economía europea estaba muy focalizado en variables como el PIB, las exportaciones o el consumo, y deja de lado el problema con el mercado laboral en toda Europa, especialmente cuando la gran mayoría de países han puesto en marcha medidas de austeridad y han cancelado sus planes de estímulo.

"Cada vez hay más gente que cree que la austeridad puede acabar con la recuperación. Eso es posible pero poco probable: la desaceleración en Europa será solo moderada", aseguró Erik Nielsen, economista jefe para Europa de Goldman Sachs.