Bruselas.- Grecia no levanta
cabeza. Las malas noticias de dentro y fuera del país se acumulan. El pasado
miércoles, el Parlamento eslovaco aprobó por amplia mayoría no participar
en el plan de rescate de Grecia autorizado en mayo por la UE. Ayer, las
autoridades de Atenas anunciaron que la economía griega empeora: retrocedió
un 1,5% del PIB durante el segundo trimestre, mientras el paro escaló hasta
el 12% de la población activa, frente el 8,5% del año pasado.
Eslovaquia se había
comprometido el pasado 2 de mayo a garantizar 816 millones de euros, el 1,02%
del paquete de 80.000 millones del plan de rescate a Grecia acordado por los
países del euro. El plan contaba además con otros 30.000 millones aportados
por el Fondo Monetario Internacional. (FMI). Tras conocer la decisión de la Cámara
de Bratislava, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn,
manifestó que la votación "suponía una ruptura del compromiso
adquirido por Eslovaquia en el Eurogrupo para proveer de asistencia financiera
temporal y condicional a Grecia". El comisario aseguró de todas formas
que el rechazo de Eslovaquia "no pondrá en peligro los créditos y el
programa de reforma de Grecia".
La Comisión calificó ayer
de "sorprendente e inusual", la decisión del Parlamento eslovaco,
en el que solo dos diputados votaron a favor del rescate a Grecia. Otros 69 se
opusieron y 13 se abstuvieron. Los 62 parlamentarios del partido socialdemócrata
escurrieron el bulto y no participaron en la decisión. Dejaron el campo libre
al sector antigriego. Los ministros de Economía del Eurogrupo decidirán en
su primera reunión del próximo 6 de septiembre la sustitución de Eslovaquia
en el programa de ayuda a Grecia.
Con este telón de fondo, la
autoridad de estadísticas de Grecia, anunció ayer que el PIB del país había
registrado una contracción del 1,5%, entre abril y junio, lo que suponía un
empeoramiento de las previsiones que apuntaban a una caída del 1%. Las
autoridades socialistas griegas han sometido al país a un durísimo ajuste
fiscal para reducir el déficit desde el 13,6% de 2009, que se descubrió tras
los engaños del Gobierno conservador anterior, hasta el 3% en 2013. En lo que
va de año ya han reducido el desequilibrio de las cuentas públicas en un
39,7%.
El aspecto más doloroso del
ajuste se deja sentir en el mercado laboral, que registra un continuado
aumento del desempleo hasta alcanzar los 602.185 parados en mayo, lo que
supone un 12% de la población activa. En el caso de los jóvenes, la tasa de
desempleo alcanza el 32,5%, lo que supone un notable deterioro respecto al 25%
de hace un año.