Se avecina una nueva crisis global
Por Joseph Halevi (*)
Il Manifesto, 08/06/11
Rebelión, 09/06/11
Traducido por Gorka Larrabeiti
Una nueva ola de crisis mundial,
distinta de esa absurda disputa sobre Grecia que está
hundiendo la UE en arenas movedizas, parece cada vez más
probable. El foco de la crisis radica, de un lado, en la
relación entre precios de las materias primas y productos
alimenticios; de otro, en el crecimiento de India y China, y
en cómo se integran estos dos fenómenos en las decisiones
especulativas de los mercados financieros.
A mediados de abril, el presidente del
Banco Mundial, Robert Zoellick, refiriéndose al aumento de
precios de los productos alimenticios, afirmó que decenas
de millones de personas en los países en desarrollo están
a un paso del precipicio.
Además, la inflación estimula
burbujas especulativas en los mercados de productos
alimenticios, es decir, especulaciones actuales sobre
cosechas futuras. El crecimiento de China, y en menor medida
el de la India, constituye el principal factor de la expansión
de la demanda de productos alimenticios y materias primas.
Sin embargo, los precios no están
siguiendo la dinámica de la demanda real de los productos
en cuestión, sino que crecen de acuerdo con las
expectativas de lucro que se derivan de la compra de
productos financieros derivados emitidos sobre materias
primas.
Un componente creciente de la demanda
proviene de las sociedades financieras occidentales que
colocan fondos que obtienen del Estado en instrumentos
derivados. Ello se aplica también a los campos destinados a
cultivos.
Una reciente investigación de la BBC
ha revelado que el precio de una hectárea de tierra
cultivada con trigo en Kansas, cuya producción se exporta
en gran parte, ha pasado en poquísimo tiempo de $ 750 a
alrededor de $ 1300. Los agricultores sostienen que quien
compra un campo a ese precio no puede esperar beneficio
alguno. Sin embargo, el aumento de valor de la tierra no se
debe a la entrada de nuevos productores, sino a inversores
financieros que esperan, debido al crecimiento de China y la
India, una ulterior inflación de los precios de los
cereales.
Centrándonos en China, observamos que
la inflación de materias primas industriales importadas
comprime los márgenes de beneficio de las empresas,
mientras que la de los precios agrícolas recorta los
salarios en un contexto en el que el factor alimentario
representa una gran proporción del gasto familiar, muchas
veces superior al porcentaje occidental.
Así pues, la inflación de productos
alimenticios crea en China una ruptura social peligrosísima,
ya que en muchas partes del país se dan situaciones de
revuelta. Además, la inflación general está inflando la
asombrosa burbuja inmobiliaria, que supera ya la de hace
cuatro años en EE.UU.
Esta coyuntura acelera la necesidad de
reorientar todo el proceso de acumulación en China, lo cual
es extremadamente difícil de llevar a cabo; tanto es así
que Pekín no parece ser capaz de cambiar este régimen de
crecimiento sin pasar por una crisis. En cualquier caso,
China sólo puede mitigar el impacto inflacionario de los
precios de los productos alimenticios y materias primas
reduciendo sustancialmente su tasa de crecimiento económico,
de lo contrario no haría sino reforzar las expectativas
especulativas referidas a un exceso de demanda estructural
de productos primarios.
Volvamos ahora de Pekín a Chicago y
Nueva York, pero también a Londres, Zurich y Frankfurt.
Desde que los precios de las materias
primas y de los productos alimenticios comenzaron a subir
sistemáticamente, se emitió una gran cantidad de productos
derivados que versan sobre ellos. Las operaciones en los
mercados de futuros son globales y no pueden controlarse fácilmente
mediante el reglamento puesto en marcha en Basilea 3.
Escapan a cualquier supervisión.
La especulación en los mercados de
futuros y, por extensión, en los campos de trigo de Kansas,
resulta hoy posible gracias tanto a la amplia liquidez
proporcionada por los Estados a los bancos a tasas de interés
casi nulas como al hecho de que el mercado inmobiliario
occidental carece ya de impulso, por no hablar del
estancamiento de la inversión industrial.
Las sociedades financieras que
invierten en productos financieros derivados sobre el cacao
y el trigo de Kansas lo hacen porque la revalorización de
la tierra puede financiar dividendos, amén de fondos de
pensiones, y dar capacidad para efectuar pagos, lo cual es
importante en los EE.UU.
Si China lograra controlar la inflación,
todo el mecanismo de los mercados de futuros tendería a la
baja con una deflación en los precios de las materias
primas, productos alimenticios, campos de trigo y demás.
Los fondos de pensiones se verían descubiertos como en el
caso de los créditos subprime, pero a escala global, de
Australia a Brasil pasando por otros países de América
Latina.
El peso de China en los precios y los
mercados de futuros de materias primas y productos
alimenticios es tal que incluso la idea de una pequeña
reducción en su tasa de crecimiento conlleva una grave
disminución de los precios de los productos básicos, lo
que vaciaría de nuevo los derivados del valor potencial en
el que se basan, hoy más que nunca, las finanzas globales.
La otra alternativa es la continuación de la burbuja de los
mercados de futuros y de los campos de Kansas que conduciría
rápidamente al cumplimiento de la predicción de Zoellick.
(*) Graduado en la Universidad de
Roma, hoy es Senior Lecturer en la University of Sydney,
Australia. Su
obra más reciente, escrita junto con Yanis Varoufakis and
Nicholas Theocarakis, es “Modern Political Economics –
Making Sense of the Post–2008 World”, Routledge, 2011.
Roubini
“A
‘Perfect Storm’ May Converge on
the Global Economy”
By
Shamim Adam
Bloomberg,
13/06/11
A “perfect
storm” of fiscal woe in the U.S., a slowdown in China,
European debt restructuring and stagnation in Japan may
converge on the global economy, New York University
professor Nouriel Roubini said.
There’s
a one–in–three chance the factors will combine to stunt
growth from 2013, Roubini said in a June 11 interview in
Singapore. Other possible outcomes are “anemic but OK”
global growth or an “optimistic” scenario in which the
expansion improves.
“There
are already elements of fragility,” he said.
“Everybody’s kicking the can down the road of too much
public and private debt. The can is becoming heavier and
heavier, and bigger on debt, and all these problems may come
to a head by 2013 at the latest.”
Elevated
U.S. unemployment, a surge in oil and food prices, rising
interest rates in Asia and trade disruption from Japan’s
record earthquake threaten to sap the world economy. Stocks
worldwide have lost more than $3.3 trillion since the
beginning of May, and Roubini said financial markets by the
middle of next year could start worrying about a convergence
of risks in 2013.
The
MSCI AC World Index has tumbled 4.9 percent this month on
concern recent data, including an increase in the U.S.
unemployment rate to 9.1 percent in May, signal the global
economy is losing steam. U.S. Treasuries rose last week,
pushing two–year note yields down for a ninth week in the
longest stretch of decreases since February 2008, on bets
the Federal Reserve will maintain monetary stimulus.
Bond
Market ‘Revolt’
World
expansion may slow in the second half of 2011 as “the
deleveraging process continues,” fiscal stimulus is
withdrawn and confidence ebbs, Roubini also said.
Easing
growth may spur demand for dollar assets as a “safe haven,”
he said in response to questions after a speech in Singapore
today. The Dollar Index, which gauges the U.S. currency’s
value against a basket of six counterparts including the
euro, yen and British pound, rose 0.1 percent as of 11:35
a.m. in Singapore, bound for a fourth straight daily
increase.
Roubini
is among analysts who predicted the global financial crisis
of 2007–2009 that was triggered by a collapse in the value
of U.S. mortgage securities.
Some
of his other predictions haven’t panned out, including his
call on July 4, 2010, for “market surprises on the
downside” in ensuing months and a weakening in economic
growth. The MSCI World Index rallied 23 percent in the
second half of last year, while U.S. gross domestic product
gains accelerated to 2.6 percent in the third quarter and
3.1 percent in the fourth quarter from 1.7 percent in the
April–to–June period.
U.S.
Bonds
Roubini
said two days ago that in the U.S., a failure to address the
budget deficit risks a bond market “revolt.” President
Barack Obama’s administration has been negotiating with
Republicans, who control the House of Representatives, over
cutting the federal government’s long–term shortfall and
raising the debt ceiling.
“We’re
still running over a trillion–dollar budget deficit this
year, next year and most likely in 2013,” Roubini said in
a speech in Singapore on June 11. “The risk is at some
point, the bond market vigilantes are going to wake up in
the U.S., like they did in Europe, pushing interest rates
higher and crowding out the recovery.”
In
Europe, officials need to restructure the debt of Greece,
Ireland and Portugal, and waiting too long may result in a
“more disorderly” process, Roubini also said.
European
officials are racing to find a plan to stem Greece’s debt
crisis by June 24 while sharing the cost of a new rescue
with bondholders. Saddled with the euro area’s heaviest
debt load, Greece is seeking additional loans after last
year’s 110 billion–euro ($159 billion) bailout.
Japan’s
Contraction
Japan’s
economy, the world’s third–largest, slid into a
recession last quarter, using the textbook definition of
consecutive quarterly declines in GDP, after the March 11
earthquake and tsunami and ensuing nuclear crisis. The
government is spending an initial 4 trillion yen ($50
billion) to clean up from the disaster, which is estimated
to have caused as much as 25 trillion yen in economic damage.
Bank
of Japan Governor Masaaki Shirakawa said on June 1 that
supply constraints are easing faster than expected as
companies rush to repair their facilities. The risk in Japan
is “if growth fizzles out after a short–term
reconstruction stimulus,” leading to a renewed struggle to
maintain expansion around 2013, Roubini said.
China’s
economy may face a “hard landing” after 2013 as
government efforts to boost growth through investment cause
excess capacity, Roubini told reporters after his June 11
speech.
‘Overcapacity’
in China
“China
is now relying increasingly not just on net exports but on
fixed investment” which has climbed to about 50 percent of
GDP, he said. “Down the line, you are going to have two
problems: a massive non–performing loan problem in the
banking system and a massive amount of overcapacity is going
to lead to a hard landing.”
A
record $2.7 trillion of loans were extended in China over
two years, pushing property prices to all–time highs even
as authorities set price ceilings, demanded higher deposits
and limited second–home purchases.
The
nation’s current challenge is to maintain growth and curb
price gains ahead of a leadership change next year, Roubini
said. Officials may use administrative steps and price
controls, as well as raising rates further and allowing
currency appreciation, if inflation becomes a bigger problem,
he said.
Political
Transition
“The
policy challenge through next year, where you have a
delicate political transition of the leadership, is to
maintain growth in the 8 to 9 percent range while pushing
inflation below what it is right now,” said Roubini, the
co–founder and chairman of New York–based Roubini Global
Economics LLC.
After
next year, the bigger challenge in China is “to reduce
fixed investment and savings and increase consumption.
Otherwise after 2013, there will be a hard landing,” he
said.
The
risk of “outright” deflation and the probability of
another recession in the U.S. are lower now than a year ago,
and output in Japan could rebound in the second half of the
year, Roubini said two days ago. “High–grade”
corporations have “very strong” balance sheets, he said.
Roubini
in July 2006 predicted a “catastrophic” global financial
meltdown that central bankers would be unable to prevent.
The collapse of Lehman Brothers Holdings Inc. in 2008
sparked turmoil that led to the worst financial crisis since
the 1930s.
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