Europa
debe encarar la realidad y prepararse para una cesación de
pagos griega
El
nuevo rescate de Grecia abre otra etapa en
la crisis europea
Por
Marcus Walker
Wall
Street Journal, 19/06/11
Berlín–Las
tensiones internacionales por el segundo rescate de Grecia y
el creciente malestar en las calles de Atenas muestran el
inicio de una nueva etapa en la crisis de la deuda de la
eurozona, en la cual los préstamos de emergencia y los
recortes fiscales ya no son suficientes.
En los últimos
12 meses, Europa ha rescatado a tres países a cambio de
severos programas de austeridad, provocado la ira de los
votantes, reescrito el contrato entre los países miembros
del euro y declarado su compromiso de defender la moneda común.
Parece que esa fue la parte fácil.
El gran
problema es la probable incapacidad de Grecia para pagar sus
deudas. Europa aún no tiene una estrategia para lidiar con
esa realidad, como lo demuestra la incapacidad de Alemania
de convencer a otros países de Europa de que comiencen a
reestructurar la deuda griega.
Si el primer año
de la crisis del euro fue una lucha contra la crisis de
liquidez, el segundo probablemente se centrará en cómo
afrontar la insolvencia griega, una perspectiva que se ha
vuelto más probable ante la incapacidad de los líderes
griegos de reducir un desmesurado déficit fiscal en medio
de una creciente frustración popular.
El gran temor
entre los gobiernos de la eurozona y del Banco Central
Europeo es que una cesación de pagos por parte de Grecia
socave la confianza de los mercados de bonos en otros
miembros del bloque con problemas similares. Irlanda y
Portugal pugnan por recuperar la confianza de los
inversionistas, pese a los paquetes de rescate de la Unión
Europea y del Fondo Monetario Internacional. Si el pánico
se apodera de los inversionistas y estos huyen de España,
una economía de 1,1 billones de euro, unos US$1,56
billones, el país podría resultar demasiado grande como
para ser rescatado.
Los ministros
de Hacienda europeos se reunieron el domingo en Luxemburgo
para definir los principales puntos de un nuevo paquete de
préstamos para Grecia que está vinculado a recortes
fiscales aún más profundos. Ese paquete evitará imponer pérdidas
a los tenedores de bonos de Grecia, por temor a desencadenar
una fuga de capitales de todos los países de la eurozona en
problemas.
La fórmula
repetirá en buena parte las metas del primer rescate de
Grecia de 110.000 millones de euros el año pasado: Europa y
el FMI ayudarán a cubrir las necesidades financieras de
Grecia hasta que el país pueda equilibrar sus libros y
volver a los mercados de bonos.
Esa estrategia
está perdiendo credibilidad, dicen muchos economistas. El
plan siempre ha dependido de que Grecia reduzca su enorme déficit
fiscal de una forma tan radical que la recaudación
tributaria exceda por mucho el gasto público.
La solvencia
de un país depende no solo de sus cifras de deuda y
crecimiento, sino también de su política: ¿puede su
gobierno mantener la adhesión de los votantes a medidas
fiscales rigurosas durante el tiempo suficiente como para
estabilizar su deuda?
Transcurrido
un año de su prolongado programa fiscal, Grecia está
perdiendo ímpetu. El presupuesto no ha alcanzado su meta
por una economía menguante y la persistente evasión
impositiva. El gobierno socialista del primer ministro
George Papandreou, que heredó la crisis de sus predecesores
conservadores a fines de 2009, mantuvo un fuerte apoyo
popular pese a frecuentes protestas encabezadas por los
sindicatos contra las medidas de austeridad.
Ahora muchos
griegos acusan al gobierno de no producir mejoras, pese a
que ellos accedieron a sacrificios que incluyen grandes
reducciones de las pensiones y salarios del sector público.
Las manifestaciones callejeras han cobrado nuevos bríos.
Papandreou ha
cambiando su gabinete en un intento por aumentar su
popularidad pero no ha podido ganar el apoyo de la oposición
para los recortes adicionales exigidos por Europa y el FMI.
En cambio, los conservadores quieren recortar los impuestos.
"Los acontecimientos recientes sugieren que estamos
cerca del punto de quiebre para la política griega",
escribieron economistas del banco suizo UBS en un informe de
investigación el viernes.
En Alemania,
la posibilidad de que Grecia entre en cesación de pagos en
un par de años preocupa a los políticos desde hace meses.
Para entonces, el contribuyente europeo habrá reemplazado
al mercado de bonos como principal acreedor de Grecia. Los
contribuyentes alemanes tendrán las mayores pérdidas en
caso de un impago griego.
Cada vez más
voces en la coalición gobernante de la canciller alemana
Angela Merkel dicen que Europa debe encarar la realidad y
prepararse para una cesación de pagos griega.
Europa
sigue dividida por el rescate a Grecia
Por
Matthew Dalton y Laurence Norman
Wall Street Journal, 20/06/11
Bruselas.–
Los ministros de Finanzas de la eurozona dijeron a primera
hora del lunes que habían acercado posiciones sobre cómo
hacer que los acreedores privados de Grecia contribuyan a la
financiación del país en los próximos años.
Pero los
ministros dejaron sin resolver algunos asuntos clave,
especialmente el cómo hacer que los acreedores privados
participen sin causar un impago soberano de Grecia. En un
comunicado, los ministros se comprometieron a evitar
cualquier forma de impago, que el Banco Central Europeo y
algunos gobiernos creen que podría llevar al sistema
financiero de la eurozona al caos.
Los ministros
dijeron que pretenden tener un plan final "para
primeros de julio".
Los gobiernos
acordaron pedir a los tenedores de bonos que reinviertan sus
bonos griegos en nueva deuda griega según vaya venciendo a
partir del próximo año. Este proceso, que dijeron que será
"informal y voluntario", relajaría las
necesidades de financiación de Grecia en los próximos años,
lo que reduciría la cantidad de dinero que los gobiernos de
la eurozona tendrán que prestar a Grecia a partir del próximo
año.
Grecia tiene
71.000 millones de euros en bonos a largo plazo que vencen
entre 2012 y 2014.
Un asunto
clave en las conversaciones que seguirán el lunes es la
tasa de interés de los nuevos bonos que se pedirá que
compren a los actuales acreedores de Grecia. Se espera que
se pida a los inversores que acepten una tasa de interés
mucho menor que el 15% al que están los bonos griegos a 10
años en el mercado secundario.
Pero las
agencias de calificación crediticia han dicho que este
escenario, en esencia, es un intercambio de deuda
insolvente, lo que resultaría en una activación de impago
soberana, que es lo que tratan de evitar los gobiernos de la
eurozona.
Tras seis
horas de negociación el domingo, los ministros de Finanzas
de la eurozona también dijeron que esperan hacer a mitad de
julio el siguiente desembolso del paquete de rescate de
110.000 millones de euros acordado el año pasado.
Se supone que
el pago será de 12.000 millones de euros, incluidos 8.700
millones de euros de la Unión Europea y 3.300 millones de
euros del Fondo Monetario Internacional.
Los ministros
dijeron que el desembolso sigue dependiendo de que el
Parlamento griego apruebe el último paquete de austeridad,
lo que se espera para finales de junio.
La
crisis europea podría causar un
descalabro global, advierte el FMI
Por
Geoffrey T. Smith
Wall
Street Journal, 20/06/11
Londres.– La
crisis de deuda en la periferia de la eurozona amenaza con
destruir la recuperación económica de la región y puede
causar un descalabro financiero global si no se la detiene,
advirtió el lunes el Fondo Monetario Internacional.
"Continúa
una recuperación generalmente sólida, pero la crisis
soberana en la periferia amenaza con abrumar esta
perspectiva favorable, y queda mucho por hacer para asegurar
una unión monetaria dinámica y resistente", dijo el
FMI, resumiendo un informe regular sobre las políticas de
la zona de 17 países. "La falla en emprender acciones
decisivas podría propagar rápidamente las tensiones al núcleo
de la eurozona y causar grandes propagaciones
globales".
Las palabras
del FMI son su más fuerte advertencia hasta la fecha sobre
el caos que podría propagarse si los gobiernos de la región
no encuentran terreno común. Vienen después de un
desacuerdo perjudicial entre Grecia, sus socios en la
eurozona, y el Banco Central Europeo.
Los ministros
de finanzas de la eurozona han acordado en principio seguir
apoyando a Grecia, pero solo bajo condiciones que ni la
clase política griega ni el Banco Central Europeo pueden
aceptar.
Gobiernos
acreedores como el de Alemania insisten en que el sector
privado de alguna manera comparta la carga de mantener
Grecia a flote, en tanto el BCE dice que ello casi
ciertamente representaría un impago, con consecuencias
desastrosas para el sistema bancario griego y para los
mercados financieros de la región entera. A menos que pueda
superarse el desacuerdo, Grecia probablemente caiga en
impago cuando se agoten sus actuales reservas de efectivo,
reforzadas por el programa de ayuda de la UE y el FMI.
El FMI emitió
una crítica apenas velada del gobierno alemán, que ha sido
el más vehemente en su renuencia a financiar nuevos
paquetes de ayuda. Dijo que es "esencial dar un cierre
rápido al debate improductivo acerca de la reestructuración
de la deuda, y evitar la impresión de que bajo el sistema
de Mecanismo Europeo de Estabilidad, el apoyo financiero será
condicional sobre la reestructuración de deuda".
Al mismo
tiempo, el FMI dijo que los países que han recibido ayuda
–como Grecia, Irlanda y Portugal– deben continuar
demostrando "un compromiso decidido" a sus
programas de ajuste, todos los cuales requieren recortes
dolorosos en el gasto público.
Por otra
parte, el FMI también exhortó a los acreedores oficiales a
no abandonar la periferia, advirtiendo que el "apoyo
financiero continuado de otros miembros del euro es también
necesario".
Particularmente
puso de relieve la necesidad de que los miembros de la
eurozona necesitaban engordar el Fondo Europeo de
Estabilidad Financiera, y extender sus operaciones para la
compra de bonos problemáticos en el mercado. El FMI también
sugirió que el FEEF debería garantía una línea de
financiación de mediano plazo para que posiblemente sea
operado por el Banco Central Europeo.
"Una línea
de financiación condicional a término para activos
privados ilíquidos, posiblemente operada por el BCE pero
con el respaldo explícito de soberanos de la eurozona...
facilitaría la transición, a la vez que protegería la
independencia del BCE y flexibilidad y reforzando los
incentivos para encarar los problemas bancarios
fundamentales", dijo el FMI, añadiendo que los bancos
de la eurozona necesitan "fortalecer
fundamentalmente" sus posiciones de capital.
En general, el
FMI argumentó que el BCE debería continuar
"normalizando" las tasas de interés
"gradualmente", a la vez que mantiene la red de
seguridad de sus medidas no convencionales de política
monetaria hasta que hayan cedido las tensiones de mercados
financieros. El BCE a comienzos de este mes se comprometió
a mantener su política de liquidez ilimitada al menos hasta
octubre.
El FMI también
argumentó que la región debería seguir reduciendo su déficit
presupuestario, y los países de rápido crecimiento deberían
aprovechar toda sorpresa positiva de expansión para llegar
antes a sus metas fiscales, mientras dan a los países en
crisis más tiempo para reducir sus déficits.
"Los países
en crisis podrían tener que extender sus planes en línea
con requisitos de programa, pero la consolidación tendrá
que continuar", argumentó el Fondo.
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