Amenaza
de colapso sistémico en Europa golpea en EEUU
La
crisis de la eurozona suma otro problema a
la recuperación estadounidense
Wall
Street Journal, 14/09/11
Nueva York
(Dow Jones).– La crisis de la eurozona parece empeorar con
cada semana que pasa. Aunque la situación europea sigue
siendo cambiante, la saga interminable agrega otro viento en
contra para la economía estadounidense, que ya enfrenta un
débil crecimiento del empleo, el desapalancamiento de los
hogares y un empantanamiento político en Washington.
Los últimos
rumores en el mercado hablan de una cesación de pagos por
parte de Grecia y de los serios problemas que esto generaría
a los bancos europeos.
El problema más
inmediato para Estados Unidos, afirma Steve Blitz,
economista senior de ITG Investment Research, es que
"las dificultades del sistema bancario europeo
comiencen a afectar a los mercados de crédito de Estados
Unidos, lo que se observa con más claridad en el reciente
desempeño de las acciones de los bancos
estadounidenses".
Aunque es difícil
separar la razones de la volatilidad del mercado durante
agosto entre la crisis de la eurozona y los propios
problemas de deuda en Estados Unidos –incluida una rebaja
de su calificación crediticia– las ventas generalizadas
han contribuido a la percepción pesimista y a la
incertidumbre que están arrastrando a la economía en
general.
La situación
de la deuda europea fue una de las principales
preocupaciones de los economistas encuestados por la
Asociación Nacional de Economía Empresarial, o NABE por
sus siglas en inglés. "Junto al alto desempleo y la
deuda federal, los panelistas están preocupados
principalmente por la crisis de la deuda soberana
europea", sostuvo la NABE.
Los
encuestados se mostraron divididos sobre si España e Italia
podrían enfrentar, en los próximos 12 meses, una situación
de "cesación de pagos limitada", como la que
enfrenta en la actualidad Grecia. Cerca del 50% de los
consultados lo consideró poco probable, el 22% opinó que
existe una posibilidad de cerca del 50%, y el 28% lo
consideró probable.
Cualquier
cesación de pagos, limitada o no, podría desencadenar otra
crisis financiera mundial, tal vez no tan mala como la
recesión que siguió a la caída de Lehman, pero una que
representaría un doloroso lastre para el sistema bancario
mundial.
El drama de la
deuda no solo amenaza a los mercados financieros.
Mientras se
prolongue la crisis, es probable que el dólar continúa
fortaleciéndose a medida que los inversionistas buscan la
moneda como activo de refugio. Aunque la fortaleza del dólar
es una buena noticia para los estadounidenses que viajan a
Europa, creará un lastre para los exportadores
manufactureros de Estados Unidos.
La zona del
euro absorbe el 13% de las exportaciones estadounidenses. El
tipo de cambio dólar/euro tendrá un impacto sobre la
fijación de precios, no sólo en el comercio entre las dos
regiones económicas, sino también entre las empresas que
compiten en otros mercados extranjeros.
Ian
Shepherdson, economista jefe para Estados Unidos de High
Frequency Economics, dice que la amenaza real de cesación
de pagos en Europa es un sólido argumento a favor de nuevas
medidas de estímulo y de creación de empleo.
Aunque
Shepherdson cree que en un marco de aislamiento la economía
estadounidense podría tener buenas oportunidades de generar
un crecimiento decente el año próximo, advierte que
"los riesgos actuales de enfrentar la madre de todas
las crisis exógenas –un colapso sistémico en Europa–
es demasiado grande para no requerir, por lo menos, un
intento de inocular a Estados Unidos con estímulos
fiscales".
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