Se
ensombrece el panorama del
sector bancario en EEUU
Por
Liz Rappaport y Dan Fitzpatrick
Wall Street Journal, 19/10/11
En una señal
de los problemas que agobian al sistema financiero desde
Wall Street hasta los inversionistas comunes y corrientes,
Goldman Sachs Group Inc. el martes reportó su segunda pérdida
trimestral en más de una década mientras que Bank of
America Corp. perdió su título como el mayor banco de
Estados Unidos.
Los resultados
de Goldman, la estrella de la industria financiera, se
vieron golpeados por la caída de precios de acciones y
bonos y una débil actividad en el campo de fusiones y
adquisiciones. Esta desaceleración dejó sin combustible a
su otrora rugiente motor de corretaje y empujó a Goldman a
su sexta caída interanual en ingresos trimestrales.
Bank of
America, más enfocada en los consumidores, reportó una
ganancia en el tercer trimestre, revirtiendo una pérdida
registrada hace un año. Pero los resultados fueron
impulsados por ventajas contables y se produjeron cuando la
entidad quedó detrás de su rival J.P. Morgan Chase &
Co. como el mayor banco de EE.UU. por activos. Bank of
America se está desprendiendo de activos y empleados en un
intento por ganar agilidad y mejorar su salud, apuntan
ejecutivos de la compañía.
Las acciones
en Goldman y Bank of America subieron marcadamente conforme
los inversionistas se tranquilizaron tras la publicación de
un informe que indica que los líderes europeos podrían
llegar en breve a un acuerdo sobre un paquete de rescate
financiero. Aún así, los logros del martes ponen de
manifiesto la sombría nueva realidad de los bancos
estadounidenses: crecimiento económico lento que reduce la
demanda de préstamos, tasas de interés bajas que ponen
bajo presión los retornos de las inversiones, mercados volátiles
que inhiben la toma de riesgos y una regulación más
estricta que incrementa el balance de costos. Eso sin
mencionar una creciente ola populista de animosidad contra
los bancos.
"Esos
puntos de presión se están convirtiendo en una amenaza más
explosiva ya que no hay ningún alivio", afirmó Paul
Miller, de FBR Capital Markets. "Los bancos deben
trabajar para superar estos agujeros en sus balances, y sólo
lo pueden hacer con tiempo".
Si bien es
poco probable que los resultados del martes causen mucha
inquietud en el parque Zucotti, sede de los indignados de
Occupy Wall Street, ofrecen una prueba vívida de que las
consecuencias de la crisis financiera y los problemas de
este año en Europa están apaleando incluso a empresas sólidas
y amenazando la supervivencia de las más débiles. Además
de la incertidumbre en Europa, los bancos aún pasan apuros
para encontrar prestatarios en una economía estadounidense
lenta, mientras las firmas de valores como Goldman tienen
problemas para encontrar empresas e inversionistas que no
hayan adoptado una postura de bajo perfil.
Pero a medida
que los bancos reducen gastos (Bank of America planea
eliminar 30.000 empleos en los próximos años) y compiten
por una pequeña cantidad de prestatarios con capacidad de
pago, un flujo reducido de crédito amenaza con minar una
economía débil. Wells Fargo & Co. informó esta semana
que los depósitos aumentaron 10% frente a un año antes en
el tercer trimestre, mientras los préstamos subieron sólo
1%, en un patrón que probablemente se repita cuando bancos
más pequeños reporten sus cifras en las próximas semanas.
"La
industria aún está paralizada...mientras el mundo intenta
superar el daño colateral de la crisis financiera y la
burbuja de crédito", afirmó Roger Freeman, analista
de Barclays Capital.
Los problemas
más graves que plagan a las firmas financieras varían de
una compañía a otra. Bank of America, por ejemplo, tiene
la mayor exposición a las demandas relacionadas a hipotecas
y otras disputas. Morgan Stanley lucha por convencer a los
inversionistas de que no es vulnerable al éxodo de clientes
que casi hizo que quebrara a finales de 2008.
Pero el sector
entero enfrenta la misma combinación de economías
atribuladas, consumidores desconfiados y un panorama de
crecimiento pesimista. "Es difícil no mostrarse
cauteloso", dijo James Dimon, presidente ejecutivo de
J.P. Morgan Chase, la semana pasada después de que el banco
registrara su primera caída en su crecimiento trimestral en
casi tres años.
Goldman perdió
US$393 millones entre julio y septiembre, un cambio dramático
frente a la ganancia de US$1.900 millones que obtuvo en el
mismo período de 2010. Reportó US$3.590 millones en
ingresos, una caída de 60% frente a los US$8.900 millones
de un año antes.
La última vez
que Goldman reportó una pérdida trimestral fue durante el
cuarto trimestre de 2008, el mismo lapso en que Lehman
Brothers Holdings Inc. colapsó, congelando como
consecuencia muchos mercados de crédito e intensificando
una recesión en EE.UU.
En
Bank of America, una ganancia de US$6.200 millones en el
tercer trimestre superó las previsiones de Wall Street y
revirtió una pérdida de US$7.300 millones en el mismo período
un año antes. Sin embargo, sus resultados se vieron
afectados por US$10.500 millones en ganancias
extraordinarias, incluyendo US$3.600 millones por la venta
de la mitad de su participación en el Banco de Construcción
de China.
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