La
OIT alerta sobre una generación "marcada"
por una
crisis mundial
El
empleo juvenil en situación cada vez más grave
Noticias
de la OIT, 19/04/2012
La
Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido
sobre la posibilidad de una generación de trabajadores jóvenes
"marcada" por una peligrosa mezcla de alto
desempleo, creciente inactividad y trabajo precario en los
países desarrollados, y de un aumento de trabajadores
pobres en los países en desarrollo.
Ginebra.-
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha
advertido sobre la posibilidad de una generación de
trabajadores jóvenes "marcada" por una peligrosa
mezcla de alto desempleo, creciente inactividad y trabajo
precario en los países desarrollados, y de un aumento de
trabajadores pobres en los países en desarrollo.
La
"Actualización de las Tendencias Mundiales del Empleo
Juvenil, 2011" dice que "la mala suerte de esta
generación que ingresa al mercado laboral en los años de
la Gran Recesión no sólo produce la actual sensación de
malestar provocada por el desempleo, el subempleo y la tensión
de riesgos sociales asociados con la falta de trabajo y la
inactividad prolongada, sino que además podría tener otras
consecuencias a largo plazo en términos de salarios más
bajos en el futuro y desconfianza en el sistema político y
económico".
El
informe señala que esta frustración colectiva de los jóvenes
ha sido uno de los factores que ha contribuido al
surgimiento de los movimientos de protesta que han tenido
lugar alrededor del mundo este año, ya que para los jóvenes
resulta cada vez más difícil encontrar un trabajo que no
sea un empleo a tiempo parcial o temporal. El informe agrega
que en Oriente Medio y África del Norte, por ejemplo,
durante aproximadamente los últimos 20 años, uno de cada
cuatro jóvenes ha estado desempleado, y ello a pesar de los
progresos alcanzados en la educación de niñas y niños.
El
informe dice que el número absoluto de jóvenes
desempleados disminuyó levemente desde su punto más alto
en 2009 (pasó de 75,8 millones en 2009 a 75,1 millones a
finales de 2010, esto equivale a una tasa de desempleo de
12,7 por ciento) y se espera que disminuya a 74,6 millones
en 2011, es decir, una tasa de 12,6 por ciento. Sin embargo,
el informe atribuye este descenso a que cada vez más jóvenes
se retiran del mercado laboral, y no a que encuentran un
empleo. Esto es especialmente cierto en las economías
desarrolladas y en la región de la Unión Europea.
El
informe muestra una tendencia preocupante en Irlanda, donde
la tasa de desempleo juvenil (que aumentó de 9 por ciento
en 2007 a 27,5 por ciento en 2010) podría haber sido más
de 19,3 puntos porcentuales superior si aquellos que o bien
se "esconden" en el sistema educativo o esperan en
el hogar a que la situación mejore hubiesen sido
considerados como desempleados.
Por
otra parte, las economías de bajos ingresos están
atrapadas en un círculo vicioso de pobreza laboral. El
informe dice que, si el desempleo juvenil fuese analizado
por separado, se podría suponer erróneamente que a los jóvenes
de Asia Meridional y África Subsahariana les va bien
comparado con los de las economías desarrolladas, pero de
hecho, el alto nivel de la relación empleo-población de
los jóvenes en las regiones más pobres significa que los
pobres no tienen otra opción que trabajar. "En el
mundo hay muchos más jóvenes que son trabajadores pobres
que jóvenes sin trabajo o que buscan empleo", dice el
informe.
"Estas
nuevas estadísticas reflejan la frustración y la ira que
están sintiendo millones de jóvenes en el mundo",
dijo José Manuel Salazar-Xirinachs, Director Ejecutivo del
Sector de Empleo de la OIT. "Los gobiernos se esfuerzan
en encontrar soluciones innovadoras a través de
intervenciones en el mercado laboral, como por ejemplo
abordando los desajustes entre las calificaciones que el
mercado demanda y las que en verdad existen, el apoyo a la búsqueda
de trabajo, la formación empresarial, los subsidios al
empleo, etc. Estas medidas pueden hacer una gran diferencia,
pero en definitiva lo que se precisa es crear más empleos a
través de medidas que van más allá del mercado de trabajo
y que apuntan a remover los obstáculos de la recuperación
económica. Ello incluye acelerar la reforma del sistema
financiero, la reestructuración y la recapitalización de
los bancos a fin de relanzar el crédito a las pequeñas y
medianas empresas, y un verdadero progreso en el
reequilibrio de la demanda global".
Otras
conclusiones importantes del informe incluyen:
*
Entre 2008 y 2009, el número de jóvenes desempleados en el
mundo registró un aumentó sin precedentes de 4,5 millones.
Este incremento extraordinario se entiende mejor si se
compara con el aumento promedio del período anterior a la
crisis (1997-2007), que fue de menos de 100.000 personas al
año.
*
Durante la crisis, la fuerza de trabajo juvenil se expandió
mucho menos de lo esperado: en 2010, en los 56 países para
los cuales existen datos, había 2,6 millones menos jóvenes
de lo previsto en el mercado laboral en base a las
tendencias a largo plazo que existían antes de la crisis.
Es probable que muchos de estos 2,6 millones sean jóvenes
desmotivados que estén esperando que la situación mejore.
Y es probable que los mismos reingresen a la fuerza de
trabajo como desempleados, lo cual significa que las
actuales cifras oficiales subestiman el alcance real del
problema en las economías desarrolladas.
*
La proporción de desempleados que han estado buscando
trabajo por 12 meses o más es mucho más alta para los jóvenes
que para los adultos en la mayoría de las economías
desarrolladas. En Eslovaquia, Grecia, Italia y el Reino
Unido, los jóvenes tienen entre dos y tres veces más
probabilidades de verse afectados por el desempleo de larga
duración que los adultos.
*
Las tasas de trabajo a tiempo parcial para los jóvenes
aumentaron en todas las economías desarrolladas entre 2007
y 2009, salvo en Alemania. La magnitud del incremento en
algunos países - 17 puntos porcentuales en Irlanda y 8,8
puntos porcentuales en España, por ejemplo - sugiere que el
trabajo a tiempo parcial es aceptado como la única opción
posible para los jóvenes que buscan empleo. Para finales de
2010, uno de cada dos jóvenes empleados trabajaba a tiempo
parcial en Canadá, Dinamarca, Noruega y los Países Bajos.
*
La proporción de trabajadores jóvenes a quienes les gustaría
trabajar horas adicionales superó la proporción de
trabajadores adultos en igual situación en todos los países
de la Unión Europea en 2009, excepto Alemania y Austria.
El
informe presenta una serie de medidas políticas dirigidas a
promover el empleo juvenil, entre ellas: desarrollar una
estrategia integral de crecimiento y creación de empleos
que preste especial atención a los jóvenes; mejorar la
calidad de los empleos a través del fortalecimiento de las
normas del trabajo; invertir en educación y formación de
calidad; y, quizás lo más importante, llevar adelante políticas
financieras y macroeconómicas que remuevan los obstáculos
para la recuperación económica.
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