El
informe de inteligencia de EEUU sobre Irán
¿Una
reversión importante?
Por
Immanuel Wallerstein
La Jornada, 23/12/07
Traducción de Ramón Vera Herrera
El
director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos publicó
el 3 de diciembre una versión desclasificada de un informe
conocido como National Intelligence Estimate (NIE), una
evaluación nacional de inteligencia sobre Irán y las armas
nucleares. El periódico The New York Times la llamó en un
titular “reversión importante”. “Revirtió” una NIE
realizada en 2005. Y dio la señal de un viraje en la política
oficial de Estados Unidos. En 2005, la NIE “evaluó con
gran confianza que Irán está decidido a desarrollar armas
nucleares”. En 2007, la NIE “juzgó con gran confianza
que en el otoño de 2003, Teherán puso un alto a su
programa de armas nucleares”.
Casi
todos los análisis públicos y de prensa de este informe
suponen que la evaluación fue realizada por el director de
Inteligencia Nacional y que está siendo leída por el
gobierno de Bush y por el Congreso, quienes apenas ahora la
toman en cuenta. Algunos incluso la llamaron “golpe de
Estado” contra Bush y/o Cheney y los neoconservadores. No
creo esta secuencia ni por un momento. Asumo que esta
evaluación fue discutida previamente dentro del gobierno de
Bush. Después de todo, se dice que el informe fue escrito
hace como un año. Creo que este informe es el resultado de
una discusión al interior del gobierno, que tomó la decisión
con el conocimiento y la aprobación de George W. Bush para
que el informe fuera dado a conocer al público. Este
informe no conducirá a una reversión. Da señales de que
la reversión ya ocurrió.
¿Qué
podemos inferir de esto? Podemos inferir que el largo debate
en curso entre la facción que favorece la acción militar
inmediata contra Irán (Cheney y sus amigos, el gobierno
israelí y sus amigos) ha perdido ante la facción, mucho más
grande, que por varias razones piensa que esa acción
militar no es sabia. No me sorprende el resultado, puesto
que he estado argumentando por algún tiempo que la facción
contraria a una acción bélica inmediata era mucho más
fuerte dentro del gobierno estadunidense que la facción de
Cheney, particularmente dado que la facción contraria a la
guerra inmediata incluye al Estado Mayor Conjunto.
¿Qué
ocurrirá ahora en relación con Irán? Probablemente no
mucho. Rusia, China y Alemania ya arrastraban los pies con
mucha obviedad en relación a las futuras sanciones contra
Irán. Es muy poco probable que haya sanciones ulteriores,
Irán ha persistido en su argumento de que tiene el derecho
a continuar con el desarrollo de su programa de
enriquecimiento de uranio, mientras que al mismo tiempo
congela su programa de desarrollo de armas nucleares. Y
continuará con esto por ahora.
El
hecho básico que debemos siempre tener en cuenta es que el
actual gobierno estadunidense tiene lleno su plato
—mantiene su presencia en Irak, en Afganistán, y se
preocupa acerca de la muy real posibilidad de que haya un
quiebre del orden en Pakistán. Aun Bush puede darse cuenta
que el posible desarrollo de armas nucleares por parte de Irán
de aquí a 10 años no puede desplazar estas otras
preocupaciones en el orden de prioridades.
Sin
duda Estados Unidos buscará una fachada verbal de crítica
contra Irán. Vean los comentarios públicos del presidente
hacia el informe. La retórica es muy similar a la fachada
verbal de favorecer la creación de un Estado palestino
hacia finales de 2008. Pero nadie presta mucha atención
–ni siquiera los candidatos presidenciales en Estados
Unidos (de alguno de los dos partidos). Esas afirmaciones
son sólo eso –fachadas verbales. Bush comienza a caer en
una tendencia al fastidio de intentar salvar la cara
mientras sobrevive lo que sin duda será su año más
infeliz en el puesto.
Entretanto,
todo el resto del mundo está pensando en lo que deberá
hacer en Medio Oriente después de 2009, con la gran
probabilidad de que un presidente demócrata asuma el cargo
en Estados Unidos. Debería ser obvio para ellos que, por el
momento, el único Estado estable en Medio Oriente es Irán.
Por supuesto, Irán tiene sus conflictos internos y la facción
de Ahmadinejad bien puede perder las próximas elecciones.
Pero Irán –poder petrolero, poder de la Shía, poder
militar y demográfico en la región– es un actor
importante que debe tomarse en cuenta. Los países preferirán
tener a Irán de su lado que en contra suya. Irán no va a
desaparecer.
A
lo largo de los años, Irán le ha hecho muchas ofertas a
Estados Unidos de hacer un trato, proponiéndole trabajar
juntos respecto de Irak y otros asuntos. Y el gobierno de
Bush ni siquiera reconocía el gesto. Tal vez ahora sea muy
tarde para que Estados Unidos haga un trato así –pero no
es tarde para China o Rusia o aun Europa occidental. Tampoco
es muy tarde para Pakistán o Arabia Saudita, dos países
cuyo colapso desestabilizaría la región en modos que harían
que el fiasco de Irak pareciera una molestia mediocre.
De
hecho, en este punto siento que Condoleezza Rice y Robert
Gates entienden mejor que Hillary Clinton o Barack Obama,
pero tal vez no. En cualquier caso, tengo la sensación de
que la evaluación de la NIE es una forma elegante de decir
la doctrina Bush ¡requiescat in pace!
|