Rinde
frutos la política de Bush de criminalizar a los
indocumentados
Los
migrantes, el tercer grupo más numeroso
en cárceles
estadunidenses
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 26/06/08
Nueva
York.–La estrategia del presidente George W. Bush para
criminalizar a inmigrantes está rindiendo frutos: niveles
sin precedente de casos criminales a indocumentados se
registran en el sistema judicial estadunidense, además de
que ahora los inmigrantes representan el tercer grupo más
numeroso en las prisiones del país más encarcelado del
mundo.
Los delitos de inmigración han aumentado dramáticamente;
subieron 50 por ciento en un mes.
Las
fiscalizaciones criminales federales por delitos de
inmigración se han incrementado dramáticamente; las cifras
más recientes indican que en marzo de 2008 sumaron 9 mil
350, un incremento del casi 50 por ciento ante el mes
pasado, más del doble de enero y 73 por ciento más elevado
que hace un año, informó el proyecto Transactional Records
Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad Syracuse,
dedicado a rastrear con documentación oficial estas medidas
de seguridad pública.
Esto
refleja la nueva política del gobierno de
“criminalizar” a los indocumentados: procesarlos con
cargos criminales en lugar de civiles y así ficharlos para
el resto de sus vidas con la idea de que se reducirá la
inmigración “ilegal”.
En
general, la violación de una ley de migración no es un
crimen, sino un delito civil y los acusados son procesados
ante jueces de inmigración. La nueva estrategia busca
imponer acusaciones criminales a indocumentados
–incluyendo fraude, manejo de documentos falsos,
conspiración para cometer fraude, el reingreso de un
deportado–, y con ello encarcelar y después expulsar del
país a los condenados por estos “crímenes”.
El
incremento en estas fiscalizaciones criminales de individuos
acusados de varios delitos de migración es resultado de la
operación Streamline del Departamento de Seguridad Interna,
y su enfoque es casi exclusivamente en distritos
seleccionados a lo largo de la frontera con México.
Pero
también se acusa de violaciones criminales a detenidos en
las redadas, como fue el caso en mayo pasado cuando
alrededor de 400 indocumentados fueron detenidos en el
estado de Iowa y las autoridades migratorias y el fiscal
presionaron a los inmigrantes a declararse culpables por
violaciones criminales federales.
Los
investigadores del proyecto TRAC señalan que a pesar de las
repetidas afirmaciones del gobierno de Bush de que la lucha
al terrorismo es la misión central del Departamento de
Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés), la
documentación oficial demuestra que en los últimos tres años
sólo 12 de los 814 mil 73 individuos (0.0015 por ciento)
presentados ante los tribunales de inmigración por el DHS
fueron acusados de algo relacionado con el terrorismo, y sólo
otros 114 de cargos relacionados con la “seguridad
nacional”. Por tanto, 86.5 por ciento de todos los cargos
tenían que ver con violaciones comunes de migración, como
ingresar sin inspección, falta de una visa o tener una visa
caduca.
“A
pesar de las repetidas declaraciones del DHS que detener el
terrorismo y prevenir crímenes serios son sus misiones
centrales, las estadísticas muestran que desde que se
estableció el DHS después del 11 de septiembre de 2001, la
mayor parte del trabajo de la agencia en los tribunales de
inmigración se ha enfocado en los asuntos tradicionales de
migración”, concluye el informe de TRAC.
O
sea, la misión principal, al parecer, es el control
migratorio en general y ahora la criminalización de los
indocumentados, pero todo bajo la justificación de
enfrentar el mundo posterior al 11–S.
Así,
no es sorpresivo que en las prisiones federales los
condenados por cargos de migración representan el tercer
grupo más numeroso (10.8 por ciento), con los condenados
por cargos de droga en el primero (52.7 por ciento), seguido
por los condenados por armas y explosivos (14.9 por ciento).
De los 200 mil 667 presos en prisiones federales a finales
de mayo anterior, 73.5 por ciento son estadunidenses y el
segundo grupo más grande por ciudadanía son los mexicanos,
17.3 por ciento (34 mil 800), seguidos por colombianos con
1.5 por ciento (3 mil), según los datos oficiales más
recientes del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos.
Mientras
se promueve un mayor número de casos judiciales criminales
contra los migrantes, cientos de miles más permanecen
encarcelados en instalaciones de detención administradas
por el Servicio de Migración, agencia del DHS, e incluso en
instituciones penales privadas operadas por contratistas
como Halliburton.
Con
cada vez más denuncias de abusos, falta de atención médica
y otras violaciones que padecen los detenidos –ni hablar
de su casi nulo goce de derechos legales y lo que a veces es
un tipo de detención arbitraria e indefinida–, algunos críticos
hablan de una “guantanamización” de la detención de
migrantes dentro de las fronteras de este país, reporta el
periodista Roberto Lovato.
Estados
Unidos es el país con la tasa de encarcelación más alta
del mundo, con más de 2 millones de personas en prisiones,
cárceles y otros centros de detención.
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