Obama
y Osama
¿Cuál
es el “frente principal” en
la "guerra contra
el terror"?
Por
Pepe Escobar (*)
Asia
Times, Hong Kong, 23/07/08
Rebelión,
24/07/08
Traducido por Germán Leyens
Al–Qaeda
ha vuelto – con ganas. Basta con escuchar a Mustafa Abu
al–Yazeed – un importante comandante de al–Qaeda en
Afganistán, en una entrevista muy fuera de lo común en
GeoTV de Pakistán, filmada en Khost, en Afganistán
oriental.
“En esta
etapa nuestra visión es – que no hay diferencia entre el
pueblo estadounidense y el propio gobierno de EE.UU. Si
vemos ese hecho a través de la ley [islámica] sharia, el
pueblo y el propio gobierno estadounidenses son infieles y
están combatiendo contra el Islam. Tenemos que basarnos en
ataques suicidas, que son absolutamente correctos según la
ley islámica. Hemos adoptado esa forma de guerra porque
existe una inmensa diferencia entre nuestros recursos
materiales y los de nuestro enemigo, y es la única opción
para atacar a nuestro enemigo.”
La
entrevista no se limita a la yihád defensiva. Yazeed
profundiza en estrategia clásica de al–Qaeda –
incitando a una yihád talibán a través de la frontera
contra las fuerzas de EE.UU. y de la OTAN y condenando a un
Estado, en este caso el gobierno de Pakistán.
Según su
opinión: “Desafortunadamente, es el gobierno de Pakistán
el que más ha dañado a nuestra causa. El presidente
Pervez] Musharraf violó la confianza de los musulmanes y
contribuyó a la destrucción del gobierno islámico de
Afganistán… Musharraf y su gobierno han cometido graves
errores, no existe un ejemplo semejante en otros Estados islámicos.”
Yazeed
también dijo que al–Qaeda fue responsable por el atentado
suicida con coche bomba contra la embajada danesa en
Islamabad a comienzos de junio, en el que murieron seis
personas.
¿Por qué
entonces se siente tan envalentonada al–Qaeda como para
que uno de sus máximos comandantes salga ante las cámaras
– y para colmo en una red de televisión extranjera, no
as–Sahab, el brazo mediático de al–Qaeda?
Quiero
mi emirato
Los
yihadistas estiman ahora que la nueva yihád afgana –
contra las tropas “infieles” de EE.UU. y de la OTAN
combinadas – es más importante por el momento que Iraq.
Así que, en este sentido, el candidato presidencial demócrata,
senador Barack Obama tiene razón – Afganistán, y no
Iraq, es “el frente central en la guerra contra el
terror.”
Pero la
cosa es mucho más complicada. El frente central está en
realidad en Pakistán. Al–Qaeda quiere básicamente un
califato pan–islámico. Los neo–talibanes basados en
Pakistán no son tan ambiciosos. Ya tienen su emirato islámico
– está en las áreas tribales de Waziristán, en la
frontera con Afganistán. Lo que quieren sobre todo es
expandirlo. También saben que nunca tendrán alguna
posibilidad de apoderarse de todo Pakistán. Un experto
paquistaní en las áreas tribales, que actualmente está en
Washington, lo describe como “una lucha de clases, casi
como una revolución campesina en desarrollo. Baitullah
Mehsud [el líder neo–talibán paquistaní] es sólo un
campesino de una familia pobre.”
Lo que es
impactante es que ahora los neo–talibanes controlen prácticamente
Provincia Frontera Noroeste en la frontera con Afganistán
– cuya capital es la legendaria Peshawar. Ya controlan
varios suburbios de Peshawar.
El Estado
paquistaní no tiene virtualmente ningún poder en esas áreas.
Los talibanes imponen una ley sharia estricta. Si el
personal local de seguridad se niega a obedecer, simplemente
lo matan. No es ninguna maravilla que los neo–talibanes
hayan sometido ahora a numerosos funcionarios paquistaníes
medianos e inferiores. Incluso fijaron un plazo al nuevo
gobierno regional secular y relativamente progresista para
que libere a todos los prisioneros talibanes – si no lo
hacen… En cuanto al gobierno, lo único que puede hacer es
organizar alguna especie de vigilancia de vecindario para
impedir una supremacía talibán total. Esta situación
también revela como el ejército paquistaní parece ser
impotente – o mal dispuesto – para luchar contra los
talibanes.
Al otro
lado de la frontera, en las provincias Kunar y Nuristán en
Afganistán, los talibanes controlan ahora casi todos los
puntos de control de seguridad. No es de extrañar que
Yazeed – hablando en nombre de al–Qaeda, vislumbre una
guerra sin fronteras. Dijo, en su entrevista en GeoTV: “Sí,
no podemos separar de Afganistán a la gente del área
tribal que forma parte de Pakistán y del pueblo paquistaní.
Sí, recibimos mucho apoyo de la gente tribal en Pakistán,
y en los hechos es obligatorio que ellos nos den esa ayuda y
es una responsabilidad impuesta por la religión. No es sólo
obligatorio para los residentes de las regiones tribales
sino para todo Pakistán.”
En una
reciente prominente reunión de al–Qaeda en Miramshah en
Waziristán del Norte la dirigencia de al–Qaeda dejó en
claro que no sólo espera – sino que quiere que la nueva
guerra/yihád afgana se extienda a las áreas tribales en
Pakistán.
Y es lo que
conseguirá al–Qaeda – según lo que Obama dijo a Lara
Logan de CBS News: “… lo que he dicho es que si tuviéramos
inteligencia procesable contra objetivos de alto valor de
al–Qaeda y el gobierno paquistaní no se mostrara
dispuesto a perseguir a esos objetivos, nosotros deberíamos
hacerlo.”
El Pentágono,
por su parte, está preparando el campo de batalla – ya ha
enviado aviones teledirigidos Predator, repetidamente, por
sobre las áreas tribales. Se está preparando una guerra aérea
– para no mencionar numerosas operaciones especiales
clandestinas paquistaníes.
La
estrategia de al–Qaeda es involucrar a los militares de
EE.UU. – es ideología clásica de Osama bin Laden, según
la cual EE.UU. debería ser arrastrado a combatir en tierras
musulmanas. Al–Qaeda razona que un ataque contra las áreas
tribales, de hecho un verdadero tercer frente en la
“guerra contra el terror” (tan temido por el jefe del
Estado Mayor Conjunto, almirante Michael Mullen) indignará
hasta tal punto a la opinión pública paquistaní que el ejército
paquistaní será impotente para seguir la huella
estadounidense. Y al–Qaeda, en última instancia, tendrá
las manos aún más libres.
Obama
y Osama
¿Cómo se
ajusta a esta estrategia ese legendario fantasma, bin Laden?
¿Está vivo o es solo… un fantasma? Hassan Ibrahim de la
televisión al–Jazeera dijo recientemente a la periodista
independiente Kristina Borjesson que: "bin Laden está
vivo. Las historias sobre la insuficiencia renal y la máquina
de diálisis son estupideces, rumores de la CIA. En 2002,
una de sus mujeres fue entrevistada por una revista saudí y
desmintió categóricamente la historia de la diálisis.
Después de Tora Bora [en Afganistán cuando EE.UU. lo
invadió en 2001], su cuarta mujer pidió el divorcio. Tomó
una nueva mujer en abril de 2005, con quien tiene ahora un
hijo. Su padre es un poderoso empresario saudí de Hejaz
quien anunció en su mezquita que su hija se había casado
con bin Laden.”
También se
habla en la clandestinidad yihadista sobre un actual debate
teológico con participación directa de bin Laden.
Obama, por
su parte, todavía no puede haber comprendido el cuadro
completo, complejo, de lo que está ocurriendo en las áreas
tribales – en su actual gira por el mundo sólo ha estado
en Jalalabad, en Afganistán oriental, y sólo por unas
pocas horas. Pero está aprendiendo – aunque, por el
momento, parece apelar a las galerías del establishment
militar de EE.UU. al prometer que agregará otros 10.000
soldados al campo de batalla afgano. Al–Qaeda se regocijará.
Lo que
ciertamente ha logrado Obama por el momento es un cambio de
sentido en tres movimientos del gobierno de George W Bush, y
colocado cabeza abajo la retórica neoconservadora sobre la
“guerra contra el terror” en Iraq y la ha aplicado a
Afganistán. Obama ha estado subrayando el “creciente
consenso en el país de que necesitamos más recursos en
Afganistán".
En su
conferencia de prensa en Jordania, Obama también subrayó
su decisión de convertir Afganistán en la primera parada
de su gira mundial porque es el “frente central en la
guerra contra el terror,” el sitio en el que “fue
planificado el 11–S” y donde “terroristas”…
“traman nuevos ataques contra EE.UU.”
Y ahí
tenemos el acto decisivo – directamente extraído de las
reglas de juego neoconservadoras: “Tenemos que tener éxito
al llevar la lucha a los terroristas.” Pero eso no es
todo. El jujitsu político de Obama ha mezclado esa retórica
de la línea dura con una visión global, multilateral –
para no hablar de obligar a los republicanos a aceptar su
propia perspectiva de la “guerra contra el terror”. En
cuanto a las áreas tribales, proyecta la impresión de que
se está dando tiempo para comprender plenamente su
complejidad.
Así que ¿qué
pasa con el auto–proclamado experto en seguridad nacional
y candidato presidencial republicano, el senador John
McCain? Bueno, se las arregló para decir a Diane Sawyer que
la nueva configuración de al–Qaeda y de los talibanes es
“una lucha muy dura, particularmente en vista de la
frontera entre Iraq y Pakistán.”
(*)
Pepe Escobar, periodista de Asia Times, es autor de
“Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into
Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a
snapshot of Baghdad during the surge”.
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