7º
aniversario y el espantapájaros y creamiedos Bin Landen
sigue libre
El
11–S y la "Inquisición estadounidense"
Por
Michel Chossudovsky (*)
Global Research, Canadá, 14/09/08
"La
Guerra Global contra el Terrorismo" actual no es sino
una forma moderna de Inquisición. Cuenta con todos los
ingredientes esenciales de las Inquisiciones española y
francesa. A fin de justificar la agenda militar, se persigue
a los "terroristas islámicos" y se despliega una
guerra preventiva de ámbito global para "proteger a la
Patria".
"Se
presenta la Guerra Global contra el Terrorismo" (GWOT,
en sus siglas en inglés) como "Choque entre
Civilizaciones", una guerra entre valores y religiones
en disputa cuando en realidad no es sino una indiscutible
guerra de conquista, impulsada por objetivos económicos y
estratégicos.
La
GWOT es la columna vertebral del
Imperio estadounidense. Define la doctrina militar de
Estados Unidos e incluye el uso preventivo de armas
nucleares contra los "patrocinadores estatales"
del terrorismo.
La
doctrina de la "guerra defensiva" preventiva y de
la "guerra contra el terrorismo" contra Al Qaida
constituyen las piedras angulares esenciales de la doctrina
militar estadounidense. El objetivo es presentar una
"acción militar preventiva", lo que significa que
la guerra es un acto de "autodefensa", contra dos
categoría de enemigos: "los Estados canallas" y
los "terroristas islámicos", de los que se afirma
poseen armas de destrucción masiva.
"Como
quedó de manifiesto con las pérdidas del 11 de septiembre
de 2001, las víctimas civiles masivas se constituyen en el
objetivo específico de los terroristas y esas pérdidas serían
exponencialmente más graves si los terroristas adquirieran
y utilizaran armas de destrucción masiva". (Estrategia
de Seguridad Nacional, Casa Blanca, Washington, 2002)
La
Inquisición estadounidense
La
"Guerra Global contra el Terrorismo" sirve para
justificar que se dedique un presupuesto inmenso a defensa.
Necesita "ir a la caza" de los terroristas
utilizando sistemas de armamento avanzados. Mantiene una
cruzada preventiva de tipo religioso contra el mal que sirve
para ocultar los objetivos reales de la acción militar.
La
Inquisición estadounidense se utiliza para extender la
esfera de influencia de EEUU y para justificar las
intervenciones militares como parte de una compaña
internacional contra los "terroristas islámicos".
Su objetivo último, que jamás se menciona en las
informaciones que la prensa nos ofrece, es la conquista
territorial y el control de los recursos estratégicos.
El
dogma de la GWOT se enunció y formuló por los think thanks
neoconservadores de Washington. Se puso en marcha por el
establisment de la inteligencia y del ejército. Y aparece
incardinado en los discursos presidenciales:
"Hemos
sabido que en este mundo hay gente malvada. Y de qué
forma... Y estaremos alerta. Vuestro gobierno está alerta.
Los gobernadores y alcaldes están alertas porque la gente
malvada sigue aún merodeando por aquí. Como dije ayer, los
que le han declarado la guerra a Estados Unidos han cometido
un error terrible... Mi administración tiene un trabajo que
hacer y lo vamos a hacer. Libraremos al mundo de los
malvados", (George W. Bush, CNN, 16 de septiembre de
2001).
El
objeto de la "Guerra Global contra el Terrorismo"
lanzada en septiembre de 2001 es galvanizar el apoyo público
hacia una campaña de ámbito mundial contra la herejía.
Ante la opinión pública, es fundamental contar con una
"causa justa" para iniciar la guerra. Se dice que
una guerra es justa si se emprende por motivos morales,
religiosos o éticos.
La
satanización de los musulmanes y la batalla por el petróleo
La
guerra que EEUU lidera en la amplia zona centroasiática y
medio–oriental tiene como objetivo hacerse con el control
de extensas reservas de petróleo y gas natural. Los
gigantes del petróleo anglo–estadounidenses buscan también
obtener el control de las rutas de oleoductos y gaseoductos
que atraviesan la región.
Los
países musulmanes poseen entre el 66,2 y el 75,9% del total
de las reservas del petróleo, dependiendo de la fuente y la
metodología de la estimación. (
Michel Chossudovsky, The "Demonization" of Muslims
and the Battle for Oil , Global Research, 4 de enero de
2007). En contraste, los EEUU de América tienen apenas el 2%
del total del total de las reservas de petróleo. Iraq tiene
cinco veces más petróleo que EEUU.
La
satanización se aplica contra un enemigo que posee más del
60% de las reservas mundiales de petróleo. "Eje del
mal", "Estados canallas", "naciones
fallidas", "terroristas islámicos":
satanizar e infamar son los pilares ideológicos de la
Inquisición estadounidense. Sirven como casus belli para
emprender la Batalla por el Petróleo.
La
Batalla por el Petróleo necesita de la satanización de
quienes lo poseen. El enemigo se caracteriza como el mal
para poder justificar acciones militares que incluyan el
asesinato masivo de civiles. (Ibid)
Los
orígenes históricos de la Inquisición
El
objetivo es mantener la ilusión de que "EEUU está
bajo peligro de ataque" de Al Qaida. Bajo la inquisición
estadounidense, Washington se autoproclamó en posesión de
un mandato sagrado para extirpar el fundamentalismo islámico
y "extender la democracia" por todo el mundo.
La
Inquisición estadounidense tiene un armazón ideológico
que en algunos aspectos es similar al orden social
inquisitorial que prevaleció en Francia y en España
durante la Edad Media. La Inquisición empezó en Francia en
el siglo XII. Inicialmente adoptó la forma de campaña, en
el sur de Francia, dirigida contra los cátaros y valdenses
que desafiaban las enseñanzas de la Iglesia Católica
Romana.
El
movimiento cátaro era una secta religiosa protegida por el
orden feudal regional en el sur de Francia en contra del
dominio de la Iglesia Católica y la monarquía francesa en
París. "Los cátaros creían que ellos eran los
verdaderos cristianos y que la Iglesia Católica era una
iglesia falsa, fundada por el demonio."
A
comienzos del siglo XIII, el "Papa Inocencio III declaró
una cruzada contra los cátaros" a instancias de la
familia real francesa. La cruzada fue en realidad una guerra
de conquista bajo el disfraz de una campaña contra la herejía.
La
Inquisición que se puso en marcha contra la herejía
intentaba consolidar el control territorial de la Monarquía.
Proporcionó un pretexto para intervenir militarmente en el
sur y suroeste de Francia, utilizando como fachada la
autoridad de la Iglesia Católica.
La
Inquisición se convirtió en parte de un consenso político
implementado por los inquisidores de la Iglesia, impuesto
por el orden feudal gobernante y apoyado militarmente. Su
objetivo era mantener y preservar el orden político y el
social, extendiendo los poderes del Estado central,
sometiendo a los poderes regionales en Francia, utilizando
la campaña contra la herejía como "justificación
para emprender la guerra". ¿Les suena?
El
orden inquisitorial actual
Cualquiera
que dude acerca de la legitimidad de la inquisición
estadounidense ("Guerra Global contra el
Terrorismo") es un teórico de la conspiración herética
o un cómplice de los terroristas.
La
inquisición estadounidense es parte de un consenso
bipartidista. Tanto los demócratas como los republicanos
apoyan la inquisición estadounidense.
"Cazar
a Osama bin Laden" forma parte de la plataforma
electoral de ambos partidos políticos. De hecho es el
componente central de la campaña electoral.
Yo
[Barack Obama] he defendido la necesidad de enviar más
recursos y más tropas para acabar la lucha contra los
terroristas que nos atacaron el 11–S, y dejar claro que
tenemos que eliminar a Osama bin Laden y a sus
lugartenientes si se ponen a nuestro alcance (Barack Obama,
discurso de aceptación de su candidatura, Convención Demócrata
Nacional, Denver, agosto de 2008).
En
los últimos años hemos asestado a Al Qaida un golpe serio.
Pero no están derrotados y lucharán de nuevo contra
nosotros si pueden. (John McCain, discurso de aceptación de
su candidatura, Convención Nacional Republicana, St. Paul,
septiembre 2008).
Hay
un "enemigo exterior". La Patria está bajo
amenaza de ataque. Los terroristas islámicos "amenazan
nuestra forma de vida". "Debemos defendernos"
preventivamente contra Osama bin Laden y sus lugartenientes.
El
Mando del Norte de EEUU (Northcom), que tiene sus cuarteles
en la base de la fuerza aérea en Petersen, Colorado, se
estableció a principios de 2002 para proteger a EEUU contra
un ataque terrorista. Se presentó ante la opinión pública
como una respuesta a los ataques del 11–S. Los objetivos
estratégicos reales del Mando del Norte ni se mencionaron,
que utiliza además armas de defensa aéreas sofisticadas
que incluyen cabezas de guerra nucleares.
Consenso
político
Los
portavoces del orden inquisitorial estadounidense son los
medios corporativos occidentales.
Se
consideran cómplices de los que amenazan a la patria
estadounidense a todos aquellos que cuestionen la validez de
cualquiera de esas afirmaciones o que tengan dudas sobre quién
está detrás de los ataques del 11–S.
En
1232, el Papa Gregorio IX estableció un sistema de
tribunales religiosos especiales que se denominaron
Inquisición. Se envió a los frailes dominicos para que
localizaran e interrogaran a los heréticos:
"La
herejía no podrá destruirse a menos que sean destruidos
los heréticos... y sus defensores y [seguidores] sean también
destruidos, y esto se efectuó de dos formas:... o se
convertían a la verdadera fe católica o... morían en la
hoguera. (Henry Charles Lea, " A History of the
Inquisition in the Middle Ages " , pág. 535, 1887)
Aquellos que rechazaban retractarse, que no renunciaban a su
herejía, eran quemados vivos.
El
Acta Patriótica actual, los tribunales militares, el campo
de concentración de Guantánamo, los campos de
"entregas" de la CIA, Abu Ghraib, etc., forman
parte de un sistema inquisitorial avanzado. Se mantiene
incomunicados a los sospechosos de terrorismo. Ni siquiera
se les concede el derecho a retractarse.
El
objetivo no es hacer del mundo un lugar más seguro poniendo
tras las rejas a los terroristas. La agenda oculta es
mantener la ilusión de que los "terroristas islámicos"
constituyen una amenaza real. El objetivo es convencer a la
opinión pública de que el enemigo es real.
Fabricando
disentimiento
Washington
no silencia a sus críticos antibelicistas. Muy al
contrario. El orden social inquisitorial permite ciertas
formas de desacuerdo. Es políticamente correcto que bajo
una "democracia" se condene la política exterior
estadounidense en los términos más firmes.
Lo
que no se permite es que se cuestione la Inquisición.
Aquellos
que se oponen a la administración estadounidense no son
necesariamente etiquetados como herejes. Muchos activistas
"progresistas", liberales y antibelicistas,
dirigidos por intelectuales importantes, creen firmemente
que los musulmanes estaban tras los ataques del 11–S.
"Estamos contra la guerra, pero apoyamos la guerra
contra el terrorismo".
El
Nuevo Orden Mundial construye un consensus político y de
los medios de comunicación ( i.e . la GWOT) pero al mismo
tiempo crea y moldea su propia oposición. Establece los límites
del disentimiento. "Fabrica disentimiento".
Los
candidatos presidenciales de la carrera bipartidista están
apoyados por poderosos intereses corporativos entre los que
se encuentran las compañías petrolíferas, Wall Street y
los contratistas del sector de la defensa.
El
11–S es la piedra angular de la Inquisición
estadounidense. Las mentiras que subyacen tras el 11–S son
aceptadas por el movimiento antibelicista dominante.
Se
condena la política exterior de EEUU, pero se apoya la
"Guerra Global contra el Terrorismo". A sabiendas
o no, ese refrendo de la GWOT por quienes proclaman que se
oponen a la administración estadounidense, proporciona
legitimidad al orden inquisitorial que subyace bajo las prácticas
actuales de la política exterior de EEUU.
Por
otra parte, aquellos que tienen serias dudas acerca de la
narrativa oficial alrededor del 11–S, incluido el
Movimiento por la Verdad del 11–S, son tachados de herejes
y no creyentes.
La
teoría de la "Guerra Justa"
La
teoría de la "Guerra Justa" ( justum bellum)
tiene una muy larga tradición. Se ha venido utilizando a
través de la historia para apuntalar el orden social
dominante y proporciona justificación para emprender la
guerra.
En
el caso de Afganistán, el 11–S jugó un papel esencial a
la hora de justificar la invasión. Se consideró que la
guerra contra Afganistán era una "Guerra Justa",
emprendida por razones humanitarias.
El
12 de septiembre de 2001, la OTAN invocó, por primera vez
en su historia, el "Artículo 5 del Tratado de
Washington, la cláusula de defensa colectiva",
declarando que los ataques del 11–S contra el World Trade
Center y el Pentágono "representaban un ataque contra
todos los miembros de la OTAN".
Y
fue a Afganistán a quien le tocó la china , sin una sola
prueba y antes de llevar a cabo ni una sola investigación,
de ser el "estado patrocinador" de los ataques del
11–S. La invasión de Afganistán a principios de octubre
de 2001 se presentó como una operación de contraterrorismo
dirigida contra los autores del 11–S y sus estados
patrocinadores.
Sindicatos,
ONG y muchos intelectuales "progresistas"
refrendaron la invasión dirigida por EEUU–OTAN. Los
sucesos del 11–S jugaron un papel esencial para conseguir
los apoyos de diversos sectores de la sociedad
estadounidense, incluyendo a opositores y críticos de la
política exterior de la administración Bush.
La
guerra contra Afganistán se había venido preparando mucho
antes del 11–S. Los preparativos de guerra estaban ya en
un estadio avanzado de gestación. EEUU y la OTAN dieron luz
verde para emprender la guerra contra Afganistán dentro de
las veinticuatro horas posteriores a los ataques del 11–S.
Los
informes de la prensa no revelaron un hecho que se conoce
ahora y que los analistas militares reconocen: un escenario
importante de guerra no puede, en circunstancia alguna,
planificarse ni desarrollarse hasta después de cuatro o
cinco semanas.
El
11–S se utilizó como justificación para emprender una
"guerra humanitaria". La guerra contra Afganistán
estaba planeada mucho antes de los trágicos sucesos del 11
de septiembre de 2001 y los analistas militares conocen bien
ese hecho.
La
Inquisición española
Durante
los siglos XIV y XV, la Inquisición se extendió a otras
partes de Europa. En Italia, la Inquisición iba tras los
movimientos nacionalistas en regiones como Lombardía, en el
norte, Venecia o Sicilia. Se utilizó para suprimir esos
movimientos políticos. En el norte de Francia y de
Alemania, la Inquisición utilizó el pretexto de pequeñas
sectas de carácter místico para intervenir política y
militarmente. Los poderes regionales, incluyendo los
principados locales, rechazaron cooperar con la Inquisición.
En el mundo actual, esa forma de intervencionismo se lleva a
cabo enviando fuerzas especiales estadounidenses en
"ayuda de los gobiernos" para que combatan el
terrorismo.
España,
conquistada por los musulmanes y reconquistada en parte por
los cristianos en el siglo XIII, era "religiosamente
heterogénea y había desarrollado una tolerancia para que
musulmanes, cristianos y judíos pudieran vivir juntos en
relativa paz". Hacia finales del siglo XV, coincidiendo
con un período de consolidación política y territorial,
"la tolerancia española cambió abruptamente. España
vio cómo surgía una forma de inquisición más despiadada
y perjudicial que en ningún otro lugar de Europa". (Bill
of Rights in Action) .
La
Inquisición española se caracterizó también por un
proceso de construcción de consenso y de persecución de
heréticos y no creyentes. La Inquisición se utilizó para
apoyar el proceso de consolidación territorial en la Península
Ibérica. El objetivo era reforzar la monarquía absoluta y
los poderes de la aristocracia terrateniente contra las
clases conformadas por los comerciantes judíos y
musulmanes.
La
Inquisición española se creó a instancias de la Reina Católica
Isabel. En 1483, los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y
Fernando de Aragón, establecieron un consejo destinado a
dirigir la inquisición. Tomás de Torquemada, consejero de
la Reina Isabel, se convirtió en el primer Inquisidor
General. Torquemada había predicado anteriormente contra
los conversos musulmanes y judíos. El objetivo era reprimir
a las clases comerciantes que estaban surgiendo. "Un país,
un gobernante, una fe" , se convirtió en el mandato
del Inquisidor General.
El
Papa apoyó a la Inquisición, la agenda oculta era el
mantenimiento del orden feudal y las guerras coloniales
emprendidas por España. La Inquisición española duró
unos 300 años.
En
actualmente, en EEUU, el General Inquisidor es la Secretaría
del Departamento de Seguridad Interior.
El
aparato legal
La
Inquisición en la Edad Media se dedicaba a recoger
acusaciones: " Si dos testigos bajo juramento acusan a
alguien de herejía, la persona acusada sería mandada
llamar; opiniones, prejuicios, rumores y cotilleos, todo se
aceptaba como prueba. Al acusado jamás se le decían los
nombres de los acusadores, ni siquiera sabía exactamente de
qué le acusaban.
Los
inquisidores examinaban al acusado en secreto. Cualquiera
que se negara a confesar de inmediato asumía que era
culpable. Los inquisidores tan sólo estaban cualificados en
religión, e intentaban atrapar al acusado con preguntas
religiosas. Por ejemplo, un inquisidor podía preguntar:
"¿Crees en lo que la sagrada iglesia cree?"
"Soy
un fervoroso cristiano", podía responder aterrado el
sospechoso. " ¡Esto es!", podía gritar el
inquisidor. "¡Ya sabemos que crees en herejías! ¡Estás
diciendo que tus creencias son el verdadero cristianismo y
que la iglesia es falsa!" ( Bill of Rights in Action )
No
se permitían abogados porque se consideraba herejía
defender a un herético:"Torturarían a quienes se
negaban a retractase. Durante la tortura, los inquisidores
religiosos actuarían como testigos para recoger confesiones
o anotar los nombres de otros herejes. El gobierno también
cumplía la sentencia final de encarcelamiento o muerte.
Aquellos
que se retractaban inmediatamente podían recibir una
sentencia bastante leve, rezar plegarias, ayunar, ser
azotados en público o hacer una peregrinación. Algunos de
los que se retractaban eran obligados a llevar una cruz
amarilla de fieltro cosida en todas sus ropas. La cruz les
marcaba como anterior herético y mucha gente se apartaba de
ellos con temor.
Muchos
de los que se negaban a abjurar enseguida eran sentenciados
a prisión perpetua. Si se negaban en redondo a abjurar, la
Inquisición les devolvía a las autoridades del gobierno
para que les quemaran vivos. Algunos inquisidores eran tan
rigurosos que les perseguían hasta a los muertos. Si una
persona muerta era acusada de herejía, desenterraban los
huesos y los quemaban.
Para
la mayoría de los acusados de herejía, no había apelación
posible. Los que poseían alguna riqueza o poder podían
presentar una súplica ante el Papa para que cambiara la
sentencia pero, para la mayoría de los condenados, la
sentencia era definitiva. Las familias de los enviados a
prisión o a la hoguera perdían sus propiedades". ( Bill of Rights in Action , véase History of the
Inquisition ).
Actualmente,
el sistema legal de EEUU tiene todos los rasgos
fundamentales de un orden inquisitorial. Se permite la
tortura "en determinadas circunstancias", según
una "opinión legal" del Departamento de Justicia
de agosto de 2002.
"Si
un empleado del gobierno torturara a un sospechoso cautivo,
'lo haría para impedir nuevos ataques contra los Estados
Unidos por parte de la red terrorista de Al Qaida', decía
el memorandum de la asesoría legal del Departamento de
Justicia redactado en respuesta una petición de la CIA
solicitando orientación legal. Añadía que los debates se
centraban en que la "necesidad y autodefensa podían
proporcionar justificaciones que eliminarían cualquier
responsabilidad criminal" posterior. (Véase el
Washington Post del 7 de junio de 2004).
"Incluso
aunque un método de interrogatorio sobrepasara la línea
establecida en la Sección, la aplicación de la medida no
supondría que la autoridad del Comandante en Jefe del
Presidente infringía la Constitución; creemos que bajo las
circunstancias actuales [la guerra contra el terrorismo], se
podrían alegar ciertas justificaciones en virtud de la
defensa que potencialmente eliminarían la responsabilidad
criminal". (Pdf con el Memorandum completo del
Departamento de Justicia del 2 de agosto de 2002)
La
tortura
"La
Inquisición española fue especialmente aterradora debido a
sus inherentes características. Los acusados nunca sabían
quiénes eran sus acusadores. Una vez arrestados, perdían
todas sus propiedades".
"Esas
propiedades eran entonces administradas, en primer lugar,
por la Corona, y posteriormente por la Inquisidor General...
Incluso
si el acusado se convertía en un devoto cristiano, era
tratado tan severamente como fuera posible debido a sus
antecedentes. No se permitía que el acusado dispusiera de
abogado o asesoramiento para su defensa, y se mantenían en
secreto los nombres de todos los testigos". (Jason
L. Slade, The Spanish Inquisition, 6 de agosto de 1996).
La
tortura estaba al orden del día. Al acusado no se le permitía
tener abogado. Los métodos de tortura utilizados en la Edad
Media, incluido el tormento del agua, presenta un peculiar
parecido con las técnicas de tortura aplicados por los
inquisidores actuales de la CIA:
"Debido
a que los juicios eran sobre asuntos espirituales, era la
Iglesia la que llevaba el control de aquéllos. Sin embargo,
los castigos eran normalmente muy físicos, por lo que eran
ejecutados por el estado. Había muchas modalidades de
torturas físicas para lograr las confesiones. Las dos más
famosas o infames eran el strappado o la polea, y el aselli
o tormento del agua (Jason L. Slade, The Spanish
Inquisition, 6 de agosto de 1996).
Los
informes de Alfred Mc Coy a ese respecto exponen que la CIA:
"había
añadido a menudo a su repertorio de métodos sin tocar al
interrogado métodos físicos que eran reminiscencias de las
torturas propias de la Inquisición: el strappado, el método
del agua, la "cigüeña invalidante" y las "máscaras
de burla". Por ejemplo, en 2002, en el centro de la CIA
situado cerca de Kabul, los interrogadores estadounidenses
obligaban a los prisioneros a "permanecer quietos con
las manos encadenadas colgando del techo y los pies con
grilletes", provocando un efecto similar al strappado.
En lugar de la "cigüeña invalidante", un armazón
de hierro de la Inquisición para hacer que el cuerpo de la
víctima se retorciera, los interrogadores del a CIA hacían
que sus víctimas asumieran "posiciones de estrés"
parecidas sin mecanismos externos, de nuevo con el objetivo
de lograr el efecto psicológico del dolor autoinducido... (
Alfred Mccoy, The Hidden HIstory of CIA Torture : America's
Road to Abu Ghraib , Global Research, diciembre 2004). (Traducción al español en:
http://www.desdeabajo.info/articulos_en_pdf.php?id=281)
En
España, en el siglo XVI, se aceptaba la Inquisición. Había
consenso. Se había hecho creer a la población que era algo
bueno, que la tortura "servía para purificar la
sociedad".
"Un
obispo aparecía y gritaba los nombres de los condenados.
Después se sacaba a los condenados, que vestían ropajes
negros decorados con demonios rojos y llamas. Los
funcionarios del gobierno les ataban a la estaca".
"¿Renuncias
a tu herejía contra la sagrada iglesia?", le preguntaría
un sacerdote. Si alguien se arrepentía, se le estrangulaba
antes de quemarle. La mayoría, sin embargo, permanecía en
silencio o en actitud de desafío. Se prendía la hoguera y
la plaza se llenaba con los gritos de los herejes y los vítores
de la multitud" (citado en Bill of Rights in Action, op
cit).
Cualquiera
que se atreviera a cuestionar la validez de esa "guerra
contra el terrorismo" era tachado de terrorista y
sometido a las leyes anti–terroristas que, en aquella época
en España, suponían la muerte.
En
el entorno inquisitorial actual, muchas personas se sienten
escépticas sobre el 11–S pero nadie se atreve a
cuestionar la validez de la guerra contra el terrorismo.
"Esos
son mala gente y los perseguiremos y los eliminaremos".
El discurso es casi el mismo. El objetivo último es someter
a los ciudadanos, despolitizar totalmente la vida social en
EEUU, impedir que la gente piense y pueda elaborar
conceptos, que analice los hechos y desafíe la legitimidad
del orden social inquisitorial que gobierna en EEUU.
La
Gran Mentira se convierte en la Verdad. El objetivo es en último
extremo transformar las realidades, ponerlo todo al revés.
La guerra aparece como paz, como una misión humanitaria que
merece la pena, y el desacuerdo pacífico se convierte en
herejía.
El
objetivo es crear una atmósfera de temor e inseguridad para
poder implantar el Nuevo Orden Mundial.
En
palabras de Monthy Phyton:
¡NADIE
se espera la Inquisición española!
Nuestra
principal arma es la sorpresa... la sorpresa y el temor...
el temor y la sorpresa...
Nuestras
dos armas son el temor y la sorpresa... y la eficacia
implacable...
Nuestras
*tres* armas son el temor, la sorpresa y la eficacia
implacable... y una devoción casi fanática hacia el
Papa...
Nuestras
*cuatro*... no... *Entre* nuestras armas... Entre nuestro
armamento... hay elementos como el temor, la sorpresa...
Empezaré
de nuevo. (Monthy Phyton, La Inquisición Española)
¿Cómo
revertir la corriente?
Socavar
la Inquisición;
Revelar
las mentiras tras el 11–S;
Romper
el consenso;
Revelar
los crímenes cometidos por los ocupantes de los altos
despachos;
Derribar
a los inquisidores:
"Millones
de seres han sido engañados acerca de las causas y
consecuencias del 11–S.
Por
todo lo ancho y largo, la imagen de un "enemigo
exterior" se ha ido instilando en la conciencia de los
estadounidenses. Al Qaida amenaza a EEUU y al mundo. La
revocación de la democracia bajo la legislación del Acta
Patriótica es presentada como un medio que proporciona
"seguridad interior" y mantiene las libertades
civiles.
Cuando
el pueblo de EEUU y de todo el planeta averigüe que Al
Qaida no es un enemigo exterior sino una creación de la política
exterior estadounidense y de la CIA, la legitimidad de la
agenda bélica bipartidista se derrumbará como una baraja
de cartas..." ( Michel Chossudovsky, "America's War on
Terrorism" , Global Research 2005).
(*)
Michel Chossudovsky es un economista canadiense, profesor de
la Universidad de Ottawa, Canadá.
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