Las
malas noticias económicas nutren el
discurso de Obama
contra McCain
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 31/10/08
Nueva
York, 30 de octubre.– Si la historia es una guía, vale
recordar que el partido en el poder en la Casa Blanca no ha
ganado una elección presidencial en medio de una recesión
desde 1900.
En
una elección cuyo tema principal es la crisis financiera,
la cascada de noticias económicas pésimas –hoy se anunció
que el PIB cayó en el tercer trimestre 0.3 por ciento a
ritmo anual, y también un desplome en el gasto de
consumidores– no ayudan al candidato presidencial
republicano o a su partido al aproximarse el día de las
elecciones.
De
inmediato, el candidato presidencial demócrata, Barack
Obama, usó los nuevos datos negativos para nutrir su
argumento de que una presidencia de McCain representa la
continuación de las "políticas fracasadas" del
republicano George W. Bush. Al señalar la contracción de
la economía reportada hoy, Obama declaró en un mitin que
"éstas son el resultado directo de una teoría económica
fracasada aplicada desde hace ocho años", y afirmó
que si alguien desea saber lo qué sería el futuro del país
bajo una presidencia de McCain, sólo necesita ver hacia atrás.
"Es hora de cambiar de conductor",dijo.
McCain,
en tanto, intentó proyectarse nuevamente como el defensor
populista al citar el otro anuncio económico de hoy,
ganancias récord de 14.8 mil millones de dólares en el último
trimestre de Exxon Mobil, como muestra del tipo de empresa
que Obama ha apoyado al votar por políticas fiscales que
beneficiaron a las grandes petroleras.
Ambos
candidatos realizan sus últimas giras por los estados más
disputados en la recta final de la elección. Obama viajó a
Florida, Virginia y Missouri (una vez más, todos estados
antes considerados terreno republicano), mientras que McCain
defiende su posición en Ohio, estado que, como en 2004, es
considerado crítico para un triunfo del republicano.
Pero
junto con las noticias económicas que desfavorecen a los
republicanos y en particular a McCain, otros indicadores
siguen nutriendo el pesimismo del partido que no hace tanto
presumía de su hegemonía política nacional.
Se
mantiene la ventaja demócrata
Las
encuestas nacionales continúan registrando ventajas de
entre siete a 12 puntos en favor de Obama, y también sigue
como favorito en cinco o seis estados ganados por los
republicanos hace cuatro años, y en otros cuatro hay márgenes
muy cerrados.
Unos
36 estados han adoptado la llamada "votación
temprana" con gran éxito. Se calcula que 17 por ciento
del electorado ya ha emitido su voto, y hay enormes filas en
varios estados, lo que indica que la participación podría
alcanzar una cifra récord este año. Según encuestas de
ABC News/Washington Post, este voto temprano está
favoreciendo a Obama por 59 por ciento contra 40 por ciento
para McCain. En varios estados los funcionarios estatales
han reportado que más demócratas que republicanos ya han
emitido su voto.
Por
otro lado, el programa pagado de Obama, de 30 minutos en
cuatro cadenas nacionales de televisión (CBS, NBC, Fox y
Univisión) más otras de cable transmitido anoche, fue
visto por más de 33.5 millones de personas, una audiencia
mayor de la normal para los programas de ese horario
estelar, y superior a la que sintonizó la conclusión de la
Serie Mundial de Beisbol esa misma noche (con poco menos de
20 millones).
Un
nuevo sondeo de CBS News/New York Times difundido esta noche
encontró que Obama mantiene su ventaja (11 puntos en este
sondeo) sobre McCain, y que goza de una amplia ventaja en
torno al tema económico, así como sobre las cuestiones de
salud y la guerra en Irak.
El
sondeo registró que 85 por ciento cree que el país avanza
por una vía equivocada, y 89 por ciento percibe de manera
negativa la situación económica.
En
tanto, el índice de aprobación del presidente Bush se
mantiene en 22 por ciento, empatado por el peor nivel jamás
registrado en una encuesta, con el presidente Harry Truman
en 1952.
Todo
esto confirma un panorama cada vez más desastroso para el
partido del presidente, y es la razón por la cual McCain y
casi ningún legislador republicano que busca su relección
jamás mencionan el nombre de Bush en esta elección. De
hecho, el intenso esfuerzo de McCain por distanciarse del
ocupante de la Casa Blanca y presentarse como "un
cambio" parece haber fracasado, según la encuesta de
CBS News: sólo 39 por ciento opina que el republicano
llevaría a cabo un cambio real, 64 por ciento cree eso de
Obama, y una mayoría considera que McCain continuaría con
las políticas de Bush.
Con
cada vez menos tiempo, McCain aún no ha encontrado un
mensaje que logre descarrilar el tren de Obama. Hoy volvió
a recurrir a Joe, el plomero, un tipo que se hizo famoso
cuando cuestionó a Obama sobre su programa fiscal y que se
ha vuelto la mascota de la campaña republicana. Pero ni eso
funcionó bien. En un acto de campaña de McCain hoy en
Ohio, el candidato repitió su mensaje de que era el
defensor de la "gente ordinaria" y declaró que
"Joe está con nosotros hoy", pero no apareció.
"Joe, ¿dónde estás? ¿Dónde está Joe? ¿Está Joe
con nosotros aquí?", preguntó un McCain algo
exasperado. No llegó hasta la siguiente cita en otro
pueblo. También sigue buscando vínculos de Obama con
"radicales" y "terroristas". Ayer demandó
que se revelara más sobre la asociación del demócrata con
Rashid Khalidi, el ahora director del Instituto sobre Medio
Oriente de la Universidad de Columbia, y antes un respetado
académico palestino–estadounidense de la Universidad de
Chicago, donde era amigo de Obama. McCain indicó que
Khalidi había hecho declaraciones contra Israel. Pero todas
estas tácticas no registran un impacto, aunque podrían
tener la intención de nutrir dudas sobre su contrincante
entre ciertos sectores.
Mientras
McCain está con Joe y los fantasmas "radicales"
en estos días, Obama está acompañado por las estrellas de
su partido. Ayer, el ex presidente Bill Clinton se presentó
en un mitin con él, y este viernes el ex candidato
presidencial (y ex vicepresidente y ahora Premio Nobel) Al
Gore regresará al estado donde muchos creen que Bush le robó
la elección, Florida, para acompañar a Obama.
Por
otro lado, el director de inteligencia nacional, Mike
McConnell, advirtió hoy que el próximo presidente de
Estados Unidos enfrentará una era sin precedente de
inestabilidad mundial como resultado de conflictos y
competencia de recursos como agua, petróleo y alimento, un
creciente riesgo de atentados terroristas en un futuro próximo,
un poder estadounidense reducido en el mundo entre otros
desafíos que "empañarán un poco" el entusiasmo
del nuevo presidente, reportó el Washington Post.
Aparentemente,
fue una reprobación no intencional de las políticas de su
jefe, quien ha insistido en que después del 11–S, a través
de dos guerras, operaciones clandestinas aquí y en el
exterior y otras medidas había logrado crear un Estados
Unidos más seguro. Al parecer, el legado de Bush es una
amenaza "terrorista" inminente y una crisis económica
aterradora.
Hasta
la fecha nadie ha podido confirmar el conteo real de votos
de las dos
presidenciales pasadas
Aún
no son los comicios y ya hay quejas del padrón
y
acusaciones de fraude
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 31/10/08
Nueva
York, 30 de octubre. ¡Fraude! Y ni han transcurrido las
elecciones. Aun antes del día oficial de los comicios
generales ya hay quejas por defectos en el proceso electoral
y acusaciones de fraude y manipulación en este país que
insiste en presentarse como "el modelo" de las
democracias modernas.
Investigaciones
federales sobre manipulación del proceso de
empadronamiento, demandas legales por el padrón, y
advertencias de intentos para suprimir el voto en varias
regiones, entre otras quejas, se registran ya en varios
estados que serán claves en la elección. No sorprende que
la mayoría –58 por ciento según una encuesta de CNN–
duda si los votos serán emitidos y contados de manera
confiable.
Depositar
una boleta en una urna es supuestamente el acto de ciudadanía
más sagrado y que define la existencia de una democracia.
Hoy en Estados Unidos pocos confían en que el sistema
electoral registra de manera precisa la voluntad del pueblo.
No hay garantía de que cada ciudadano tenga acceso pleno a
las urnas ni que al salir de una casilla su voto quede
correctamente registrado, y esos defectos no incluyen las
manipulaciones del voto, incluido el fraude.
Las
dos elecciones presidenciales pasadas fueron manchadas de
fraude, manipulación del voto y hasta la fecha nadie puede
confirmar el conteo real. Por ello, prevalece la preocupación
de que el sistema electoral no funciona, y que el proceso es
defectuoso y vulnerable. Es un sistema que nunca ha sido
reparado a pesar de que todos saben que está descompuesto.
La
ausencia de reglamentos federales y sobre todo de una
autoridad electoral, como un tribunal especializado, para
supervisar las elecciones a nivel nacional, no mejora las
cosas. Peor aún, en los hechos, la elección nacional para
presidente se realiza como si fueran 51 procesos electorales
simultáneos (en cada uno de los estados más la capital),
cada uno con sus propias reglas y autoridades, las cuales
son partidistas y no neutrales.
La
experiencia del conteo de la elección de 2000 provocó la
promulgación de una ley en 2002 para resolver estos
problemas, otorgando casi 4 mil millones de dólares en
fondos federales para que los gobiernos estatales
adquirieran máquinas de votación electrónicas. Pero en
2004 se detectaron serios problemas con miles de las nuevas
máquinas, algunas de las cuales aparentemente cambiaron el
voto emitido o lo anularon, y se comprobó, por expertos
cibernéticos, que eran vulnerables a manipulación electrónica
y se podía registrar o cambiar miles de votos. Muchas de
estas máquinas no ofrecían un registro del voto en papel.
Ahora,
expertos han propuesto regresar a las viejas prácticas de
votar en boletas de papel, y no en pantallas electrónicas.
Decenas de miles de máquinas electorales recién compradas
ya han sido tiradas a la basura en Florida y otros estados,
y la mayoría de los ciudadanos este año votarán de nuevo
en boletas de papel.
Estos
problemas podrían ser aún mayores, ya que se espera un
nivel de participación electoral sin precedente en tiempos
modernos, algo que podría poner enorme presión a un
sistema ya de por sí vulnerable y defectuoso.
Las
denuncias de manipulación del padrón y fraude ya se han
registrado en varios estados, desde Michigan a Nevada,
Wisconsin y Montana, entre otros. Hay casos de verdaderas
muestras de ineptitud, como el famoso en Mississippi, donde
en marzo una funcionaria electoral purgó más de 10 mil
votantes del padrón, por error.
Más
preocupantes son las iniciativas estatales promovidas
generalmente por republicanos para imponer mayores
requisitos para votar, donde un elector tiene que comprobar
exactamente su identidad tal como está en el padrón, en lo
que se critica como un intento de suprimir el voto.
Recientemente,
el New York Times reportó que en los intentos de gobiernos
estatales por modernizar sus bancos de datos del padrón,
podrían haberse "purgado" decenas de miles de
nombres en seis estados considerados claves en esta elección
(Colorado, Indiana, Ohio, Michigan, Nevada y Carolina del
Norte), en lo que sería una violación de la ley federal.
De hecho, podrían ser cientos de miles, tal vez millones,
los afectados por este caso, por ejemplo, en Wisconsin, 22
por ciento de los empadronados tenía errores en la manera
en que estaban registrados, reportó la revista Time.
Muchos
consideran que la reciente acusación del candidato
republicano John McCain de que la agrupación comunitaria
nacional ACORN "tal vez está al borde de realizar uno
de los fraudes más grandes en la historia electoral en este
país, tal vez destruyendo el tejido de la democracia",
como un intento de promover tanto el temor y la
desconfianza, como para empezar a descalificar resultados
que podrían serle adversos.
ACORN,
vieja agrupación dedicada a la organización comunitaria en
zonas marginadas y de bajos ingresos que generalmente son
terreno demócrata, realizó una campaña de empadronamiento
y reconoció que 30 por ciento de los 1.3 millones de nuevos
empadronados que obtuvo, tenían fallas en su registro. El
Partido Republicano ha convertido esto en un complot de los
demócratas para promover el fraude electoral y
"robarse" la elección, al vincular a la
organización con el propio candidato demócrata Barack
Obama.
El
hecho es que siempre hay un alto número de fallas en estos
actos masivos, y expertos electorales dicen que el proceso
de empadronamiento tiene un efecto casi nulo en las
casillas. El objetivo de los republicanos, dicen críticos,
es promover confusión, dudas y las bases legales para
cuestionar los resultados después de las elecciones, o sea
retar un triunfo de Obama.
Los
fraudes recientes no se han realizado por votantes en las
casillas. Para expertos como el profesor Mark Crispin
Miller, de la Universidad de Nueva York, el fraude el día
de las elecciones no se lleva a cabo de la forma primitiva
al intentar rellenar urnas y lograr que alguien vote varias
veces, sino el fraude se comete electrónicamente.
En
Ohio, en 2004, esto se logró de manera cibernética,
documenta en su libro Loser Take All: Election Fraud and the
Subversion of Democracy, por medio de programas que cambian
los resultados en las computadoras donde se registran los
conteos de cada casilla.
También
hay los trucos de siempre para suprimir o manipular la
votación. Volantes distribuidos en zonas demócratas
informando a los ciudadanos que el voto es el miércoles y
no el martes 4 de noviembre, llamadas telefónicas generando
confusión o hasta intimidación (que la ubicación de las
casillas ha cambiado, que podría ser detenido al votar si
tiene alguna violación legal en su historial, etcétera), y
la difusión de rumores sobre nuevos requisitos para votar,
entre otros.
Vale
recordar que los demócratas no son santos, y tienen una
larga historia de emplear algunas de estas tácticas para
manipular el voto. Todo indica que uno de los grandes héroes
del Partido Demócrata, John F. Kennedy, llegó a la Casa
Blanca en parte gracias a un fraude electoral en un par de
lugares.
O
sea, el ejercicio electoral aquí enfrenta operaciones para
suprimir el voto, intentos para evitar o reducir la
participación (las purgas o cuestionamientos en el padrón),
descalificación de miles de votantes legítimos, máquinas
que no registran el voto y el fraude electrónico en el
conteo. La democracia parece ser una consideración
secundaria.
Obama
muestra su poderío financiero en
la recta final de la campaña
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 30/10/08
Nueva
York, 29 de octubre.– A seis días de la elección, una
avalancha de propaganda de los dos candidatos transmitida
por televisión, radio, correo electrónico, mensajes de
texto, videos por Internet y medios impresos inunda al país
con el objetivo de influir en los pocos votantes indecisos
que quedan o conquistar a los que están inclinados en favor
de uno u otro.
Pero
el demócrata Barack Obama demostró esta noche su enorme
ventaja en la llamada "guerra aérea", la operación
de propaganda a través de los medios, sobre su contrincante
republicano John McCain. En horario estelar (20 horas en el
este), la campaña de Obama compró media hora en tres de
las principales cadenas nacionales de televisión a un costo
calculado en unos 3 millones de dólares, más el mismo
tiempo en la cadena hispanoparlante Univisión (donde se
usaron subtítulos en español) y en la cadena de cable
afroestadounidense BET para transmitir un resumen
audiovisual de su campaña.
El
programa presentó a Obama hablando directamente al público
sobre sus propuestas de salud, educación, la crisis
financiera, seguridad nacional, empleo, medio ambiente y política
energética, pero con segmentos que ofrecían un breve
perfil de una familia trabajadora, alguien con un hijo en
Irak, otros que enfrentan una crisis de salud, alguien que
está perdiendo su empleo y más. Se intercalaban breves
comentarios de gobernadores, legisladores, empresarios (como
el ejecutivo en jefe de Google), un general retirado, entre
otros, además de escenas de los debates y de sus mítines
masivos, así como sus conversaciones con grupos pequeños
de "gente común".
Hubo
referencias a su historia personal, a su familia y momentos
que recuerdan sus orígenes y experiencias al crecer. Habló
del sueño americano y los migrantes y trabajadores que a lo
largo de la historia del país se han sacrificado para que
sus hijos lo alcancen, y de la necesidad de recuperar esa
noción de que "soy el cuidador de mi hermano o de mi
hermana".
Mensaje
desde Florida
El
inusual programa de media hora concluyó con una transmisión
en vivo del final de un discurso esta noche en Florida ante
una arena repleta de miles de simpatizantes, donde declaró
que "el momento del cambio ha llegado" y que ahora
toca a los presentes hacer todo lo posible para votar en
seis días y "cambiar este país y este mundo".
La
transmisión nacional ahogó los esfuerzos de McCain, quien
no tiene los fondos para competir de esta manera, y mostró
la ventaja en recursos financieros de Obama en la recta
final.
Pero
también ilustró la estrategia en este momento crítico: el
programa no hizo referencia ni mencionó a McCain y su
objetivo era ofrecer un conmovedor resumen del mensaje de
unidad, esperanza y cambio que Obama ha repetido durante sus
20 meses de campaña.
Por
su lado, los espots de McCain han sido casi todos enfocados
hacia Obama y el riesgo que representa un líder sin
experiencia en tiempos tan peligrosos, con imágenes de
escenas de batalla, extremistas islámicos, advertencias
contra la "redistribución de la riqueza" que
desea el demócrata, entre otras. En algunos hay escenas con
los rostros de Mahmoud Ahmadinejad y Hugo Chávez, y de
"terroristas"; otras son de pequeños empresarios
que comentan que no confían en Obama y temen que no podrán
ampliar sus negocios por las propuestas fiscales del demócrata.
Pero
McCain, con mucho menos recursos, ha tenido que seleccionar
en qué "mercados" de medios electrónicos
enfocarse, dedicándose a estados claves para su campaña
como Virginia, Ohio, Florida y Pennsylvania. Y es que los
casi 21 millones de dólares en publicidad que gastó la
campaña de Obama sólo la semana pasada, fue casi el doble
de lo que pudo invertir McCain y el Partido Republicano en
ese mismo periodo, reportó el New York Times.
A
la vez, la campaña de Obama, desde un inicio, se ha
distinguido por su enorme capacidad de emplear los llamados
"nuevos medios" y otras tecnologías de comunicación
para promover el voto en su favor. Millones que se han
colocado en una lista de la campaña reciben información a
través de mensajes de texto en sus celulares, incluidas
invitaciones a eventos, números de teléfono de votantes en
su región a quien podrían hablarles para convencerlos de
emitir un voto por Obama y hasta mensajes directos del
candidato (fue ese canal el que utilizó para anunciar la
selección de Joe Biden como su segundo de fórmula).
Pero
también el Internet, no sólo a través de su sitio, sino
de videos en YouTube y otras redes sociales en el
ciberespacio. Y ahora hasta aparecen anuncios publicitarios
de la campaña en algunos de los juegos de video.
En
tanto, en la guerra terrestre, ambas campañas continuaron
hoy con la misma dinámica: Obama al ataque en territorio
anteriormente republicano y McCain obligado a defender ese
terreno, con cada vez menos opciones.
El
hecho es que Obama está en una situación en la que, si las
tendencias se mantienen igual hasta el próximo martes 4 de
noviembre, día de la elección, puede perder dos o tres de
los llamados estados claves –unos siete u ocho que se
pronostica determinarán el resultado nacional– y todavía
ganar, mientras que McCain no puede perder ninguno.
Obama,
esta noche en Florida, realizó actos junto con el ex
presidente Bill Clinton en uno de los primeros eventos donde
ambos líderes del partido comparten el escenario. Poco
antes estuvo en lo que se consideraba terreno seguro de
McCain, Carolina del Norte, y continuará de aquí en
adelante casi siempre en estados antes considerados
bastiones republicanos.
McCain,
también en Florida, cuestionó una vez más la capacidad de
Obama para enfrentar los desafíos de seguridad nacional.
"La pregunta es si este es un hombre que tiene lo
necesario para proteger a América de Osama Bin Laden, Al
Qaeda y otras grandes amenazas en el mundo. No ha ofrecido
razones para poder responder en afirmativo". Su segunda
de fórmula, Sarah Palin, sigue advirtiendo que las
propuestas del demócrata amenazan hasta el principio de la
propiedad privada, al mantener la táctica de los últimos días
de intentar calificar a Obama de "socialista".
Y
Obama empleó el humor para responder a esto, al comentar
que la campaña de McCain tal vez "me está acusando de
ser un comunista secreto porque compartí mis juguetes en el
kínder", indicó la agencia Ap.
De
hecho, y aunque algunos analistas tanto republicanos como
demócratas señalan que hay indicios de que se está
cerrando el margen entre ambos candidatos en algunas
encuestas, Obama parece estar dispuesto a divertirse; esta
noche ofrece una entrevista al noticiero satírico The Daily
Show con Jon Stewart, aunque ese programa cómico tiene una
enorme influencia como fuente de información política
confiable para los jóvenes en Estados Unidos.
|