La ilusión de Obama
Por Txente Rekondo (*)
La Haine, 06/11/08
El nuevo presidente de EEUU protegerá los privilegios de
las élites y de las poderosas corporaciones, todas ellas
dominadas mayoritariamente por blancos.
El triunfo de Barack Hussein Obama ha sido presentado
como la victoria del cambio y la ilusión, pero para ilusión
la que ha venido albergando el propio Obama desde hace años.
Toda su carrera política ha estado marcada por la búsqueda
de su propio acomodamiento en las instituciones y el sistema
actual, más que a buscar cualquier transformación del
mismo.
El triunfo de Obama ha estado basado en varios pilares.
Una campaña casi "perfecta" (uso de Internet,
movilización de voluntarios, marketing), las grandes dotes
comunicativas (como orador y escritor) del candidato, las
grandes sumas de donaciones y dinero que ha recibido (claves
en las primarias) y una coyuntura política y económica
favorable (la crisis financiera de septiembre, cuando las
encuestas auguraban un vuelco favorable a McCain, y ser el
candidato anti–Bush).
El hecho de que se convierta en el primer presidente
negro de EEUU es un factor importante, pero los que tenían
esperanzas en un cambio profundo pueden esperar sentados.
Los discursos de Obama no varían en el fondo de lo que han
defendido sus antecesores en el cargo, y su oposición a
Bush era táctica (críticas a los errores y el coste) más
que objeciones morales o éticas.
Como han señalado algunas voces críticas en EEUU,
"Obama ha sido el candidato de las clases
dominantes". Los que manejan la política y la economía
en el país impedirían que cualquiera que ponga en duda la
"jerarquía dominante y sus doctrinas" llegara a
la Casa Blanca. Y no debemos olvidar que Obama ha recibido
ingentes donaciones económicas de esos sectores, así como
el apoyo de los medios de comunicación del establishment.
La anécdota de color, con un presidente negro en la Casa
Blanca, no significará una mejora sustancial para la minoría
negra, ni el racismo estructural que domina la sociedad
cambiará. El futuro presidente de EEUU, definido con ironía
como "republicrata" (por su capacidad por absorber
los discursos de los dos partidos mayoritarios y dominantes)
protegerá los privilegios de las élites y de las poderosas
corporaciones, todas ellas dominadas mayoritariamente por
blancos.
A partir de ahora el color del dinero en EEUU será el
verde del dólar, el de su presidente, negro, pero el de la
Casa Blanca, y los pilares que sustentan a ésta, seguirán
siendo blancos. La obamanía y las ilusiones que se han
creado se irán diluyendo en los próximos meses, dando paso
a la fotografía completa de este "histórico
acontecimiento".
(*) Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN).
Promesas, promesas
Obama y la dura realidad
Associated
Press (*), 05/11/08
Washington.–
Con
su lucida oratoria, Barack Obama planteó una visión de los
Estados Unidos que entusiasmó a sus oyentes. Ahora que fue
elegido presidente, esos objetivos tropezarán con la dura
realidad.
Obama heredará un déficit presupuestario que según
muchos analistas puede alcanzar al billón de dólares por
primera vez en la historia, comprometiendo sus posibilidades
de reducir impuestos e impulsar nuevos programas, como
propuso. Enfrenta una economía en picada que traumatiza a
la gente que intenta comprar una vivienda, pagar por los
estudios universitarios o planificar la jubilación. Deberá
encontrar la forma de sacar las fuerzas estadounidenses de
Irak y lidiar con un nuevo conflicto armado en Afganistán.
A continuación una mirada a las promesas de Obama y los
obstáculos que le esperan:
Economía,
impuestos y déficits
Promesa:
Mantener los recortes impositivos de las familias que ganan
menos de 250.000 dólares al año y dar alivio a la clase
media con recortes impositivos para familias de bajos
recursos; proteger a los contribuyentes de un Impuesto Mínimo
Alternativo; eximir del pago de impuestos a ancianos que
perciban en menos de 50.000 dólares anuales; ampliar los créditos
universitarios, incentivar el ahorro y ayudar a pagar por el
cuidado de los menores y las hipotecas.
Problema: Los
planes de gasto de Obama y los recortes impositivos a la
clase media tropezarán con el enorme déficit
presupuestario, que este año llegó a los 438.000 millones
de dólares y sigue creciendo. La crisis económica hace que
ingrese menos dinero en impuestos y salga mucho dinero para
paquetes de rescate y medidas destinadas a contener la
recesión.
Energía
Promesa: Reducir
la dependencia del petróleo. Obama invertirá 150.000
millones de dólares anuales en los próximos diez años
para promover el desarrollo de fuentes de energía
alternativa y la construcción de edificios y vehículos que
consuman menos energía.
Problema:
Aquí también la crisis económica hace que no haya
demasiado dinero para gastar en proyectos como la búsqueda
de energía alternativa. El plan de invertir 150.000
millones de dólares está atado a un proyecto por el cual
el Congreso debería confrontar el recalentamiento global
poniéndole un precio a la emisión de gases de invernadero,
iniciativa que encuentra muchos obstáculos.
Salud
Promesa: Aumentar
la cantidad de gente con seguro médico mediante subsidios
gubernamentales para la cobertura de familias de ingresos
medianos y bajos. Ayudaría a costear esa iniciativa
aumentando los impuestos de las familias que ganan más de
250.000 dólares anuales. Además le pediría a los
empleadores que no ofrecen planes de cobertura médica que
ayuden a costear un plan nacional de salud. Los negocios
pequeños estarían exentos. Su plan permitiría que la
gente elija un seguro público o seleccione uno de varios
seguros privados.
Problema:
Si bien el plan ayudaría a millones de personas a tener
seguro médico, no representa una cobertura universal, según
analistas. Millones de personas quedarían sin cobertura. Y
los pagos que deberían hacer las empresas que no ofrecen
planes de salud aumentaría sus costos.
Política
exterior
Promesa:
Obama dice que mantendrá contactos con amigos y adversarios
para mejorar la imagen de Estados Unidos en el exterior y
recuperar peso y liderazgo. Afirma que presionará a Irán,
combatirá los extremistas en la frontera entre Afganistán
y Pakistán, y dará nuevos bríos al proceso de paz en el
Medio Oriente. Promete aplicar una diplomacia "firme y
directa para impedir que Irán obtenga armas nucleares y
para contener la agresión rusa".
Problema: El
gobierno de Bush ya cambió varias de las políticas que
empañaron la imagen de Estados Unidos, uniéndose a otros
países en la lucha contra las ambiciones nucleares de Irán
y Corea del Norte, sin lograr demasiados resultados. Obama
ha dicho que continuará esa política, que no da garantías
de éxito.
Defensa
Promesa:
Retirar todos los soldados de Irak en 16 meses, despachar más
fuerzas a Afganistán y atender mejor a soldados y veteranos
heridos en combate.
Problema: Si
se retiran los soldados de Irak para el 2010, se podría
correr el peligro de dejar la seguridad del país en manos
de fuerzas de seguridad locales que no están listas para
emprender esa misión.
Si no se retiran soldados de Irak, no hay forma de
reforzar los contingentes en Afganistán. Obama deberá
encontrar el equilibrio justo para lidiar con esos dos
frentes. Todo el mundo admite que es imperioso enviar más
fuerzas a Afganistán, donde los insurgentes están cada día
más fuertes. El asunto es como hacerlo sin debilitar la
lucha contra el terrorismo en Irak y respetando los períodos
de descanso a que tienen derecho los soldados.
Educación
Promesa:
Promover los servicios de pre–kinder; aumentar los sueldos
de los maestros, según los resultados de los exámenes de
los estudiantes; mejorar la forma en que se miden los
progresos de los alumnos; préstamos de hasta 4.000 dólares
para estudiantes universitarios que realizan 100 horas de
servicios comunitarios al año.
Problema:
Con los problemas presupuestarios, será difícil asignarle
demasiado dinero a la ducación de los menores y a aliviar
los costos de la universidad.
(*)
Los reporteros de AP Tom Raum, Kevin Freking, Robert Burns,
H. Josef Hebert, Matthew Lee y Libby Quaid colaboraron con
este despacho.
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