Los
asesores de Obama son una estafa a los electores
Obama,
Rambo y el fin del
“Nuevo Siglo (norte)Americano”
Por Paul Craig Roberts (*)
WorldNews,
11/11/08
Tlaxcala,
28/11/08
Traducido
por “Horizons et débats”
Si
el cambio prometido por el presidente electo Obama incluye
un fin de las guerras de agresión norteamericanas y un fin
del saqueo a los contribuyentes por los altos intereses
financieros, ¿cómo se explican los asesores que eligió
Obama en política exterior y económica? En realidad, la
elección de Rahm Israel Emanuel como jefe de gabinete de la
Casa Blanca, es una señal que el cambio ha terminado con la
elección de Obama. Lo único diferente en la nueva
administración serán los rostros.
Un
jefe de gabinete con antecedentes terroristas
Rahm
Israel Emanuel apoyó la invasión de Bush en Iraq. Emanuel
logró una cierta relevancia dentro del Partido Democrático
por sus conexiones con el American Israeli Public Affairs
Commitee (AIPAC) con cuya colaboración colectó fondos para
el partido. Es un gran patrocinador de AIPAC y proviene de
una familia terrorista. Su padre fue miembro de Irgun, una
organización sionista terrorista, que expulsó con
violencia a los ingleses y a los palestinos de Palestina
para crear el estado de Israel. Durante la guerra del Golfo
en 1991, Rahm Israel Emanuel servía como voluntario en la
armada israelí. Fue miembro del consejo de administración
de Freddie Mac y recibió un sueldo de 231 655 dólares
norteamericanos en 2001. Según el diccionario en internet
Wikipedia «en el período que Emanuel estaba en el consejo,
Freddie Mac fue plagada por escándalos relacionados con
donaciones para campañas electorales e irregularidades en
las balanzas». En «Salud al Jefe de gabinete» Alexander
Cockburn describe a Emanuel como «Súper-Águila-Likud»:
como presidente del comité para la campaña electoral del
partido democrático en las elecciones congresales en 2006,
Emanuel «hizo grandes esfuerzos para apartar a los
candidatos del partido demócrata que eran contrarios a la
guerra». Mis abatidos amigos del movimiento pacifista
israelí se preguntan: «¿Qué hace ese hombre en la
administración de Obama?»
Obamanía
– intento de salvar la imagen de un imperio en decadencia
La
elección de Obama fue necesaria como la única posibilidad
de hacer responsables a los republicanos por sus crímenes
contra la constitución y los derechos humanos, por su
violación de las leyes de EE.UU. y del derecho
internacional, por sus mentiras y engaños y sus fraudes
financieros. Como figura en un artículo de «Prawda», «sólo
Satanás podría haber sido peor que el régimen de Bush».Por
eso podría decirse que la nueva administración de EE.UU.
no puede ser peor que la que distanció a los corazones y a
las mentes de los norteamericanos de sus hermanos de la
comunidad internacional, que horrorizó al resto del mundo
por medio de shocks y tácticas para atemorizar, incluyendo
«campos de concentración, tortura, genocidio y un
desprecio total del derecho internacional».
Pero
los asesores de Obama pertenecen a la misma pandilla de gángsters
de Washington y banqueros de Wall Street cercanos a Bush.
Asesores
de Obama – criminales de guerra «democráticos»
Richard
Holbrooke fue vice ministro del exterior y embajador durante
la administración de Clinton. Instauró la ampliación de
la OTAN y llevó la alianza militar hasta la frontera rusa
– contrariamente a lo que Reagan había prometido a
Gorbachov. A Holbrooke se lo asocia también con el
bombardeo ilegal de Serbia durante el gobierno de Clinton,
un crimen de guerra que le costó la vida a civiles y a
diplomáticos chinos. Aún cuando Holbrooke no sea un
neoconservador, es un íntimo aliado de ellos.
Según
Wikipedia, Madeleine Albright nació en Praga y su nombre
era Marie Jana Korbelova. Sus padres eran judíos
convertidos al catolicismo para escapar de la persecusión.
Ella fue la ministra del exterior en la era Clinton quien en
el programa televisivo «60 minutos» declaró frente a
Leslie Stahl, que la política norteamericana de sanciones
contra el Iraq, que tuvo como consecuencia la muerte de
cientos de miles de niños iraquíes, perseguía objetivos
que eran lo suficientemente importantes para justificar la
muerte de esos cientos de miles de niños. Las palabras
vergonzosas de Albright fueron: «Creemos que eso vale ese
precio». Wikipedia informa, que esa amoral pertenecía a la
junta directiva de la Bolsa de Valores de Nueva York en el
momento del escándalo de Dick Grassos y los 187,5 millones
de dólares de indemnización por daños y perjuicios.
Dennis
Ross está en conexión desde hace tiempo con las «negociaciones
de paz» entre Israel y Palestina. Sobre el equipo
norteamericano encabezado por Ross, escribió Aaron David
Miller – miembro del grupo en la era Clinton – que en
los años de negociaciones 1999 y 2000 este equipo prácticamente
actuaba como abogado de Israel: «Para todo teníamos que
tener primeramente la aprobación de Israel.» Eso «le quitó
a nuestra política la independencia y flexibilidad
necesarias para verdaderas negociaciones de paz. Si no podíamos
hacer propuestas sin que estuvieran anteriormente aceptadas
por Israel, y tampoco podíamos refutarles cuando decían
‹no›, ¿qué efectividad podía tener nuestra mediación?»
Según Wikipedia, Ross es «presidente de un think tank con
asiento en Jerusalén, el Jewish people Policy Planning
Institute, fundado y financiado por la Jewish Agency».
Obviamente
este no es un grupo de asesores que va a querer poner fin a
las guerras de EE.UU. contra los enemigos de Israel, y que
tampoco va a aceptar las condiciones necesarias para una
verdadera pacificación en el cercano oriente.
«Superó
todos los récords de servilismo y adulación»
Ralph
Nader ya lo predijo. En su «carta abierta a Barack Obama»
(3 de noviembre de 2008) Nader le remarcó a Obama que «su
transformación de un defensor de los derechos palestinos
[…] en un instrumento de los más rígidos del lobby AIPAC»
ponen a «una mayoría de los judíos americanos» y un «64%
de los israelís» en su contra. Nader cita la descripción
que hizo el autor israelí pacifista Uri Avnery sobre la
presentación de Obama frente al AIPAC: «Superó todos los
récords de servilismo y adulación.» Nader acusa a Obama
por su «falta total de coraje político al someterse a las
demandas de las personas intransigentes quienes prohibieron
al ex presidente Jimmy Carter hablar en la Democratic
National Convention». Carter – quien logró el único
acuerdo verdadero de paz entre Israel y los árabes – fue
endemoniado por el lobby poderoso de AIPAC por haber
criticado la política de apartheid de Israel con respecto a
los palestinos – cuyo territorio Israel mantiene ocupado
por la fuerza.
Un
diablo deberá exorcizar al diablillo
El
equipo económico de Obama tampoco es mejor. El miembro
estelar es Robert Rubin, el banquero que fue ministro de
economía en la administración de Clinton. Rubin es
responsable de la derogación de la ley Glass-Steagall y con
ello de la crisis financiera actual. Nader señala en su
carta a Obama, que las donaciones de Wall Street para su
campaña electoral no tuvieron precedentes. «Nunca un
candidato a presidente del partido democrático había
superado en ese sentido a su rival republicano.»
Quien
es el que realmente decide sobre el equipo
El
discurso de Obama después de su triunfo fue sensacional.
Las imágenes en televisión de los rostros en el público
mostraban la esperanza y la credibilidad que ayudaron a
Obama a llegar a la presidencia. En Washington no hay nadie
que él podría nombrar que fuera capaz de realizar cambios.
En caso que Obama quisiera a alguien fuera del grupo ya
previsto, y se sospechara que éste intentaría algún
cambio, el senado no lo aceptaría. Grupos de intereses
poderosos – AIPAC, el aparato militar y de seguridad, Wall
Street – utilizan su influencia política para bloquear
nombramientos inaceptables. Como dijo Alexander Cockburn en
su columna bajo el título «Obama, el perfecto republicano»:
«La mano muerta del pasado nunca tuvo a un ‹candidato
reformista› agarrado de la garganta con tanta fuerza.»
La
guerra contra Irán – aún probable
En
su primera conferencia de prensa como presidente electo,
Obama confirmó el veredicto de Cockburn. No teniendo en
cuenta el US National Intelligence Estimate, que por
unanimidad llegó a la conclusión de que Irán puso fin a
su trabajo en armas nucleares hace cinco años, e ignorando
lo que constantemente aseguran las autoridades de la Agencia
internacional de Energía Atómica, que ningún material
nuclear para los reactores civiles en Irán fueron
utilizados para producir armas, Obama hizo un ataque junto
con la propaganda del lobby israelí y culpó a Irán «de
desarrollar armas nucleares» y prometió «prevenir que ésto
ocurra».1
Recesión
y endeudamiento
El
cambio que está viniendo para EE.UU.no tiene nada que ver
con Obama. El cambio viene de la crisis financiera producida
por la avaricia y la irresponsabilidad de Wall Street, por
el decaimiento del rol del dólar como reserva de divisa,
por la insolvencia de cantidades de deudores de hipotecas,
por el traslado de millones de lugares de trabajo hacia el
exterior, por la creciente recesión, por el hecho que
pilares de la industria estadounidense – Ford y General
Motors – mendigan del gobierno dinero de los
contribuyentes, para mantenerse en pie y para liberarse de
un déficit presupuestario y comercial que es demasiado alto
para poder cubrirlo por medios normales.
Tradicionalmente,
el gobierno toma medidas políticas fiscales y monetarias
para rescatar la economía de una recesión. Pero esta vez
no funciona con dinero fácil. Las tasas de intereses ya son
bajas y el crecimiento del dinero es alto, y sin embargo la
desocupación aumenta. El deficit presupuestario es ya
enorme – un récord mundial – y la tinta roja no
estimula la economía. Bajos intereses y altos déficits de
presupuesto, ¿pueden ayudar a una economía que se ha
trasladado al exterior y ha dejado consumentes desocupados
cargados de deudas? ¿Cuánto más puede pedir prestado el
gobierno? Los acreedores extranjeros de EE.UU. se hacen esa
pregunta.
El
mundo está harto de las deudas de EE.UU. …
Recientemente
un órgano oficial del partido gobernante chino hizo un
llamado a los países asiáticos y europeos para que «quiten
al dólar de sus relaciones comerciales y confíen sólo en
la propia moneda». «¿Por qué» – pregunta otra
publicación – «China debe ayudar a EE.UU., hacer deudas
sin fin, creyendo que el crédito nacional de EE.UU. puede
expanderse sin límite?»
…
y harto de arrogancia, terror e hipocresía
El
mundo está cansado de la hegemonía norteamericana y está
harto de la arrogancia estadounidense. La reputación de
EE.UU. está arruinada: el debacle financiero, la tinta roja
sin fin, Abu Ghraib, Guantánamo, secuestros, tortura,
guerras ilegales basadas en mentira y engaño, violación
del derecho internacional y de la soberanía de otros países,
crímenes de guerra, incumplimiento de las convenciones de
Ginebra, abolición de las garantías del estado de derecho
y de la división de poderes, un estado policial en el
interior, constantes intervenciones en las cuestiones
internas de otros países, hipocrecía sin límites. El
cambio que viene es el fin del imperio norteamericano. Al
dominador se le está acabando el dinero y la influencia.
Obama como «el primer presidente negro» va a despertar
esperanza y hacer posible que el teatro dure un poco más.
Pero el nuevo siglo norteamericano ya pasó.
(*)
Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro en el
gobierno de Ronald Reagan. Asimismo, fue redactor jefe
asociado del Wall Street Journal, en su sección de
editoriales, durante 16 años columnista de Business Week, y
columnista de Scripps Howard News Service and Creator’s
Syndicate en Los Angeles. Ha ocupado numerosas cátedras
universitarias, incluyendo la Cátedra William E. Simon
Chair en Economía Política, Centro de Estudios Estratégicos
e Internacionales, Universidad de Georgetown e Investigador
Invitado Sénior, Hoover Institution, Universidad Stanford.
Fue condecorado con la Legión de Honor por el Presidente de
Francia y con la Medalla de Plata del Tesoro de EEUU por
“sobresalientes contribuciones a la formulación de la política
económica de EEUU” Es co-autor de “The Tyranny of Good
Intentions.”
Nota:
1.-
http://news.antiwar.com/2008/11/07/obama-hits-out-at-iran-closemouthed-on-tactics
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