“Un
mensaje a los trabajadores de EE.UU.”
Obreros
ocupan fábrica en Chicago
Por
Lee Sustar
SW/Znet /Rebelión, 09/12/08
Traducido del inglés
por Germán Leyens
Los
trabajadores que ocupan la fábrica Republic Windows &
Doors, condenada al cierre, se comprometen a permanecer en
la planta en Chicago hasta que cobren los 1,5 millones de dólares
de paga de cesantía y vacaciones que les debe la gerencia.
En una táctica
raramente utilizada en EE.UU. desde las luchas sindicales de
los años treinta, los trabajadores, miembros de
Trabajadores Eléctricos, de Radio y Maquinaria de EE.UU.
(UE) Local 1110, se negaron a abandonar la planta el 5 de
diciembre, el último día previsto de operación.
“Decidimos
hacerlo porque es dinero que nos pertenece,” dijo María
Román, quien ha trabajado en la planta durante ocho años.
“Son nuestros derechos.”
La noticia
de la ocupación se difundió rápidamente entre activistas
de los derechos sindicales y de los inmigrantes – la
abrumadora mayoría de los trabajadores son latinos. Siete
estaciones locales de televisión fueron a realizar
entrevistas e informes en vivo, y llegó un flujo constante
de activistas para llevar donaciones de alimentos y dinero,
y planificar acciones de solidaridad.
La gerencia
afirma que no puede continuar la actividad de la fábrica
porque su principal acreedor, Bank of America (BoA), se
niega a otorgar más préstamos a la compañía. Después de
que los trabajadores realizaron piquetes ante la sede del
BoA el 3 de diciembre, funcionarios del banco aceptaron
reunirse con la gerencia de Republic y UE para discutir el
asunto el 5 de diciembre, reunión que fue organizada por el
representante Luis Gutiérrez (demócrata de Illinois), dijo
la dirigente de UE Leah Fried.
BoA ha
dicho que no puede discutir el asunto directamente con el
sindicato sin aprobación por escrito de la gerencia de
Republic. Pero los dirigentes de Republic no se presentaron
a la reunión, y los gerentes de la planta se preparaban
para cerrar para siempre las puertas – violando la Ley
federal WARN que requiere 60 días de preaviso de la
clausura de una fábrica.
Los
trabajadores decidieron que no podían dejar pasar algo
semejante sin cuestionamiento. “La compañía y el Bank of
America se están lanzando el balón, y nosotros estamos en
el medio,” dijo Vicente Rangel, enlace sindical y ex
vicepresidente del Local 1110.
Muchos
trabajadores habían sospechado que la compañía
planificaba cerrar la empresa – y tal vez reiniciar
actividades en otro sitio. Varios dijeron que los gerentes
habían sacado equipo de producción y de oficina en los últimos
días.
Además,
aunque los inventarios indicaban que había muchos
componentes en la planta, los trabajadores en la línea de
producción enfrentaban desabastecimiento. Y los libros de
pedidos, aunque ciertamente más bajos que en los años pico
del auge de la vivienda, no correspondían a las
afirmaciones de la administración sobre un colapso total.
“¿Dónde fueron todas esas ventanas?” preguntó un
trabajador.
Los
trabajadores están especialmente indignados porque Bank of
America, que recientemente recibió un rescate con dineros públicos,
no suministrará créditos a Republic. “¿Reciben 25.000
millones de dólares del gobierno, y no prestaran unos pocos
millones a esta compañía para que los trabajadores
conserven sus puestos?” dijo Ricardo Cáceres, quien ha
trabajado en la fábrica durante seis años.
Historial
de lucha
Los
miembros del Local 1110 tienen un historial de lucha. En
2004, revocaron el certificado de Central States Joint Board
– sindicato tristemente célebre por su corrupción y sus
contratos favorables para las compañías – e introdujeron
a UE, una organización mucho más democrática.
En mayo de
este año, el Local 1110 se movilizó para un contrato
mediante la organización de un piquete de “práctica”,
y 70 trabajadores utilizaron su descanso para almorzar para
enfrentar al jefe con una petición enumerando sus demandas.
Los trabajadores pudieron contrarrestar el esfuerzo de la
compañía por obtener más concesiones y obtuvieron sólidos
aumentos de paga. Ahora, la administración trata de
vengarse guardándose dinero que pertenece a los
trabajadores.
Funcionarios
de UE y los trabajadores reconocen que será difícil
impedir que la planta se cierre. Pero están determinados a
conseguir el dinero que se les debe – y creen que mediante
la lucha, pueden establecer un ejemplo para otros
trabajadores que enfrentan despidos y cierres de plantas a
medida que se profundiza la recesión.
Las
negociaciones han sido fijadas para el lunes 8 de diciembre.
Pase lo que pase, sin embargo, los trabajadores ya han
enviado un mensaje a los empleadores en el sentido de que si
violan sus derechos y la ley, pueden contar con una lucha.
“Es un
mensaje a los trabajadores de EE.UU.” dijo Vicente Rangel,
el representante sindical. “Si nos unimos, nos impondremos
hasta que se haga justicia, y conseguiremos lo que se nos
debe.”
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