Con un presupuesto en déficit...
¿Cómo podrá Obama cumplir sus
promesas?
Por
Laura Meckler y Neil King Jr.
Wall
Street Journal, 20/01/09
Washington.– Barack Obama ganó la
presidencia de Estados Unidos haciendo cientos de promesas
grandes y pequeñas, desde acabar con la guerra de Irak y el
calentamiento global, a incrementar los subsidios de gas
para los sectores menos favorecidos y expandir los Cuerpos
de Paz. Lo difícil es traducir esos compromisos en políticas
y reducir la lista, a la vez que mantiene contenta a su
amplia coalición de simpatizantes.
Sus primeras jugadas son ambiciosas. El
nuevo gobierno planea pasar a la acción rápidamente en su
propuesta para reformar el sistema de salud. Obama también
presionará para transformar el sistema de regulación
financiera. También ejercerá su influencia para forjar
leyes que requieran el uso de combustibles alternativos como
la energía solar y eólica para la generación de
electricidad, dijo uno de los asesores de Obama.
Desde ahora mismo, Obama tiene una
oportunidad que casi ninguno de sus predecesores tuvo.
Debido a la crisis económica, está abordando una amplia
gama de promesas casi inmediatamente, incluyendo grandes
inversiones en energía y otras prioridades.
Sin embargo, el espacio de maniobra que
se le entregaría a través del estímulo económico de
US$825.000 millones podría atarle las manos en el futuro.
El creciente déficit hará difícil o imposible cumplir
promesas de gasto que suman cientos de millones de dólares.
Y podría fomentar tensiones con los republicanos en el
Congreso y con votantes temerosos de un atracón de gasto
mediante un déficit.
Obama ha hablado francamente sobre este
reto en las últimas semanas, al igual que su nominado a
director de presupuesto, Peter Orszag. "El reto más
apremiante es sacar a economía de la peor crisis económica
desde la Gran depresión", dijo Orszag al Congreso el
martes. "A largo plazo, un reto clave es poner al
presupuesto en un curso más sostenible".
Dicho de otra manera, Obama deberá
gastar cantidades ingentes de dinero ahora para gastar mucho
menos luego. El presidente entrante ya ha empezado a hablar
del reto generacional de controlar el gasto de Medicare y
Seguro Social, con una cumbre próxima en la que espera
iniciar ese debate. Con el déficit de este año ahora
pronosticado en US$1,2 billones (millones de millón), sin
contar el paquete de estímulo económico, la nueva
administración también deberá vérselas con unos costos
disparados para siquiera cumplir con los pagos de sus deuda.
Como candidato, Obama estaba en situación
de hacer todo tipo de promesas a todo el mundo, y los
documentos sobre sus posiciones que aún pueden verse en el
sitio Web de su campaña detallan cientos de compromisos
adquiridos. El portal PolitiFact.org, un proyecto del diario
St. Petersburg Times, cuenta 510 promesas y está siguiendo
la pista a las acciones que se toman sobre cada una.
Muchas requieren nuevos gastos, un
total de cientos de miles de millones de dólares, según
cifras internas, lo cual será difícil o imposible dado el
déficit fiscal récord. Propuso mil millones de dólares
para investigación sobre el autismo, un costoso fondo
educativo y miles de millones más para educación para niños
con problemas de aprendizaje, por nombrar unos cuantos.
"Hay grupos de interés a los que
les preocupa cada uno de ellos", dice el futuro jefe de
personal de la Casa Blanca, Rahm Emanuel. "Como todo en
la vida, uno prioriza".
Otras promesas pueden ser cumplidas con
tan sólo una firma y se espera que Obama emita con
celeridad órdenes ejecutivas en varios asuntos. Esta
semana, comenzará el proceso de cerrar la prisión militar
de Guantánamo. También se espera que reestablezca el
financiamiento de programas de planificación familiar en el
extranjero, probablemente esta semana.
Sin embargo, otras promesas requieren
la participación del Congreso, y muchos esperan que las
medidas de salud y el establecer límites a las emisiones de
carbonos compitan en la agenda legislativa.
El presupuesto de Obama tomará acción
en ambos frentes, dijeron dos funcionarios del futuro
gobierno Obama. Emanuel rehusó decir si la nueva Casa
Blanca querrá que el Congreso lidie primero con los seguros
de salud o con el cambio climático, aunque otro funcionario
del equipo de transición dijo que se presume que la salud
estará a la cabeza de la agenda.
Obama parece estar listo para anotarse
algunas victorias tempranas, como parte de la ley de estímulo
económico que incluye fondos para infraestructura, tecnología
de la información aplicada al cuidado de salud y recortes
de impuestos destinados a la clase media. El Congreso también
está listo para entregarle legislación sobre igualdad
salarial y la ampliación del Programa de Seguro de Salud
para Niños.
"Se puede ver, por sus primeras
acciones...que estamos ciñéndonos a una lista y cumpliendo
nuestras mayores promesas", dijo Emanuel. "Algunos
compromisos ya están siendo transformados en acción
legislativa".
Gobierno prepara segunda fase de
rescate financiero
Por
Deborah Solomon, Jon Hilsenrath
y Damian Paletta
Wall
Street Journal, 18/01/09
Washington.– El gobierno
estadounidense, reconociendo que la crisis bancaria es mucho
más grande de lo que pensaba originalmente, está
estableciendo las bases para una segunda fase de su intento
de rescate, con planes para purgar los activos problemáticos
que están paralizando al sistema financiero.
Los funcionarios del Tesoro, la Reserva
Federal y Federal Deposit Insurance Corp., en coordinación
con el gobierno entrante, están discutiendo un plan para
crear un banco estatal que compraría las inversiones y préstamos
problemáticos que están detrás de las grandes pérdidas
que los bancos estadounidenses siguen reportando, aseguran
funcionarios del gobierno. También se está considerando
una gigantesca garantía por parte del gobierno de los
activos de los bancos en contra de mayores pérdidas.
Las negociaciones, las cuales se están
intensificando, muestran cómo el rápido deterioro de los
activos de los bancos está sobrepasando a los esfuerzos de
rescate del gobierno. Los bancos ahora no sólo pasan apuros
con las inversiones en bienes raíces que desataron la
crisis, sino también con los préstamos automotrices, deuda
de tarjeta de crédito y otra deuda al consumidor que ha
sido golpeada por la tambaleante economía.
Las propuestas más recientes del
gobierno están dirigidas a atraer capital privado de
regreso al sistema bancario, un objetivo que hasta el
momento ha sido elusivo. "Todas estas ideas están diseñadas
para facilitar un aumento de los préstamos en la economía",
dijo la presidenta de FDIC Sheila Bair. "Es esencial
lograr que regrese algo de capital privado a estos
bancos".
Los economistas de Goldman Sachs
calculan que las instituciones financieras y los
inversionistas de todo el mundo finalmente registrarán US$2
billones (millones de millones) en pérdidas, pero sólo han
reconocido la mitad de esas pérdidas hasta el momento. Esto
asusta a los inversionistas que de otra forma le darían a
los bancos el capital que necesitan y hace que los bancos
sean reacios a hacer nuevos préstamos. Los reguladores
dicen que les preocupa que la única fuente de capital que
le queda a los bancos sea el gobierno.
Otra de las principales opciones en
discusión sería el ampliar una técnica que el gobierno ya
ha usado en su rescate de Citigroup y Bank of America. En
ambos casos, el gobierno accedió a compartir las pérdidas
en un cierto grupo de activos. Los bancos accedieron a
recibir el primer golpe y los contribuyentes tienen que
asumir el resto de las pérdidas. En el caso de Citigroup,
la cantidad total de activos protegidos es más de US$300.000
millones.
Este plan de aseguramiento de pérdidas
estaría dispuesto a bancos tanto grandes como pequeños.
Bair dijo que ella y otros reguladores son partidarios de
proveer soluciones amplias en vez de las medidas ad hoc del
año pasado. Los funcionarios no están de acuerdo, sin
embargo, sobre si las garantías podrían ofrecerse
ampliamente, dada la complejidad y la variedad de
instrumentos que poseen muchas instituciones.
Bajo el plan de mal banco, las
instituciones financieras se desharían completamente de los
activos. Bajo el plan de seguro, estos se quedarían en sus
balances. Esto lo hace menos preferible, dicen algunos
economistas, debido a que la presencia de activos malos en
los balances podría preocupar a los inversionistas.
Los funcionarios estatales también
contemplan el expandir un programa existente de la Fed que
busca alentar los préstamos motivar a los inversionistas a
comprar valores respaldados préstamos al consumidor de alta
calidad recién emitidos. El gobierno podría expandir el
programa de otras formas: por ejemplo al acceder a
garantizar otro tipo de valores, tales como aquellos
respaldados por hipotecas comerciales o al comprar valores
de menor calidad o emitidos anteriormente.
Los economistas, divididos sobre
las
prioridades del plan de estímulo
Por
Phil Izzo
Wall
Street Journal, 16/01/09
En general, los economistas que
participaron en el sondeo mensual de The Wall Street Journal
de pronósticos económicos están de acuerdo con el tamaño
del paquete de estímulo del presidente electo Barack Obama,
pero siguen divididos sobre qué uso darle al dinero.
El Congreso de Estados Unidos divulgó
ayer detalles del paquete de US$825.000 millones, que
incluye recortes tributarios y un aumento del gasto del
gobierno. Al igual que el debate político sobre el plan,
los economistas discrepan sobre cuál sería la mejor manera
de estimular el crecimiento a largo plazo: un mayor impacto
por dólar contra la necesidad de un alivio más inmediato.
En promedio, los 55 economistas
encuestados este mes antes de que fueran revelados los
detalles del plan, dijeron que el dinero debería ser
dividido equitativamente entre recortes impositivos y gastos
gubernamentales. Eso contrasta con la opinión de los
estadounidenses encuestados en el último sondeo de The Wall
Street Journal/NBC, quienes en una relación de casi dos a
uno prefieren la inversión gubernamental para crear empleos
a los recortes tributarios.
La propuesta divulgada ayer busca que
aproximadamente un tercio del dinero vaya a exenciones de
impuestos, mientras que el resto sería dedicado a la
inversión gubernamental, desde proyectos de infraestructura
hasta el fomento de servicios médicos y la tecnología de
la información.
Los encuestados, en promedio, indicaron
que el plan de estímulo de dos años debería ser mayor al
5% del Producto Interno Bruto, lo que se traduce en
aproximadamente US$750.000 millones. Sin embargo, algunos
economistas creen que no hace falta ningún estímulo.
Mientras, otros dicen que el gobierno debería considerar
inyectar hasta un 15% del PIB, o más de US$2 billones
(millones de millones), en la economía.
"En un mundo ideal, a uno le
gustaría tener proyectos de infraestructura listos para
obtener el mayor impacto por dólar, pero eso requiere mucho
tiempo y no hay tantos proyectos listos para empezar",
señaló Paul Ashworth, de la consultora Capital Economics.
"Los recortes tributarios dan un beneficio inmediato.
Uno tiene que balancear entre lo más oportuno y lo más
efectivo".
Lou Crandall, de la firma de
investigación Wrightson ICAP, sugirió medidas para evitar
despidos y priorizar la ayuda a gobiernos estatales y
municipales.
El mercado laboral enfrenta una
considerable presión: los economistas proyectan en promedio
que la tasa de desempleo alcanzará un máximo de 8,9% hacia
fines de este año, frente al 7,2% registrado en diciembre.
Además, prevén que la economía pierda otros 1,2 millones
de puestos de trabajo en el curso de este año.
La necesidad de actuar se hace patente
en el continuo deterioro del panorama económico este año.
Los economistas volvieron a reducir sus previsiones del PIB
y proyectan, en promedio, una caída de 3,3% en el primer
trimestre de 2009, seguida por un descenso de 0,8% en el
segundo. Habría que esperar hasta el tercer trimestre para
ver un lento crecimiento.
El plan de Obama es un intento por
llenar la brecha en la producción provocada por la recesión.
El PIB disminuyó 0,5% en el tercer trimestre. Los
economistas encuestados proyectan una caída aún más
pronunciada en el cuarto trimestre cuando las cifras sean
divulgadas este mes.
A la pregunta de qué variable económica
están siguiendo más de cerca en busca de señales de que
la economía ha tocado fondo, 28% eligió los spreads de crédito,
que representan las diferencias entre los rendimientos de
diferentes instrumentos de deuda pública y privada. Los
spreads se vieron afectados cuando el crédito se paralizó
el año pasado. En las últimas semanas, se han visto
algunas señales de mejoría.
Algunos economistas tienen la esperanza
de que un paquete de estímulo económico, junto con medidas
de parte de la Reserva Federal y el Programa de Alivio de
Activos en Problemas del Departamento del Tesoro (TARP),
pueda ayudar a impulsar una recuperación.Sin embargo, 26%
de los economistas indicó que seguiría de cerca las cifras
del consumo. El informe del miércoles sobre las ventas
minoristas sugiere que el consumo caerá aún más. Mientras
tanto, el 18% eligió el mercado laboral como un indicador
de recuperación. Otro 16% eligió los precios de las
viviendas, los cuales todavía no han mostrado fuertes señales
de haber tocado fondo.
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