Plan
de Estímulo de Obama
600
mil despidos en un mes doblegaron la resistencia
Por
Tomás Lukin
Página 12, 07/02/09
Durante la
mañana de ayer se supo que el desempleo estadounidense había
llegado a 7,6 por ciento, cifra no registrada desde 1992. El
dato reforzó la presión sobre los senadores republicanos
que a la noche aceptaron tratar el proyecto
Se
necesitaron 600 mil despidos en sólo un mes para que el
Senado de Estados Unidos llegara a un principio de acuerdo
sobre el plan de estímulo que impulsa el presidente Barack
Obama. La versión del Senado rondaría los 800 mil millones
de dólares, ya que los demócratas accedieron a realizar
recortes por 100 mil millones. Pese a los avances, todavía
falta que por lo menos dos republicanos den su voto positivo
al proyecto. Pero aun cuando esto suceda, para que el
gobierno de Obama pueda poner en marcha su plan de salvataje
necesitará que los congresistas concilien las muy
diferentes versiones del proyecto que salieron de las dos Cámaras.
Por la mañana y tras conocerse que el desempleo había
llegado hasta el 7,6 por ciento, la mayor tasa desde 1992,
el primer mandatario había intensificado la presión sobre
los senadores para que tomaran una decisión: “La situación
no podría ser más grave. Es inexcusable e irresponsable
estancarse y demorarse mientras millones de estadounidenses
están perdiendo sus trabajos. Es hora de que el Congreso
entre en acción”.
Aunque
Obama insiste en que “la escala y el enfoque del plan están
bien”, durante toda la semana una comisión bipartidista
se dedicó a ver por dónde podían, y aceptaban, recortar
gastos. Para los republicanos, el billonario plan presentado
en el Senado estaba repleto de erogaciones sin sentido.
Hasta ahora, los recortes aceptados por los demócratas
alcanzarían los 100 mil millones de dólares en sectores
como programas educativos, ayudas directas para los estados
e inversiones en energías renovables. Para la aprobación,
los demócratas necesitan 60 votos y tienen 58 bancas. Pero
aún consiguiendo dos o más republicanos que estén a
favor, varios analistas consideraron que el debate para
conciliar las dos versiones tampoco será sencillo, ya que
varios senadores demócratas no están muy dispuestos a
aceptar recortes en los proyectos.
“No me
vengan con los mismos argumentos e ideas gastadas que
ayudaron a crear esta crisis”, sentenció Obama el jueves
por la noche al referirse a las demandas republicanas de
mayores recortes impositivos. Las presiones de Obama, que ya
había presagiado una “catástrofe” si la votación
continuaba demorándose, se repitieron ayer mientras
presentaba los 15 miembros de su Consejo Asesor para la
Recuperación Económica. “No vamos a mejorar con las
mismas políticas que en los últimos ocho años duplicaron
la deuda nacional y pusieron a la economía en caída
libre”, apuntó el mandatario para diferenciarse de su
antecesor. “No podemos adoptar la fórmula perdedora que
dice que sólo los recortes impositivos solucionarán cada
problema que tengamos, eso ignora nuestros críticos desafíos
como la adicción al petróleo importado, el altísimo costo
de los seguros de salud o las escuelas que se caen a
pedazos”, advirtió.
El plan de
estímulo apunta a crear entre tres y cuatro millones de
empleos en los próximos dos años. Según los datos
oficiales difundidos ayer, en los últimos tres meses se
perdieron 1,8 millón de empleos y las proyecciones
negativas continúan hasta 2010. “Estamos en el medio de
un grave y violento colapso de la actividad que puede durar
por meses”, apuntó el economista James Galbraith. Durante
el primer mes del año se registró una destrucción de
598.000 puestos de trabajo, la mayor caída mensual desde
diciembre de 1974, y la tasa de desocupación llegó hasta
el 7,6 por ciento, cifra que no registraba desde 1992. Según
estimaciones privadas, el desempleo podría superar el 10
por ciento en los próximos 12 meses.
Para muchos
especialistas, el retraso en la aprobación del paquete
profundizará la contracción financiera y reducirán su
impacto al momento que se aplique. Además advierten que la
efectividad será limitada. Los analistas esperan que la
expansión de los recursos del seguro de desempleo, el plan
sin los cambios de ayer suponía un incremento de 123 mil
millones en el presupuesto, consiga aliviar el impacto de
los despidos, pero aseguran que no logrará frenar los
despidos. Las solicitudes para conseguir el seguro llegaron
hasta las 626 mil en enero, el nivel más alto desde 1982, y
la cantidad de personas que reciben el beneficio llegó
hasta los 4,8 millones de casos. El plan de Obama también
contempla recortes impositivos para las empresas que
incorporen trabajadores, como las medidas anunciadas por el
gobierno argentino, pero como las compañías esperan que la
demanda local, y externa, continúe cayendo no se espera que
este punto sea muy efectivo.
Con
respecto a los casi 200 mil millones de dólares que serán
destinados a la inversión en infraestructura y los
incentivos para desarrollos en energías renovables, los
analistas consideran que sólo están listos para ser
ejecutados el 30 por ciento de los proyectos. Pese a la
magnitud del rescate para los bancos que impulsó el ex
presidente Bush y el (casi) billonario plan de estímulo de
Obama, muchos economistas consideran que todavía será
necesario trabajar en un plan que se centre en aliviar el
peso de la deuda –principalmente hipotecaria pero también
la carga de los préstamos estudiantiles y las tarjetas de
crédito– sobre las familias norteamericanas como sucedió
durante la recuperación de la Gran Depresión.
|