La crisis, “principal amenaza” a la seguridad
nacional, según la inteligencia de EEUU
Preocupan las implicaciones geopolíticas
Por David Brooks
Corresponsal en EEUU
La Jornada, 13/02/09
Nueva York, 12 de febrero.– En la coyuntura mundial,
Estados Unidos es su propio peor enemigo. La principal
amenaza en el mundo contra la seguridad nacional
estadounidense es la crisis económica mundial que detonó
Estados Unidos, afirmó hoy Dennis C. Blair, director de
Inteligencia Nacional, al presentar su evaluación sobre los
desafíos que enfrenta el nuevo gobierno.
“La preocupación primaria de seguridad en el corto
plazo para Estados Unidos es la crisis económica global y
sus implicaciones geopolíticas”, afirma Blair. En su
presentación escrita ante el Congreso, en nuevo jefe de
inteligencia del gobierno de Barack Obama declaró que la
crisis provocada por el sector financiero ha minado la
promoción de “libre mercado”, ya que la crisis “ha
incrementado el cuestionamiento de la gerencia
estadounidense de la economía global y de la estructura
financiera internacional”.
“La crisis representa muchos desafíos para el país.
Empezó en Estados Unidos y rápidamente se difundió a
otras economías industriales y después, más
recientemente, a mercados emergentes. La amplia percepción
de que los excesos en mercados financieros estadounidenses y
la regulación inadecuada aquí son responsables, ha
incrementado las críticas sobre las políticas de libre
mercado, lo cual podría dificultar alcanzar objetivos que
durante mucho tiempo ha tenido Estados Unidos, como la
apertura de mercados nacionales de capital e incrementar la
demanda en Asia”.
Así, por primera vez desde los atentados del 11 de
septiembre de 2001, el informe anual sobre las amenazas que
enfrenta Estados Unidos no coloca a Al Qaeda como la más
inmediata. De hecho, quizá desde hace décadas, la
principal amenaza identificada no proviene de algún enemigo
externo, sea el bloque comunista, el narco, las armas de
destrucción masiva, el radicalismo musulmán o el
“terrorismo”, sino que la principal amenaza a la nación
nace dentro de este país.
Al señalar que nadie puede pronosticar los alcances de
esta crisis, y que algunos creen que podría llegar a tener
las dimensiones de la Gran Depresión, Blair recuerda las
“dramáticas consecuencias políticas forjadas por los
problemas económicos de los años 20 y 30 en Europa, la
inestabilidad y altos niveles de extremismo violento”.
Agregó que aunque “aún no conocemos su escala eventual,
ya se perfila como la crisis global económica y financiera
más seria en décadas”.
De hecho, advirtió que una cuarta parte de los países
del mundo ya han enfrentado problemas políticos, incluso
cambio de régimen, como consecuencia de la crisis económica,
y que ésta perdura, por lo que se espera mayor
inestabilidad política en el mundo.
Según los modelos estadísticos, explicó, “las crisis
económicas incrementan el riesgo de inestabilidad al nivel
de amenaza a un régimen si persisten por uno o dos años”.
Blair, jefe máximo de la llamada “comunidad de
inteligencia” (o sea, las múltiples agencias encargadas
de inteligencia y seguridad nacional del gobierno), advirtió
que “es probable que la crisis financiera y la recesión
global provoquen una ola de crisis económicas en naciones
de mercados emergentes durante el próximo año, llevando a
más países a solicitar apoyo del FMI...”
Subrayó que en torno a la crisis “el tiempo es
probablemente nuestra mayor amenaza. Lo más que tarda el
inicio de la recuperación, más la probabilidad de daño
serio a los intereses estratégicos de Estados Unidos.
Aproximadamente un cuarto de los países del mundo ya han
experimentado inestabilidad de bajo nivel, como cambios de
gobierno debido al desaceleramiento actual. Europa y la ex
Unión Soviética han experimentado una ola de protestas.
“Aunque dos tercios de los países del mundo cuentan con
suficientes recursos financieros u otros para limitar el
impacto por el momento, gran parte de América Latina, los
estados de la ex Unión Soviética y la África subsahariana
carecen de reservas de efectivo suficientes, acceso a la
asistencia o crédito internacional”, entre otros
mecanismos.
“Además de un creciente nacionalismo económico, las
consecuencias políticas más probables para los intereses
estadounidenses involucrarán a aliados y amigos que no
lograrán cumplir plenamente con sus obligaciones de defensa
y humanitarias. Flujos de refugiados potenciales desde el
Caribe también podrían impactar la seguridad interna”,
agregó.
Blair concluye este bloque al afirmar que “la coordinación
y cooperación global en muchos frentes será requerida para
reconstruir la confianza en el sistema financiero global y
asegurar que las crisis económica y financiera no se
vuelvan un espiral hacia tensiones geopolíticas más
amplias”.
Las otras amenazas
En segundo rango, el informe –el cual es una evaluación
que expresa un consenso de la comunidad de inteligencia
estadounidense– regresa a territorio más esperado: “Los
grupos con la mayor capacidad de amenazar son los musulmanes
extremistas”, afirmó. Al subrayar avances contra Al Qaeda
y otras agrupaciones, Blair informa que permanecen como
“enemigos peligrosos” y persiste la amenaza de atentados
contra Estados Unidos o países europeos.
En este contexto, afirma que la región desde Medio
Oriente hasta el sur de Asia “es el sitio de muchos de los
desafíos que enfrenta Estados Unidos en el siglo XXI”.
Sobre todo, Blair identificó como amenaza quizá más
inmediata que Al Qaeda, al gobierno cada vez menos efectivo
y corrupto de Afganistán. A la vez, subrayó que no puede
haber solución a la inestabilidad en ese país sin que
Pakistán fortalezca su propia estabilidad y logre imponer
mayor control en las regiones fronterizas con Afganistán.
Por otro lado, reconoció que China e India se están
volviendo, en conjunto, “el centro de poder de largo plazo
del mundo”, con ambos países recuperando sus posiciones
que gozaban en el siglo XVIII, cuando China producía
aproximadamente 30 por ciento e India 15 por ciento de la
riqueza del mundo. “Es probable que estos dos países
superen el PIB de todas las demás economías, excepto
Estados Unidos y Japón, para 2025, aunque la actual crisis
financiera podría frenar un poco ese ímpetu”.
Acusa a Rusia de explotar el “antiamericanismo”
El informe agrega que Rusia ha explotado el
“antiamericanismo general” provocado por las guerras de
Estados Unidos, creando “aperturas para que Rusia
construya arreglos alternativos al orden político y económico
institucional encabezado por Estados Unidos”, e indica el
cultivo de relaciones de Moscú con China, Irán y Venezuela
como ejemplo.
Y para acabar, Blair también reportó sobre toda una gama
de amenazas que surgen de conflictos por recursos básicos
como agua, alimento y energía, las implicaciones del cambio
climático y los peligros en el mundo del ciberespacio (hackers,
atentados contra sistemas, crimen cibernético y más).
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